Amnistía Internacional, colonialismo con un rostro amable
Published on: domingo, 12 de enero de 2014 //
A&R66,
imperialismo,
ONGs
Si
necesita más pruebas de que Amnistía Internacional es para el siglo
XXI lo que eran los bebedores de ron que acarreaban La Carga del
Hombre Blanco [1] en el siglo XIX, eche un vistazo a su
actual campaña por un tratado global para el comercio de armas [2].
Amnistía basicamente está llevando a cabo una campaña de agitación
a favor de occidente, al cual considera civilizado y responsable,
para prevenir que el resto, o lo que Amnistía denomina
eufemísticamente la gente “equivocada” [3],
puedan echar mano de armas y bombas. Es una llamada a favor de un
reparto del mundo de estilo colonial, entre aquellos considerados
decentes y adultos no solo para poseer armas sino también para
decidir quién puede poseerlas (nosotros), y los juzgados demasiado
infantiles y brutales como para permitirlos estar cerca de armas,
dando rienda suelta al “peor tipo de atrocidades“
(ellos).
Amnistía
Internacional usando la masacre de Houla para pedir una intervención
"humanitaria" contra Siria [4]
Dado
que Estados Unidos ha utilizado su vasto arsenal para causar más
destrucción en todo el mundo que cualquier otra nación en los
últimos 10 años, es extraño que Amnistía les pida que lideren el
camino para la restricción del flujo de armas a los paises
“equivocados“. Amnistía quiere que Washington dé
su bendición a un tratado que restrinja la venta mundial de armas en
el caso de que exista un “riesgo sustancial“ de que
dichas armas sean “utilizados para cometer graves violaciones
de derechos humanos“ (No quiero ser gracioso, pero ¿para
qué otra cosa se utilizan las armas? ¿Para hacerle cosquillas a la
gente?). Amnistía dice que Washington debe “demostrar un
verdadero liderazgo“ en el tema del comercio de armas y
“enviar un claro mensaje a otros líderes mundiales“
de que no tolerará que las armas caigan “en manos de los
violadores de los derechos humanos“ [5].
Esto
es un poco como pedir a Rose West [6] que cuide de chicas que
se han escapado de casa de sus padres y se asegure de que no sufrirán
ningún daño. ¿Por qué pedir a una nación que ha cometido
numerosas “atrocidades“ y “violaciones de los
derechos humanos“ que autorize un tratado que supuestamente ha
de prevenir que ese tipo de cosas sucedan en otros lugares, quitando
las armas de las “manos equivocadas“? Se debe a
que, al igual que sus antepasados moralistas del movimiento
colonialista del siglo XIX, Amnistía cree que Occidente es
fundamentalmente decente, cuyas guerras no son más que una
aberración de su carácter habitual, y que tiene una responsabilidad
moral para desarmar y pacificar y por extensión a civilizar la
hordas armadas hasta los dientes que hay por todas partes, cuyas
guerras son una expresión de su carácter innatamente deformado.
Suzanne
Nossel, "executive director" de la sección de EEUU de
Amnistía Internacional (más importante de todas), es un buen
ejemplo de lo bien engrasadas que están las conexiones de AI con el
poder: anteriormente fue jefa de operaciones de Human Rights Watch,
vicepresidenta de estrategia del Wall Street Journal, vicepresidenta
de Bertelsman Media en EEUU (uno de los grupos mediáticos más
grandes del mundo), colaboró con algunos de los principales think
tank de EEUU, (Century Foundation, Center for Amerivan Progress,
Council on Foreign Relations), y trabajó varios años para el
Departamento de Estado de EEUU. Su nombramiento estuvo marcado por
protestas, debido a su defensa de la doctrina del ataque preventivo y
su apoyo a la invasión militar de Afganistán por los EEUU, entre
otros motivos. Wikipedia: “Suzanne Nossel“ [7].
La
demanda de un tratado destinado a impedir que los países
occidentales vendan sus armas a los países extranjeros calificados
como inadecuados suena radical, un poco como si los activistas de
Amnistía Internacional se pegasen con la industria armamentista y
redujesen sus ganancias un poco. Pero en realidad, lo que Amnistía
está pidiendo es la concentración de armamento en manos de las
naciones más poderosas, supuestamente de confianza, y también está
pidiendo para esas naciones que desempeñen el papel de controladores
globales de la guerra y la paz mediante la garantía del flujo de
armas a algunos países, pero no a otros. No hay nada remotamente
radical en suplicar a Washington y sus compañeros occidentales que
decidan qué países pueden luchar en guerras y cuáles no.
Probablemente
la cosa más condescendiente sobre la campaña de Amnistía es su
convicción de que sólo mediante la eliminación de las armas de
zonas del mundo caóticas sumergidas en conflictos podríamos detener
las guerra. Amnistía dice que la causa de un conflicto mundial
actual es el hecho de que vivimos en “un mundo inundado de
armas y equipos militares que son muy fáciles de obtener“.
Desde este punto de vista moralista, las armas mismas provocan las
guerras, las armas son los controladoras reales de conflictos por
doquier; la gente “equivocada“ ve que estas armas
son bastante fáciles de comprar, por lo que las compran y matan a
gente con ellas - presumiblemente por la emoción de hacerlo. En
realidad, las guerras que se libran en África y en otras partes son
fundamentalmente conflictos políticos o territoriales; son luchas
por el poder y los recursos, lo mismo que las guerras de los
gobiernos occidentales. La guerra es la búsqueda de la política por
otros medios por allí, tanto como lo es por aquí. Al describir
estos conflictos como un producto del tráfico de armas, Amnistía
roba a los países no occidentales su condición de actores adultos,
como criaturas de la política y el poder, y los reduce al papel
niños crecidos que juegan con juguetes peligrosos simplemente porque
pueden.
Cartel
de AI apoyando la invasión de Afganistán, durante la conferencia de
la OTAN en Chicago (Mayo 2012).
Los
conflictos políticos necesitan soluciones políticas, no de hombres
de piel blanca con casacas decretando qué extranjeros pueden ser
armados y cuáles no. Han pasado más de cien años desde que
Kipling, en su poema La carga del hombre blanco [8],
describiese a ciertos pueblos extranjeros como “medio diablos
y medio niños“. Es deprimente ver cómo grupos como
Amnistía Internacional todavía mantienen esa visión de la
realidad.
*
* *
COMENTARIO
(Amor y Rabia): Un año después de que AI propusiese que
occidente controlase el tráfico de armas global (definiendo a quién
armar y a quién no), se pueden ver las consecuencias que habría
tenido dicha propuesta: en Siria, mientras Rusia se ha opuesto en el
G8 (junio 2013) a imponer un embargo de armas contra el gobierno
sirio, quienes lo piden se están dedicando a armar a la oposición,
que busca derribar al gobierno y está dando muestras de un increible
salvajismo, llegando incluso a prácticas de canibalismo y limpieza
étnica, matando mujeres por divorciarse o niños por blasfemar. AI
brilla por su ausencia a la hora de denunciarlo, aunque incluso el
jefe de la ONU ha denunciado que el envío de armas a los rebeldes
retrasa la solución del conflicto sirio.
(Brendan
O‘Neill, "La última campaña de Amnistía Internacional sobre
el comercio de armas es colonialismo de rostro amable" -
25.07.20122)
NOTAS
[1]
Rudyard Kipling, “The White Man’s Burden”
;
“El tema es un mandato retórico al hombre blanco para
que colonice a las demás razas en beneficio de éstas mismas, siendo
su “carga” tanto la tarea como los propios pueblos a colonizar. A
causa de este tema, así como de lo rotundo de su título, se
convirtió enseguida en un emblema del dominio colonial y del
eurocentrismo”: WIKIPEDIA, “La carga del
hombre blanco”
.
[3]
Amnesty International/UK (05.07.2012): “Arms: New version of Joss
Stone song released in support of strong Arms Trade Treaty”
.
[5]
Amnesty International/UK (17.07.2012): “USA-Arms: World’s largest
arms exporter urged to reject human rights ‘escape clause’ in
historic treaty” .
[6]
Rose West es una asesina en serie británica de jóvenes
adolescentes: WIKIPEDIA, “Rosemary West“ .
[8]
Rudyard Kipling, “The White Man’s Burden” ; “El
tema es un mandato retórico al hombre blanco para que colonice a las
demás razas en beneficio de éstas mismas, siendo su “carga”
tanto la tarea como los propios pueblos a colonizar. A causa de este
tema, así como de lo rotundo de su título, se convirtió enseguida
en un emblema del dominio colonial y del eurocentrismo”:
WIKIPEDIA, “La carga del hombre blanco”.