Mientras los líderes de las protestas estudiantiles nicaragüenses se reunían con congresistas neoconservadores en Washington DC, una publicación financiada por la NED (Fundación Nacional para la Democracia), organización del gobierno de EEUU para llevar a cabo cambios de régimen, se jacta de gastar millones de dólares "preparando el terreno para la insurrección" contra Daniel Ortega
Mientras que algunos medios de comunicación corporativos han presentado al violento movimiento de protesta que tiene atrapada a Nicaragua como una corriente progresista de base, los propios estudiantes del país han dejado ver que es todo lo contrario.
A principios de junio, un reducido grupo de jóvenes líderes activistas opositores de Nicaragua fueron a reunirse a Washington, DC, pagados por la organización dedicada a defender los intereses de EEUU llamada Freedom House. El grupo opositor, conocido como M19, estaba allí para suplicar a Donald Trump (https://www.mcclatchydc.com/news/politics-government/white-house/article212687759.html) y otros representantes de la derecha del gobierno de los Estados Unidos para que los ayudaran en su lucha contra el presidente nicaragüense Daniel Ortega.
Líderes estudiantiles opositores nicaraguenses del M19 de visita en EEUU, para pedir ayuda a políticos derechistas para derrocar el gobierno
En una gira a la capital de EE. UU., los dirigentes del M19 posaron para fotos con algunos de los representantes neoconservadores más notorios del Congreso de los EEUU: los senadores Ted Cruz y Marco Rubio y la representante Ileana Ros-Lehtinen. Los M19 también fueron llevados de la mano a reuniones con altos funcionarios del Departamento de Estado y de la organización USAID, un instrumento de ‘poder blando’ de EEUU (que históricamente trabaja con el poder militar de EEUU y recibe directivas del Departamento de Estado, AyR). Allí, se les aseguró que contarían con el apoyo rotundo de Washington.
Los dirigentes estudiantiles nicaragüenses del M19 con el senador republicano Marco Rubio
Un mes antes de las reuniones de los representantes del M19 con legisladores ultraconservadores en Washington, una publicación financiada por el brazo intervencionista del gobierno de Estados Unidos, la National Endowment for Democracy (NED, Fundación Nacional para la Democracia), afirmó sin rodeos que las organizaciones respaldadas por NED han empleado años y millones de dólares para “sentar las bases para la insurrección” en Nicaragua.
Desglose oficial de la financiación de la NED de la oposición en Nicaragua.
Este artículo (https://theglobalamericans.org/2018/05/laying-groundwork-insurrection-closer-look-u-s-role-nicaraguas-social-unrest/), que refleja abiertamente la injerencia de los Estados Unidos en Nicaragua, se publicó en Global Americans, portal de noticias enfocado en América Latina que ha recibido repetidamente financiación de la NED (http://archive.li/zZ21d), y fue escrito por el académico estadounidense Benjamin Waddell (http://www.benjaminjameswaddell.com), director académico de la Escuela de Capacitación Internacional en Nicaragua. Después de la publicación de este artículo, Global Americans reemplazó el término “insurrección” (insurrection) con la palabra más inocua “cambio” (change). Sin embargo, el título original aún se puede ver en la URL del artículo.
Global Americans, portal de noticias financiado por la NED estadounidense, jactándose de que la NED había "sentado las bases para la insurrección en Nicaragua".
A pesar de la alteración cosmética, el artículo de Waddell ofrece un análisis notablemente sincero del impacto de las inversiones constantes que ha llevado a cabo la NED en la sociedad civil nicaragüense. Las conclusiones del autor se hicieron eco inadvertidamente de las del presidente nicaragüense Daniel Ortega y sus partidarios, que han enmarcado las protestas como una trama cuidadosamente montada respaldada hasta los dientes por Washington.
Datos oficiales de la financiación de la NED al portal de noticias Global Americans.
“La prensa internacional ha descrito la rápida escalada de disturbios civiles en Nicaragua como una explosión espontánea de descontento colectivo, desencadenada por los cambios del gobierno en el sistema de seguridad social”., escribió Waddell escribió. “Mientras que las causas de los disturbios tienen su raíz en la mala gestión y corrupción del gobierno, cada vez está más claro que el apoyo de los Estados Unidos ha ayudado a desempeñar un papel en fomentar las insurrecciones actuales”.
En otro pasaje llamativo, Waddell llegaba a la conclusión de que “la participación actual de la NED en ayudar y financiar a los grupos de la sociedad civil en Nicaragua arroja luz sobre el poder de a financiación internacional en influir en los acontecimientos políticos en el siglo XXI”.
Una historia de injerencia
La NED es uno de los principales instrumentos de ‘poder blando’ de EEUU, y ha interferido en los asuntos internos de otros países desde su fundación en el apogeo de la Guerra Fría en 1983. Su primer éxito tuvo lugar en Nicaragua, donde se dedicó a ayudar a medios de comunicación antisandinistas como el diario La Prensa a través de una organización, PRODEMCA, que también fue financiada encubiertamente por aliados de Oliver North (https://www.washingtonpost.com/archive/opinions/1987/06/28/the-rise-and-fall-of-ollies-liberals/85a69320-77bf-4da8-a761-8eab851f0707/).
En 1990, los sandinistas fueron derrotados en las urnas por la candidata derechista Violeta Chamorro, cuya familia era dueña de La Prensa. La victoria de Chamorro representó la culminación de casi $ 16 millones de dólares en subvenciones de la NED a partidos políticos y medios de comunicación antisandinistas.
Los líderes del M19 nicaraguense con IleanaRos-Lehtinen, congresista republicana responsable de la Nica Act, una ley que pretende estrangular económicamente a Nicaragua.
“Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho encubiertamente hace 25 años por la CIA”, comentó Allen Weinstein (https://www.washingtonpost.com/archive/opinions/1991/09/22/innocence-abroad-the-new-world-of-spyless-coups/92bb989a-de6e-4bb8-99b9-462c76b59a16/), fundador de la NED, en 1991.
En los años que siguieron, la NED y sus socios han ayudado en 1996 a impulsar las candidaturas electorales de candidatos neoliberales derechistas en Rusia (https://www.jacobinmag.com/2017/03/russia-us-clinton-boris-yeltsin-elections-interference-trump/) y Mongolia (https://www.jacobinmag.com/2017/11/mongolia-elections-mccain-international-republican-institute); ha fomentado un golpe de estado que derrocó al presidente democráticamente electo de Haití, Jean Bertrand Aristide; y dedicó a millones para acabar con el gobierno socialista de Venezuela (https://www.nytimes.com/2002/04/25/international/americas/us-bankrolling-is-under-scrutiny-for-ties-to-chvez.html), un esfuerzo continuo que se complementaba con la asfixia económica provocada por las sanciones de Estados Unidos.
Las protestas que han estallado en Nicaragua han vuelto a poner en el foco de atención la influencia de la NED. Según Waddell, desde 2014 la NED ha gastado $ 4,1 millones en el país, ayudando a que 54 grupos se conviertan en actores importantes en la escena política y “sentando las bases para la insurrección”.
La red apoyada por EEUU, detrás de las protestas
Los disturbios que paralizaron a Nicaragua fueron provocados por el anuncio del presidente Daniel Ortega de llevar a cabo reformas en el sistema de seguridad social, que está casi en quiebra. El Fondo Monetario Internacional y un grupo de empresas locales insistieron en llevar a cabo cambios para elevar la edad de jubilación y privatizar gradualmente las clínicas de salud, amenazando el esfuerzo del gobierno por mejorar la seguridad social.
Cuando Ortega respondió con una propuesta que habría exigido una mayor contribución al sistema por parte de las empresas y los jubilados, con los dueños de negocios pagando la mayor parte, un sector del público explotó con indignación. La airada reacción al plan de Ortega, reforzada con una cobertura intensa por parte de fuentes de la oposición, se convirtió en la chispa de las protestas que incendiaron el país, literalmente en muchos casos.
Las caras más visibles del movimiento anti Ortega no han sido los jubilados afectados por la reforma de la seguridad social, sino estudiantes urbanos, sin afiliación política, que buscan una victoria total. Han forjado una alianza con los opositores al sandinismo, derechistas y favorables al mundo de los negocios, junto con un sector marginal de antiguos sandinistas alienados por la rápida consolidación de poder de Ortega.
Los líderes del M19 nicaraguense, con el Senador republicano Marco Rbio, en washington DC.
Mientras tanto, hombres enmascarados con morteros caseros y armas de fuego han formado la primera línea de los bloqueos de las carreteras que ya han costado ala economía de Nicaragua unos 250 millones $ en ingresos. Hasta la fecha, en el caos han sido asesinadas unas 170 personas (Sobre las cifras de víctimas, ver el análisis “Monopolio de la muerte” (https://noticiasayr.blogspot.com/2018/08/monopolio-de-la-muerte-o-de-como-inflar.html), AyR). A medida que el número de muertos en ambos lados aumenta, hablar de una nueva guerra civil a no parece una posibilidad remota.
Desde que comenzaron los disturbios, la NED tomó medidas para ocultar los nombres de los grupos que financia en Nicaragua con el argumento de que podrían tener que hacer frente a represalias por parte del gobierno. Pero los principales receptores de respaldo de Washington ya son bien conocidos en el país.
Hagamos Democracia (https://www.laprensa.com.ni/2018/05/23/politica/2423452-informe-de-la-cidh-quito-la-mascara-a-daniel-ortega), o Let’s Make Democracy, es el mayor receptor de fondos de la NED, recibiendo más de 525,000 $ en subvenciones desde 2014. El presidente del grupo, Luciano García, que controla una red de periodistas y activistas, ha declarado que Ortega ha convertido a Nicaragua en un “Estado fallido“ y exigió su renuncia inmediata.
El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas ( IEEPP ) de Managua (http://archive.li/VTAHV), cuyo presidente es Félix Maradiaga, recibió al menos 260,000 $ del NED desde 2014. Las subvenciones se destinaron para apoyar el trabajo del IEEPP en la preparación de activistas para “fomentar el debate y generar información sobre seguridad y violencia”. La financiación también se hizo cargo de los costes de monitorear la “mayor presencia de Rusia y China en la región”, una prioridad obvia para Washington.
Datos oficiales sobre la financiación de la NED al IEEPP.
Tan pronto como se iniciaron las violentas protestas contra Ortega, el director del IEEPP, Félix Mariadiaga, sacó a la luz su agenda. Ex líder global del Young World Forum, educado en Yale y Harvard, fue elogiado por La Prensa por “sudar, sangrar y llorar junto a los jóvenes estudiantes que han encabezado las protestas en Nicaragua que continúan desde abril hasta finales de mayo”.
Cuando La Prensa le preguntó si había alguna forma de salir de la violencia sin un cambio de régimen, Mariadaga fue franco: “No puedo imaginar una salida en este momento que no incluya una transición a la democracia sin Daniel Ortega”.
Los líderes del M19 nicaraguense, con el Senador Republicano Ted Cruz en Washington DC.
“Nos hemos dado una imagen terrible”
Este junio, Mariadaga dirigió una delegación de la oposición que fue a Washington para denunciar el gobierno de Ortega ante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). A él se unió Anibal Toruno, director de Radio Darío, otro receptor de financiación de la NED desde hace mucho tiempo (https://digitalcommons.lsu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=3773&context=gradschool_dissertations) y uno de los centros clave de los medios anti Ortega en la ciudad nicaragüense de León.
Datos oficiales sobre la financiación de la NED a la opositora Radio Darío.
Mientras Mariadaga estaba en Washington, la policía nicaragüense lo acusó de estar a cargo de una red criminal organizada (https://www.univision.com/univision-news/latin-america/updated-nicaraguan-human-rights-leader-delays-flight-home-to-face-arrest-order-for-alleged-terrorism-charge) que ha asesinado a varias personas durante los violentos disturbios que se han apoderado del país. Mariadaga calificó las acusaciones como una “persecución política” (https://confidencial.com.ni/acusacion-de-fiscalia-omite-senalamientos-contra-felix-maradiaga/) y una “acusación ridícula”, pero pospuso su regreso a Nicaragua. El Departamento de Estado de EEUU lo respaldó con una apasionada declaración de apoyo (https://twitter.com/WHAAsstSecty/status/1004717583935967233).
Al mismo tiempo, un grupo de manifestantes de las protestas contra Ortega estaban en Washington para suplicar ayuda del gobierno de Trump para derrocar al jefe de gobierno de su país.
Entre los funcionarios de EEUU que recibieron a los estudiantes estaba el director de USAID, Mark Green. “Necesitamos apoyar a aquellos que defienden las cosas en las que debemos creer”, dijo Green sobre los estudiantes, en una entrevista con McClatchy (https://twitter.com/McClatchyDC/status/1004754866164469765 ).
Además de NED, USAID ha sido otra organización que ha promovido de manera más activa las operaciones de cambio de régimen contra los gobiernos de orientación socialista en América Latina. En Nicaragua, el presupuesto de USAID (https://explorer.usaid.gov/cd/NIC?amp;implementing_agency_id=1&measure=Obligations&fiscal_year=2018&measure=Obligations&implementing_agency_id=1) superó los $ 5.2 millones en 2018, con la mayoría de los fondos siendo destinados a entremnar organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.
Datos oficiales de USAID de su financiación de la oposición en Nicaragua.
El viaje de los estudiantes nicaragüenses a Washington fue financiado por Freedom House (https://elfaro.net/es/201806/centroamerica/22015/“La-prioridad-ahorita-es-que-no-nos-maten;-luego-la-justicia-y-la-democracia”.htm), un socio de NED financiado por el gobierno de Estados Unidos cuya agenda típicamente se alinea con el ala neoconservadora (https://rightweb.irc-online.org/profile/freedom_house/) del establishment de la política exterior estadounidense.
Freedom House elaboró un itinerario para los estudiantes que culminó con una sesión fotográfica con algunos de los principales ‘halcones’ republicanos (es decir, los más imperialistas en la política exterior, AyR) de Washington: los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, y la representante Ileana Ros-Lehtinen.
De vuelta a Managua, otro destacado líder estudiantil, Harley Morales (https://elfaro.net/es/201806/centroamerica/22015/“La-prioridad-ahorita-es-que-no-nos-maten;-luego-la-justicia-y-la-democracia”.htm), mostró su disgusto por la aparición de sus compañeros en el Capitolio. “Fue terrible”, dijo Morales al periódico El Faro. “Ellos (Cruz, Rubio y Ros-Lehtinen) son el ala de extrema derecha de los republicanos. Estamos muy descontentos con este viaje; fueron pagados por EEUU y se les impuso una agenda. Nos hemos dado una imagen terrible”.
Freedom House, una de las principales organizaciones de Washington empleadas para desestabilizar a países enemigos durante la Guerra fría, financió el viaje de los líderes del M19 a Washington DC.
Aunque esperaba “un plan para corregir los errores”, Morales admitió que el control de poderosos intereses externos sobre los manifestantes estudiantiles era cada vez más estricto. “Todos los movimientos tienen ahora asesores”, se lamentó. “Líderes y agitadores. Hijos de políticos, empresarios… Todos ellos tienen una línea política muy clara“.