"¿Has votado ya?" "¡Si!" "¡Yo también! Imaginate... podriamos ser libres en una Escocia independiente". Una voz al fondo: "¡SE ACABÓ LA PAUSA, SEGUID TRABAJANDO!"
Ayer Escocia votó contra la independencia. Hoy la mitad del país está de luto, tras hacerse pedazos sus esperanzas de un nuevo estado y su promesa socialdemócrata. La otra mitad está aliviada de que se haya acabado la incertidumbre, pese a no celebrarlo con entusiasmo. Las cosas continuarán como hasta ahora.
Nosotxs ni lloramos ni celebramos. El alarmismo de la campaña del NO probablemente se habría demostrado como totalmente infundado. De la misma forma que las promesas de la campaña del SÍ. En realidad, nuestras vidas habrían continuado en gran parte como lo hacían antes, en uno u otro caso. Vamos a seguir caminando penosamente por las mismas calles a los mismos empleos que odiamos, a través de mismo transporte público caro y lleno hasta reventar. Haremos lo que podamos para poder devolver en las mismas tiendas nuestros salarios a la clase capitalista, para pagar el alquiler a los mismos terratenientes y las hipotecas a los mismos bancos. Llevaremos a nuestros hijos a las mismas escuelas con el mismo sistema educativo, y cuando estemos enfermos esperaremos para poder usar los mismos hospitales. Usaremos los mismos parques, playas, museos y pubs para evadirnos de nuestros trabajos.
El duque de Buccleuch, el mayor terrateniente de Europa, cuyas propiedades están valoradas en más de mil millones de libras esterlinas, uno de los terratenientes escoceses (FUENTE)
Una Escocia independiente se parecería en muchos aspectos a la Escocia que es parte del Reino Unido, una sociedad patriarcal, capitalista, y destructiva para el medio ambiente. un país donde la propiedad de la tierra es la más desigual del mundo desarrollado, al pertenecer el 50% de la tierra a tan sólo 432 individuos. Un país que depende del petróleo del mar del Norte para la mayoría de sus exportaciones, petroleo que debería dejarse bajo tierra para evitar la catástrofe climática. Un país con una enorme pobreza y una enorme riqueza y donde la poca organización de la clase obrera poco puede hacer para evitar esa dinámica.
Y al continuar manteniendose las mismas instituciones, las mismas estructuras de poder, los mismos intereses empresariales y la misma configuración política, nuestra lucha contra el Estado, el capital y la opresión continúa.
MOVIMIENTOS SOCIALES
Entre algunos defensores de la independencia se ha hecho popular afirmar que incluso con la derrota la política ha cambiado radicalmente. La gente está interesada por primera vez en la política, la participación fué del 85%. Ha nacido un nuevo movimiento social ampliamente popular, el referendum nunca se trató de votar a los Nacionalistas (con mayúscula (1)). La campaña que pusieron en marcha para presionar a favor de la independencia la reorientarán ahora contra los gobiernos británico y escocés y presionarán para lograr concesiones materiales, envalentonados por lo cerca que estuvieron de ganar y teniendo la gente recientemente radicalizada con ellos. Sin embargo, una alta participación nos dice muy poco sobre los que vendrá a continuación, y la autosatisdacción con la que se afirma que se ha cambiado la política es algo peligroso.
Dejando a un lado el error táctico de ofrecer al SNP (el Partido Nacionalista Escocés) el apoyo que querían para poner en marcha el referendum y esperar entonces lograr concesiones, en lugar de hacer de esas concesiones una condición previa para apoyarles, eso parece ser como mucho una predicción optimista, que está lejos de cumplirse. Es altamente probable que el movimiento creado para apoyar el modelo radical para la independencia logre mantener la unidad mostrada durante la época previa al referendum una vez que este ha tenido lugar. es muy posible que un nuevo partido unitario de izquierdas (quizás el mismo Left Unity -Izquierda Unida-) se forme a partir de la campaña Radical Independence (Independencia Radical), que tendrá que competir por los votos con el Scottish Green Party (el Partido Verde Escocés). La desintegración del SSP (el Partido Socialista Escocés) la pasada década es un mal augurio para sus posibilidades duraderas de dicha formación. Si la izquierda parlamentaria lograse recuperar incluso las posiciones que tenía desde el 2003 hasta 2007 habría logrado un resultado bastante bueno (para sus propios criterios).
Uno de los problemas sociales más graves de Escocia: según los datos oficiales del gobierno de Escocia, el 50% de la tierra pertenece a tan sólo 432 personas (FUENTE). Esta situación provocó no hace mucho un fuerte debate, que se ha dejado a un lado en la campana del referéndum por la independencia de Escocia.
Sin duda muchos de los que forman parte del movimiento independentista radical desearían mantener una organización extra-parlamentaria, a pesar de que es una cuestión discutible hasta que punto es independiente de los partidos parlamentarios. Pero al igual que en el caso del referendum las elecciones tienen la tendencia de apartar a los activistas de la lucha directa para concentrarse en sí mismos, por buenas que sean sus intenciones. El efecto más debilitante de la campaña del referendum ha sido quizá el apartar a la gente de otras luchas más importantes: la campaña para boicotear el workfare (obligar a la gente a trabajar gratis o casi para recibir ayudas sociales), el trabajo contra las deportaciones y a favor de los inmigrantes, el organizarse para defender el medio ambiente y otras luchas similares. Naturalmente no queremos decir que los que han apoyado activamente la campaña por la independencia no vayan a continuar apoyando esas otras luchas, pero nadie dispone de tiempo y energías ilimitadas, y las que se han empleado en el referendum podían haberse empleado mejor en otras cosas.
ECOLOGÍA
A medida que el referendum por la independencia se convierte en una cosa del pasado, otros temas empiezan a recobrar su protagonismo. la más importante ha de ser el lograr el compromiso de los políticos de Westmister (sede del parlamento inglés) y Holyrood (sede del parlamento escocés) para continuar la estracción de la cuota escocesa del petroleo del mar del Norte.
El debate sobre la independencia tomó forma en torno a las perspectivas de la producción petrolera y como se distribuirán sus ganancias. Aún cuando existía la crítica y se hizo un llamamiento a favor de un "new deal verde", la atención se centró en argumentar a favor de las energías renovables. Pero aunque sea de agradecer un mayor uso de las energías renovables, eso está lejos de ser suficiente. Como ha puesto de relieve Jason Moore, las revoluciones energéticas del pasado siempre han sido aditivas y sustitutivas. De la lógica del mercado unida a la intervención en defensa del uso de energías renovables tan sólo obtendremos energías renovables y combustibles fósiles. Según aumenten las alternativas los precios de los combustibles fósiles caerán y lograrán eguir iendo utilizado. Una verdadera decarbonización de la sociedad requiere dejar a lo combutibles fósiles bajo tierra y dar de baja su valor en los libros de contabilidad.
No se puede construir un capitalismo "verde". Ciertamente no puede crearse actualmente. Hay demasiado dinero invertido en los combustibles fósiles: en la perforación, en la extracción, en el fracking. La clase dominante nunca renunciará voluntariamente a esta riqueza, ni permitirá que se abandone mediante una votación. "Para sobrevivir debemos actuar ahora" y "unir la sombría realidad con el impulso de la utopía" para exigir una transformación completa de nuestra sociedad (2).
Una Escocia independiente habría dependido en gran medida de los combustibles fósiles, en gran parte para poder mantener las reservas de divisas y una balanza comercial positiva. La extracción del petróleo del Mar del Norte seguirá aumentando el déficit comercial del Reino Unido. Siendo parte de una economía mucho mayor esa dependencia no puede mostrarse de una forma tan evidente. Pero dicha dependencia ha de ser sacada a la luz, y ha de acabarse con ella. Hacerlo será una tarea costosa y difícil, pero es algo que no tenemos más remedio que llevar a cabo, ya que no habrá futuro para escocia o para el Reino Unido si no hacemos nada. Debemos crear el movimiento que lo haga posible. Se ha gastado demasiado tiempo en cuestiones constitucionales burguesas mientras los ricos consolidan sus riquezas y poder, imponen medidas de austeridad y dificultades y dejan el planeta arder para asegurarse de que la adaptación será suficientemente buena para sus intereses.
Así que ahoga tus penas esta noche. Toma tiempo para recuperar tus energías y cuando estés listx vuelve y únete a nosotrxs. La sociedad mejor que se buscaba obtener con la independencia no necesita un nuevo estado. Sigue hablando con tus vecinos y compañeros de trabajo. Tenemos un mundo que ganar y sólo nuestra autoorganización como clase obrera puede lograrlo.
NOTAS
(1) Ya hemos discutido anteriormente sobre la confusión del nacionalismo "bueno" y "malo", así como sobre las afirmaciones de la izquierda de que la independencia no tiene nada que ver con el nacionalismo. En nuestra opinión tanto las campañas del Sí como del No representaban de facto nacionalistos enfrentados, por mucho que afirmasen lo contrario.(2) Goodbye to the Future – Out of the Woods.