Helios Gómez, Artista de corbata roja
Published on: lunes, 13 de enero de 2014 //
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HELIOS GÓMEZ: ARTISTA
DE VANGUARDIA, ANARQUISTA Y GITANO
Orígenes proletarios
Helios Gómez Rodríguez,
también conocido como “el artista de la corbata roja” nació en
1905 en el popular barrio sevillano de Triana en el seno de una
familia gitana, hecho del que siempre se sintió orgulloso. Hijo de
un trabajador del corcho, sus primeros estudios artísticos los
realizó en la escuela de artes y oficios de Sevilla, donde aprendió
la profesión de decorador de cerámica, oficio que ejerció al
entrar a trabajar en los talleres de la fábrica de la Cartuja a los
14 años. Además asistió a clases nocturnas de Bellas Artes.
También en Sevilla a
principios de la década de los 20 del siglo pasado empieza a
relacionarse “el artista de la corbata roja” con grupos
anarquistas. Al parecer, las ilustraciones de Franz Masserel que se
incluían en algunas publicaciones ácratas así como los grabados de
Norah Borges (hermana de Jorge Luis Borges) que aparecían en la
revista ultraísta sevillana Grecia influyeron en la futura
orientación vanguardista de Helios Gómez.
Militancia anarquista
Helios Gómez se afilia a
la CNT en 1923. Su estilo empezó a perfilarse en la revista
anarquista Páginas Libres. Dicho estilo era una personal
mezcla de futurismo, cubismo y expresionismo con temática obrerista
y de denuncia social. Sus primeras obras fueron expuestas en el café
Kursaal de Sevilla en 1926 y luego en el Ateneo de Madrid y en
Barcelona en las Galerias Dalmau, centro de la vanguardia
internacional. Estos cuadros suscitaron una desigual respuesta de la
crítica: por un lado, los críticos sevillanos se admiraron de lo
lejos que estaba la obra de Gómez del casticismo imperante y el
crítico madrileño Francisco Alcántara felicitó al dibujante en
las páginas de El Sol; sin embargo, por otro lado, en
Barcelona, Sebastián Gasch calificó la obra de Gómez en L’amic
de les arts de “lamentable”. Sin duda no solo la audacia
estética sino también el mensaje anarquista del artista irritó al
sector más conservador de la crítica de la época.
“La
religión”
Pronto la represión por
su activa militancia libertaria le lleva a huir del país y exiliarse
en Francia. Así en 1927 Helios Gómez llega a París, capital del
arte de vanguardia mundial y también un centro de irradiación de
las ideas de la izquierda. Allí expone en las galerías ligadas a
las corrientes artísticas vanguardistas y también escribe en
revistas de anarquistas españoles exiliados como Tiempos Nuevos
o Rebelión. Allí Gómez participó en las movilizaciones
contra el encarcelamiento y posterior ejecución de los anarquistas
italo-norteamericanos Sacco y Vanzetti. En una de las manifestaciones
a favor de los anarquistas de Boston Helios Gómez fue detenido
procesado y obligado a abandonar Francia.
Artista comprometido
A partir de ahí inicia
un periplo por diversas ciudades europeas como Bruselas, Amsterdam,
Viena, Moscú, etc. sin abandonar su compromiso artístico y
político. Finalmente pasa una temporada en Berlín donde va a
recibir el importante influjo de artistas como George Grozs (a quien
conoció personalmente) o John Hartfield, artistas que procedían del
expresionismo o del dadaísmo y que sin abandonar la estética
vanguardista van a utilizar sus obras como herramientas para
denunciar la situación de explotación del asalariado. Años después
“el artista de la corbata roja” declararía sobre Berlín:
“En
esta ciudad comenzó mi educación artística. Alemania es la nación
del mundo que posee más valores absolutos en las artes plásticas.”
En Berlín Helios estudia
tipografía y maquetación y para ganarse la vida pública sus
ilustraciones en periódicos y revistas e incluso trabaja como extra
en alguna película.
Tras la caída de la
dictadura de Primo de Rivera, Helios vuelve a España convencido de
que el nuevo clima político sería más favorable a sus ideas
políticas y artísticas. Tras asentarse en Barcelona no tarda mucho
en encontrar trabajo como ilustrador de publicaciones de izquierdas
como L’Opinió, La Rambla, Estudios, Tiempos
Nuevos. Por otra parte la AIT publica en Berlín en 1930 su
primer álbum de ilustraciones, Días de Ira, que además
incluía poemas suyos.
“El
capitalismo”
Pero pronto la represión
gubernamental se vuelve a cebar en “el artista de la corbata roja”.
Con el pretexto de desarticular un complot contra el rey Alfonso XIII
la policía detiene en Barcelona a multitud de destacados militantes
antimonárquicos, entre ellos a Helios Gómez, quien será de los que
más tiempo permanezca entre rejas. Poco después, al proclamarse la
II República, vemos a nuestro artista en el asalto a la cárcel de
mujeres de Barcelona y dos meses más tarde en la Huelga de la
Telefónica en Sevilla, una de las primeras huelgas de la II
República que fue iniciada por la CNT. Sin embargo, su militancia
anarquista estaba llegando a su fin ya que ese mismo año se afilia
en Madrid al Partido Comunista. Sin duda, el impacto que tuvo sobre
Helios (así como sobre tantos otros intelectuales y artistas) la
Revolución Rusa tuvo mucho que ver en esta decisión.
En 1932, tras impartir
conferencias sobre arte proletario y arte burgués es invitado como
representante español en el Congreso internacional de Artistas
Proletarios de Moscú. Sin embargo esa segunda visita a la URSS
decepciona a Helios que se da cuenta que ese ya no es la misma URSS
donde triunfaban los Maiakosvki o los Rodchenko. Esta vez encuentra
un país en el que el futurismo y el arte de vanguardia han sido
sustituidos por la gris y ramplona estética del realismo socialista
cuyo único objetivo era adular a la burocracia del partido. Sin
embargo allí tiene la oportunidad de coincidir con personalidades
tan sobresalientes como el novelista Ramón J. Sender, el poeta Louis
Aragon, y lo que es más importante aún, con el dibujante alemán
Gerd Arntz, uno de los artistas gráficos de la época que más le
influenció. Helios nunca va a aceptar el realismo socialista pero sí
que va a ir eliminando de su obra lo abstracto y lo simbólico a
favor de lo social y lo concreto. Este rechazo del prosaísmo del
arte estalinista motivará que cuando Helios expone en Moscú en el
Museo Pushkin tan solo visitará la galería gente cercana a su
pequeño círculo de amistades como el propio Arntz. Por otra parte,
también edita su segundo álbum de ilustraciones Revolución
Española.
“La familia
del parado”
Helios Gómez en la
Revolución Española
De vuelta a España, tras
más de un año de estancia en la URSS, Gómez coincide con los
levantamientos obreros contra la política derechista del Bienio
Negro (1934-1936). Y nuevamente, se sitúa en el centro de la acción
revolucionaria y es apresado y confinado en un buque prisión en
Barcelona. Durante su cautiverio Helios dibujó una serie de
ilustraciones que mostraban con toda su crudeza la represión de las
fuerzas del orden contra los mineros de Asturias. La carpeta se llamó
¡Viva Octubre! y se publicaría en Bruselas al año
siguiente.
Cuando cae el gobierno
derechista y se convocan nuevas elecciones la necesidad de dinamizar
la propaganda de la izquierda, que se empezaba a recuperar del golpe
de la represión en Asturias, se hizo evidente. Así, se crea a
iniciativa de Helios Gómez el Sindicato de Dibujantes Profesionales
de la UGT de Barcelona, que tendrá mucha importancia porque se
dedicará a producir la propaganda del bando republicano en Cataluña.
Cartel de la
exposición Homenaje a
Durruti
Al producirse el golpe de
estado militar de 1936 Helios estuvo desde el primer momento luchando
en las barricadas que se levantaron en las calles de Barcelona. Gómez
será a partir de ese momento el enlace entre el Partido Comunista y
el Sindicato de Dibujantes Profesionales y es nombrado comisario
político. Pero el cargo le venía grande y la disciplina de partido
no era lo suyo, así que fue destituido por desobedecer órdenes y
perseguido por la cúpula del PCE tal y como lo fueron los militantes
del POUM por lo que, como éstos, buscó refugio en sus antiguos
camaradas anarquistas. Así, integrado como miliciano de cultura de
la 26ª División, antes conocida como División Durruti, organiza en
Barcelona la exposición dedicada a la memoria de Buenaventura
Durruti.
Los horrores de la
guerra
Tras la caída de la
ciudad de Barcelona en manos de las tropas franquistas Helios pasa la
frontera y vive durante cuatro años en campos de refugiados
franceses. Allí se relaciona con el escritor Max Aub. Debido a los
malos tratos de los guardas de los campos y su deportación a Argelia
donde se le obliga a trabajar en la construcción del trazado
transahariano, decide regresar a España. Allí empieza una nueva
serie de dibujos, Los horrores de la guerra, que pone el
colofón a las ilustraciones de carácter social que empezara en los
años 20.
Helios, con su compañera
Mercedes Planas, con la que tiene un único hijo, Gabriel, primero se
instala en Sevilla y más tarde, y de manera definitiva, en
Barcelona. Allí se entrega nuevamente a la lucha contra la dictadura
entrando en contacto con grupos opositores en la clandestinidad. Como
consecuencia nuevamente es apresado y pasa dos temporadas más en la
cárcel Modelo de Barcelona. Allí pinta en el techo de una celda (la
primera del corredor de los condenados a muerte, que se usaba como
oratorio) la llamada Capilla Gitana. En dicho mural se
mostraban personajes de rasgos gitanos junto a ángeles negros (como
los del bolero de Machín). Toda una provocación que paradójicamente
resistió toda la dictadura pero que ya en plena democracia, en 1996,
desapareció bajo una capa de pintura, si bien posteriormente pudo
recuperarse. En esta época su producción pictórica, que a menudo
eran murales, tiene una marcada influencia surrealista.
Obra
de la última etapa de Helios Gómez con
evidente influencia del surrealismo
Significado de la
figura de Helios Gómez
Helios Gómez ejemplifica
un doble compromiso revolucionario, por un lado con la estética a
través del arte de vanguardia y por otro con la ética, primeramente
a través de su militancia anarquista y posteriormente comunista. Su
figura, asimismo, viene a demostrar que la Revolución Social está
por encima de las culturas, las etnias o las naciones, pues el
socialismo de lo que tiene que ocuparse es destruir las desigualdades
socioeconómicas, idea ésta que es un leit motiv en la obra gráfica
de Helios. Solo el país y el tiempo intelectualmente baldíos en los
que nos ha tocado vivir pueden explicar la capa de olvido y de
silencio bajo la que ha sido sepultada la figura innovadora y rebelde
de Helios Gómez. Ser a la vez anarquista, vanguardista y gitano no
son buenas credenciales para alcanzar el reconocimiento, aunque sea
póstumo, del vacuo establishment artístico actual.
Detalle
de la “Capilla Gitana”