domingo, 17 de enero de 2021

Jacinto Guerrero Lucas, el agente trifásico


por Xavier Montanyà



El periodista Xavier Montanyà recorre la carrera del supuesto espía infiltrado en círculos anarquistas y de los GRAPO en Francia durante la dictadura franquista, y presunto colaborador de los GAL durante la democracia

La publicación hace dos meses de supuestos documentos de un espía del Ministerio del Interior español pueden añadir nuevas pistas sobre la trama de la guerra sucia contra ETA los años 1980. Las investigaciones y procesos judiciales sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y la actuación antiterrorista de los gobiernos de Felipe González, los ministros de Interior, Corcuera y Barrionuevo, y el secretario de estado de Seguridad, Rafael Vera, aclararon culpas y responsabilidades, tanto de los políticos como de los mercenarios policiales y parapoliciales que integraban los comandos de los GAL. Los supuestos documentos del agente Jacinto Guerrero Lucas (alias 'el Peque' entre los anarquistas o 'el Botijero' de España, entre los dirigentes de ETA) ¿abren nuevas vías de investigación sobre aquella trama, o son simplemente cargas de profundidad en la guerra PP-PSOE? El tiempo lo dirá, si se demuestra la autenticidad de los documentos o aparecen más, y, sobre todo, si existe la voluntad, tanto del estado español como del francés, de llegar al fondo de un tema que les resulta radicalmente incómodo.

El Mundo, 3 de abril de 2011

Mientras tanto se puede seguir la carrera del supuesto autor de los documentos secretos, el espía Jacinto Guerrero Lucas, un personaje que siempre se ha movido entre tinieblas e intrigas, rodeado por el misterio y la sospecha. Su trayectoria podría haber sido de consecuencias trágicas para los anarquistas, y también para los independentistas vascos. Si algún día se llega a saber a ciencia cierta los servicios que agentes como él han aportado al estado desde siempre, quizás encontraríamos los fundamentos reales de la "modélica transición".

1. ¿JACINTO GUERRERL LUCAS, LA DIPLOMACIA DE LOS GAL? 

El domingo 3 de abril, el diario El Mundo publicó en portada y páginas interiores un reportaje titulado 'Un agente de Interior frenó en Francia los procesos contra el GAL'. Según esta información, el agente era Jacinto Guerrero Lucas, supuesto ex-anarquista, masón, espía y asesor de Rafael Vera en el Ministerio de Interior español. Basándose en unos supuestos papeles del archivo personal del agente, 'El Mundo' afirmaba que Guerrero habría repartido ayudas económicas y regalos entre policías y magistrados franceses con el fin de detener los procesos en marcha en la vecina Francia contra los mercenarios los GAL, y que mantenía informado personalmente al ministerio y a Felipe González sobre sus actividades. Para apoyar esta información, el diario publicaba fragmentos de originales de supuestas cartas.

Imagen de Jacinto Guerrero Lucas en los años 60

Los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), creados para eliminar los activistas de ETA refugiados en Euskadi Norte y el sur de Francia, asesinaron 27 personas entre 1983 y 1987. 

El Mundo no decía, sin embargo, como había conseguido acceder a una parte de los documentos del archivo de Guerrero que, según el diario, habría guardado una copia de su correspondencia personal y oficial con la cúpula del gobierno y del PSOE entre 1989 y 2004. Además de la incógnita sobre la autenticidad o credibilidad de estos documentos, su procedencia y su oportuna aparición pública en estos momentos, esta información vuelve a poner sobre la mesa la figura de un peón del equipo de Barrionuevo-Vera con un historial misterioso, una pieza clave -a la luz y sobre todo a la sombra- de la colaboración policial hispano-francesa.

Guerrero Lucas junto a Federica Montseny en un mitin de la CNT en el exilio francés

QUIÉN ES JACINTO GUERRERO LUCAS O ÁNGEL GUERRERO LUCAS, ALIAS 'EL PEQUE'? 

Se hace difícil seguir con certeza su trayectoria de espía, o de lo que sea en realidad. Pero los medios de comunicación han publicado, de vez en cuando, noticias sobre el. Se ha escrito que Jacinto Guerrero Lucas, el espía mejor pagado de Rafael Vera, tenía, por su condición de masón, excelentes contactos entre la francmasonería francesa, especialmente con el ministro de Interior Charles Pasqua (1986-1988 ), que también es masón, y con Robert Pandraud, el ministro delegado de la Seguridad. 

En los años 1980-1990 su nombre sonó como mediador entre el gobierno español y ETA. El diario de extrema derecha El Alcázar publicó en 1988 que sus servicios se remontaban a la época del ministerio de Gobernación franquista. También se le ha relacionado con los Renseignements Généraux (RG), el servicio secreto francés creado por el mariscal Pétain en 1941 y directamente vinculado al Ministerio del Interior. Los RG son una policía política y de información/desinformación, especialista en lucha antiterrorista, tráfico de drogas, juego ilegal, prostitución, etc.

Jacinto Guerrero Lucas, "El Peque" (Perpignan, 1996)

Sin embargo, la situación privilegiada de Guerrero Lucas en el Ministerio de Interior español peligró dos veces. Es muy complejo verificar hoy estas afirmaciones. Según El Mundo, Antoni Asunción le intentó expulsar cuando fue nombrado ministro de Interior en 1994. Y no lo consiguió. Después Margarita Robles, secretaria de estado de Interior en la época Belloch, también quiso echarle, pero algunas fuentes aseguran que no pudo por presión del ministro francés Pascua. Y según otras, que sólo lo consiguió tras pagar sumas de dinero para que las autoridades francesas facilitaran extradiciones de etarras. Dicen, pero es dificil de asegurar, que su suerte podría haberse terminado cuando otro ministro de Interior francés, Jean-Louis Debré (1995-1997), exigió a Mayor Oreja que Guerrero fuera despedido y dejara de trabajar en la lucha antiterrorista en Francia.

Entonces también se publicó que Guerrero había fichado por CESID, gracias a sus excelentes relaciones con Enrique González Galindo, general de la Guardia Civil y ex-jefe del cuartel de Intxaurrondo. 

1997: Guerrero Lucas durante la presentación del libro "GAL: Punto final" de Eliseo Bayo. De izquierda a derecha: José Barrionuevo (ministro de Interior entre 1982 y 1988), Eliseo Bayo, Guerrero Lucas, Rafael Vera (secretario de Estado para la Seguridad entre 1986 y 1994) y Jose Luís Corcuera (ministro del Interior entre 1988 y 1993) 


Jacinto Guerrero es, ante todo, su mejor promotor. Hay dos fotos de aquellos años que la inmortalizan con la plana mayor de Interior. Es en la presentación de dos libros, avalados por él, que defienden su posición y la de sus jefes. La primera (arriba) es del año 1997, en la presentación del libro GAL: punto final, de Eliseo Bayo. La segunda, de 1999, en la presentación del libro Interior, de Santiago Belloch, donde además del trío Vera-Barrionuevo-Corcuera, también estuvo presente el ex-director de la Guardia Civil, José Antonio Saéz de Santamaría (abajo)


1999: Guerrero Lucas durante la presentación del libro "Interior" de Santiago Belloch. De izquierda a derecha: Antonio Saéz de Santamaría (director general de la Guardia Civil entre 1983 y 1986), José Barrionuevo, Santiago Belloch, Guerrero Lucas, Jose Luís Corcuera y Rafael Vera 


¿Como ha llegado Guerrero Lucas a jugar tantas cartas al mismo tiempo? ¿Como ha llegado tan lejos? ¿Cómo empezó su trayectoria de espía? 

2. DÉCADA DE 1960. EL PEQUE Y EL MOVIMIENTO LIBERTARIO ESPAÑOL EN FRANCIA

La aparición de Guerrero Lucas, alias 'el Peque' (por la baja estatura), en los ambientes libertarios de Tolosa (Occitania) se produjo en 1961, justo cuando en el Congreso de Limoges la CNT, la FAI y las Juventudes Libertarias acordaron la creación del organismo secreto Defensa Interior (DI) para llevar a cabo acciones contra Franco. La cúpula de DI era integrada por Cipriano Mera, Juan García Oliver, Acracio Ruiz, Germinal Esgleas, Vicente Llansola, Juan Gimeno y Octavio Alberola, que es hoy es el único superviviente del grupo.

Octavio Alberola n los años 60

Hijo del maestro racionalista José Alberola, miembro del Consejo de Aragón durante la revolución de 1936, Octavio Alberola llegó a Francia en 1960 proveniente del exilio de México, en compañía de Juan García Oliver, ex-ministro de Justicia en la República y ex-miembro del grupo de acción Los Solidarios. El objetivo era activar la lucha armada contra el régimen. Alberola fue el coordinador más activo de todas las acciones contra la dictadura que llevó a cabo DI los años 1960 y, posteriormente, el Grupo Primero de Mayo.

Octavio Alberola y Jacinto Guerrero Lucas (1961)

En conversación telefónica desde el sur de Francia, sobre la fiabilidad del Peque en la época, Alberola declara: "No tenemos una prueba definitiva de cuando comenzó a trabajar para los servicios policiales. A mí me lo presentan en Toulouse, en 1961, cuando ya se ha creado DI. Tiene el aval del comité nacional de la CNT del interior. Venía de la mili. Es posible que los servicios franquistas lo reclutaran allí y tras saber que se había creado DI, nos lo enviaran. Es posible, pero no se puede demostrar. Lo que sí que sabemos, con todo, es que en 1962 los responsables de la CNT exiliada lo presentaron al jefe de los Renseignements Généraux de Toulouse, el comisario Tatar, para que le diera asilo político. Este comisario era el encargado de informar a las autoridades francesas sobre la CNT. Es posible también que su carrera comenzara a partir de este contacto".


-¿En qué primeras acciones participó?

-El julio de 1962 estalló una bomba en el balcón del Ayuntamiento de Valencia, donde Franco había hecho un discurso días antes. Era un aviso. Sólo tres personas estábamos al corriente. Él, yo y el compañero italiano Franco Leggio. No hubo ninguna detención. Por lo tanto, yo no tenía aún motivo de sospecha.

Franco Leggio (1972)

-¿Cuando empezaste a sospechar de el?

-El 1962, él se encargaba básicamente de la relación informativa con el interior. Un día le robaron una maleta llena de documentación donde dice que también estaban sus papeles de identidad. Se decide que quede al margen de la actividad. Es cuando conoce el comisario de Renseignements Généraux, Tatar, y reaparece la maleta, pero yo nunca supe ni qué había dentro, ni quién la devolvió.

Octavio Alberola en una entrevista clandestina a la BBC (1972)

-¿Mantuvistes relaciones con el?

-Yo corté toda relación. Después, el 19 de agosto, se hizo un intento de atentado contra Franco en el Palacio de Ayete, en San Sebastián (País Vasco). Falló por el retraso del general a llegar a su residencia de verano, por lo que las cargas explosivas se hicieron estallar. El Peque no estaba al corriente y no hubo detenciones. Sólo fueron detenidos algunos militantes de ETA, que no tenían nada que ver con la acción.


Octavio Alberola no volvió a tener noticias de el hasta que el Peque consiguió ponerse en medio del operativo para realizar un atentado contra Franco en Madrid, en el verano de 1963, que no se hizo nunca, con trágicas consecuencias. Es el asunto de Francisco Granados y Joaquín Delgado, los dos jóvenes libertarios ejecutados en la prisión de Carabanchel el 17 de agosto de 1963, acusados ​​de unos atentados que no habían cometido. Aquí su intervención fue fatal, como explicaremos más adelante.


Es después de estos hechos que Guerrero se distanció completamente de los activistas anarquistas favorable a la lucha armada. "Cuando tuvo lugar la caída de Granados y Delgado, no sospechamos de el", recuerda Alberola. "Desapareció. Tres o cuatro semanas después, hubo una importante redada de militantes libertarios españoles por toda Francia. Hubo 21 detenidos por asociación de malhechores, entre los que cabe destacar a los históricos Ciprino Mera y José Pascual. Se interrogó a sesenta militantes y se registraron sus domicilios. El nombre de Jacinto Guerrero Lucas figuraba en la lista, pero no lo cogieron. No lo vimos más, hasta que reapareció, en el sector opuesto a la lucha armada, el de Federica Montseny y Esgleas, un sector que antes él había criticado muy duramente por inmovilista. Va cambiando de posición según pasa el tiempo. Más tarde, a través el presidente de la República en el exilio, Félix Gordon Ordás, masón como él, conoció a Julio Alvarez del Vayo, considerado el inspirador del FRAP... El Peque va apareciendo siempre vinculado a todo, y nunca lo detienen".

Informe de Marciano Sigüenza, secretario general de la CNT en el exilio (1973-75) sobre las actividades del infiltrado Jacinto Guerrero Lucas (PDF)

3. "GRANADOS Y DELGADO, UN CRIMEN LEGAL"

Treinta años después, en 1996, en el transcurso del trabajo de investigación del documental Granados y Delgado. Un crimen legal, el equipo que lo realizamos conseguimos una cita para entrevistar a Jacinto Guerrero Lucas sobre su participación en aquellos hechos. La cita fue en un bar de Perpiñán, una mañana a primera hora. Bajito y barbilampiño, el Peque es un tipo de maneras afectadas, poco naturales. Usa una retórica peculiar, gesticula mucho, como para corroborar la veracidad de sus afirmaciones, que suelen ser contundentes y muy floridas de adjetivos. Antes de la entrevista conversamos brevemente y me confió que, para él, muchos periodistas son "como putas del rastrojo" y que su conciencia política le venía de muy lejos: "Mi retina de niño, a las seis de la mañana, veía por la ventana rebaños de obreros que inundaban las calles, camino del trabajo. ¿Y sabe usted cómo quedaban luego las aceras? Llenas de escupitajos. Porque en España había tuberculosis". Me sorprendió el uso de un vocabulario y de un estilo chulesco, que nunca había visto entre libertarios.

IZDA: Joaquin Delgado. DCHA: Francisco Granados

Entonces decía que trabajaba para el Ministerio del Interior y se definía como "embajador de buena voluntad entre Francia y España". En la entrevista, el Peque negó rotundamente haber participado en el asunto Granados y Delgado, se contradijo y se puso en evidencia, por contraste, con las declaraciones de Octavio Alberola, Robert Ariño, Luis Andres Edo y Vicente Martí.

Granados y Delgado

Los hechos fueron así. Defensa Interior, bajo la coordinación de Alberola, tenía en marcha un plan de atentado contra Franco en Madrid, el día que fuera al Palacio de Oriente a hacer la entrega oficial de las credenciales diplomáticas. Un buen día se supo que no habría ceremonia. El plan no se podía llevar a cabo. Alberola lo comunicó a sus compañeros Cipriano Mera y José Pascual, que le dijeron que había otro equipo que podía hacerlo cuando Franco se fuera de vacaciones. El coordinador era el Peque. Había que poner en contacto el hombre del Peque y Granados, que era quien tenía los explosivos escondidos en Madrid. Se preparó la cita, pero el Peque envió tarde su hombre y el contacto falló. Franco se fue de vacaciones a San Sebastián. Alberola se vio forzado a enviar Delgado para decirles que se retiraran, que volvieran a Francia, que el atentado ya no se podía hacer de ninguna manera. El hombre del Peque se retiró a tiempo, pero Granados y Delgado fueron detenidos, juzgados y ejecutados con garrote vil, acusados ​​falsamente de haber puesto unas bombas dos días antes. En el documental, Sergio Hernández y Antonio Martín, después de treinta años, reconocían públicamente su autoría de los atentados.

Pueblo, 3 de agosto de 1963

En el documental, Alberola dice que el Peque propuso un plan alternativo. Él lo niega. Robert Ariño es identificado como el hombre enviado por el Peque. Él lo niega. Desde entonces, no han parado de crecer las sospechas sobre su verdadera responsabilidad en la caída de los dos jóvenes ejecutados. Sospechas que se van haciendo más consistentes con la publicación de más trabajos de investigación como Garrote vil para dos inocentes, de Carlos Fonseca.

Noticias en la prensa francesa de los atentados por los que se condenó y ejecutó falsamente a Granados y Delgado

Años después, en octubre de 2009, en un acto de debate sobre aquellos hechos en el que Guerrero Lucas aceptó participar y tuvo lugar en un local de la CNT de Madrid, a condición de que no asistiera Octavio Alberola, reconoció ante un grupo de militantes libertarios de los años 1960 que nos había mentido en aquella entrevista. Alberola y Ariño decían la verdad.

Octubre 2009: Guerrero Lucas (círculo) participa en un debate sobre la muerte de Granados y Delgado en un local de la CNT en Madrid
Guerrero Lucas durante el debate sobre la muerte de Granados y Delgado en un local de la CNT en Madrid

También quedó claro en aquella confrontación que en la época mentía o exageraba sus posibilidades de acción ante los libertarios de Madrid, por un lado, y los de Francia, de otra. Sobre aquellos hechos, ha mentido a tres bandas, en el pasado y en el presente. El equipo de libertarios de Madrid que él prometía tener a los de Tolosa no existía como tal. Además, su proximidad a la colocación de unos explosivos al Valle de los Caídos, en 1962, llevó a que fueran detenidos y encarcelados jóvenes que no tenían nada que ver con ello. En concreto, Francisco Sánchez Ruano, conocido del Peque, fue condenado a 28 años, 11 de los cuales cumplió en el penal de Burgos. Tanto Ruano como Granados y Delgado eran inocentes de los hechos de que se les acusaba.

La prensa española se hace eco de la detención de Granados y Delgado

Hoy Octavio Alberola, en vista de la evolución posterior del personaje y sus contradicciones públicas, reflexiona: "Es posible, como él tenía contacto con la policía francesa ya en 1963, que siguieran a Ariño y a través de el encontrasen a Delgado, Granados y los explosivos. Por aquel entonces las policías francesa y española colaboraban muy estrechamente. Había un intercambio de información. Francia nos vigilaba a nosotros y España a los activistas de la OAS (Organisation de la Armée Secrète) que Franco había dado refugio. Es posible. Yo no puedo saber si ya trabajaba para los servicios activamente, pero sí estaba implicado en aquella trama. Como la verdad es que pocos años después colaboraba a cara descubierta con ambas policías, y lo reconoce públicamente, que cada uno saque sus conclusiones".

Noticia de la prensa francesa informando d ella ejecución en España de Granados y Delgado

4. XAVIER VINANDER Y EL PEQUE LOS AÑOS 1970-1980

Los periodistas Xavier Vinader y Pedro Costa Musté entrevistaron Jacinto Guerrero Lucas en la revista Interviú en febrero de 1979. El artículo, titulado "Habla el cerebro del activismo anarquista: Cuando intentamos cargarnos a Franco", se publicó en el número 144 (reproducido en imágenes al final de este artículo). "Se presentó en la redacción. Venía de Francia. Era un desconocido. Me pareció que tenía muchas ganas de hacerse autopropaganda. Era muy egocéntrico. Sólo declinaba la primera persona del singular, algo un poco contradictoria en un anarquista", recuerda hoy Vinader.

El periodista Xavier Vinader

Un inciso. Resulta curioso leer que ante Vinader definió el nacimiento de su conciencia política, en 1979, con unas palabras casi idénticas a las que me dijo a mí, en Perpiñán, diecisiete años más tarde, con una notable fijación por las escupitajos en las aceras de Madrid de posguerra. 

IZDA: Cipriano Mera. DCHA: José Pascual.

-¿Era normal entonces que alguien se presentara en un medio de comunicación y se atribuyese acciones tan fuertes como atentados contra Franco?, pregunto a Vinader.

-No. Pero ya había salido el libro de Eliseo Bayo Los atentados contra Franco, donde  el no se le mencionaba. Tenía un punto de aventurero y de oportunista. Quería promocionarse.

Roberto Ariño

-¿Lo decía?

-Es un gran relaciones públicas y en un momento dado nos dejó claro que quería saber quién cortaba el bacalao, políticamente. Se interesaba mucho por el PSOE. Era un poco extraño, también, que un anarquista con este pasado quisiera acercarse a los socialistas. Pero sobre esto he reflexionado después, en perspectiva.

Míting de Jacinto Guerrero Lucas en Francia

-En la entrevista atribuye acciones en las que no participó. Esto se sabe ahora, antes no.

-Exacto. Entonces, en 1979, no había muchas fuentes donde poder contrastar estas informaciones. Lo dejamos en su boca. Tampoco lo desmintió nadie.

Antonio Martín

-Eres un especialista en la investigación de tramas policiales y grupos de extrema derecha. Denunciaste en 'Interviú' el precedente de los GAL en Euskadi, por ejemplo, lo que te valió un proceso, el exilio y la cárcel. Cuando te vuelve a aparecer el nombre de Guerrero Lucas?

-En París, al final de los años 1980, contacté con un inspector de Renseignements Généraux (RG) llamado Jean-Marc Dufourg, implicado en un caso de secuestro y asesinato del pastor Douce. Dufourg había estado en la Section Manipulation los RG. Él me habló de Guerrero Lucas como implicado en la guerra sucia contra ETA en los años 80. Después lo publicó en un libro.

Acto de la CGT en recuerdo del asesinato de Granados y Delgado: Octavio Alberola, Antonio Martín y, con el micrófono, Eladio Villanueva, nombrado secretario general de la CGT en 2001 y reelegido en 2005.


-¿Pudiste contrastar aquella información?

-Sí, hablé con más inspectores de RG, entre los que Roger Duran, que había sido jefe de la sección de Investigaciones de RG en Toulouse, y que confirmaba que era un confidente.

-¿Pudiste averiguar si ya era desde el principio un infiltrado policial franquista entre los anarquistas exiliados?

-Yo quería hacer un libro titulado Tolouse, capital rouge et noir, que nunca terminé. Entonces seguí el hilo de su vida. Es complicado porque él ha lanzado muchas cortinas de humo. Explica historias para enmascarar la verdad. No te puedes fiar nunca de lo que dice. Tienes que verificarlo no por tres bandas, sino por trece. Contacté con gente de las Juventudes Libertarias de Madrid de los años 1960, y ya entonces tenían fuertes sospechas de que colaboraba con la policía española. Es posible que el padre fuera policía, o funcionario de gobernación...

El general Eduardo Blanco, jefe de los servicios de seguridad del Franquismo


-¿Por qué se presentó en Toulouse en 1961?

-No está claro. Aquí hay una nebulosa. Llegó a Toulouse con dos compañeros más, en representación del comité nacional de la CNT del interior. Los otros dos volvieron por pasos clandestinos de los Pirineos, pero Guerrero, entonces "Hidalgo", retrasó su vuelta. A los pocos días se recibió la noticia de la detención en Madrid de los asistentes a la reunión de Toulouse y alguien filtró que la policía, en los interrogatorios, había mostrado un gran interés por saber dónde estaba Guerrero, que decidió quedarse en Toulouse. Años más tarde un militante anarquista que vivió de cerca las detenciones de Madrid reconoció que todo aquello fue muy sospechoso. Era como si los hubieran estado esperando. Con lo que se ha sabido después del personaje, parece más que evidente que se trató de una operación policial para reforzar su implantación en los círculos del exilio.

Libros autobiográficos publicados por Guerrero Lucas

-¿Después fue reclutado por la policía francesa?

-Sí. Esto lo sé seguro. Me lo contó el policía francés que lo detuvo y lo reclutó. Además, era masón. Lo convirtió en informador.


Cenit, órgano de la CNT en el exilio, número 172 (octubre de 1966) con un artículo de Guerrero Lucas

-¿Fue en 1962 cuando perdió una maleta con documentos?

-Más o menos, no lo recuerdo con exactitud... El comisario de RG, Tatar, le cita y devuelve los documentos, dice que la ha encontrado un campesino en medio del campo. Pero en realidad fue una operación montada por los RG.

-¿La conclusión podría ser que era un infiltrado franquista desde el principio y que en Francia entró en relación con los RG y comienza a trabajar para los dos servicios?

-Exactamente.

Guerrero Lucas, en los años 60

-¿Como entró en contacto con Rafael Vera y la cúpula de Interior?

-Según mis notas, fue en 1984. Se lo presentó Gabriel Urralburu, presidente del gobierno de Navarra. Guerrero representaba una firma de construcción francesa que pretendía la adjudicación de las obras de una planta de residuos y potabilización de agua. Soltó que tenía muy buenas relaciones en el Ministerio de Interior francés. Urralburu le presentó a Luis Roldán, entonces delegado del gobierno en Navarra. Este vio la posibilidad de desbloquear las relaciones entre la Guardia Civil y la PAF (Police del Air et des Frontières). Era muy reciente el incidente de los cuatro policías españoles detenidos en territorio francés intentando secuestrar a la activista de ETA Larretxea. Roldán habló con Vera, pero fue una llamada de Julio Feo, secretario de Felipe González, la que posibilitó la entrada de Guerrero en el "staff" secreto de Interior. Todo se consolidó en una comida en Irún al que asistieron Guerrero, Vera, el gobernador de Guipúzcoa Julen Elorriaga, el coronel de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo y el comisario Joel Cathala, de la PAF.

-¿Cuál era, si se puede concretar, la función de Guerrero?

-Se encargaba de la cooperación con la policía francesa, intervino en el diálogo con los dirigentes de ETA en Santo Domingo, se reunió con los abogados de ETA en el sur de Francia y secundaba en todo lo que había en las operaciones parapoliciales los GAL. Tocaba todas las teclas. Los etarras, en sus documentos internos, lo llamaban el 'Botijero' de España. 

-¿Cuáles son las últimas noticias que te han llegado?

-En tiempos de Montserrat Tura como consellera de Interior se dirigió a los Mossos para ofrecer información, pero lo rechazaron. 

5. EL EX-INSPECTOR FRANCÉS JEAN-MARC DUFOURG, GUERRERO Y LOS GAL

A raíz de la publicación ahora en El Mundo de estos supuestos documentos del archivo secreto de Guerrero donde, si son ciertos, parece que tejió una red de colaboradores favorables a los GAL entre policías y magistrados franceses, es interesante de recordar las acusaciones que, en este sentido, hizo públicas un policía francés, a principios de los años 1990. 

El inspector de policía Jean-Marc Dufourg trabajó durante nueve años, en la década de 1980, en la Section Manipulation de los Renseignements Généraux. Su trabajo consistía en investigar, reclutar y manipular confidentes en los ambientes extremistas e independentistas de todo tipo. Dufourg fue encarcelado acusado en un oscuro caso de secuestro y asesinato del sacerdote homosexual Douce. Por entonces se rumoreaba que Dufourg había sido una cabeza de turco.


El inspector de los RG franceses Jean-Marc Dufourg y portada de su libro "Sección Manipulación. Del antiterrorismo al asunto Doucé"


En la cárcel escribió un libro de sus recuerdos profesionales en la brigada: Section Manipulation. De l'antiterrorisme a l'affaire Doucé (Michel Lafon, 1991). Su abogado, que no podía ser otro que Jacques Vergès, afirma en el prólogo: "Es la primera vez que un policía de Renseignements Généraux habla de lo que ha visto y muestra que los vínculos del 'establishment' político con los bajos fondos son tan fuertes como los que tiene con la delincuencia de los negocios".

De todas las misiones que tuvo en aquellos años, Dufourg califica el asunto de los GAL como la más tortuosa. Un día se les presentó un señor en el despacho, recomendado por sus superiores. Era Jacinto Guerrero Lucas. Al inspector, de entrada, el personaje le causó mala impresión. "Se presentó como muy cercano al ministro de Interior español. Hablaba de dos comisarios con los que estaba en estrecha colaboración: Ballesteros y FUCE. Después nombró a Ferrand (su superior). Soy yo quien está al cargo del problema que usted sabe"

Uno de sus compañeros de la brigada lo reconoció como uno de sus antiguos confidentes infiltrados en los ambientes anarquistas españoles y del GRAPO.

Durante casi un año el extraño personaje comparecía ante el superior de Dufourg, acompañado de un alto funcionario español, un tal Pedro. "En cada visita asistían con dossiers... Contenían fotografías, nombres y direcciones de militantes de ETA". "Estas informaciones se las daba Guerrero Lucas al gobierno español, que las transmitía a los asesinos del GAL", concluye.

El aludido Guerrero Lucas, en carta al diario Deia (26 de abril de 1991), negaba el relato del ex-inspector y afirmaba: "ETA, GRAPO y GAL son perros de similares collares y los desprecio por igual". Y anunciaba, con su estilo inconfundible, que recurriría a los tribunales. "Voy a hacer que muerda el polvo este policía corrupto, mitómano y pretencioso, intrigante fracasado; esta 'máquina de guerra', como así se autocalifica, que entiendo necesita más un tratamiento psiquiátrico que cuidados mecánicos"

Octavio Alberola aclara que los tribunales le otorgaron el derecho de desmentir públicamente los hechos relatados en el libro, pero no obligaban ni al autor ni a la prensa a modificar lo que habían publicado. 

Le Monde, el 9 de julio de 1991, publicó una pequeña nota:

"Publicación Judicial. Mediante auto sumario del 24 de mayo de 1991, Ángel Guerrero Lucas ha sido autorizado a informar al público de las protestas que ha presentado ante el cuestionamiento de su personas de que es objeto y los intolerables ataques de los que es víctima en la obra de Jean Marc Dufourg titulada Section Manipulation".

Sin embargo, la información aportada por Dufuorg se continuó publicando. El 21 de septiembre de 1995 el periodista Roland-Pierre Paringaux publicaba en Le Monde un extenso artículo titulado "La police française este accusée de avoir colaboramos avec las GAL" (La policía francesa está acusada de haber colaborado con los GAL, ver imagen abajo). "Las revelaciones españolas sobre los comandos anti-ETA arrojan luz sobre el papel de varios policías franceses sospechosos de corrupción. Más allá de estos casos individuales, se cuestiona toda la cooperación antiterrorista entre Francia y España".


Le Monde, 21 de septiembre de 1995


"Varios policías, entre ellos el exjefe de la Policía Aérea y Fronteriza de los Pirineos Atlánticos, fueron acusados ​​por sus compañeros españoles de haber facilitado a los hombres del GAL desde 1982, a cambio de dinero, fotos y direcciones de militantes de ETA. Según los informes, también ayudaron a reclutar secuaces. Más allá de estas derivaciones individuales, se cuestiona la política franco-española contra el terrorismo. A partir de 1983, se continuará fortaleciendo la cooperación entre los servicios de los dos países", escribía Paringaux en la entradilla. 

El periodista, que en un recuadro reproducía la acusación que Dufourg había hecho sobre Guerrero en su libro, afirmaba:

"Durante los años 80, un tal Ángel Guerrero Lucas, muy relacionado con los círculos de la policía de inteligencia general francesa, fue el hombre clave en la colaboración policial y judicial entre París y Madrid en los casos de ETA. Directamente implicado en 1991 por el ex inspector de los RG Jean-Marc Dufourg, activó la justicia para denunciar estas 'fabricaciones'. Yo, Jacques Vergès, abogado de M. Dufourg, ya había mostrado una foto del demandante en compañía de policías de los RG franceses".

Parece que el aludido presionó a Le Monde para que rectificara la información o publicara una carta con su versión, pero el prestigioso diario se negó.

¿Actuará ahora Guerrero Lucas contra El Mundo por publicar unos supuestos papeles suyos, que confirman el trabajo que hacía aquellos años? ¿Los papeles publicados son auténticos o se trata de un montaje? ¿A qué juega ahora el Peque? ¿Investigará el gobierno francés los casos de soborno de policías y magistrados? ¿Habrá alguna investigación judicial contra él, en Francia o España? Nunca ha tenido un juicio por su trabajo en Interior. Su nombre nunca ha salido implicado en los juicios de los GAL. Nunca nadie lo ha acusado judicialmente. Es como si Guerrero no existiera. ¿Por qué? ¿Quienes son sus encubridores? Preguntas sin respuesta. Forma parte del aura que rodea al Peque desde los años 1960.


ANEXO DOCUMENTAL

Entrevista de Xavier Vinadér y Francisco Costa Musté a Guerrero Lucas, revista Interviú número 144, febrero de 1979 (enlace, PDF)