COMUNICADO DEL COLECTIVO AMOR Y RABIA ANTE LA SITUACION ACTUAL EN VENEZUELA
Published on: viernes, 1 de febrero de 2019 //
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28.01.2019
La decisión de EEUU de reconocer diplomáticamente a un líder opositor como presidente de Venezuela sin haber sido elegido mediante unas elecciones es una nueva injerencia de Washington en lo que considera su “patio trasero”, y un paso más en su guerra contra un gobierno que considera dañino para sus intereses. Un simple repaso a la voluminosa historia de la injerencia de EEUU en los asuntos internos de otros países basta para darse cuenta de las consecuencias nefastas que han tenido para los países afectados.
EEUU y la oposición afirman querer salvar la democracia en Venezuela, pero los hechos hablan un idioma diferente. El autonombrado presidente de Venezuela jamás se ha presentado como candidato para unas elecciones presidenciales; una de las cuatro personas que componen la comisión creada por el Congreso de EEUU para “arreglar la democracia” venezolana es la congresista demócrata Wasserman Schultz, condenada por manipular las elecciones internas de Partido Demócrata para que fuese elegida candidata Hillary Clinton; y Trump ha nombrado como representante de EEUU en Venezuela a Elliott Abrams, organizador de la financiación de los escuadrones de la muerte en Centroamérica y que apoyó el golpe de Estado contra Chávez en 2002.
A diferencia de las anteriores actuaciones de EEUU para desestabilizar a Venezuela (apoyando un golpe militar, organizando una 'revolución de colores' o saboteando su economía), esta vez el objetivo es mucho más amplio. En primer lugar, se pretende sumergir el país en una guerra civil que sirva de aviso a quienes pretendan gobernar en América Latina en contra de los intereses de EEUU: Washington no quiere solo su petróleo, sino tener el país entero subordinado a sus intereses; en segundo lugar, se profundiza la división del mundo entre países aliados y países enemigos, sentando las bases de un nuevo enfrentamiento similar a la de la Guerra Fría; y tercero, se pretende impedir la política anunciada recientemente por Maduro de abandonar el uso del petrodólar.
Desde Amor y Rabia condenamos sin paliativos la injerencia de EEUU en Venezuela u otros países que cuestionen su hegemonía mundial, así como la actitud servil de la Unión Europea y el papel nefasto en la crisis de muchos medios de formación de masas, que pretenden que no distingamos entre los agresores y los agredidos.
“Las grandes potencias no tienen
principios, solamente intereses."
HENRY KISSINGER