18 de febrero, 2016
El expresidente de Polonia y fundador del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, fue un informante remunerado de los servicios secretos comunistas entre 1970 y 1976, dijo el jueves el presidente de un instituto histórico polaco en base a documentos incautados recientemente.
Figura clave en la caída del comunismo en Polonia, Walesa admitió haber firmado un compromiso para convertirse en informante, pero insistió en que nunca llegó a cumplirlo. En 2000 fue absuelto por un tribunal especial, que no halló pruebas de colaboración.
Entre los documentos incautados esta semana en la vivienda del último ministro del Interior comunista, el fallecido general Czeslaw Kiszczak, hay un compromiso para proporcionar información a los servicios secretos que está firmado con el nombre de Walesa y con su nombre en clave, «Bolek», dijo el director del Instituto Nacional de la Memoria, Lukasz Kaminski. Además hay páginas de informes y recibos firmados por Walesa.
En declaraciones desde Venezuela, donde está de viaje, Walesa, de 72 años, sugirió que los documentos son falsos. «No pueden haber documentos míos. Lo demostraré en los tribunales», dijo.
Las 279 páginas de documentos parecen ser auténticas y se harán públicas a su debido tiempo, explicó Kaminski en una conferencia de prensa. Los historiadores necesitan tiempo para analizar el contenido de los archivos, agregó.
Servicio secreto
El comunismo y Moscú impusieron controles en Polonia y en otros países de la región tras la Segunda Guerra Mundial a pesar de la oposición de muchos de sus habitantes. El servicio secreto era una poderosa herramienta del régimen para mantener al pueblo bajo control, empleando información personal para chantajes y desacreditar a los críticos.
El servicio secreto se usó también para fabricar informaciones falsas sobre las personas, lo que exige una meticulosa comprobación de cualquier documento comprometedor que salga a la luz. El destino de sus archivos fue una de las principales preocupaciones de los comunistas cuando dejaron el poder en 1989, y hay informes que sugieren que elaboraron nuevos documentos y quemaron o escondieron otros.
Los papeles que implicarían a Walesa salieron a la luz el martes, cuando la viuda de Kiszczak ofreció al instituto unos documentos sobre un informante secreto llamado «Bolek». Pidió 90.000 zlotys (23.000 dolares o 20.000 euros).
La Fiscalía incautó los documentos el mismo día, porque la ley exige la entrega de documentos históricos.
Walesa fue el icono de la lucha por la libertad en Polonia y Europa del Este que terminó con el comunismo y derribó el Telón de Acero en 1989 sin derramamiento de sangre. Fundó y lideró el sindicato Solidaridad desde 1980, cuando nació a raíz de protestas laborales, y presidió el país entre 1990 y 1995.