Los fondos buitre: rapiña financiera
“Fondo buitre” (traducción literal del inglés “vulture funds”) es un término que de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda en los medios de comunicación. Se hizo definitivamente popular este mismo año cuando la fragata argentina Libertad fue retenida en el puerto ghanés de Tema con el pretexto de que el estado argentino debía dinero (nada menos que 370 millones de dólares) al fondo NML Capital, con sede en paraíso fiscal de las Islas Caimán. Ahora bien ¿qué es exactamente un fondo buitre y cómo llega a ser acreedor de cantidades tan ingentes de dinero?
El
vuelo del buite
Los
fondos buitre son fondos de inversión que compran a precios de saldo
sectores económicos vitales para un país (como p. ej. las
principales empresas, los bancos o la sanidad privatizada) justo
antes de que el estado los reflote con dinero público. Es entonces
cuando estos fondos se aferran a su presa e impiden que el estado
vuelva a adquirir estos sectores esenciales para la economía de un
país exigiendo cantidades desorbitadas de dinero o llevando a los
tribunales y dilatando en el tiempo la entrega de estos sectores. De
esta manera el país en cuestión es incapaz de recuperarse de la
crisis.
Estos
fondos son sociedades absolutamente opacas que no crean empleo pues
son capitalismo 100% especulativo pero sí poseen una enorme liquidez
para corromper a políticos y jueces. También cuentan con bufetes de
experimentados abogados expertos en bancarrotas y tribunales
internacionales. Este tipo de abogados, con astronómicos sueldos de
800 $ la hora, no pueden permitírselo los países pobres, que son
los generalmente los atacados por estos fondos. Además los fondos
buitre se valen de un equipo de lobistas que presionan a las
instituciones políticas (parlamentos, órganos de gobierno y
organismos internacionales) para que hagan legislaciones a medida de
la avaricia de estos “vulture funds”.
La
falta de escrúpulos morales que exhiben estos fondos buitre es total
y absoluta. Por poner un ejemplo, American Task Force Argentina, un
fondo que tiene como misión desacreditar y chantajear al estado
argentino y atracar a sus ciudadanos, falsea las nóminas de sus
afiliados recurriendo a poner nombres de ciudadanos norteamericanos
que han negado tener que ver con esta opaca organización. Este fondo
buitre es, además, uno de los responsables de la encarnizada campaña
de nuestra prensa contra la presidenta argentina Cristina Fernández
de Kirchner, una mandataria que se ha enfrentado abiertamente a estas
voraces organizaciones financieras. Aquí habría que recordar que
nuestra prensa está penetrada de fondos buitre. Así, El
País,
uno de los periódicos que más ha satanizado a los líderes
latinoamericanos (como la propia Cristina de Kirchner o Rafael
Correa) que han plantado cara a esta forma de parasitario capitalismo
financiero está participado por un fondo de buitre norteamericano,
Liberty
Acquisition Holding Co.,
gracias a la connivencia de, nada más y nada menos, el director de
este periódico, Juan Luis Cebrián. Esto lo sabemos por trabajadores
afectados por el ERE que sufrió El
País,
consecuencia de la entrada de fondos como Liberty en su accionariado
y que costó el empleo a 130 trabajadores.
Los
fondos buitres contra los países en vías de desarrollo
Fue
en los años 70 cuando algunos bancos, especialmente norteamericanos,
empezaron a conceder préstamos a países en desarrollo. La mayoría
eran préstamos sub-prime (es decir, muy difícil de devolver) a
gobiernos corruptos y dictatoriales (como las dictaduras
latinoamericanas apadrinadas por EE.UU.) Si en 1973, por poner un
ejemplo, 1/3 de los préstamos a Latinoamérica procedía de la banca
privada, en 1980 ya superaba el 70%. Esto hizo que la deuda externa
latinoamericana creciera exponencialmente y su economía se hundiera
en el subdesarrollo.
Con
el tiempo la inmunidad de que gozaban los estados frente a la rapiña
de inversores privados se fue socavando con la consiguiente merma
para la soberanía nacional. Ya en 1992, la corte suprema de los
EE.UU. sentenció en el caso de la República Argentina contra
Weltover que los acreedores de deuda soberana podían llevar ante
tribunales norteamericanos a estados por impago.
Los
primeros fondos buitre surgieron en torno a la crisis financiera del
87 y la posterior recesión de los primeros 90. Así Paul Singer y su
fondo Elliott Associates, creado en 1977, participó en el
despedazamiento de la famosa compañía aérea norteamericana TWA y
posteriormente en la “reestructuración” de Worldcom, Enron,
etc. Y mientras, otro insigne financiero, Ken Dart, empezaba a
lucrarse con la deuda externa latinoamericana. Dart, por cierto,
acabó renunciando para no pagar impuestos a la nacionalidad
norteamericana por la de Belice, reside en las Islas Caimán donde
posee un lujoso y gigantesco yate blindado dotado de armamento
antiaéreo.
En
la crisis de la deuda latinoamericana los fondos buitre tuvieron un
papel clave. En los primeros 80 México fue el primer país que se
declaró en default (suspensión de pagos). Pronto cayó en el mismo
agujero negro Brasil, cuya deuda se disparó hasta los 121 millones
de dólares. Poco después algunos bancos de Perú se endeudaron y
con el tiempo entraron en suspensión de pagos y arrastraron a la
bancarrota al propio estado quien acudió al rescate de los mismos.
En ambos países la deuda sería reestructurada a través del Plan
Brady (canje de bonos antiguos por bonos Brady garantizados por el
FMI). Pero antes de que eso ocurriera los buitres se apresuraron a
adquirir buena parte de la deuda a precios reducidos, rechazando
participar en dicha reestructuración. Paul Singer (apodado en Wall
Street, “Vulture Singer”, o sea, “Buitre Singer”) consiguió
que un tribunal norteamericano le permitiera apropiarse de activos
peruanos en los EE.UU. Pero hizo algo más retorcido que eso:
consiguió que otra sentencia judicial (esta vez de Bruselas) le
permitiese interceptar los pagos de Perú a sus acreedores por el
plan Brady, pagos que se canalizaban a través del Chase Manhattan
Bank, y exigió que si se pagaba por los bonos Brady también se
pagara por los adquiridos por su fondo buitre Elliott Associates.
Ello llevó a Perú de nuevo al default en 2000.
Paul
“Buitre” Singer
La
misma jugada intentó el fondo LNC Investments en Nicaragua. Este
fondo no aceptó el canje de bonos que suponía la reestructuración
de la deuda y consiguió que un tribunal neoyorquino condenara al
estado nicaragüense a pagarle 80 millones de dólares.
Pero
el caso más descarado de ataque de fondos buitre a un país de
Latinoamérica es el de Argentina. En 2001 la crisis financiera
argentina llevó al estado a declararse en default tras ser atacado
por la voracidad de los mercados, que llevaron al 40% de la población
a la miseria absoluta. Pronto los buitres empezaron a comprar deuda
argentina que entonces estaba al 10%-30% de su valor nominal. En 2005
Argentina negoció una reestructuración de la deuda con una quita o
depreciación del 75%. Ese acuerdo se consiguió con el 92,4% de los
acreedores. Pero un grupo de fondos buitre que quedaron fuera del
acuerdo se dedicaron a sabotearlo. Uno de ellos, MNL de Elliott
Associates, inició dos procesos judiciales contra Argentina en
tribunales de Nueva York solicitando el embargo de los fondos del
estado argentino. Otro fondo, EM Ltd., inició demandas judiciales
para que los tribunales obligaran a pagar a todos los acreedores y no
solo a los que entraron en el acuerdo de la quita, es decir, que
pagara también a los fondos buitres. Pero fracasaron. Eso ocurrió
en la primera fase de la reestructuración de la deuda en 2005. Desde
entonces los buitres se han dedicado a denigrar a Argentina en los
mass media a través de sus periodistas a sueldo, a presionar con sus
lobistas y a rebuscar con la ayuda de sus poderosos bufetes de
abogados en la jurisprudencia para conseguir sentencias judiciales
contra el estado argentino. Así en 2011 los buitres intentaron
adueñarse de los fondos depositados por el Banco Central argentino
en la Reserva Federal de los EE.UU. pero un juez norteamericano falló
a favor de Argentina ya que según la legislación estadounidense
esos fondos tienen inmunidad conforme una ley de 1976. Ante el acoso
de los buitres Argentina ha trasladado sus fondos públicos a bancos
más seguros como el Banco de Pagos Internacional con sede en Basilea
(Suiza). De ahí, la incautación de la fragata Libertad en Ghana y
el acoso y derribo al gobierno argentino en nuestra prensa.
Amenazas
de los buitres: “¡Argentina, hazte respetar! ¡Paga tus deudas!”
Algo
muy parecido ocurrió durante los 90 en muchos estados de África.
Uno de los casos más palmarios fue el de Zambia, país que tras
declararse en deafult en 1998 y emprender un proceso de
reestructuración de la deuda fue atacado por el fondo buitre Donegal
International con sede en las Islas Vírgenes, otro paraíso fiscal.
Este fondo consiguió que en 2005 un tribunal de Londres obligara a
Zambia a pagar 17 veces los 3’3 millones de deuda zambiana que
adquirió Donegal International. Mientras eso ocurría, una
institución benéfica dirigida por el presidente de este país
recibió de Donegal International una donación de 2 millones $. Todo
ello motivó que se paralizara la construcción de escuelas y
hospitales en uno de los países más pobres del planeta.
Por
su parte, la ubicua Elliott Associates se apoderó de royalties y
tasas pagadas por empresas petroleras que operaban en Congo
Brazzaville, un estado rico en este hidrocarburo. Total: 39 millones
de $. Además este fondo buitre se ha dedicado a hacer campaña
contra la corrupción (real o inventada) en dicho país a través de
una serie de investigadores y periodistas a sueldo por si el estado
africano se resiste a pagar.
Otro
caso sangrante fue el de la República Democrática del Congo, antes
Zaire. En los 80 la empresa energética yugoslava Energoinvest le
concedió un préstamo al Zaire y a su Compañía Nacional de
Electricidad de 37 millones de $, préstamo que no se devolvió. Este
préstamo fue comprado por el fondo carroñero FG Hemisphere por 3,3
millones y conseguidas sentencias judiciales favorables en tribunales
extranjeros, la reclamación ascendió a más de 100 millones de $.
Y, como el estado congoleño no podía hacerse cargo del pago, este
fondo buitre pasó a intentar interceptar los pagos de la compañía
minera estatal congoleña Gecamines a su socio chino (con el que
tiene un acuerdo de “joint venture”) China Railway Group. Y, tras
algunos reveses en tribunales de Hong Kong y Londres, FG Hemisphere
ha seguido litigando contra la RDC en tribunales de la Isla de
Jersey, Bahamas (ambos paraísos fiscales) y Sudáfrica donde los
buitres se salieron con la suya y consiguieron que un juez les
permitiera apoderarse de los pagos por exportación de electricidad a
Suráfrica por parte de la RDC.
Los
fondos buitre en la crisis española
Dicen
algunos expertos que la crisis española se parece bastante a la
argentina. Ello es absolutamente cierto en lo relativo al ataque de
fondos buitre, que están comprando a precios de saldo sectores tan
vitales para el país como las principales empresas y bancos e
incluso la sanidad una vez privatizada. Ya hemos hablado más arriba
de la penetración de los fondos buitres en los medios de
comunicación como El País y el grupo Prisa. Pero hay muchos más
casos.
El
fondo buitre Oaktree ha comprado la empresa de pan y bollería
Panrico que arratraba una abultada deuda por malas gestiones de su
anterior dueño. El pasado mes de junio adquirió el 100% de las
acciones haciéndose cargo de su deuda. A continuación vinieron un
gran número de despidos y, aún peor, de chantajes pues Oaktree ha
amenazado con la liquidación de la empresa si se hace huelga al
tiempo que ha prometido dar más producción a las plantas en las que
los trabajadores se bajen el sueldo. Esto es una violación flagrante
de los derechos laborales, algo que, por supuesto, le trae sin
cuidado al sector más mafioso del capitalismo financiero. Oaktree
también ha metido su pico de ave de rapiña (tiene el 24% de las
acciones, o sea, es el segundo grupo inversor) en Campofrío, una de
las mayores empresas de alimentación de España.
Más
descarado es la penetración de estos fondos en las quebradas
empresas constructoras españolas. Uno de estos fondos buitre es
Cerberus, cuyo cabeza visible en España es el hijo de José Mª
Aznar, y que ha comprado la inmobiliaria de la rescatada Bankia,
Bankia Habitat. Por su parte, el fondo tejano TGP ha adquirido
Servihabitat, la inmobiliaria de la Caixa. Otros fondos, con sede en
Londres, han comprado por valor de 1500 millones € de deuda de
importantes inmobiliarias españolas en bancarrota como Metrovacesa,
Colonial, Realia y Reyal Urbis.
Otra
suculenta víctima de los buitres son los bancos. Así, HIG Capital,
cuyo representante en España es Jaime Bergel (quien trabajó para
Goldman Sachs, uno de los artífices de la crisis-estafa actual) se
ha interesado por el Sareb, el banco malo. También el mencionado
fondo Cerberus dirigido por el hijo de Aznar ha comprado Evo Banco a
Novagalicia.
Pero
lo más grave es la penetración de este tipo de fondos en la sanidad
pública en proceso de privatización. Es público y notorio que tras
la privatización de ciertos hospitales españoles especialmente en
la Comunidad Valenciana (en concreto el 20% de la atención sanitaria
en esa comunidad está manos privadas) y también en Madrid está el
fondo buitre con sede en la city de Londres CVC Partners. CVC
Partners se oculta en España tras Capio Sanidad, empresa en la que
familiares de destacados políticos del PP como Mª Dolores de
Cospedal o Rodrigo Rato ocupan destacados cargos y en la que estos
políticos tienen acciones. Es muy significativo para el
funcionamiento de la estrategia de los fondos buitres el caso de los
hospitales de Alzira, Torrevieja, Manises, Denia y Elche, en la
comunidad autónoma valenciana, que han pedido más inyecciones de
dinero público al gobierno autonómico porque no han recaudado lo
que esperaban. Y ante la debilidad financiera de la Generalitat han
amenazado con acudir a los tribunales. Y mientras tanto hay pacientes
de cáncer que no reciben la medicación adecuada para ahorrarse
dinero y miles de mujeres que por la misma razón no pueden hacerse
una mamografía. Es la consecuencia de convertir la sanidad en un
negocio y ponerlo en manos de aves de rapiña.
La
usura pasa factura
El
fenómeno de los fondos buitre demuestra cómo el capitalismo,
incapaz a estas alturas de desarrollar industria ni progreso se ha
convertido en capitalismo especulativo y puramente parasitario. Los
puntales en los que apoyaba su popularidad, la clase media y el
estado de bienestar, se hunden y cada vez es más necesario mandarlo
al basurero de la historia. Ante esto cada vez es más urgente la
organización de los afectados por la rapiña neoliberal al margen de
las instituciones en poder de las aves carroñeras (gobiernos,
partidos, sindicatos domesticados, etc.)
*
POESÍA:
“Desastres financieros” por Aldo Pellegrini
[Aldo
fue el iniciador del movimiento surrealista en Argentina. Fundó en
Buenos Aires el primer grupo surrealista de habla española cuyo
órgano de expresión era la revista “Qué”. Su padre era un
anarquista italiano exiliado. Pellegrini, a diferencia de otros
poetas, nunca se distanció del surrealismo, nunca hizo carrera
literaria y se mantuvo alejado de la fama y del establishment
literario. Sus volúmenes de poesía aparecieron en ediciones
privadas fuera de los circuitos comerciales. Fue médico de profesión
hasta que pudo dedicarse por completo a su verdadera pasión:
escribir y editar poesía. Ello fue posible cuando fundó la
editorial Argonauta, editorial que se dedicó a difundir escritos
surrealistas, además de textos de Sade, Freud, Sartre, Marcuse,
Lautréamont, Rimbaud, etc. El poema que publicamos a continuación
fue incluido en su libro La
valija de fuego y
plasma poéticamente la pesadilla de las crisis económicas que tanto
castigaron a su país.]
Aldo
Pellegrini
La
mirada centelleante
y
la boca contraída
ya
estamos lejos
el
tiempo nos abandona
la
mano nos deja su sombra de humo
brota
la fuente de las
desventuras
un
líquido solemne
otros
aún más lejos
el
hambre que todo lo perdona
y
la multitud silenciosa
delante
de los comercios en quiebra