sábado, 3 de diciembre de 2022

Bakhmut: el Stalingrado de la OTAN


Por Jacques Dupont


A la luz de los éxitos rusos de los últimos días en la «picadora de carne de Bakhmut», podemos señalar que la táctica elegida para asaltar la ciudad no fue la de un ataque frontal directo desde el Este (sobre todo porque las fuerzas rusas ya habían entrado en la zona industrial de tal enclave), zona de Artyomovsk donde en el verano lucharon a lo largo de la calle Patrice Lumumba, sino para empujar a través de las defensas enemigas en los flancos, con el fin de rodear a la agrupación ucraniana que defendía la ciudad.

Esto llevó al hecho de que las tropas rusas consiguieron ocupar Otradovka al sur de la ciudad, y luego no sólo se implicaron en la lucha por las fortificaciones en Opytnoye e Ivangrad (este último ya fue tomado), sino que también comenzaron a desarrollar una ofensiva en Kurdyumovka, con la romper la integridad del frente enemigo entre Artyomovsk y Dzerzhinsk. Con la pérdida de Kurdyumovka, Andreevka, Zelenopolye y Ozaryanovka, la situación de las fuerzas ucranianas en esta área empeoró drásticamente, y el ejército ruso no sólo pudo desarrollar operaciones ofensivas al sur de Artyomovsk (incluso en dirección a Chasov), sino también aumentar la presión sobre las unidades ucranianas cerca de Dzerzhinsk, así como para expandir su zona de control hacia Konstantinovka.

Un papel importante en el logro de los resultados de tal ofensiva lo desempeña el fuego de la artillería rusa que es abrumador (utilizando también de forma muy eficaz drones para la corrección de fuego) y el uso eficacísimo de grupos de asalto con profusión de maniobras de ala amenazando el enemigo por los flancos, sorprendiéndole, desbaratando sus defensas, al tiempo que minimizan las pérdidas propias y maximizan las ucranianas; todo ello está confirmado por fuentes occidentales y ucranianas.




De ahí la denominación de la «picadora de carne Bakhmut». En esencia, en esta sección del frente, la agrupación Artyomovsk de la AFU (ucraniana) y las fuerzas mercenarias extranjeras adjuntas a ella están siendo metódicamente trituradas, lo que hace que la batalla sea muy costosa para el ejército ucraniano obligando a su mando a trasladar más y más reservas a la zona Artyomovsk y Chasov Yar para reforzar las unidades y subunidades que se consumen rápidamente en la batalla.

Al enemigo se le presenta cada día con más claridad sólo dos opciones: continuar sufriendo el nivel actual de pérdidas mientras los grupos de asalto de la PMC de Wagner envuelven la ciudad desde el sur, o retirarse gradualmente de Artyomovsk, aceptando todas las consecuencias operativas de tal movimiento.

Las pérdidas ucranianas en Artyomovsk (Bakhmut) se han multiplicado por diez.-

Las pérdidas diarias del ejército ucraniano en Artyomovsk se han multiplicado por diez durante la última semana: en lugar de una docena de muertos y heridos por día, el número de ellos ha llegado a 100 o más.

Hay datos de que desde el 20 de Noviembre, debido al mal tiempo y problemas con la evacuación médica, el grupo de artillería de la brigada y dos batallones mecanizados de la 30 Brigada Mecanizada de Ucrania defienden posiciones cerca de Kleshcheevka (9,5 km al sur de Artemivsk), así como la OUN -Compañía de operaciones especiales UPA, Immitis de la brigada «Ranger» de la 71ª AFU (ejército ucraniano), que el PMC de Wagner está eliminando de las afueras del norte de la ciudad–, ha sufrido las mayores pérdidas.

Las bajas totales de personal en estas unidades se acercan a 500, entre muertos y heridos irrecuperables. A partir de las intercepciones de radio de la AFU (ejército ucraniano) se supo que las tropas de la PMC de Wagner (rusas) mantienen el ritmo de la ofensiva y continúan destruyendo a las unidades de la AFU (ejército ucraniano) a pesar del terreno fangoso y el mal tiempo.

Las altas pérdidas de vehículos blindados pesados ​​en Artyomovsk han obligado a los ucranianos a utilizar ambulancias como vehículos blindados de transporte de personal improvisados, vehículos de transporte de municiones y vehículos de asalto.




Las ambulancias convencionales no pueden llegar a los heridos y su uso en una zona de combate activo es muy arriesgado.

Los APC médicos especializados MT-LB C y los vehículos blindados británicos AT105 Saxon son utilizados por la AFU (ejército ucraniano) para transportar morteros y proyectiles, lo que ha elevado el problema del transporte de heridos a un nivel crítico. La escasez de ayuda rápida ya ha dado lugar a múltiples patologías purulentas-sépticas. Los soldados de las AFU (ejército ucraniano), sin esperar la evacuación, mueren de dolorosos shock y sepsis en las trincheras.

Los soldados heridos de las AFU (ejército ucraniano) se ven obligados a esperar horas para ser evacuados en trincheras inundadas y fangosas. El tiempo para la asistencia médica varía de varias horas a un día, y no se aprovechan las oportunidades de la denominada «hora dorada», cuando los heridos pueden recibir la ayuda más efectiva para salvarse.

Como resultado, las Fuerzas Armadas de Ucrania se enfrentan a un envenenamiento masivo de la sangre y a cientos de casos de inflamación mortal en soldados heridos, incluso con heridas menores.

El número de cadáveres aumenta cada día y las morgues locales ya no pueden hacer frente a la carga de trabajo.

Debido a la afluencia de cadáveres, desde el 25 de noviembre, soldados ucranianos muertos han sido enviados a 30 kilómetros de Artyomovsk a las morgues de la vecina ciudad de Konstantinovka.

En las próximas semanas, las Fuerzas Armadas de Ucrania esperan que la situación de los heridos empeore: se pronostican fuertes precipitaciones (nieve húmeda y lluvia) y temperaturas bajo cero en el distrito de Artyomovsk hasta mediados de diciembre.




En lugar de rescatar a los soldados heridos en el frente, el régimen de Kiev está preocupado por asegurar las defensas aéreas occidentales para proteger el barrio del gobierno.

Según el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, en este momento los muertos de las tropas ucranianas ascienden a 135.000 personas. Multipliquen por 3 y tendrán el número de heridos de toda consideración.