lunes, 18 de enero de 2021

La app Signal fue creada y financiada por la CIA


por Yasha Levine


16 de enero de 2021


Signal es una operación del gobierno, no es tu amiga. 


Signal, la aplicación chat con garantía de privacidad preferida por los principales expertos en criptografía del mundo, vuelve a ser tendencia. A raíz de la purga de Internet del Maidan de los seguidores de MAGA en Twitter y Facebook (que fue seguida por el anuncio de Facebook de que comenzaría a extraer datos de WhatsApp, de su propiedad), Signal se convirtió en la aplicación de mensajería más descargada del planeta.


The New York Times está escribiendo sobre ello. Edward Snowden está twitteando al respecto, diciéndoles a sus fanáticos que Signal es la única razón por la que sigue con vida (y no el hecho de que está protegido las 24 horas del día por el aparato de seguridad de Rusia). Demonios, hasta Elon Musk está diciendo a la gente que usen Signal. Tanta gente está inundando la aplicación que se ha bloqueado.


Dado que la aplicación está explotando, creo que es un buen momento para volver a lanzar mi aviso periódico de servicio público: Signal fue creada y financiada por una rama de la CIA. Sí, una rama de la CIA. Signal no es tu amiga.


Aquí están los hechos fríos y duros.


Signal fue desarrollada por Open Whisper Systems, una corporación con fines de lucro dirigida por “Moxie Marlinspike”, un criptógrafo alto y larguirucho que tiene la cabeza llena de rastas y le gusta surfear y navegar en su barco. Moxie era un viejo amigo de Jacob Appelbaum, principal promotor radical de Tor ahora desterrado (Appelbaum, cercano a círculos de los servicios de inteligencia de EEUU, tuvo que dimitir de Tor en 2015 tras ser acusado de plagio, acoso sexual y violación, AyR), y jugaba un juego similar de falso radical, aunque nunca pudo igualar el talento puro y la dedicación de Jake en el arte de la estafa. Aún así, Moxie se envuelve con un aire de peligro y misterio y molesta a los periodistas para que no divulguen ninguna información personal sobre el, ni siquiera su edad. Constantemente habla de su miedo al Gran Hermano y cuenta historias sobre la ficha que tiene el FBI de él.


Entonces, ¿hasta qué punto es Moxie una amenaza para el gobierno federal?


Así de grande: después de vender en 2011 su empresa Start-up dedicada a la criptografía a Twitter, Moxie empezó a asociarse con el aparato de poder blando de EEUU dedicado al regime change (cambio de régimen, una forma elegante de decir golpismo, AyR), incluyendo con el Departamento de Estado y la Broadcasting Board of Governors (ahora llamada U.S. Agency for Global Media), para desarrollar tecnología con la que luchar contra la censura de Internet en el extranjero. Esa relación lo llevó a su próxima empresa: el desarrollo de un conjunto de aplicaciones móviles de voz y chat encriptadas financiadas por el gobierno. Es el momento del nacimiento de Signal.



Si miras la web de Signal hoy, encontrarás todo tipo de apoyos de celebridades: Edward Snowden, Laura Poitras e incluso Jack Dorsey (el jefe de Twitter, AyR). También encontrarás un botón llamado "Donar" -que, por cierto, no debes apretar porque Signal ha recibido estos días mucho dinero en efectivo de los oligarcas de las altas tecnologías. Lo que no encontrarás es una sección llamada "Acerca de" que explique la historia del origen de Signal, historia que involucra varios millones de dólares de financiación y desarrollo recibidos de Radio Free Asia, una rama de la CIA cuya historia se remonta a 1951 e involucra todo tipo de mierda extraña, incluida su asociación en la década de 1970 con los Moonies, el culto coreano incondicionalmente anticomunista (la Secta Moon, sobre la cual Pepe Rodriguez publicó en España el muy recomendable libro "La conspiración Moon", que trata sobre sus operaciones a escala global, su relación con los escuadrones d ella muerte y grupos fascistas e incluso aparece el rey español Juan Carlos I, AyR).


Es difícil calcular exactamente cuánto efectivo recibió Signal del gobierno de EEUU, ya que Moxie y Open Whisper System han sido opacos sobre las fuentes de financiación de Signal. Pero si tenemos en cuenta la información que ha sido divulgada públicamente por Open Technology Fund, a través del cual Radio Free Asia canalizó su financiación de Signal, sabemos que el equipo de Moxie recibió al menos 3 millones de dólares a lo largo de cuatro años, desde 2013 hasta 2016. Esa es la cantidad mínima de fondos federales que obtuvieron.


Es posible que 3 millones no parezcan mucho en estos días, especialmente porque Signal recibió recientemente una gran inyección de efectivo del oligarca de WhatsApp para mantener sus operaciones en marcha. Pero es importante saber que sin este capital inicial inicial del gobierno de EEUU no existiría hoy Signal. Y eso te hace pensar: si la super tecnología criptográfica de Signal realmente representaba una amenaza para el gobierno federal y para el poder de nuestra oligarquía, ¿por qué el gobierno federal financió su creación? ¿Y por qué Facebook y Google se apresuraron a adoptar sus protocolos súper seguros? Mmmmmm...


Como puede verse en la forma en que Parler fue aplastado la semana pasada, cuando nuestra oligarquía imperial quiere hundir una aplicación, puede hacerlo al instante y con determinación. Pero Signal sigue viva y no para de prosperar, a pesar de ser una supuesta amenaza para los todopoderosos poderes de vigilancia de los Estados Unidos de América.


¿El capital inicial de Signal provino de esta Radio Free Asia?


¿Qué es Radio Free Asia y el Open Technology Fund? ¿Y por qué el gobierno de EEUU Fina a financiar tecnología criptográfica como Signal? Además de eso, ¿por qué Silicon Valley, creado en base a tecnología con fines de lucro dedicada a la vigilancia, adoptó la tecnología de privacidad supuestamente irrompible de Signal?


He escrito mucho sobre la historia profunda de los patrocinadores gubernamentales de Signal y la forma en que las criptomonedas encajan en la máquina imperial de Estados Unidos. De hecho, dediqué dos capítulos completos de mi libro a ese tema. No lo repetiré aquí. Pero si desea conocer la historia completa, puede comprar mi libro Surveillance Valley (muy recomendable, AyR). O puede consultar algunos de los artículos que he escrito...