por Rabioso
A finales de 2009 y principios de 2010 estalló en UK el escándalo Spycop, que en España ha pasado desapercibido. Según destapó la prensa, infiltrados policiales de la SDS (Special Demonstration Squad), había establecido relaciones sentimentales con mujeres de organizaciones políticas y sociales que espiaban, y algunos de ellos tuvo incluso hijos con ellas, para disponer de un camuflaje perfecto (1). Cuando finalizaban sus operaciones, esos infiltrados desaparecían sin dejar rastro, sin preocuparse del dolor que provocaban. Al sacar a la luz el llamado escándalo Spycop, los medios de comunicación se centraron en las familias rotas que los topos policiales habían creado como tapadera para luego abandonarlas a su suerte; esta forma de tratar las actividades del SDS ha permitido al gobierno limpiar su imagen mediante el pago indemnizaciones, y silencia el verdadero escándalo: que a partir de los años 60 los servicios de inteligencia de los gobiernos occidentales (léase OTAN) pusieron en marcha una enorme maquinaria antisubversiva con dos objetivos: primero, impedir el giro hacia un reparto más justo de la riqueza que exigían amplios sectores de la población mediante el control de los movimientos de protesta que habían surgido; y, segundo, utilizarlos para desestabilizar países cuyos gobiernos eran contrarios a los intereses de EEUU mediante la llamada Estrategia de la Tensión, consistente en sembrar el caos mediante grupos terroristas de izquierda y derecha. La espina dorsal de la nueva estrategia antisubversiva fue la creación de un nuevo tipo de topo policial.
INFILTRADOS DE NUEVO CUÑO
Hasta ese momento, la táctica habitual para combatir a la izquierda era infiltrar agentes o chantajear a miembros de organizaciones de izquierda para obtener información interna, desacreditar sus ideas a través de los medios de comunicación, sabotear la vida privada de su militancia mediante listas negras, y evitar que la población participe en sus actividades mediante actos de terror de grupos anticomunistas creados y/o financiados por el estado. Esta estrategia de contención fracasó en el contexto de la guerra de Vietnam y la etapa de crecimiento económico generalizado de los años 60, por lo que en 1964 Interdoc (2), un grupo de propaganda anticomunista creado en 1963 por servicios secretos occidentales europeos, propuso abandonar la ideología anticomunista tradicional.
La popularidad que alcanzó el antimilitarismo y los movimientos contraculturales de corte progresista constataban el fracaso del FBI, el servicio de inteligencia interior de EEUU, y su programa COINTELPRO (COunter INTELligence PROgram) dedicado a combatir los grupos considerados subversivos, que eran sin excepción todos de izquierdas (3). Por ello, en 1964, la CIA violó su mandato, que prohibía acciones en el exterior de EEUU, y creó la Domestic Operations Division como instrumento antisubversivo para combatir organizaciones políticas y movimientos sociales considerados peligrosos; poco después, en 1965, el presidente Johnson ordenó a la CIA crear un programa de espionaje de la disidencia doméstica similar al programa COINTELPRO del FBI, para lo cual en 1967/8 se unificaron varios programas de espionaje doméstico e infiltración y se puso en marcha la Operación Caos (4). Esta operación, cuyo nombre interno era MHCHAOS (MH indica que era una operación a nivel global), era un cambio cualitativo y cuantitativo de la lucha anticomunista, al dar un giro radical en la práctica habitual de las operaciones de infiltración. Mientras el programa COINTELPRO del FBI era de naturaleza preventiva y buscaba destruir grupos existentes mediante infiltrados, MHCHAOS buscaba adaptarse al fracaso del FBI en impedir que las izquierdas progresistas se extendiesen entre la población; para lograrlo, la CIA infiltraba agentes en las organizaciones progresistas y de izquierdas para tomar el control y desactivarlas, encauzándolas hacia el anticomunismo o hacia el terrorismo, o creaba directamente las organizaciones adecuadas.
LA ESTRATEGIA DE LA TENSIÓN
La renovación de las organizaciones de inteligencia de EEUU dedicadas al espionaje doméstico y la contrainsurgencia se llevó a cabo también en Europa:
- En 1965, Italia reestructura su servicio de inteligencia militar SIFAR, dedicado a la contrainsurgencia doméstica y estrechamente relacionado con grupos terroristas neonazis, y se crea el SID, que será disuelto en 1977 ante la sospecha de estar implicado en la terrorista que desestabilizó el país en los llamados años del plomo;
- En 1966 se crea en Lisboa la falsa agencia de noticias Aginter Press por militantes de la OAS, grupo terrorista francés de extrema derecha apoyado por la CIA contrario a la independencia de Argelia, que intentó matar al presidente francés De Gaulle (el cual poco después expulsó a la OTAN de Francia); Aginter Press era una tapadera de las actividades desestabilizadoras de la CIA y los servicios secretos de la OTAN en Europa y el llamado Tercer Mundo. En su documento interno Valoración general de la situación de los grupos de izquierda se decía que era necesario “infiltrar fuerzas provocadoras” en el seno de los grupos de izquierda para “crear inestabilidad y caos, con el fin de dañar la reputación y la influencia de los comunistas”; el autor del texto, era Robert Leroy, antiguo miembro de las SS que trabajó para la OTAN entre 1958 y 1966, y que viajó por Italia, Francia y Alemania entre 1967 y 1969, participando en reuniones de grupos maoístas, trotskistas y anarquistas (5).
- En 1967, militantes de la organización neofascista italiana Avanguardia Nazionale, responsable de sembrar el terror con atentados contra la población civil, se trasladaron a Grecia tras el golpe de estado para recibir entrenamiento del servicio secreto KYP; tras volver a Italia se dedicaron a infiltrar grupos de izquierda (marxistas y anarquistas) o incluso a crearlos, favoreciendo además la deriva hacia el terrorismo de la extrema izquierda (6).
- En octubre de 1968 se crea en la España franquista la OCN (Organización Contrasubversiva Nacional), dedicada a infiltrarse entre las organizaciones ilegales de izquierda, especialmente en ambientes universitarios (7).
- También en octubre de 1968, el gobierno laborista británico aumenta considerablemente la financiación del Special Brach y ordena crear el SOS (Special Operations Squad), cuyo nombre se cambió más tarde a SDS (Special Demonstration Squad) para infiltrarse en organizaciones de izquierda y grupos antimilitaristas (8).
- En 1968 los jefes de los servicios secretos de Europa occidental pusieron en marcha reuniones de carácter regular en el Club di Berna, en Colonia (Alemania), en las que discutieron poner en marcha de un nuevo tipo de infiltrado policial. Según Sergio Flamigni, diputado del PCI (Partido Comunista Italiano) que pudo ver sus actas, en la reunión del 19 de enero de 1973 se discutió la creación de un nuevo tipo de infiltrado, que no solo fuese miembro de organizaciones y participase en acciones violentas, sino que fuese su impulsor, para hacerse con la dirección de las organizaciones de la extrema izquierda (9).
- En septiembre de 1977, los servicios secretos británicos, franceses y alemanes visitaron la dictadura argentina y se reunieron con mandos de la Operación Condor en su sede de Buenos Aires, para “discutir métodos para establecer una organización anti-subversiva similar a Condor” en Europa. La Operación Condor era una operación a escala continental en América latina para coordinar las operaciones de contrainsurgencia entre las dictaduras militares y otros gobiernos de la región, consistente en interrogatorios con tortura, traslados entre países, violación y desaparición o asesinato de personas (10).
LA INSTRUMENTALIZACIÓN DEL TERRORISMO
El nuevo tipo de infiltrado se hizo visible en España en la Transición; sirva como ejemplo Alberto Ots Jiménez, alias Roberto Costoya, infiltrado de las fuerzas de seguridad del estado en la UGT, el FRAP, ETA, CNT, PORE y que se sospecha participó en el grupo terrorista anti-ETA de extrema derecha ATE (Antiterrorismo ETA). Ots fue detenido en 1977 como miembro de un comando de los GAR (Grupo Anarquista Revolucionario, calificado de GRAPO valenciano), grupo terrorista que él mismo había fundado, y que entre otras cosas puso una bomba en una sede de UGT. El sindicato socialista emitió un comunicado denunciando que Ots había intentado infiltrarse en la UGT, había actuado como agente provocador en una huelga en la Ford y estaba relacionado con los escuadrones de la muerte anti-ETA, dando lugar a un escándalo, que no impidió su puesta en libertad, tras lo cual se perdió su pista (11).
Ots volvió a reaparecer el 23 de mayo de 1981 formando parte del grupo que atracó el Banco Central en Barcelona, durante el cual fueron mantenidas como rehenes 300 personas; los atracadores, dirigidos por José Juan Martínez Gómez, alias «el Rubio», denunciado anteriormente como infiltrado por grupos anarquistas, exigieron la liberación del coronel Tejero de la Guardia Civil y otros cuatro golpistas, estando juzgados todos ellos por el intento de golpe de estado que tuvo lugar el 23 de febrero de ese mismo año. El Rubio declaró décadas después (en una entrevista en un documental sobre el atraco emitido en 2009) que había organizado el atraco a petición del jefe de operaciones encubiertas del CESID (el servicio de inteligencia español, heredero de la OCN) y del subdirector de seguridad Emilio Alonso Manglano, que ese mismo año sería nombrado jefe del CESID, cargo en el que permanecería hasta 1995. El objetivo del atraco, según El Rubio, había sido recuperar unos documentos que se encontraban en el banco y que comprometían seriamente la seguridad y la estabilidad del estado, al nombrar de manera detallada a los responsables del intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, pocos meses antes (12).
Este tipo de infiltrados también se dieron en UK; uno de los ejemplos más destacados es Freddie Scappaticci, Stakeknife, infiltrado de la FRU (Force Research Unit) del ejército británico en el IRA. Stakeknife logró ser nombrado responsable de la seguridad interna de la organización terrorista, cargo en el que se encargó de perseguir y ejecutar a supuestos infiltrados en la organización, siendo responsable de la muerte de al menos 40 personas; una de sus víctimas fue Caroline Moreland, una mujer secuestrada y asesinada por el IRA en julio de 1994 (13).
LA CIÉNAGA BRITÁNICA
El territorio británico no suele relacionar con la Estrategia de la tensión ni con la red Gladio de la OTAN, a pesar de que los servicios secretos británicos participaron en la desestabilización de Italia organizando golpes de estado, y entrenaron ejércitos secretos anticomunistas en Suiza (14). Los periodistas de The Guardian que destaparon las actividades de los infiltrados de la Special Demonstration Squad (SDS) tras su disolución en 2008 pasan por alto la posible relación entre la infiltración de los grupos de izquierda por los servicios de inteligencia británicos y la desestabilización que sufrió UK en las décadas de los 60 y 70, los llamados Wilson Plots, que han sido denunciados por otros periodistas de The Guardian como el Watergate británico (15).
Como denuncia Ken Loach en su película Agenda Oculta (1990), los servicios de inteligencia británicos utilizaron el conflicto de Irlanda del norte para desestabilizar al gobierno laborista y llevar a Margaret Thatcher al poder. Pero esa fue la última etapa de una serie de operaciones dirigidas a alinear al gobierno británico con los intereses de EEUU. Estas operaciones se inician durante la guerra de Vietnam, cuando en 1968 el gobierno laborista de Harold Wilson se negó a mandar tropas a Vietnam, devaluó la libra (en aquella época, la libra era la segunda moneda de reserva tras el dólar, y el 30% de las reservas de divisas globales eran libras esterlinas) y puso en marcha la política East of Suez, consistente en retirar la mayoría de las tropas británicas desplegadas por el planeta. La política del Imperio británico en declive tuvo graves consecuencias para el dólar y el esfuerzo de guerra estadounidense en Indochina y provocó fuertes tensiones con EEUU, similares a las que provocó la ocupación franco-británica del Canal de Suez en 1956 (que acabó al ser incapaz Londres de soportar las medidas de guerra económica impuestas por Washington para forzar la retirada de sus “aliados”). Además del peso de la divisa de la antigua potencia hegemónica británica en los mercados financieros, Londres era también un obstáculo debido para las estructuras de poder globales de EEUU debido a las alianzas militares SEATO y CENTO que lideraba, y en las que Washington se negó a participar; ambas se desplomaron tras la desestabilización estadounidense del llamado Arco verde, que incluyó el derrocamiento y ejecución de Alí Buttho en Pakistán en 1977-79, la desestabilización de Afganistán a finales de los 70, el derrocamiento del Sha de Irán en 1979 y el golpe de estado en Turquía en 1980 (16).
En aquella época, Irlanda del Norte jugó un papel clave en desestabilizar los gobiernos laboristas y volver a alienar al estado británico con los intereses de EEUU. La masacre del Bloody Sunday en enero de 1972, en la que el ejército británico mató a 14 personas e hirió a dos decenas más de manifestantes desarmados, puso en marcha la espiral que degeneró en la estrategia de la tensión británica. En su puesta en marcha jugó un papel importante Howard Marks, Mister Nice, traficante de drogas al servicio del MI6, y su colaborador James McCann, que financiaba la compra de armas para el IRA. Peter Wright, subdirector del MI5, destapó en 1987 en su libro de memorias Spycatcher las actividades golpistas de los servicios secretos británicos y su uso del conflicto de Irlanda del norte para derrocar a Wilson, lo que llevó al gobierno británico a intentar inútilmente prohibir su difusión (17).
Roma traditoribus non praemiat
El escándalo Spycop ha destapado que el objetivo de las fuerzas de seguridad y los servicios secretos británicos consideran objetivos grupos pacifistas, ecologistas, etc., que equiparan con grupos nazis y consideran una amenaza a la seguridad del estado. Para el estado británico, Greenpeace y el IRA son igual de peligrosos (18), lo que indica que lo peligroso no son los movimientos de protesta, sino el pensamiento crítico. Y, aunque sólo tenemos datos de la infiltración en grupos insignificantes para la seguridad del estado, ahora sabemos que los infiltrados policiales jugaban un papel activo en sus actividades: un infiltrado fue coautor del texto que motivó la campaña McLibel, otro participó en atentados del Animal Liberation Front (ALF) para incriminar a miembros del grupo, otro organizó una reunión para llevar a cabo una acción ilegal que sirvió para poder llevar a cabo la primera redada preventiva a gran escala, otro participó en las protestas en Génova contra la reunión del G8, en las que provocadores policiales permitieron justificar una brutal represión... (19).
Hay que recordar que conocemos la existencia del SDS porque en 2002 las altas esferas del Special Branch decidieron hacer pública su existencia en unos documentales de la BBC, algo mortal para cualquier organización que opere en la sombra (20); y que poco después, en 2004, se creó la National Domestic Extremism and Disorder Intelligence Unit (NDEDI), unidad con las mismas funciones que el SDS pero con 9.000 agentes, 70 veces más de los que tenía el SDS, que fue una unidad minúscula, con un total de 130 agentes a lo largo de sus cuatro décadas de existencia (21). En 2006 tuvo lugar una lucha abierta entre los jefes de la unidad y los infiltrados: mientras los unos acusaban a los agentes de carecer de brújula moral, los otros se quejaban diciendo que era injusto el trato que se les daba (22). En 2008 el SDS fue disuelto, y poco después se filtraron a la prensa informaciones que desacreditaban a los antiguos infiltrados, tras lo cual se puso en marcha una comisión de investigación como Espada de Damocles que amenazaba con hacer públicas sus identidades reales.
Todo esto da la impresión de que, debido a las características de su trabajo, los altos mandos policiales habían perdido el control de los infiltrados, por lo que se decidió disolver la unidad tras crear previamente una nueva organización, y se puso en marcha una campaña de desprestigio en la prensa para callarles la boca y evitar que hablasen más de la cuenta. «Roma no paga traidores», que decían en la antigua Roma. No sería la primera vez que eso ocurre, y hay indicios que lo confirman: Mark Kennedy, uno de los infiltrados más conocidos, abandonó la policía tras ordenarle acabar con sus actividades de infiltrado, y volvió a utilizar su falsa identidad en su propio beneficio, para una empresa de seguridad privada; Christiane Green, infiltrada en grupos pro liberación animal y cuya pareja era uno de sus objetivos a espiar, mantuvo esa relación tras estallar el escándalo (23).
CAMBIAR TODO PARA QUE NO CAMBIE NADA
¿Ha servido para algo la investigación sobre las actividades del SDS? Si, pero no como cabría esperar. Actualmente está en proceso de aprobación en el parlamento británico la Covert Human Intelligence Sources (CHIS), también llamada Spycops Bill, una ley que tiene como objetivo legalizar cualquier tipo de actividad criminal llevada a cabo por agentes infiltrados al servicio del estado: robar, usar la violencia, difundir mentiras sobre críticos de la policía, sabotear y reventar huelgas, asesinar, torturar o violar, todo eso y más estará permitido legalmente a los defensores de la seguridad del estado (24). El escándalo Spycop ha ayudado a redactarla, al mostrar los posibles problemas legales que dicha ley tiene que eliminar.
Un último apunte: que los servicios de inteligencia salgan reforzados de una investigación que destapa sus crímenes es habitual; en Alemania, una investigación parlamentaria sobre el escuadrón de la muerte neonazi NSU puso de manifiesto que estaba trufado de infiltrados e informantes policiales, especialmente del Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV), el servicio secreto para el interior del país, similar al FBI en EEUU; el único resultado ha sido la aprobación de un aumento del personal y el presupuesto de la BfV, continuando la tendencia alemana de los últimos años de destinar cada vez más dinero en los servicios secretos (25).
NOTAS
(1) Paul Lewis y Rob Evans, Undercover: The True Story of Britain’s Secret Police, Guardian Faber, 2014.
(2) “El anticomunismo negativo tiende a pintar las cosas relacionadas con el comunismo en términos de blanco o negro. Sólo quiere criticar el comunismo, haciéndolo de manera habitual de manera puramente negativa y emocional... El anticomunismo positivo quiere estudiar el comunismo lo más objetivamente que sea posible, para basar sus críticas en investigaciones científicas. Mantiene la mente abierta ante la posibilidad de cambios favorables en el comunismo y en las relaciones este-oeste. Mediante la confrontación con el comunismo busca subrayar los valores básicos de occidente”. Giles Scott-Smith, Western Anti-Communism and the Interdoc Network. Cold War Internationale, Palgrave MacMillan 2012, p. 86. Giles Scott-Smith, Interdoc, Western Anti-Communism and the Transnational Imperative, en Lu Van Dongen, Stéphanie Roulin y Giles Scott-Smith, Transnational Anti-Communism and the Cold War, Palgrave MacMillan, 201, p. 130-145.
(3) Wikipedia, COINTELPRO; Idem, The COINTELPRO Papers.
(4) Wikipedia, Operation CHAOS; algunos de los programas antisubversivos que se unificaron en la Operación Caos eran: HTLINGUAL, para espiar el correo y la red telefónica de uso civil; MERRIMAC, dedicado a la infiltración de organizaciones consideradas peligrosas para la seguridad del estado; RESISTANCE, consistente en crear una red de informantes civiles que vigilasen la sociedad.
(5) Ver Andrea Sceresini, Internazionale Nera. La vera storia della poì misteriosa organizzazione terroristica europea, Chiarelettere, 2017; José Duarte de Jesus, A guerra secreta de Salazar em África. Aginter Press, una rede internacional de contra-subversão e espionagen sediada em Lisboa, Dom Quixote, 2012.
(6) En Italia, los principales 8 atentados neofascistas mataron a 149 personas e hirieron a otras 688. El objetivo preferido del terrorismo de extrema derecha eran los trenes. Ver Stuart Christie, Stefano Delle Chiaie: Portrait of a ‘black’ terrorist, Anarchy Magazine, 1984, p.21-22. Entre el comienzos de 1969 y finales de 1987 tuvieron lugar en Italia 14.591 actos de violencia política; hasta 1974 por grupos fascistas, después por grupos de extrema izquierda.
(7) Wikipedia, Organización Contrasubversiva Nacional; Intelpage.info, La OCN 1968-1972.
(8) Wikipedia, Special Demonstration Squad; Stephen Dorril, The silent conspiracy. Inside the intelligence services in the 1990s, Mandarin, 1993, p. 162.
(9) Regine Igel, Terrorjahre. Die dunkle Seite der CIA in Italien, Herbig, 1997, p. 281ss.
(10) Wikipedia, Plan Cóndor.
(11) El Socialista, Número 209, 10-18 junio 1981, p.19. Desconfianza del PSOE sobre la identidad de cinco presuntos miembros del GAR, El País, 07.09.1977; El GAR reivindica la voladura de una discoteca de Valencia, El País, 05.01.1978; ABC, 28.05.1981.
(12) Juan J. Alcalde, Los servicios secretos en España, p.100. Wikipedia, Atraco al Banco Central de Barcelona. Cartel Se busca Juan José Martinez “El Rubio”.
(13) Wikipedia, Stakeknife; The Irish News (09.12.2015): Up to 50 murders allegedly linked to top British spy within the IRA.
(14) Daniel Ganser, NATO’s secret armies. Operation Gladio and Terrorism in Western Europe, Frank Cass 2005, p.38-50.
(15) Jonathan Freedland: Enough of this cover-up: the Wilson plot was our Watergate, The Guardian, 15.03.2006. David Leigh, The Wilson Plot, Pantheon Books, 1988; Stephen Dorril y Robin Ramsay, Smear! Wilson and the Secret State, Grafton 1992.
(16) Catherine R. Schenk, The Decline of Sterling: Managing the Retreat of an International Currency, 1945-1992, Cambridge University Press 2010, p.23. Para entender la importancia de UK como potencia global, ver Steven G. Galpern, Money, Oil, and Empire in the Middle East: Sterling and Postwar Imperialism, 1944-1971, Cambridge University Press 2013; Panagiotis Dimitrakis, Failed Alliances of the Cold War: Britain’s Strategy and Ambitions in Asia and the Middle East, Bloomsbury Academic 2020.
(17) Peter Wright, Spycatcher, 1987 (Cazador de espías en español).
(18) Greenpeace included with neo-Nazis on UK counter-terror list, The Guardian, 17.01.2020; Left wing? You may be on police extremism list, Morning Star, 17.01.2020.
(19) Rafael Poch de Feliu (03.04.2012), El atropello de Génova.
(20) Los documentales de la BBC se titulaban True Spies. Ver Connor Woodman: Spycops in context: A brief history of political policing in Britain, Center for Crime and Justice Studies, December 2018, p. 9; Carta de Roger Pearce a la SDS sobre el documental: PDF.
(21) Wikipedia, National Domestic Extremism and Disorder Intelligence Unit.
(22) Officer HN30: Insights into the spycop scheme’s final years, Freedom News, 20.01.2020; Police chiefs were aware six years ago that undercover unit ‘had lost moral compass’, The Guardian 24.07.2014; Clean-up of covert policing ordered after Mark Kennedy revelations, The Guardian. 18.11.2011.
(23) ARSPYCATCHER: Ex-spycop still living with activist she targeted 20 years ago.
(24) Spycops bill “one of the most dangerous pieces of legislation” ever proposed, warn Greens, greenparty.org.uk, 11.11.2020; The ‘Spycops’ bill undermines the rule of law and gives a green light to serious crimes, The Guardian, 14.10.2020.
(25) Mehr Stellen für Bundeskriminalamt und Verfassungsschutz, netzpolitik.org, 17.12.2019. Mehr Geld für Überwachung: Deutlich höhere Budgets für BND und Verfassungsschutz geplant, Netzpolitik.org, 07.09.2016; Wikipedia, Clandestinidad Nacionalsocialista.