¿La edad de oro del ateísmo árabe?
Estatua de Al-Razi en el monumento a los Sabios Persas, en la sede de Naciones Unidas de Viena. |
Por ASAD ABUKHALIL
Es poco probable que los medios de comunicación occidentales se hayan dado cuenta, pero parece que hay un rejuvenecimiento del ateísmo árabe. Los medios occidentales nunca toman nota de las tendencias intelectuales árabes, sobre todo si se desvían de la imagen tradicional de los impulsos teólogocéntricos (como Maxime Rodinson lo llamó en su libro La fascinación del Islam) de todos los árabes y los musulmanes.
Las tendencias seculares en el mundo árabe han sido ignoradas durante mucho tiempo por los medios de comunicación occidentales e incluso por parte de los estudiosos. Además, los medios saudíes y qataríes, que dominan la mayor parte de los medios de comunicación árabes, suprimen sin duda este tipo de noticias, lo que no es un fenómeno nuevo. Grupos ateos árabes se están extendiendo a través de Internet y los grupos de Facebook dedicados a ateos árabes están aumentando en popularidad. Y el periódico egipcio Al-Wafd incluso tomó nota de esto y publicó un artículo sobre el «mundo secreto» de los ateos. Hay razones para que este fenómeno tenga lugar.
Sin duda, el ateísmo árabe no es algo nuevo: Hay una larga historia de librepensamiento en los países árabes a lo largo de la historia islámica. Mucho antes de la aparición a finales de 1990 del excelente libro de Sarah Stroumsa, Librepensadores del Islam medieval: Ibn al-Rawandi, Abu Bakr al-Razi y su impacto en el pensamiento islámico, los árabes y los musulmanes tenían curiosidad por aprender sobre la historia de los ateos y librepensadores en la historia islámica.
El brillante historiador egipcio de la filosofía, Abd al-Rahman Badawi, escribió su libro Min Tarikh al-Ilhad fi al-Islam a mediados de 1940. El libro se ha seguido imprimiendo desde entonces y una copia en PDF gratuita del libro está hoy día disponible en numerosos sitios web para descargar (quienes prepararon el tan citado Informe sobre Desarrollo Árabe no sabían que la mayoría de los jóvenes árabes obtienen sus libros y música de forma gratuita en Internet, o a través de préstamos).
Los librepensadores del Islam han recibido atención académica y popular en el siglo XX. Un profesor de la Universidad de Bagdad, Abd al-Amir al-Asam, dedicó años al estudio de Ibn al-Rawandi. Gente como Al-Razi y especialmente Al-Hallaj son muy populares en la imaginación literaria e incluso en la de las masas. Y si los comunistas árabes y ateos han recibido un duro golpe después de la revolución iraní y tras la desaparición de la Unión Soviética, hay indicios de que las revueltas árabes y la ascensión del poder de los islamistas en varios países árabes pueden haber inaugurado una nueva era política e intelectual: la (segunda) era de ateísmo árabe moderno.
Esta no sería la única época del ateísmo árabe (y por época entendemos un período en el que los intelectuales ateos e incluso comunistas —como fue el caso en la historia temprana del Partido Comunista Iraquí— hicieron su aparición). A principios del siglo XX, hubo casos en que los árabes se interesaron por el ateísmo: Ismail Madhdhar, el escritor egipcio, escribió en 1930 un tratado titulado «¿Por qué soy un ateo?» (Hubo un intento reciente de un escritor en el periódico derechista libanés An-Nahar, de imitar o incluso plagiar a Madhdhar, pero esto último era cómico y vulgar). Había un clima en el que los ateos podían exponer sus ideas y el surgimiento del movimiento laico en el mundo árabe lo hizo posible (posteriormente Mahdhdar se retractó de sus ideas).
La era de las revueltas árabes acaba de empezar y probablemente introducirá nuevas tendencias filosóficas en el mundo árabe. Esas tendencias pueden observarse ahora en los medios sociales árabes. Los medios de comunicación occidentales, por ejemplo, no se han dado cuenta de que Nasser ha sido redescubierto por una nueva generación de árabes. Los medios de comunicación occidentales tampoco se han dado cuenta de que Hamdeen Sabbahi, el tercer candidato más votado en las elecciones presidenciales de Egipto, es un nasserista convencido. Además, hubo ateos comunistas que jugaron papeles políticos importantes en las revueltas de Túnez y Egipto. Y esos ateos están haciendo oír su voz: Los nuevos izquierdistas y comunistas, y los laicos en general, son mucho más valientes y atrevidos que los desacreditados marxistas estalinistas ortodoxos que —por órdenes estrictas de Moscú— no denunciaron la autoridad religiosa y no quisieron difundir el ateísmo.
El breve gobierno de la Hermandad en Túnez y Egipto, y las manifestaciones públicas de grupos salafistas en muchos países árabes, ha tenido el efecto contrario: muchos jóvenes árabes se están separando completamente de la religión. Es significativo que una mujer joven en Túnez ayer intentó mostrar sus pechos frente a una mezquita popular para protestar por una reunión salafista. Protestas mediante el desnudo también se han registrado en Egipto, y a pesar de la naturaleza superficial de este tipo de protestas y de ser puramente efectistas, representan una nueva tendencia atrevida que no teme ofender a la religión.
Escribí un breve comentario ayer [2013] en Facebook sobre que el imperio de los islamistas parece garantizar que amplios sectores de la población árabe giren hacia el ateismo, y un activista egipcio respondió diciendo que: «Hay un enfado popular generalizado hacia las personas religiosas e incluso hacia los barbudos. También hay un aumento en la demanda de libros laicistas y comunistas por los jóvenes. Y hay que destacar que los campesinos de mi pueblo están todos de acuerdo de manera categórica en no votar por ningún barbudo o religioso, y dicen que el papel de éstos debe limitarse a las mezquitas... Y un sitio en Internet para los ateos árabes anunció que unos 347 egipcios se han unido el grupo en una semana sólo del mes pasado». Hay informes similares sobre Irán, donde el ateísmo es una forma de protesta.
Esto podría ser un punto de inflexión en la historia intelectual y política de la región. Esta, sin embargo, tiene que lidiar con la cultura religiosa impuesta por Arabia Saudí y Qatar, que insiste en el dominio exclusivo de un tipo muy estricto de religión sobre la vida política y social de las personas. La batalla no va a ser fácil para los ateos árabes, pero acaba de empezar. La corrupción, la represión y la hipocresía que caracterizan el gobierno de los islamistas parecen fortalecer el ateísmo árabe más que cualquier otro factor.
(21/05/2013)
LA RED, REFUGIO DEL ATEISMO EN EL MUNDO ISLÁMICO
La represión y el miedo han sido siempre un factor fundamental para asegurar la hegemonía de la religión, tanto en Europa como en el mundo islámico. La red, al ofrecer una vía anónima para informarse y discutir ha permitido salir a la luz al ateismo árabe. Según un estudio reciente («Anonymity, Autonomy, and Discourse in a Hostile Environment» en Arab Religious Skeptics Online de Helmi Noman, febrero de 2015) Internet ha permitido conectar personas contrarias a la religión que de otra forma estarían aisladas en su entorno social y familiar; de esta forma no sólo ha acabado con su soledad sino que ha dado lugar a debates e intercambios de ideas que de otra forma habrían sido imposibles. El salvajismo medieval del ISIS y el rechazo silencioso que ha provocado entre la juventud musulmana también se ha reflejado en Internet. Según Nadia Oweidat, investigadora senior de la New America Foundation que se dedica a observar como la juventud árabe utiliza la red, el creciente distanciamiento entre la sociedad y la religión es un fenómeno en ascenso que «está proliferando, la brutalidad del Estado Islámico está alejando a la juventud musulmana del Islam».
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