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Convirtiendo el dólar en un arma, por Michael Lebowitz

Published on: jueves, 23 de agosto de 2018 // ,

En este artículo, revisamos la política y los mercados desde una perspectiva internacional. Nos centramos particularmente en las sospechas que tenemos respecto a las tácticas de negociación y los objetivos de Donald Trump de cara a la relación de EEUU con Turquía.


Los mercados emergentes y el dólar

China, Turquía e Irán están clasificados como mercados emergentes. Si bien la clasificación es amplia e incluye un grupo diverso de países, estos países tienen muchas cosas en común. Una es que sus monedas, en su mayor parte, no son líquidas o muy valoradas. Por lo tanto, dependen en gran medida de la moneda de reserva del mundo, el dólar estadounidense, para poder llevar a cabo comercio a nivel internacional.

Como ejemplo, cuando Pakistán compra petróleo de Catar, realizan transacciones en dólares, no en rupias paquistaníes ni en riales cataríes. Para facilitar el comercio de manera eficiente, estos países deben mantener una reserva de dólares. En casi todos los casos, los mercados de los países emergentes dependen de deuda denominada en dólares para sus necesidades de transacciones.

La deuda denominada en dólares es actualmente la causa de mucho dolor económico para Turquía. Para entender por qué, veamos un ejemplo sencillo. Supongamos que el 1 de enero de 2018, una empresa turca pidió prestado 100 millones de dólares acordando devolverlos con un interés del 5% el 15 de agosto de 2018. La compañía, como es típico, convierte los dólares prestados en liras turcas. El 15 de agosto de 2018, la compañía convertirá las liras nuevamente en dólares para pagar el capital y los intereses que debe del préstamo.

El siguiente gráfico muestra la Lira turca frente al dólar durante la duración del préstamo.


El 1 de enero de 2018, un dólar estadounidense valía 3,79 liras. Durante los siguientes ocho meses, el dólar estadounidense se apreció (aumentó su valor) de manera significativa frente a la lira turca de tal manera que un dólar valía aproximadamente 5,81 liras. Como tal, la compañía ahora necesitará 5,81 liras por cada dólar que necesita para pagar el préstamo. Debido al fortalecimiento del valor del dólar frente a la lira durante el período de vigencia del préstamo, la empresa necesitaría 584.282.000 liras para devolver lo que originalmente era un préstamo de 378.750.000 liras. En otras palabras, el verdadero costo total del endeudamiento no fue del 5% sino del 54%.

Los préstamos pendientes de pago actualmente del sector público y privado de Turquía se estiman en alrededor de 500.000 millones. Los prestatarios turcos deben hacer frente al pago de los préstamos pendientes denominados en dólares mediante el uso de más liras para adquirir los dólares necesarios, y también al hecho de que las tasas de interés, según lo establecido por el banco central de Turquía, han aumentado del 8% al 17,75%. Para empeorar las cosas, la tasa anual de inflación se estima en más del 100% en Turquía. Huelga decir que el aumento de valor del dólar frente a la Lira está poniendo de rodillas a la economía turca.

Entra en escena Donald Trump

Donald Trump, autor de un libro titulado "El arte del trato" (“The Art of the Deal”), se enorgullece de sus habilidades como negociante. Los lectores de este libro saben que valora mucho el apalancamiento en las negociaciones. Como presidente de los Estados Unidos, está claro que Trump tiene una enorme influencia para cambiar el panorama global. En el caso de las negociaciones comerciales, hemos visto reiteradas amenazas de aranceles contra México, Canadá, Europa y China. Creemos que el objetivo es forzar a estos países a renegociar tratados comerciales previos o eliminar aranceles. Para Trump, el apalancamiento es la amenaza, que hace que la pesada carga fuerce a los países a negociar o tener que hacer frente a tarifas como represalia u otras sanciones.



Sospechamos que Trump también puede estar utilizando el aumento de valor del dólar para obligar a los países, especialmente a los mercados emergentes, a cumplir con sus demandas. Si busca pistas, considere el siguiente Tweet de Donald Trump (16/08/2018): "El dinero está llegando a nuestro querido DÓLAR como pocas veces antes". Basándose en su fanfarronería, parece que Trump tiene pocos reparos sobre la reciente fortaleza del dólar estadounidense.

Independientemente de las causas del reciente ascenso del valor del dólar frente a la mayoría de las demás monedas, no hay duda de que Trump está utilizando el dólar como una herramienta en las negociaciones para obtener lo que quiere.

Hay algunas razones por las cuales Trump podría manipular el dólar, verbalmente o de verdad, para llevar a Turquía a la mesa de negociaciones. Si bien no tenemos una visión única, se deben considerar los siguientes motivos:

- Turquía se opone a las sanciones de Estados Unidos contra Irán y ha prometido ignorarlas

- Turquía se encuentra en un cruce geográfico estratégicamente importante rodeado por Europa y Asia, atravesado por mucho comercio internacional que va del este a oeste.

- Si está en condiciones de proporcionar a Turquía un rescate, la administración puede desacelerar la creciente tendencia hacia la desdolarización

En resumidas cuentas, es probable que Trump persiga lograr que Turquía establezca relaciones más sólidas con EEUU para influir en su relación con China, Rusia e Irán. Hay que tener en cuenta que el proyecto One Belt One Road (OBOR) de China, considerado como una nueva ruta de la seda, dará lugar a una mayor competencia económica y perjudicará los intereses económicos de los Estados Unidos. China confía en la participación de Turquía para completar este proyecto. A medida que damos los últimos toques a este artículo, nos enteramos de que también Turquía, Irán y Rusia están en conversaciones para organizar una cumbre trilateral.

Preocupaciones domésticas

Hay un debate saludable sobre si el dólar se usa o no como un instrumento de negociación. Como es posible que nunca sepamos la respuesta, nos enfocamos en los posibles resultados de si es así. Si el dólar se fortalece aún más, ¿cómo podría afectar la actividad económica y los activos?

El siguiente gráfico, cortesía de David Rosenberg de Gluskin Sheff, muestra el reciente declive de muchos activos que son sensibles al valor del dólar estadounidense.


De los activos anteriores, solo el petróleo y las constructoras estadounidenses están teniendo un gran efecto en la economía de los Estados Unidos o en el desempeño de las inversiones nacionales. Creemos que estas pérdidas tendrán una base más amplia a nivel mundial e involucrarán a los mercados de acciones y bonos de EEUU si el dólar sigue aumentando de valor. A continuación los posibles problemas internos que podrían derivarse de un mayor fortalecimiento del dólar estadounidense:

Deflación

Empeoramiento del déficit comercial, lo que provocará posiblemente sanciones y aranceles más duros
Reducción de ganancias de las empresas

El contagio de una crisis bancaria en los mercados emergentes se extenderá a los bancos nacionales
Cuando esos y otros obstáculos económicos se vuelvan más evidentes, es probable que todos los mercados reaccionen. Esa reacción puede pasar de un tipo de activos a otro de manera secuencial, como estamos viendo actualmente, o puede afectar a todos los activos a la vez en una cascada repentina de revalorización.

Resumen

Al escribir este artículo, el mercado bursátil estadounidense está mostrando algunos signos de debilidad. Las previsiones de ganancias por acción para el S&P 500 eran de un aumento del 18% para este año, pero el índice ha aumentado solo un 6%. Esto podría ser un reconocimiento por parte de los inversores de los problemas internacionales y domésticos asociados con la fortaleza del dólar, o puede ser algo completamente diferente, como restricciones de liquidez. Si el mercado continúa estancado a medida que el dólar aumenta su valor, deberíamos dirigir nuestra atención a la Administración en busca de indicios de una creciente preocupación sobre el valor del dólar estadounidense.

Si de hecho cambian su postura sobre el "querido DÓLAR", lo tomaríamos como una señal de que el dolor interno provocado por el valor del dólar en alza ha alcanzado su techo, o que Turquía está aceptando las exigencias de los Estados Unidos. Si el dólar no responde a la manipulación verbal o directa, entonces estaría claro que el mercado tiene otra agenda y nuestras preocupaciones serían mucho más graves.



Artículo publicado originalmente en realinvestmentadvice.com, (22.08.2018).

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