miércoles, 22 de enero de 2014

Los mass media contra Siria (2ª parte)



Lo que los medios  ocultaron sobre la matanza de Houla

El 25 de mayo de 2012 los mass media nos sobrecogían con la noticia de una masacre supuestamente perpetrada por el ejército sirio en la localidad de Houla, no muy lejos de la problemática ciudad de Homs. Esta noticia, de gran impacto emocional en el público, sin duda perseguía lo mismo que ya en 1999 persiguió (y consiguió) la matanza de Raçak en Kosovo: fabricar un casus belli que funcionara como excusa para que la OTAN  bombardeara Siria bajo una coartada “humanitaria”.

Pero la verdad sobre estos sucesos empezó a salir a flote pronto. A las pocas horas de que las grandes agencias de prensa occidentales hicieran circular la noticia, ya había un desmentido: la foto que se estaba usando para ilustrar la terrible matanza (puesta en
circulación por la BBC) no fue tomada en Houla, Siria, en 2012, sino en Irak en 2003. Al publicar la foto, la BBC se inventó que ésta había sido enviada a la emisora británica por un activista sirio desconocido. La BBC reconoció que era imposible verificar su autenticidad, aún así publicitó la imagen sin ningún reparo. El caso es que al poco tiempo de la difusión de la foto el fotógrafo italiano Marco di Lauro se llevó una gran sorpresa cuando descubrió que era una foto que él mismo tomó el 27 de marzo de 2003 durante la guerra de Irak y en la que se ve a un niño que salta entre decenas de cadáveres de víctimas de las "bombas humanitarias" de EE.UU y sus aliados, cadáveres que aparecen cubiertos por bolsas blancas [26].

La escena de la guerra de Iraq que la BBC hizo pasar por la matanza de Houla

Tras el “lapsus” de la BBC, de cuyo desmentido los grandes medios apenas se hicieron eco, los profesionales de la información nos mostraron unas fotos espantosas de víctimas, esta vez sí, de la localidad siria de Houla, la mayoría de ellos niños. Según nuestros mass media, los cadáveres se correspondían con víctimas del ejército de Bashar Al Asad, que no tuvo escrúpulos morales en matar niños que, según nuestros periodistas, eran “opositores que estaban manifestándose” en Houla contra la arbitrariedad del gobierno (?).

Sin embargo, al ver las terribles fotos, a un observador perspicaz no se le pueden escapar ciertos detalles que contradicen la versión oficial. Para empezar, los cuerpos de los niños no están mutilados, algo típico de los muertos en un bombardeo. Por otra parte, los cadáveres no presentan heridas por los impactos de la metralla típica de los ataques con bombas, sino que mayormente presentan una única herida mortal. Finalmente, los cuerpos no están cubiertos del polvo que se levanta por el derrumbamiento de elementos arquitectónicos y por el impacto de las bombas contra el suelo. Todas estas características sí se pueden ver, en cambio, en las víctimas del atentado con bomba ocurrido en Damasco el pasado 10 de mayo y que se atribuyó el grupo yihadista Al-Nusra. En esa ocasión los cadáveres quedaron tan deformados y cubiertos de polvo que apenas parecían seres humanos. 

Y para complicar más las cosas, al poco tiempo apareció en los medios informativos de Internet la noticia de que los fallecidos en la masacre eran, en realidad, gente que apoyaba al gobierno de Al Asad [27]. Entonces ¿qué pasó realmente en Houla?

Según el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), periódico conservador y occidental y por tanto nada sospechoso de ser pro Al Asad, la masacre de Houla fue en realidad cometida por grupos sunitas opositores al gobierno sirio. Según un artículo del FAZ publicado el 7 de junio de 2012 [28] las víctimas eran miembros de las minorías chií y alauí (a esta última pertenece el propio Al Asad) que constituían en torno al 10% de la población de Houla frente a la mayoría suní (escenario perfecto, por tanto, para poner en práctica la política de “divide y vencerás” que la OTAN patrocina). Según el artículo, la matanza se produjo tras un ataque de milicias sunitas a tres retenes del ejército en las afueras de Houla, destinados a proteger a la minoría alauí.  Durante los 90 minutos que duró el combate (el tiempo que tardaron en llegar refuerzos del ejército gubernamental) los milicianos sunitas pudieron perpetrar una masacre entre familias que pertenecían a estas minorías religiosas con disparos a quemarropa o degollándolos. Así, varias decenas de miembros de una misma familia alauí, los Shomaliya, fueron asesinados, al igual que la familia de un miembro suní del parlamento, considerado por los yihadistas como un “colaboracionista”. Finalmente, los yihadistas solo tuvieron que filmar a sus víctimas y presentarlos como víctimas suníes de la violencia del gobierno Sirio. Del resto del trabajo sucio se encargaron nuestros medios.

El montaje de la masacre en la cola del pan de Halfaya

Uno de los montajes de nuestra prensa que se ha acabado por convertir un clásico en los escenarios bélicos son las masacres en las colas del pan. ¿Quién no se conmueve ante la visión de una cola de civiles famélicos que esperan a recibir su ración de pan mientras los mismos malvados que les hacen pasar hambre los bombardean? El impacto en el consumidor de noticias está asegurado porque, además, siempre suele acontecer en un momento clave dentro del desarrollo del conflicto.

Esto fue lo que pasó en Sarajevo durante la guerra de Bosnia, concretamente el 27 de mayo de 1992. Justo en ese momento el influyente diplomático británico Douglas Hurd (quien pensaba, con razón, que las filas del bando musulmán combatiente en Bosnia estaban llenas de peligrosos fundamentalistas islámicos) visitaba Sarajevo. Fue entonces cuando hubo una explosión frente a una panadería, explosión que asesinó a 16 personas. Inmediatamente, los medios culparon a los serbios de haber lanzado un obús contra esos 16 civiles indefensos. Sin embargo, como ya denunciara el periodista belga Michel Collon en su libro Liar’s Poker frente a la panadería no había ningún cráter como los que dejan los obuses, por lo que había que pensar en un artefacto explosivo escondido en algún sitio cercano a la panadería. Además, como aseguró el Dr. Starovic,  las víctimas presentaban heridas en las extremidades inferiores y no en la cabeza o en el tórax. Y por si fuera poco, el General McKenzie, comandante de los cascos azules de la ONU, reconoció que los medios de comunicación se habían congregado en el lugar antes de que la explosión ocurriese. De hecho, la calle había sido cerrada y luego se abrió para que se formase la cola. Por otra parte, Collon cita una última incongruencia: que la mayoría de las víctimas eran serbias. Todo esto aparece en informes de la ONU que apenas tuvieron difusión, y eso es algo que incluso reconocieron los medios [29]. En realidad, lo que se buscaba era imponer un embargo de armas a Serbia y Montenegro mientras occidente armaba a hurtadillas a la facción bosnia musulmana y, por supuesto, cerrarle la boca a Douglas Hurd.

Este esquema, con alguna variación, se ha vuelto a repetir en Siria. Así, coincidiendo con la visita a Damasco del enviado especial de la ONU Lahmar Brahimi nuestros medios nos hablaron de una masacre de civiles que hacían cola para comprar el pan en la ciudad de Halfaya, en la provincia de Hama. Para empezar, los grandes medios, siguiendo su habitual esquema manipulador y basándose (¡cómo no!) en datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, como sabemos vinculado a la oposición fundamentalista exiliada en Londres, empezaron por hablar de 60 víctimas mortales. Luego líderes opositores sirios a través del canal qatarí Al Jazeera, elevaron la cifra a 90 fallecidos. Más tarde, el blog Traducciones de la Revolución Siria frecuentemente usado como fuente de información por la web Rebelión (una web que solo es “alternativa” cuando le interesa), habló de 150 a 200 muertos, entre los que se incluían a ancianos y niños. Finalmente, la cadena saudí Al Arabiya batió el récord aumentando la cifra a 300 muertos. Como prueba de la supuesta masacre los opositores armados sirios colgaron un vídeo en YouTube [30], que es, por cierto, absolutamente impresentable puesto que no prueba nada, o mejor dicho, sí que prueba algo: demuestra que los grupos integristas que combaten al gobierno de Al Assad toman a la opinión pública por imbécil. Para empezar el vídeo muestra bastantes menos cadáveres de 300 e incluso menos de 90 ya que la cámara se dedica a tomar los mismos cuerpos desde diferentes ángulos e incluso se da la grotesca circunstancia de que entorno al minuto 4.02 un cadáver transportado en la trasera de un vehículo “resucita” y levanta la cabeza para mirar a la cámara. El fotograma se reproduce a continuación:



Además, lo que muestra el vídeo no es una cola del pan ya que no hay mujeres ni niños, que suelen abundar en las colas del pan, solo hay hombres heridos o muertos. Por no verse, no se ve ni pan; esto motiva que alguien salga de detrás de la cámara hacia el minuto 9.42 y coloque un pan encima de un charco de sangre. Helo aquí:


Por otra parte, los testimonios de los supuestos residentes en esa ciudad no son creíbles puesto que ésta estaba tomada por los rebeldes, o sea, por integristas que no dudan en ejecutar a quien ose contradecirles. Entonces ¿de dónde salieron los muertos? Según la TV estatal siria, los muertos son civiles asesinados por los rebeldes al tomar la ciudad [31].

La prensa y los intelectuales “de izquierda" se apuntan a un bombardeo

Igual que en el caso del conflicto de Libia, los autocalificados medios de “izquierda” han demostrado lo “izquierdistas” que son participando de este linchamiento mediático contra Siria y su gobierno para justificar una ulterior intervención de la OTAN. Un caso palmario es el del diario Público, que se presenta a sí mismo como “el único periódico de izquierda” en el panorama de la prensa nacional. Aquí hay que decir que es verdad que en Público escribe gente progresista como el economista Vicenç Navarro o Isaac Rosa (que escribió un meritorio libro denunciado la intervención “humanitaria” en Kosovo, Kosovo: la coartada humanitaria) pero también es verdad que ha sido uno de los diarios que más propaganda ha hecho a favor de la intervención en Libia y Siria. ¿Cómo es posible esto? Pues por la sencilla razón que la empresa mediática que lo edita, o mejor dicho, que lo editaba hasta el pasado diciembre, Mediapro, y que también era dueña de la cadena de TV la Sexta, tiene importantes negocios en Qatar, un país que promueve el terrorismo yihadista que contribuyó a la destrucción de Libia y ahora de Siria, y uno de los más fieles aliados de EE.UU.  De hecho, el dueño de Mediapro, Jaume Roures, que tiene los derechos de retransmisión del Barça (equipo al que patrocina la indumentaria la “Qatar Foundation”), también se dedica a la retransmisión de la liga de fútbol de los Emiratos Árabes. Además Mediapro es una de las pocas empresas españolas con oficinas en Doha, la capital qatarí. Así, no es de extrañar que la información sobre la situación en Libia y ahora en Siria coincida al 100% con la de la cadena Al Jazeera, propiedad de la familia real qatarí. Para quien no crea que este diario “de izquierda” se alinea con los intereses de uno de los países más reaccionarios y corruptos del planeta ahí van unas líneas con las que Público describía a ese anacrónico y tiránico reino feudal donde impera la sharia:
«En este pequeño emirato 800.000 habitantes, de los que los inmigrantes son mayoría, no hay policías en las calles, no hay disturbios, no hay milicias ni rabia en las miradas. Es un pequeño oasis en el convulso mundo árabe [32].»
Lo que obvia Público es que esos inmigrantes son trabajadores absolutamente desprovistos de derechos y que la prosperidad de Qatar, aparte la riqueza  petrolera, se debe a que es una lavandería de dinero negro. Sobre las condiciones de los inmigrantes en Qatar la bloguera siria afincada en España Nagham Salman escribió:
“Mientras los ciudadanos qataríes se recrean en su fastuosidad y su ostentación, un ejército de más de un millón y medio de asiáticos en condiciones de semiesclavitud y sin derechos sociales, malvive hacinado en pisos patera y trabajando jornadas que superan las catorce horas, y soportando más de 40 grados de temperatura media la gran parte del año. Estos ocupan todos los puestos de trabajo poco cualificados en plataformas de extracción, construcción y servicio doméstico. Sus sueldos no superan los 200 dólares mensuales y sus patrones qataríes pueden enviarles de vuelta a sus países de origen cuando lo deseen [33].”
Así las cosas, no es de extrañar que Público usara de la manera más desvergonzada fotos de manifestaciones pro Al Asad para ilustrar noticias de revueltas de signo contrario en Siria o fotos de bombas destrozando Libia (¿de los gadafistas? ¿de los “rebeldes” libios? ¿de la OTAN?) para acompañar textos sobre la supuesta “represión de Al Asad contra su propio pueblo”. O, como ya señalamos más arriba, las crónicas sobre ataques a manifestantes pro Al Asad en que los obuses son, según este diario, “de origen indeterminado” precisamente porque los han disparado sus amigos yihadistas.


Público ilustra una noticia de supuestas revueltas populares anti gubernamentales
con una multitud que porta fotos del presidente sirio. Público debe creer
que su público (valga la redundancia) es imbécil.





Público nos informa 23 personas muertas por la represión en Siria y sin embargo
ilustra esta noticia con un bombardeo en Libia. Un buen ejemplo de cómo Público
toma el pelo a sus lectores.



Público dando pábulo al bulo que desencadenó los bombardeos
de la OTAN en Libia.

Otro tanto ha pasado con otro diario pretendidamente “de izquierda”: 20 minutos. Como en el caso de Público en el diario gratuito 20 minutos no faltan los artículos con contenido progresista y además cuenta con uno de los más críticos dibujantes de tiras cómicas (junto con el gran El Roto), Eneko. Sin embargo su adhesión a la estrategia de manipulación informativa contra Libia y Siria ha sido escandalosa. Y también como en el caso de Público la explicación a esta actitud tiene que ver con su propietario, Sverre Munck. Munck es un magnate de los mass media de Noruega, país que, como se sabe, fue uno de los fundadores de la OTAN en 1949. Munck, por otra parte, estudió economía en Stanford (California), una universidad de relacionada con los servicios secretos y el complejo militar-industrial de EE.UU. Se da además la circunstancia que el capital noruego, propietario al 80% de 20 minutos tiene importantes vínculos con la monarquía feudal de Qatar, por ser ambos países, Noruega y Qatar, monarquías petroleras. De hecho, la mayor fábrica de aluminio del planeta (Qatalum) es de capital noruego y qatarí y se encuentra en Doha. Con tales condicionantes es lógico que la información que nos ofrece 20 minutos sobre Siria tenga el sesgo que tiene.


20 Minutos nos informa sobre niños usados como escudos humanos por las tropas 
gubernamentales sirias pero, de hecho, la foto que ilustra  la noticia es
 precisamente de niños del bando opositor con uniforme militar y con armamento
 supuestamente de juguete. Esto hace preguntarse ¿qué bando utiliza niños 
en la guerra realmente? ¿dónde están las imágenes de los niños usados como 
escudos humanos por Al Asad?. Otra tomadura de pelo al lector.

Y qué decir de los intelectuales “de izquierda” que justifican depende qué guerra. Llama la atención que buena parte de los intelectuales y artistas de “izquierda” que se opusieron a la impopular intervención en Irak de 2003 han aplaudido la “humanitaria” guerra de Libia. Y lo curioso es que los argumentos que usaron para apoyar la intervención de la OTAN en Libia eran calcados a los que esgrimían a favor de la guerra de Irak la derecha más rancia, a saber, que el líder de turno era “un dictador que estaba saqueando y/o masacrando a su pueblo”. Aun así, según nuestra progresía más mediática, “Libia no es Irak” (¿tendrá que ver con que en este caso la Casa Blanca está dominada por el Partido Demócrata y éstos suelen repartirse el botín de guerra con sus socios europeos?). Y a partir de ahí hemos visto cuál es la verdadera cara de, por ejemplo, Santiago Alba Rico (guionista del añorado programa de TV de los 80, La bola de cristal), que ha escrito largo y tendido en medios "alternativos" como Rebelión a favor de la intervencionismo “humanitario”; o también (¡no podía faltar!), Carlos Taibo, individuo con muy buena reputación en medios “radicales” a pesar de haber apoyado públicamente a los mercenarios narcotraficantes de la UÇK albanesa y a las huestes integristas chechenas... Curiosamente Taibo además de aparecer puntualmente en los medios “alternativos” (como Rebelión o Kaos en la red) también escribe para la revista Foreign Policy, ligada al Council of Foreign Relations del clan petrolero Rockefeller [34] (de hecho, esta publicación fue fundada por Samuel P. Huntington creador de la infame teoría xenófoba del “choque de civilizaciones”). Ya durante la guerra contra Libia vimos cómo muchos de aquellos “rebeldes” mediáticos que vociferaban contra la guerra de Irak, cuando se trata de Siria callan (Bardem, Gran Wyoming) o bien manifiestan su complicidad (Miguel Ríos, los líderes de los sindicatos mayoritarios Toxo y Méndez, y el PSOE en pleno).  Y lo que es aplicable al caso de Libia también lo es para al de Siria. Especial mención merece el comportamiento errático del ex coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que denunció la intervención en Libia en el parlamento pero meses más tarde firmó un documento en apoyo a la Primavera Árabe que rezaba:

“El régimen sirio miente para justificar la brutal represión de su propia población. Como tantas otras veces, la dictadura de Bachar Al-Asad vuelve a agitar como un espantajo el peligro de la ruptura sectaria o del terrorismo islamista, o la falsa disyuntiva entre la soberanía y la dignidad del Estado y los derechos y las libertades de sus ciudadanos. Sin embargo, no hay indicio alguno que permita conjeturar sobre una inducción exterior de las protestas o que permita argumentar que las aspiraciones de los ciudadanos sirios son distintas a las que otros ciudadanos árabes manifiestan en sus países [35].”

Junto a Llamazares los ya habituales Santiago Alba Rico y Carlos Taibo.  Aunque también José Luis Sanpedro, Javier Sábada,... El caso es utilizar el prestigio que puedan tener estos personajes entre gente de mentalidad progresista, precisamente la gente más susceptible de movilizarse contra la guerra. Y de hecho esta estrategia ha tenido lamentablemente bastante éxito.


Artículo de Carlos Taibo para la revista Foreign Policy (FP) ligada al clan Rockefeller.

Pero si algún intelectual ha ejemplificado mejor el hipócrita principio de “injerencia humanitaria”, ése es Bernard-Henry Lévy. BHL, filósofo sin filosofía propia y próximo en su juventud al mayo del 68, nació en el seno de una familia de colonos franceses (de religión judía) en Argelia, enriquecidos gracias a la explotación de las maderas preciosas de África. Desencantado con la izquierda, pronto se entrega a la defensa de las minorías oprimidas, eso sí, siendo siempre esta defensa de carácter selectivo: sólo va apoyar a minorías utilizadas por las grandes potencias occidentales en sus pretensiones de expansión por sus zonas de influencia. Así BHL apoyó públicamente a las huestes integristas islámicas financiadas y entrenadas por EE.UU. para combatir la influencia soviética en Afganistán, aplaudió la desmembración de Yugoslavia apoyando a los extremistas musulmanes bosnios de Alija Izetbegovic (que había sido colaboracionista nazi en su juventud), hizo propaganda a favor de los integristas chechenos que intentaron romper la Federación Rusa apoyados por Washington, alimentó el conflicto de Sudán alineándose con los secesionistas del sur igualmente apoyados por EE.UU., celebró el bombardeo de Libia a cargo de la OTAN y por último se ha fotografiado con supuestos rebeldes sirios.


BHL con supuestos rebeldes sirios (aunque en realidad 
podría ser cualquiera con una bandera  rebelde cubriendo su rostro)

Especialmente rastrero fue su trabajo en Sarajevo. Allí el más mediático de los “nuevos filósofos” franceses nos habló de un cerco que no era tal y de disparos de francotiradores serbios, cuando lo cierto es que la guerra empezó por el ataque de francotiradores musulmanes a una boda serbia y la mayoría de las masacres de civiles en Sarajevo eran obra de fuerzas musulmanas [36] que buscaban la implicación de la OTAN en el conflicto. Además para recabar los apoyos de la izquierda occidental se inventó que Sarajevo vivía la misma situación de asedio que Madrid durante la guerra civil y ello a pesar de que sus amigos del gobierno de Sarajevo eran antiguos colaboracionistas nazis. Muy esclarecedoras son unas fotos de este intelectual belicista en Sarajevo donde BHL aparecía supuestamente entrevistado por un reportero mientras ambos se refugiaban tras un muro de las balas de los francotiradores serbios; en realidad, no había tales francotiradores, según muestra otra foto (otra toma de la misma escena) en la que se ve por encima del muro unos soldados de pie en actitud totalmente relajada, algo impensable si se hubiera tratado de una zona infestada de francotiradores.

BHL haciendo un poco de teatro en Sarajevo

La irrupción de nuevos medios alternativos en Internet

Por suerte, no todo iba a ser malo en este mundo globalizado, las nuevas tecnologías han contribuido a socavar el monopolio que las agencias de prensa y los grandes colosos mediáticos occidentales. En efecto, gracias a Internet muchos medios y agencias de prensa de países no occidentales no alineados con la OTAN, especialmente los de las potencias emergentes, nos están ofreciendo otra imagen del mundo y de sus conflictos distinta a la de EE.UU y sus aliados. Y ello favorece la compresión de conflictos armados como el de Siria.

Entre estos nuevos medios de países no otánicos habría que destacar la cadena de TV por Internet RT (Rusia Today), muy crítica con el expansionismo norteamericano y sus guerras “humanitarias”, que cuenta con sucursales en varios países (incluido EE.UU) y que emite además de en ruso, en inglés y en español. Otro servicio contrainformativo es Red Voltaire, también disponible en varios idiomas (francés, inglés, español, italiano, portugués, ruso y árabe) y en donde también se puede encontrar información crítica con la OTAN y con los grandes mass media occidentales. En la misma línea está Global Research dirigido por el economista canadiense Michel Chossudovsky, sin olvidarnos de Aporrea.org y el sitio web de TeleSur y alineados con la Venezuela bolivariana o 4th Media, donde escriben periodistas de extremo oriente también críticos con el expansionismo otánico. Por último, también hay que citar las agencias de prensa de países que como Siria (SANA) o Irán (Press TV) están en el punto de mira de OTAN y ofrecen, claro está, un punto de vista informativo muy distinto del de los grandes medios occidentales.

Ni que decir tiene que no se trata de creer a pies juntillas en lo que se nos dice en estos otros medios alternativos, sino de tener en cuenta esta otra información para poder hacernos una idea equilibrada de cómo funciona el mundo. Ahora podemos elegir porque hay pluralidad de informaciones y puntos de vista, antes no. La mala noticia es que a pesar de todo esto, uno tiene que saber que existe un medio informativo alternativo para buscarlo en Internet. Pero esa información, por supuesto, no nos la van a proporcionar los medios convencionales.

Notas:




[28] http://www.voltairenet.org/Syrian-government-denies

[29] Véase el artículo de El País del 23/08/1992 (uno de nuestros medios más antiserbios) “Las peores matanzas en Sarajevofueron causadas por los bosnios, según informes de la ONU”, que en realidad es traducción de una artículo de The Independent.





[34] Véase su artículo para Foreign Policy muy en la línea al estilo de la doctrina del “choque de civilizaciones”: “El oso ruso sólo saca las garras” ( http://www.fp-es.org/el-oso-ruso-solo-saca-las-garras), donde niega lo evidente: que EE.UU utiliza el integrismo islámico debilitar a Rusia.

[35] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=138712

[36] V. nota 29.


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Amor y Rabia Nr. 66

 

SIRIA. NEOLIBERALISMO, COLONIALISMO Y FUNDAMENTALISMO CONTRA UN ESTADO INCÓMODO

Contenido: LOS MASS MEDIA CONTRA SIRIA - SIRIA Y LA RECURRENTE EXCUSA DEL INTERVENCIONISMO HUMANITARIO - LA AYUDA HUMANITARIA COMO ARMA - EL FUNDADOR DE REPROTEROS SIN FRONTERAS, CANDIDATO FASCISTA - AMNISTÍA INTERNACIONAL, COLONIALISMO DE ROSTRO AMABLE - ¡OLVIDA LO QUE HAS VISTO! UNA DESPEDIDA DE AL JAZEERA