Tras una década de enfrentamiento soterrado, la lucha entre la UE y EEUU para impedir que Rusia aumente su zona de influencia en el este de Europa finalmente ha salido a la luz. No deja de ser simbólico que lo que muchos advierten puede ser el comienzo de una nueva Guerra Fría se deba a la lucha por el control de Ucrania, que significa en ruso tierra de frontera.
La diferencia fundamental entre este enfrentamiento y los que le han precedido en las últimas décadas (Kosovo, Georgia...) es que esta vez el enfrentamiento es directo, sin intermediarios. Además, hoy día occidente está debilitado económicamente, mientras que Rusia está en pleno ascenso: pese a la recesión actual, la crisis demográfica que azotaba a Rusia desde la caida de la Unión Soviética se ha acabado, el sistema político se ha estabilizado y, como se ha podido ver en Siria, militarmente Moscu se siente capaz de hacer frente a occidente.
El comportamiento de Rusia y occidente a lo largo de los tres meses que han sido necesarios para quitar de en medio al gobierno ucraniano ha reflejado claramente las fuerzas enfrentadas. Por un lado, Rusia ha demostrado desde el principio tener las ideas claras e incluso disponer de un plan B (la invasión de Crimea), que además ha llevado a cabo de manera fugaz e impecable. El comportamiento de occidente ha sido justo lo contrario: rozando en muchos casos la histeria y careciendo del más minimo plan a corto plazo sobre como tratar la gigantesca patata caliente que es Ucrania.
Más allá del desenlace de esta crisis regional, lo cierto es que la crisis de Ucrania pasará a los libros de historia como el final de una era en la que occidente podía arrasar paises y legitimizar barbaridades cómo el uso de la tortura o la muerte de civiles sin que nadie se atreviese a hacerles frente. Desgraciadamente, la actuación rusa ha dejado claro que, a partir de ahora, otras potencias no occidentales van a comportarse siguiendo las reglas impuestas por occidente. Mal augurio.
El pucherazo electoral de la UE en MoldaviaManipulando por una causa justa: el recuento de los votos de las elecciones en la República de Moldavia ha acabado. Es evidente que los partidos pro-UE utilizaron todo tipo de trucos, por sucios que fueran, para permanecer en el poder.
La División de Mineros en la guerra del DonbásEn el Donbás las unidades armadas de mineros tienen una gran tradición. La División 383 del Ejército Rojo, formada con reclutas tomados entre los mineros, gozaba de una excelente reputación, y fué condecorada por el mando del Ejército Rojo por "su valentía desinteresada y su aguante". Hoy día los mineros del lado de los insurrectos de las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) pretenden continuar con esa tradición.
El desafío ruso a la hegemonía de EEUUEl golpe occidental en Kiev ha puesto al descubierto el enfrentamiento entre la OTAN y Rusia por el control de Europa Oriental, en marcha desde hace una década. A diferencia de el golpe de 2004 (la "revolución naranja"), esta vez Moscú se ha negado a aceptar la política de hechos consumados occidental, lo que puede hacer saltar por los aires la estructura de poder mundial...
Introducción al conflicto ucranianoA diferencia de los conflictos que han enfrentado a occidente con Rusia en las últimas décadas, la lucha por el control de Ucrania ha acabado con el orden posterior a la Guerra Fría. Tras lograr impedir en 2013 que EEUU atacase a Siria, la anexión de Crimea ha debilitado al gobierno golpista apoyado por Bruselas y amenaza con poner punto final a la expansión de la UE/OTAN...
¿Quién destruye realmente a Yugoslavia?Un vistazo a la responsabilidad de occidente en la implosión de Yugoslavia, prestando especial atención al papel clave de la economía en desarticular la economía del país y sentar las bases para la aparición de nacionalismos y la guerra civil. Una advertencia, en el 15 aniversario de la Guerra de Kosovo, de lo que puede ocurrir en Ucrania si el FMI impone su ajuste estructural.
Desmantelando Yugoslavia, colonizando BosniaAnalisis de Michel Chossudovsky sobre el papel fundamental de la economía como atrma empleada por occidente a lo largo de los años 80 y 90 para imponer el control occidental sobre el territorio de la antigua Yugoslavia. Una advertencia de las consecuencias que tendrá para Ucrania el plan de ajuste estructural que pretende imponer el FMI.