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La desdolarización de Rusia

Published on: viernes, 11 de diciembre de 2020 // ,


por Dmitry Dolgin, economista jefe para Rusia de ING

8 de diciembre de 2020

Rusia ha estado en la primera línea de los esfuerzos de desdolarización durante varios años, siendo recientemente respaldada por China. Durante 2014-19, la participación del dólar disminuyó entre un 15% y un 20% en los flujos comerciales y financieros de Rusia. En 2020, desde arriba se continuó impulsando la desdolarización, y el Ministerio de Finanzas se puso al día junto con el Banco Central de Rusia en diversificar sus activos internacionales.

Sin embargo, la desdolarización de los activos estatales y la deuda externa impulsada políticamente fue un fruto fácil. Pero los hogares y las empresas rusas necesitan ver una alternativa fiable al dólar antes de que se pueda lograr una desdolarización del comercio y las finanzas del sector privado.

El comercio exterior ruso ha seguido desdolarizándose a lo largo de 2020, en línea con las tendencias de 2013-2019, aunque en gran medida es un reflejo de la caída de los precios del petróleo, que ejerce presión sobre las exportaciones en dólares. El comercio entre Rusia y China es la única área donde la desdolarización es más pronunciada, mediante un cambio en los contratos petroleros, pasando de dólares a euros. Desde 2019, no ha habido nuevos hitos en términos de exportadores de petróleo que cambian de dólares a euros o yuanes, pero dados los desafíos del comercio mundial y la política exterior, es probable que China siga siendo el aliado de Rusia en la desdolarización.

La desdolarización china significa un mayor papel de su moneda nacional, promovida también a través de la Belt and Road Initiative (BRI, la Iniciativa de la Franja y la Ruta) y de las exportaciones diversificadas de China, lo que la hace diferente de Rusia, que está haciendo malabarismos con varias monedas de reserva. Parte de la motivación de China para desdolarizar es política (para reducir los riesgos debidos a la política exterior de EEUU), como en el caso de Rusia. Pero la desdolarización completa o rápida es un desafío en China debido a obstáculos estructurales, como el tener una balanza de pagos no liberalizada.

La deuda externa rusa continúa siendo desdolarizada activamente, ya que la deuda en dólares que vence está siendo reemplazada por nuevas emisiones dude deuda en euros y rublos. Esto se puede observar también a nivel empresarial y gubernamental, y es poco probable que esta política se revierta a corto plazo debido a las sanciones persistentes que impiden que las entidades más grandes obtengan préstamos en dólares. Otra área de desdolarización activa son los ahorros del gobierno, por las mismas razones. Este año, el Ministerio de Finanzas cambió una parte de los dólares recaudados en 2019 como parte de la regla fiscal para comprar participaciones del banco Sberbank al banco central (el Sberbank era el mayor banco de a URSS y es propiedad del Banco Central de Rusia, y es el mayor banco de Rusia y Europa del este, y el tercer mayor banco de Europa, AyR), y pidió que se llevase a cabo una eliminación aún mayor de activos en dólares, euros y libras esterlinas en favor de las reservas en oro.

Mientras tanto, la desdolarización de las reservas del Banco Central de Rusia se detuvo debido a que, tras la desdolarización activa tras las sanciones de 2018, la participación del dólar en sus reservas ya es baja, de en torno al 20% del total frente a un 60% en el mundo. Vale la pena señalar que la participación del dólar en las transacciones globales SWIFT (el sistema europeo SWIFT es el principal mecanismo de transacciones financieras del mundo, AyR)) se ha mantenido relativamente sin cambios en alrededor del 40% en los últimos años, lo que pone de manifiesto la estabilidad que ha tenido hasta ahora el dólar a nivel internacional.

El área más difícil para la desdolarización en Rusia son los activos privados, ya que los bancos, las empresas no financieras y los hogares no se han sentido inclinados en absoluto a dejar el dólar. Parece que el sector privado ruso sigue confiando en el dólar y está dispuesto a sacrificar el rendimiento y enfrentarse al riesgo de sanciones al hacerlo. Como resultado, a pesar de la caída de las exportaciones de petróleo, los volúmenes de negociación de dólares en el mercado cambiario local incluso se han recuperado en 2020. Una mayor confianza en la moneda local (el rublo) y el surgimiento de una alternativa sostenible al dólar a nivel global o regional siguen siendo los requisitos necesarios para seguir avanzando en este área. De lo contrario, la estabilidad financiera rusa seguirá expuesta a los riesgos relacionados con las sanciones (dólar) y la estabilidad del sector bancario de la zona del euro.

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