El camino hacia el Transhumanismo
La reproducción artificial del ser humano
por Silvia Guerini (Resistenzealnanomondo)
“¿Deberíamos considerar la totalidad del ser humano? ¿O debería concebirse como un conjunto de piezas separadas, un mecanismo formado por múltiples engranajes que se pueden desmontar, trasladar, volver amontar de otra forma…? Porque esto es precisamente de lo que tratan todas estas operaciones de la ingeniería genética: la negación implícita del hombre como persona, para considerarlo como un autómata, un robot al que se levanta, inserta, reemplaza una pieza”
Jacques Ellul (1987)
TRANSHUMANISMO Y TECNOCIENCIAS
El movimiento transhumanista surgió en Estados Unidos, en Silicon Valley, a finales de los 80, pero rastrear el origen de esta ideología nos remonta a 1883, cuando Francis Galton utilizó el término «eugenesia» por primera vez. Y luego llegando a 1957 cuando Julian Huxley habla de «transhumanismo» para describir su creencia en la posibilidad de trascendencia de la raza humana, hasta el paradigma cibernético originado durante la Segunda Guerra Mundial en el ámbito militar.
El paradigma cibernético, el estudio del control de sistemas vivos y no vivos, se basa en el concepto de información. Si todo, desde el mundo vivo al mundo inorgánico, puede reducirse a un intercambio de información, se anula toda barrera y toda diferencia entre lo vivo y lo no vivo, entre lo humano y la máquina, reduciendo al sujeto a una suma de información, a un programa que puede descifrar y luego modificar como una máquina. Finalmente llegamos al desarrollo de la ingeniería genética y la biología sintética. Craig Venter, fundador de Celera Genomics, después de secuenciar el genoma humano, emprendió el «Proyecto Genoma Mínimo». ¿Por qué una empresa gastaría tiempo y dinero enorganismos tan simples cuando otros ya estaban compitiendo para secuenciar genomas de ranas, ratones y chimpancés? El objetivo de Venter, desde el inicio del Proyecto Genoma, no fue solo leer genes o modificar su ADN, sino rediseñarlos mediante biología sintética. El fin último de estos procesos es siempre el ser humano, y Singularity University se expresó con gran claridad al respecto en una conferencia sobre Medicina Exponencial: “Somos capaces de diseñar embriones. Somos capaces de modificar genes en humanos. Tenemos biología sintética. Por lo que entonces estamos tratando realmente de diseñar futuros seres humanos”.
El transhumanismo no es un efecto secundario, sino el lugar de aterrizaje del desarrollo tecnocientífico, es la ideología de la convergencia entre biotecnología, nanotecnología, tecnología de la información y neurociencia. La ideología transhumanista apunta a empoderar e implementar lo humano a través de la tecnología para llegar a su transformación biotecnológica: la poshumana. La biología y los propios cuerpos son considerados como limitaciones y límites a superar, fortalecer, modificar o eliminar. Antes de la codiciada transformación biotecnológica o hibridación con máquinas, lo que transforma es la concepción ontológica del hombre: para los transhumanistas y sus seguidores nunca hemos sido humanos, sino que siempre hemos sido cyborgs e híbridos. Lo que emerge es una concepción esencialmente antropotécnica y cyborg en la que el ser humano es indeterminado y co-construido con la tecnología, una indeterminación que es hibridación técnica, en la que la naturaleza misma del hombre, su existencia biológica, es tecnológica.
Una hibridación técnica que borra los límites entre sujeto y objeto, entre naturaleza y técnica, entre vida y máquina, para que todo, desde la naturaleza que nos rodea hasta nuestros cuerpos, se convierta en un artefacto. El transhumanismo no expresa las visiones de algunos locos fanáticos de la tecnología influenciados por la ciencia ficción, sino las ideas y cosmovisión de Silicon Valley, de filósofos, científicos e investigadores. Natascha y Max Moore, Nick Bostrom, David Pearce, James J. Hughes, Hans Moravec, Ray Kurzweill, por nombrar solo los nombres más conocidos, son los fundadores de la Asociación Transhumanista Mundial, ahora conocida como Humanity+ , son fundadores, financiadores, gestores de numerosas fundaciones, institutos, start-ups, proyectos de investigación y empresas de relevancia internacional y se dedican a aquellos sectores de investigación y desarrollo en los que se basa el proyecto transhumanista y que se llevan a cabo en dentro de los tecnopolos. Asesoran a los sectores de defensa, seguridad, biomedicina, a todos aquellos sectores punteros en materia de desarrollo e investigación, incidiendo profundamente en las decisiones estratégicas y el rumbo que se dará a la investigación y a los gobiernos, encauzando todo hacia el desarrollo de la ciencia. convergente.
Cuando el mundo transhumanista se describe a sí mismo y describe sus proyectos, habla de ciencias exponenciales, de afrontar los nuevos desafíos que amenazan el presente, los más graves, que requieren un nuevo orden; sin pelos en la lengua, propone soluciones y trabaja con los mejores medios tecnológicos para lograr sus objetivos, para concentrar lo más posible un tecnopoder que tendrá que barrer lo viejo, deshaciéndose de todo lo que se considere obsoleto ante tales desafíos;en este contexto también el ser humano, como lo ha sido hasta ahora, seconvierte en un oropel inútil, si no se implementa.
Para evitar el riesgo de que el transhumanismo se reduzca a una tendencia de algunos excéntricos investigadores marginales, de filósofos que confunden la realidad con sus propios sueños, no debemos prestar atención a lo que aún no está ahí. Cuando se trata de nanotecnología, no debemos centrarnos en el riesgo de la catástrofe de la «sustancia viscosa gris» -la replicación descontrolada de nanorobots- y de la misma forma, si hablamos de transhumanismo, no debemos centrarnos en proyectos de criopreservación cerebral o en la transposición del cerebro a una computadora, pero en la que ya está allí. Ideología transhumanista: superación de límites, mejora y mejora del hombre, rediseño y artificialización de los vivos: no es una mera especulación abstracta, sino que ya se ha materializado en quimeras transgénicas, drones militares, nuevos aparatos de ciudades inteligentes, prácticas biomédicas, procreación médicamente asistida (PMA) y edición genética… se materializa en centros de investigación, en gigantes como Google, IBM, Microsoft, en las multinacionales agroalimentarias, farmacéuticas y biotecnológicas, se materializa en los proyectos del sistema tecnocientífico y en loslaboratorios de investigación.
La ideología transhumanista penetra en un contexto donde el culto a la salud perfecta y al mejor desempeño ya es fuerte, alimentándolo y extendiéndolo; penetra en un contexto en el que se medicalizan todas las fases de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, desde el diagnóstico prenatal hasta la medicina regenerativa. El hombre del transhumanismo es un humano biomedicalizado en una única dimensión totalizadora donde lo humano es percibido como un error, en el que todo debe corresponder a los criterios de perfectibilidad continua para una adaptación continua a un mundo de máquinas, para una superación continua de límites en los que es el cuerpo humano el que se considera un límite a superar. Una adaptabilidad tecnocientífica que se convertirá en la única posibilidad. De ahí el principio del paradigma cibernético para el que “Siempre hemos cambiado el entorno en el que vivimos de una forma tan radical que ahora nos vemos obligados a cambiarnos a nosotros mismos” [1] toma forma concreta y dramática. Si pensamos en los exoesqueletos para tetrapléjicos que también pueden usarse para mejorar el desempeño de los soldados, entendemos cuán delgada es la línea entre la curación y el empoderamiento del ser humano. Nadie amputará piernas sanas para ponerse prótesis que aumenten el rendimiento, pero las ideas de implementación, fortalecimiento continuo, modificación del cuerpo, penetran en la imaginación de las personas hasta el punto de condicionar sus necesidades y deseos.
El desarrollo de las tecnociencias transforma los paradigmas de pensamiento a través de los cuales se ve e interpreta la realidad, transformando en consecuencia la relación con nuestro cuerpo, con la realidad que nos rodea y con nuestras propias acciones. Estas transformaciones tienen consecuencias profundas e irreversibles en el conjunto de la vida. Pensar en un cuerpo como descomponible lo hace disponible y modificable. Así como la biotecnología alcanza los niveles más profundos de los vivos, la nanotecnología alcanza los niveles más profundos de la estructura del mundo, trayendo también consigo una transformación sustancial de significado. Si antes los artefactos se construían partiendo de elementos naturales sin poder ignorar sus límites, con la modificación de la materia a nivel atómico, los mismos elementos naturales se reconstruyen para superar estos límites o hacerlos asumir nuevas características. El mundo natural se convierte así en una categoría artificial y la fabricación molecular trae una idea completamente diferente de lo que debe considerarse un límite material y la nanotecnología nos permite insertarnos en la naturaleza misma de la materia.
Surge con fuerza que las tecnociencias y la ideología transhumanista no son neutrales, no sólo en lo que buscan, lleguen o no al resultado, sino ya aguas arriba, en su idea de rediseñar y artificializar lo vivo. En las ciencias de la vida, el desastre no ocurre solo si el experimento alcanza los resultados predeterminados, el desastre está implícito en la dirección de la investigación y el experimento ya no está solo dentro de las paredes de los laboratorios: el laboratorio es el mundo entero y los propios cuerpos se vuelven de laboratorios vivos.
EUGENESIA
Con el tiempo, la eugenesia ha alimentado y sigue alimentando los proyectos de organizaciones, fundaciones, tecnopolos, centros de investigación de importancia internacional. No es una deriva fatal, es el motor y la dirección de la investigación genética; No es casualidad que el primer proyecto de decodificación del genoma humano se llamara Lectura y el segundo en cambio Reescritura. La ideología eugenésica tiene un origen lejano y con el tiempo ha ido adquiriendo diferentes formas y lenguajes, sin modificar sus principios de selección y mejora. Galton recomendó una forma suave de eugenicismo, un «eugenicismo positivo» para «reconocer las características de los linajes o razas superiores y favorecerlos para que su derecho de nacimiento sea más numeroso»; con este principio, que guiará a la zootecnia, Galton se refería al humano considerando que, como otros animales, puede ser domesticado y seleccionado.
Mucho antes de la Alemania nazi, entre 1905 y 1972, Estados Unidos llevó a cabo un inmenso programa de esterilización forzada para discapacitados, pacientes psiquiátricos, ciegos, sordos, prisioneros, vagabundos, leprosos, sifilíticos, tuberculosis. Los investigadores eugenésicos con financiamiento de la Fundación Rockefeller y otros filántropos estadounidenses promovieron la legislación eugenésica en más de veintisiete estados de Estados Unidos, con esterilizaciones forzadas para «inferiores mentalmente deficientes», tanto que hasta la década de 1960, cuando la mayoría de estas leyes comenzaban a ser derogadas, más de 60.000 personas habían sido esterilizadas con fines eugenésicos. “Para los benefactores ricos que abogaban por la eugenesia, como los filántropos Carnegie, Rockefeller, Harriman y Kellogg, la eugenesia proporcionó las herramientas del control social en una época de agitación y violencia sin precedentes” [2].
Hitler se inspiró en un famoso biólogo estadounidense, uno de los defensores de la campaña de esterilización, para sus programas de exterminio racial y fue un fisiólogo nazi el primero en tener la idea de que el núcleo podía extraerse de un huevo y posteriormente introducirse el núcleo de otro óvulo, inventando así el concepto de «madre-portadora». Julian Huxley, primer director general de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), en el documento de 1946 «UNESCO: objetivos y filosofía de la organización», en el que explica los objetivos generales de la organización, escribió: “[…] será importante para la UNESCO velar por que el problema de la eugenesia se tome en consideración con el mayor cuidado, y que la opinión pública esté informada de los temas en juego, de modo que lo que ahora puede ser impensable pueda al menos volverse pensable. […] Sin embargo, es esencial que la eugenesia se lleve por completo dentro de los confines de la ciencia. […] para llevar a cabo su trabajo, una organización como la Unesco necesita no sólo un conjunto de propósitos y objetivos para sí misma, sino también una filosofía operativa, una hipótesis operativa con referencia a la existencia del hombre y sus propósitos y objetivos, hipótesis que dictará, o al menos señalará, una línea bien definida para afrontar estos problemas”.
En el camino de la eugenesia, desde los programas de esterilización racial de personas consideradas inferiores e impuras, definidas como «eugenesia negativa» y la intención de mejorar la raza aria, definida como «eugenesia positiva», hemos pasado a perspectivas eugenésicas enmascaradas por proyectos filantrópicos. Para que la reducción de la población mundial llegue, en tiempos más recientes, a nuevas perspectivas eugenésicas en las que el objetivo ya no sea la superación de una raza considerada superior, sino la mejora y fortalecimiento del ser humano, hacia lo poshumano del transhumanismo. Para mejorar al ser humano se deben eliminar los defectos. Este discurso será cierto para una gran parte del mundo, pero no para todos, por supuesto, aquellos que viven en las afueras del mundo en barrios marginales olvidados o más simplemente aquellos que se verán excluidos de los activos económicos y sociales se convertirán en infrahumanos y por lo tanto cuerpos a merced del mercado o Procesos geopolíticos cuya naturaleza desconocen: estos cuerpos podrían servir como reservorio de repuestos o servir como masas para ser trasladadas con el propósito de chantajear de un país a otro. Incluso aquellos que no se doblegan a la lógica de la mejora continua con programas biomédicos y no recurran a la reproducción artificial irán a engrosar ese ejército de reserva de subhumanos.
La idea de pureza racial ahora ha sido reemplazada por la de perfecta salud.y haciendo el bebé perfecto. Así la eugenesia adquiere otra cara, libremente aceptada, nos remite a una nueva forma de poder, ya no coercitiva sino suave , alejada de la violencia de la eugenesia nazi. En este contexto, la eugenesia se normaliza y banaliza aunque las nuevas tecnologías de la ingeniería genética y su recombinación en las ciencias convergentes la hacen mucho más eficiente y generalizada, no forma parte de un proyecto de exterminio, al menos por el momento, pero permanece inalterada en el futuro. su objetivo final de seleccionar la especie humana. La eugenesia siempre ha estado presente desde el origen de las tecnologías de reproducción artificial, en su desarrollo zootécnico y en el paso al ser humano. R. Edward, creador del nacimiento de Louise Brown (primer ser humano nacido mediante la fecundación in vitro, AyR), desde la década de 1980 afirma que, en la medida de lo técnicamente posible, es legítimo mejorar genéticamente la especie humana. La selección es necesaria en todas las etapas del proceso de reproducción artificial y tiene lugar en varios niveles: selección de proveedores y proveedores de gametos, selección de espermatozoides, óvulos y finalmente del embrión.
Un mercado multimillonario para la selección de óvulos, espermatozoides y embriones florece en el supermercado globalizado de la reproducción humana. El precio del óvulo varía según las características de la donante, que en realidad es vendedora por la compensación que recibe de las clínicas de fecundación asistida. Clínicas con enormes bancos de huevos que se pueden consultar a través de catálogos en línea que ofrecen una selección de proveedores cuidadosamente seleccionados. Obviamente, un huevo de un estudiante de doctorado blanco vale más y todo está a la venta en el mercado de cría con una amplia gama de opciones para todos los gustos. Las preguntas dirigidas a los proveedores de huevos en su expediente personal van desde la sensibilidad hacia los animales, la religión, si duerme con un animal de peluche y si siente simpatía por la aplicación de la ley. Antes de implantar el embrión en el útero de la futura madre que ha recurrido a reproducción asistida homóloga o heteróloga o incluso en la madre que ha alquilado el útero, se realiza un diagnóstico preimplantacional a nivel genético sobre una decena de embriones para poder seleccionar lo mejor.
El IPR (índice de riesgo global, un análisis del feto para ver si tiene enfermedades, AyR) sigue a la perfección la lógica eugenésica: si miramos las progresivas aperturas de las legislaciones nacionales de los distintos países europeos, hemos pasado de la prohibición a las excepciones para evitar la transmisión de enfermedades genéticas graves, a patologías con probable inicio hasta imperfecciones como el estrabismo [3]. Tenemos una extensión progresiva de los DPI (diagnóstico genético preimplantacional, prueba que permite estudiar los genes de un embrión antes de su implantación en el útero materno, AyT): en Francia la anterior ley de bioética de 2004 había extendido su aplicación desde la detección de una enfermedad incurable en un progenitor, hasta la detección de una enfermedad grave de aparición tardía en un ascendente directo y esto fue un gran paso. La legalización de «reproducción asistida para todos y todos», previsto por la reciente revisión de la ley de bioética francesa [4], no solo afectará a las mujeres solteras o parejas de mujeres, sino que abre el derecho a las técnicas de reproducción asistida, incluida la fecundación in vitro (FIV), a todas las mujeres que soliciten acceso, esto significa que cualquier pareja heterosexual, incluidas las parejas fértiles, puede tener libre acceso a las técnicas de reproducción artificial. Un paso que comienza con el tubo de plástico de inseminación para terminar con la selección genética de los embriones después de haber extendido la reproducción artificial del humano a todos.
Sofia Sarkany, diseñadora argentina hija de una familia rica, con el bebé que compró a una mujer pobre (calificada de "vientre de alquiler"). sarkany, que no podía tener hijos al estar enferma de cáncer de útero, moriría días después de nacer el bebé
Debemos considerar que estamos en un contexto medicalizante en el que el tiempo de espera para definir a una mujer con problemas de infertilidad se ha reducido de dos años a seis meses, un contexto en el que la maternidad se pospone cada vez más, con mujeres de 35 años. 38 años preocupados por el riesgo de no poder quedar embarazada más que, según el protocolo, después de seis meses de infertilidad son parte del proceso de procreación asistida médicamente. Otro pasaje fundamental de la ley se refiere a la institución de la filiación que puede tener lugar sin ascendencia paterna y con maternidad «mediante declaración de intenciones».sin distinción, según la ley, entre la mujer que ha establecido un vínculo de gestación y que ha dado a luz, y la otra mujer. Una maternidad a través de una simple declaración de voluntad. Los límites del concepto de madre se expanden para hacerlo indefinible y, por lo tanto, completamente sin sentido. Si todas pueden ser madres, ya ninguna es madre. Olvidando que una vez una madre siempre cierta este. Hoy tenemos una madre que alquila el útero, una madre genética que vende los óvulos y una madre comprometida. O tenemos al padre 1 y al padre 2 encajando perfectamente en el marco queer posmoderno de borrar la realidad material de los cuerpos. Con la «madre intencional», los «padres intencionales», el «proyecto parental» y la «declaración de intenciones» el ser humano deja de tener una historia, una procedencia, quedando reducido al ensamblaje eugenésico de óvulo y esperma por un deseo narcisista y egoísta por un hijo a toda costa de un consumidor que en algún país ya se puede fabricarlo bajo demanda según sus gustos, programarlo eligiendo determinadas características.
Recuperemos el sentido de la relación madre-hija, el valor simbólico de la madre, de quien venimos al mundo; estos significados, junto con la diferencia entre sexos, chocan con los procesos de mercantilización. En la relación madre-hija no hay lugar para la lógica del mercado, es un amor libre y desinteresado. En contraste con la dimensión de las mercancías donde todo es reemplazable, la relación madre-hija no se puede comprar, vender, intercambiar ni regalar. La referencia al dato corporal, en la nueva ley francesa, se juzga irrelevante y gracias a la técnica, el sujeto humano puede y debe liberarse de las condiciones corporales de su propia existencia para realizar sus deseos. Un principio profundamente transhumanista. Si miramos a Estados Unidos ya es posible, para una pareja sin problemas de fertilidad y transmisión de patologías genéticas, acudir a una clínica de fecundación asistida con el único fin de realizar fecundación in vitro y la consiguiente selección de embriones, pudiendo seleccionar algunas características. como el sexo y el color de ojos.
Por tanto, el importante pasaje legislativo francés y la mirada a otros países nos hacen comprender el rumbo que se ha tomado a nivel mundial para generalizar la reproducción artificial de lo humano. Las diversas restricciones legislativas a lo largo del tiempo solo pueden caer: cuando se acepta la lógica de la fecundación in vitro, la lógica de la reproducción artificial del hombre, esta lógica se toma en su conjunto y ningún comité de regulación o ética podrá oponerse a esta dirección. Finalmente, agrego una consideración aguas arriba: es necesario rechazar todas las técnicas de reproducción artificial hechas por el hombre, sus lógicas, sus consecuencias y la cosmovisión que las subyace, arrebatando la dimensión del nacimiento de manos de técnicos y laboratorios.
SERVIDUMBRE VOLUNTARIA
La eugenesia no tiene cara de dictador, no se impone, tiene disfraz de libre elección, la izquierda democrática y progresista ya la está pasando por la retórica de la prevención, la salud, la posibilidad de que todos accedan tecnologías, con la retórica de la libertad, la autodeterminación y la no discriminación. Un eugenismo democrático y consensual. También para la fecundación in vitro y el diagnóstico genético preimplantacional (DPI), como para todos los desarrollos tecnocientíficos, con el fin de promoverlos y generar aceptación social, se aprovechan los problemas de salud, que se convierten en un verdadero chantaje, en concreto los relacionados con posibles patologías genéticas del futuro nacimiento o fertilidad, disminuyendo cada vez más también para pesticidas, derivados plásticos, ondas electromagnéticas.
Un escáner de resonancia magnética del feto se presenta como necesario para evitar la aparición de enfermedades muy graves, pero en realidad está abriendo la puerta a la eugenesia practicada a gran escala. De la selección genética al niño hecho a medida, todo enmascarado por las mejores intenciones. Desde parejas con problemas de infertilidad hasta parejas fértiles con problemas de enfermedades genéticas transmisibles, paso a paso la reproducción asistida se extiende a todos y a todos sin ningún límite con la retórica de la no discriminación y obviamente permitiendo que todos y todos puedan acceder a él, para convertirse en portavoz. de la igualdad es precisamente el sistema tecnocientífico. “El ‘derecho a tener un hijo’ de las personas con esterilidad orgánica o por intoxicación química e industrial del medio ambiente, de mujeres solteras y parejas del mismo sexo sirve hoy de cura a la generalización de la reproducción artificial, esclavizado a los planes y procesos de los científicos eugenistas y transhumanistas y convertido en la nueva norma” [5].
La izquierda, casi todo el movimiento LGBT * QIAAP ha abrazado los valores del biomercado en el que todo, incluso el cuerpo, es una mercancía y con la retórica de la libertad y la autodeterminación apoyan un útero y reproducción asistida alquilados. Si ya no sientes que eres un cuerpo y concibes tener un cuerpo, éste se convierte en una mercancía y, como tal, utilizable, rentable, vendible, predecible. Pero el proceso va más allá. La mercancía como tal es inanimada y está presente en meros flujos económicos, no apta para convertirse en objeto de las ciencias de la vida, que como tales requieren, no un objeto, sino de un sujeto, precisamente de ese cuerpo vivo negado o de sus procesos biológicos. Cualquier crítica parcial a la reproducción artificial de lo humano será digerida por los comités de bioética y servirá para allanar el camino a la biotecnología reproductiva y crear ese contexto en el que la reproducción artificial se convertirá en la forma normal de llegar al mundo.
MAP: EL CAMINO AL TRANSHUMANISMO
La reproducción artificial se basa en la descomposición y fragmentación del proceso reproductivo. El momento de la fecundación y el de las primeras etapas del embrión ya no se produce dentro del cuerpo de la mujer, sino en un portaobjetos y en un tubo de ensayo, convirtiéndose en una operación técnica en un laboratorio y “La reproducción se convierte en la producción de los vivos, con toda la explotación que conlleva la producción” [6]. Se suspende el tiempo natural, se adueña el tiempo de la técnica en el que se reestructura la reproducción como producción. La manipulación, la modificación genética, el híbrido, son partes estructurales del entorno de laboratorio y de la concepción en la que se basa. Los cuerpos arrastrados sobre las mesas de los experimentadores y los procesos vivos fragmentados y reconstruidos en un portaobjetos de vidrio y bajo la lente de un microscopio no pueden dejar de perder su indisponibilidad original a la apropiación por el biomercado y las tecnociencias y a cualquier modificación genética.
En la lógica de la reproducción artificial, un óvulo puede ser tomado de una mujer e implantado en otra, como si fuera algo intercambiable, con todas las consecuencias sobre la salud de la mujer y del feto, el hombre y la mujer se reducen a meros proveedores. de gametos, estos pueden ser seleccionados, manipulados, reemplazados, así como la mujer y el hombre pueden ser reemplazados, y por tanto eliminados, si pensamos en la búsqueda del útero artificial. Siguiendo siempre la lógica de la reproducción artificial, el embrión se convierte en un producto y lo que es un producto puede ser sometido a cualquier experimentación y debe estar libre de defectos y lo mejor posible. La reproducción asistida representa el caballo de Troya del transhumanismo porque abre el camino a la posibilidad de la reproducción artificial, para todos y cada uno, la consecuencia lógica es precisamente la de la mejora continua del producto. Desde los laboratorios de investigación para la clonación de animales, los proyectos transhumanistas apuntan a reemplazar la evolución natural con la evolución artificial.
El ser humano en el momento de su reproducibilidad técnica ya se convierte en una mercancía desde el nacimiento, un producto de la empresa de la vida y la ingeniería genética, un mero ensamblaje eugenésico y un mero código genético a modificar y rediseñar. De momento todavía no tenemos hijos modificados genéticamente, pero se ha superado el umbral de niñas editadas en China, y es un umbral desde el que nadie puede pensar en volver atrás y mientras tanto se inculca la idea de que es preferible dejar la procreación en manos de técnicos. y tecnología, que es buena para proporcionar a la hija que nacerá una mejor herencia genética que la que podrían proporcionar sus propios gametos. Ya en 2016, cuando un grupo de investigadores suecos del Instituto Karolinska de Estocolmo había modificado el genoma de embriones humanos sanos, los sectores de investigación anunciaron que el objetivo de la edición será la “Prevención de la herencia de una enfermedad genética específica. En un momento posterior, también podría ir de tres. […] No hay razón para descartarlo en principio. La técnica de edición genética no es inmoral en sí misma, al contrario, tiene el potencial de convertirse en una estrategia alternativa a disposición de los padres para lograr una gama más amplia de objetivos”.
Un paso fundamental en esta dirección es la declaración, en 2018, del British Bioethics Committee, que sostiene que “La modificación del ADN de un embrión para influir en las características de una futura persona (modificaciones genéticas hereditarias) podría ser moralmente permisible” [7]. El mensaje es claro: no existe una razón ética válida para descartar en un futuro no muy lejano la hipótesis de que el código genético del ser humano puede cambiarse. Y el proceso es claro: luz verde para la investigación, pasa de los distintos comités y órganos de bioética y seguridad, legislación en la materia, aplicación al ser humano. La transición a lo humano estuvo implícita desde el principio, incluso cuando torturaron a Dolly.
LABORATORIO ZOOTÉCNICO EXPERIMENTAL
Con la nueva tecnología de ingeniería genética CRISPR / CAS 9 es posible practicar la corrección del genoma – edicióndel genoma. Esta tecnología ha sido desarrollada para la modificación de plantas, animales de granja y de laboratorio, para terapias génicas, con especial atención al uso potencial para crear modificaciones en la línea germinal humana. No es casualidad que la investigadora que dio a luz al primer bebé probeta en Francia haya realizado por primera vez su investigación en el campo zootécnico para aumentar la producción de leche de las vacas. La historia de la cría de animales debería enseñarnos algo. Se desarrollaron técnicas de inseminación artificial, manipulación hormonal del ciclo de ovulación, transferencia de embriones, técnicas de criopreservación de embriones y espermatozoides con el objetivo de hacer que los animales sean funcionales para la cría y experimentación, para hacerlos corresponder a determinados caracteristicas.
Las tecnologías eugenésicas continuaron luego el proceso de transformar al animal en una herramienta de producción, un producto, un modelo experimental: el cuerpo del animal se convirtió en un modelo intercambiable de especies. La cría de animales, “una verdadera ciencia aplicada, cuyo objetivo es adaptar los animales de ‘ingresos’ al sistema moderno de producción en masa” [8], se ha convertido en un inmenso laboratorio experimental, del que proceden las adquisiciones más importantes en el campo de la transgénesis y la clonación. Ha comenzado la propaganda para la edición
Y como ya es posible seleccionar el embrión con el mejor cribado y también seleccionar otros caracteres como el sexo o el color de ojos si existía la posibilidad de manipularlo y añadir genes para potenciarlo, ¿por qué no hacerlo? ¿Y por qué no permitir que todos y todos tengan acceso a él? ¡Sería discriminatorio si solo los portadores de enfermedades genéticas pudieran seleccionar o incluso modificar genéticamente el embrión! ¡De la «reproducción asistida para todos y todos» se levantarían voces para «editar para todos y todos»! ¡Por la igualdad entre sanos y enfermos, entre homosexuales y heterosexuales, entre mujeres y hombres! Y con el chantaje de la discriminación todo aquel que critique, además del útero alquilado y reproducción asistida, también la modificación genética de embriones, seguirá siendo acusado de reaccionario.
El consenso y la aceptación social son esenciales para impulsar todos los avances en las tecnociencias. La construcción de consenso siempre ocurre en torno a promesas, deseos, miedos, riesgos para la salud y la seguridad. Esta propaganda ya ha comenzado, el investigador transhumanista Giuseppe Testa en una conferencia sobre edición genética describe el mayor estudio sobre la arquitectura de la inteligencia humana en el que se compararon 78.000 individuos y donde, según los investigadores, treinta/cuarenta genes que, según la variante, pueden contribuir a la inteligencia: “¿Nos están diciendo que quien los tenga será más inteligente? No, pero puede ser una cosa más. ¿Cuántas cosas hacemos y hacemos que nuestros hijos hagan sin certeza, es una casualidad, son opciones en la mesa de juego, en la mesa tenemos que jugar también esta carta? ¿Quizás esas cuarenta variantes las puedas cambiar todas con cinco mil euros más, para asegurarte de que será más inteligente? No, pero ni siquiera mandarlo a una escuela de élite y eres rico tal vez haces ambas cosas”.
METAMORFOSIS
Se está produciendo una metamorfosis antropológica del ser humano. El individuo tendrá que adaptarse cada vez más al mundo de las máquinas que se está construyendo: un hombre-máquina para un mundo de máquinas. El sistema tecnocientífico necesita de un hombre lo más adaptable y maleable posible, por eso pretende destruir identidades, valores, puntos fijos, recuerdos del pasado, vínculos solidarios entre comunidades y lazos familiares. Un individuo neutral para un nuevo modelo antropológico, un individuo sin identidad, memoria, valores, vínculos, es un individuo vacío, frágil, de mirada inmóvil, sin pasado y sin futuro, solo un presente eterno que se llena fácilmente con deseos y necesidades perfectos. en línea con el biomercado y el transhumanismo.
Es más fácil dominar a los que no creen en nada, a los que no tienen sueños, a los que no tienen pasiones, a los que no tienen angustias, Incluso la neutralización de las diferencias entre hombre y mujer y la anulación del sexo son funcionales para la estructuración de un modelo antropológico preciso, indiferenciado, neutro, fluido, infinitamente manipulable. Átomos neutros y anónimos en los que la x ocupa el lugar de la cara del Otro.
El cuerpo mismo, en su realidad material, se vuelve fluido, indiferenciado, proteico, poroso, ilimitado, maleable e infinitamente manipulable. A medida que los cuerpos se vuelven neutrales, como se cancela el sexo por considerarlo inexistente a nivel simbólico, la reproducción también se convierte en algo que ya no preexiste a los procesos biológicos encarnados: se extrae de los cuerpos, se convierte en una operación de laboratorio, in vitro, para volver, sin embargo, siempre. y en todo caso, en el cuerpo de una mujer, del cual, como tal, se nace y que aún no puede ser reemplazado por un útero artificial. La forma mercancía invade todo espacio material e inmaterial, se extiende al mundo de la vida y las relaciones, en el que también se producen y producen relaciones para satisfacción inmediata, para consumo inmediato, pseudorelaciones efímeras, rápidas, compulsivas, fluidas, plazo fijo, al vencimiento que, al igual que los bienes, puede ser reemplazado e infinitamente renovable.
La izquierda posmoderna es la portavoz de la disolución de todos los valores y «Al final de una orgía deconstructivista así, ningún valor o concepto universal tendrá una razón de existir: ser, razón, justicia, igualdad, solidaridad, comunidad, humanidad, revolución, emancipación... todos serán tachados de ‘esencialistas’, es decir, abominaciones ‘pro-naturaleza’» [9], aboga por la disolución de la familia, sin entender que una de las consecuencias de la disolución de todo vínculo comunitario, solidario y familiar – y como familia, no me refiero al sentido tradicional del término – los hijos ya no serán padres, pero pertenecerán al Estado ya los técnicos de bata blanca que reclamarán la propiedad para controlarlos y gestionarlos desde que nacen. Una sociedad con lazos sin perspectiva, para ser consumida y abandonada, desechable y sin responsabilidad es una sociedad en la que hay que disolver los lazos como tales, en la que hay que pulverizar lo que puede perdurar en el tiempo, lo que no pasa, lo que dura, lo que no se puede consumir, lo que no se puede vender, lo que no es posible negociar: los lazos, la relación madre-hijo y nuestros cuerpos.
Una búsqueda continua para superarse, para tener nuevas actuaciones de algún tipo que nunca se agoten y tengan un final: siempre se creará una nueva necesidad y siempre se pondrá en marcha un producto o un proceso para solucionarla. Cuando el mismo cuerpo es una mercancía, todo cambia porque el mismo fetiche de la libre elección se transforma en poder elegir, todo comienza con el único individuo que puede tomar el sol en su nueva jaula de explotación y autoexplotación. La lógica del desempeño no se basa en el deber y la imposición, sino en la libre elección que se vuelve más eficiente que la restricción, el individuo se convierte en empresario de sí mismo. Lo vivo nace y nunca será completamente controlable. Los vivos y por tanto los cuerpos, el cuerpo, representan el obstáculo al dominio absoluto de la tecnología.
EL MOMENTO DE LUCHAR ES AHORA
Cuando las personas otorguen al sistema tecnocientífico, además de la gestión de su salud, la gestión total de todos los ámbitos de su vida, su cuerpo y su procreación, será difícil emprender una crítica que no se considerará una locura, porque será luchar contra lo que será percibido y vivido como una normalidad. Entonces, ¿cómo podemos reconocer, una base necesaria para desarrollar la oposición, una forma mercantil, una invasión técnica de los cuerpos, una manipulación genética, cuando estos inervarán la vida desde sus primeros momentos? Una nueva norma que hará normal lo más alejado de la vida, sus incertidumbres, sus límites, sus imprevistos. El paradigma tecnocientífico prevé la posibilidad de reemplazar o reconstruir artificialmente la materia prima que el sistema extrae de nuestros cuerpos, de los cuerpos de otros animales y de ecosistemas naturales enteros que necesita constantemente, una artificialización para hacer frente a la finitud y destrucción de los vivos. Pero la era sintética no solo significa un rediseño radical del mundo que nos rodea, también significa un rediseño dramático de nosotros mismos. El ser humano es el fin último del proyecto cibernético y transhumanista. Pero la era sintética no solo significa un rediseño radical del mundo que nos rodea, también significa un rediseño dramático de nosotros mismos. El ser humano es el fin último del proyecto cibernético y transhumanista. Pero la era sintética no solo significa un rediseño radical del mundo que nos rodea, también significa un rediseño dramático de nosotros mismos. El ser humano es el fin último del proyecto cibernético y transhumanista.
Bostrom, un transhumanista, dice: “Entre los desarrollos potenciales más importantes se encuentran aquellos que nos permitirían alterar nuestra biología directamente a través de medios tecnológicos. Tales intervenciones podrían influirnos más profundamente que la modificación de creencias, hábitos, cultura y educación”. “A medida que el material se vuelve más maleable, la idea de una especie fija se vuelve problemática y el criterio de reproducción pierde su significado. […] Cuanto más poderosas y accesibles sean nuestras tecnologías, más nuestro propósito será definirnos… estos propósitos. En consecuencia, los grupos humanos se distinguirán según los valores que orientarán sus elecciones en la forma de utilizar estos nuevos poderes para determinar su morfología y su destino”.
Para lograr que nuestras prácticas afecten el presente es necesario identificar prioridades, sintiendo profundamente la urgencia de actuar, pero para actuar debemos comprender las transformaciones que nos rodean, vislumbrar las direcciones del sistema incluso antes de que se realicen en su totalidad, tienes que preguntarte dónde se concentra y hacia dónde apunta. Un análisis del presente con una mirada proyectada hacia un futuro cada vez más cercano es fundamental para entender el camino a seguir. Si no se enfrenta al sistema en su propio terreno, pronto se despertará abruptamente con la dura realidad de un futuro lejano que se ha convertido en el presente ante sus ojos. El momento de darte cuenta de que estás luchando contra estos procesos es ahora.
NOTAS
[1] Norbert Wiener, Cybernetics: O Control and Communication in the Animal and the Machine, MIT Press, 1948
[2] Garland E. Allen, Is a New Eugenics Afoot? (¿Está en marcha una nueva eugenesia?), Science Magazine, Vol. 294, octubre de 2001.
[3] En 2007, la Alta Autoridad Británica de PMA autorizó el uso de EPP para prevenir el nacimiento de un niño con estrabismo.
[4] Guerini Silvia, Considerazioni intorno alla nuova legge francese di bioetica (Consideraciones sobre la nueva ley de bioética francesa).
[5] Comunicado "Contro l’eugenetica e l’antropocidio. Appello per l'abolizione di ogni riproduzione artificiale dell'umano" (Contra la eugenesia y el antropocidio. Pide la abolición de toda reproducción artificial del ser humano).
[6] Collins Françoise, La fabrication des humains, Persée, 1987
[7] Nuffield Council on Bioethics, Edición del genoma y reproducción humana: cuestiones sociales y éticas.
[8] Pivetti Cristiana, Dall’addomesticamento alla manipolazione e riproduzione dei corpi animali (De la domesticación a la manipulación y reproducción de cuerpos animales), en Meccanici i miei occhi. Nati in laboratorio. Dall' Utero in Affitto allá Manipolazione Genetica (Mecaniza mis ojos. Nacido en el laboratorio: del útero alquilado a la manipulación genética), Ediciones Ortica, 2019.
[9] Amoros Miquel, Un vento impetuoso contro il mal francese. Critica della filosofia postmoderna e dei suoi effetti sul pensiero critico e sulla pratica rivoluzionaria (Un viento impetuoso contra el mal francés. Crítica de la filosofía posmoderna y sus efectos en el pensamiento crítico y la práctica revolucionaria), 2017.
Texto de Silvia Guerini aparecido en el periódico L’Urlo della Terra, número 8, julio de 2020, y parcialmente tomado de: Guerini Silvia, La riproduzione artificiale dell’umano: la strada del transumanesimo (La reproducción artificial de lo humano: la vía del transhumanismo), en PMA, ed. Novalogos.