Pequeña historia de una gran obra
"Quiero convertir mi obra en una de las mayores acusaciones que un hombre haya realizado jamás contra la historia de la humanidad" Con estas palabras acababa la descripción de la obra que Karlheinz Deschner envió a la editorial Rowohlt en la primavera de 1970. Hoy, 47 años más tarde, el trabajo ha concluido -y el autor no ha prometido demasiado: de hecho, la Historia Criminal del Cristianismo es una de las mayores acusaciones que se hayan escrito nunca. En 10 tomos con cerca de 6.000 páginas y más de 100.000 notas a pié de página, Deschner ha escrito un ajuste de cuentas general con la "religión del amor al prójimo" sin igual en la historia de la literatura.
Es justo que la obra esté considerada como un hito de la critica moderna de la religión: y de la historia escrita misma. Esto se debe no solo en la amplitud del contenido, que Deschner presenta sin hacer caso de tabú alguno, sino también por la brillante forma como lo cuenta: en Deschner coinciden los mejores elementos de la ciencia, la filosofía y el arte, que unidos a la racionalidad crítica, el ethos humanista, la sensibilidad artística y la creatividad crean una sintesis única. No sobra ni falta una palabra, y la tensión se mantiene sin decaer a lo largo de todo el texto desde el furioso inicio del primer tomo hasta el epílogo del último.
La Historia Criminal del Cristianismo se nos muestra hoy día en su monumental estructura tan estricta y crecida como una catedral gótica o una sinfonía de Bruckner, por lo que es casi inimaginable que originalmente estuviese planeada para un solo tomo. Lo cierto es que en el contrato que firmó Deschner con Rowohlt en 1970, el autor se comprometía a escribir hasta finales de 1972 un manuscrito de un máximo de 350 páginas (fecha planeada de publicación: primavera 1973). En el curso de la elaboración del texto el proyecto tomó dimensiones cada vez mayores. Lo que iba a ser un solo tomo se convirtió pronto en dos tomos ("De Constantino el grande a la alta Edad Media" y "Del fin de la Edad Media hasta la actualidad"), poco después tres ("De los inicios a Carlomagno", "De Carlomagno a Martin Luther" y "De Luther hasta hoy"), a finales de los años 70 (¡sin que aún se hubiese publicado una sola linea de la Historia Criminal!) el autor tenía planeado ya una obra de 6 tomos (un tomo dedicado a la Edad Antigua, dos a la Edad Media, tres a la Edad Moderna).
Gracias al compromiso de Hermann Gieselbusch, el Lector de Deschner en Rowohlt, se pudo evitar que la editorial archivase el proyecto. Uno puede imaginarse facilmente la presión que debía aguantar Gieselbusch si se tiene en cuenta que entre la firma del contrato con Rowohlt y la publicación del primer tomo de la obra Deschner publicó 12 libros en otras (!) editoriales, para asegurar el sustento de su familia. Es posible que a principios de los años 80 nadie en Rowohlt creyese que la obra saldría a la luz alguna vez, pero Gieselbusch, entusiasmado con el autor y la obra, no se rindió. Una o dos veces al año visitaba a Deschner en Haßfurt, para hablar con el sobre el proyecto.
Esa obstinación mereció la pena: en septiembre de 1986, 16 años después de firmarse el contrato, se publicó el tomo I de la Historia Criminal del Cristianismo. Y de golpe volvía Deschner a estar en el foco de la atención pública, como le ocurriera antaño tras la publicación de su polémica literaria "Cursilería, Convenciones y Arte" (1957), o tras su primera gran critica del cristianismo "De nuevo cantó el gallo" (1962). A continuación llovieron innumerables invitaciones para dar lecturas de su obra, charlas, discusiones, emisiones de radio y televisión. Afortunadamente ya había elaborado el texto lo suficiente, de manera que a pesar de ello los tomos II (1988) y III (1990) pudieron publicarse rapidamente a continuación.
Si hubiese logrado mantener ese ritmo de publicación bianual, el tomo 10 habría sido publicado ya en el año 2004, cuando cumplió los 80 años. Pero sus muchas obligaciones lo impidieron, debido a lo cual el tomo IV fué publicado en 1994, cuatro años después de la publicación del tercer tomo. Hermann Gieselbusch y Herbert Steffen, el cual apoyaba el trabajo de Deschner tras la muerte de su mecenas Alfred Schwarz, estaban preocupados: si se mantuviese esa cadencia de publicación, el tomo X se publicaría el año 2018, año en el que Deschner cumpliría 94 años. Las dudas sobre si debido a su avanzada edad lograría acabar la enorme Historia Criminal crecieron.
Pero el autor refutó todas las dudas: en una rápida sucesión aparecieron los tomos V (1997), VI (1999), VII (2002) y VIII (2004). Tras cumplir 80 años Deschner tuvo que hacer pausas en su trabajo de manera más frecuente. Y por ello tardó cuatro años la publicación del tomo IX (2008), y otros cinco años la publicación del tomo X (2013). Aunque los lectores no lo noten, el trabajo en el último tomo fué una verdadera tortura para el autor. Más motivo para que podamos considerarnos afortunados de que hoy, 40 años después de la fecha de publicación original de la obra, la Historia Criminal del Cristianismo se haya completado. Que la obra solo llege hasta la Revolución Francesa no es algo dramático, ya que su gran obra sobre la nueva política del papado (1882/83; 1991) iguala el tomo XI de la Historia Criminal del Cristianismo y continúa sin interrupción el texto del tomo X.
El trabajo sin ceder de Deschner, su lector Gieselbusch, la editorial Rowohlt así como los muchos colaboradores del autor en los últimos años ha merecido la pena: porque, a diferencia de las publicaciones vacías de contenido que inundan el mercado bibliografico todos lo años, la obra de Deschner será duradera -y no solo porque los temas que trata ese apasionado ilustrado toca se mantendran actuales, sino sobre todo, porque escritores de su talla son excepciones en el océano de superficialidad que nos rodea.
Michael Schmidt-Salomon, director de la Fundación Giordano Bruno