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El ascenso vertiginoso del poder de la banca en la sombra: el caso de BlackRock, por Manuel Gabarre

Published on: domingo, 19 de abril de 2020 // ,


Un ejemplo del poder alcanzado por el sector financiero es el de la gestora de inversiones BlackRock. Esta empresa fue creada en 1988. Desde entonces esta entidad radicada en Nueva York ha crecido vertiginosamente hasta llegar a ser el mayor banco en la sombra del mundo (conjunto de entidades financieras, infraestructura y prácticas que sustentan operaciones financieras que ocurren fuera del alcance de las entidades de regulación nacionales, AyR). Gestiona bienes por valor de 6 billones de dólares, una cantidad que equivale a cinco veces el PIB de España.

No obstante, BlackRock no es conocida mucho más allá de los círculos financieros. Sus directivos prefieren actuar con discreción para influir en las grandes políticas económicas y su clientela está formada por inversores institucionales como bancos, profesionales financieros, fondos soberanos o fondos de pensiones, aunque también hay personas adineradas que le ceden la administración de sus ahorros a BlackRock.

Las inversiones de BlackRock abarcan todos los sectores clave de la economía. Sectores como el automóvil, la banca o el sector energético están dominados por este banco en la sombra. BlackRock posee participaciones dominantes en las mayores empresas de sectores tales como la aviación, el sector químico, el automovilístico o el bancario, lo que da lugar a numerosos conflictos de intereses y a vulneraciones de la competencia. Baste decir que BlackRock es uno de los tres mayores accionistas en todas las grandes empresas petroleras con la excepción de la francesa Total. Asimismo, es el mayor inversor del mundo en carbón y es la empresa que cuenta con las mayores reservas de este mineral. Con respecto a este último punto, resultan inquietantes las palabras de su consejero delegado. Larry Fink manifestó que BlackRock fue creada para hacer dinero para sus clientes, por lo que sus decisiones solamente se toman bajo esta premisa, por encima de cualquier consideración social o medioambiental.

Por otro lado, BlackRock también domina el sector financiero en Europa. Actúa con determinación contra cualquier propuesta de regulación del sector financiero, del mismo modo que promueve la privatización de las pensiones públicas. La privatización de las pensiones en Europa es un objetivo clave de esta empresa. Caso de producirse de forma parcial o completa, sin duda aumentaría el volumen de los fondos que gestiona.

Es fundamental tener en cuenta que los planes de pensiones privados pueden alcanzar un gran volumen de dinero. En particular, en los países donde la Seguridad Social es mixta como es el caso de Estados Unidos. De ahí las presiones para que los países europeos sigan este camino, que a largo plazo pondría en grave riesgo a los pensionistas. Otra crisis financiera podría comportar la pérdida de lo aportado por los trabajadores y, por tanto, de sus pensiones. En la estrategia política de BlackRock subyace la intención de sustituir los sistemas públicos de pensiones en los que se asienta el Estado del bienestar por la banca en la sombra. BlackRock y otras entidades en la sombra pasarían a encargarse de esta función anteriormente pública.

Por otro lado, BlackRock ha actuado como consejera de diferentes Estados en problemas. Ha asesorado a las administraciones públicas a fin de privatizar el patrimonio público en épocas de crisis. BlackRock fue designada por el gobierno de Estados Unidos para gestionar el patrimonio rescatado por el gobierno tras la quiebra de Lehman Brothers. Esto concedió a esta empresa una posición privilegiada para realizar sus inversiones. Del mismo modo, la Troika presionó al gobierno irlandés para que BlackRock auditase todo su sector bancario en 2011.

El poder de BlackRock en España

BlackRock es el principal inversor del IBEX 35. Es el mayor accionista de varias entidades financieras y de otras entidades como Telefónica y DIA, además de mantener participaciones significativas en la mayoría de las empresas que conforman el IBEX 35. Su poder es tal que el Banco de España contrató a este banco en la sombra junto con la consultora Oliver Wyman para diseñar la Sareb. A causa de ello, las entidades del sector manifestaron la existencia del conflicto de intereses que se produciría si BlackRock tasaba las viviendas de Sareb. Esta queja se debía a que podría aprovechar su posición como inversora en el sector inmobiliario, por lo que exigieron su sustitución por otra compañía tasadora. Finalmente se sustituyó a BlackRock por otra consultora, pero BlackRock ha seguido invirtiendo en España hasta dominar el IBEX 35.

BlackRock es el accionista principal de Santander, BBVA y Sabadell. Es accionista de referencia en casi todos los bancos con relevancia como es el caso de CaixaBank o de Bankia. En definitiva, el conflicto de intereses está servido. BlackRock está en plena disposición de presionar a estos bancos para que los fondos que ofrezcan a sus clientes sean en realidad fondos de BlackRock.

Por otro lado, también es determinante su posición en el mercado inmobiliario. Junto con el control de la banca que hemos descrito, también es accionista en las principales empresas inmobiliarias. Es el accionista de referencia de las dos mayores Socimi españolas, que están cotizadas en el IBEX 35: Merlin Properties Socimi, S.A. e Inmobiliaria Colonial Socimi, S.A. También mantiene participaciones significativas en Lar España Real Estate Socimi, S.A. y en Hispania Activos Inmobiliarios Socimi, S.A. BlackRock es pues el principal actor en el mercado financiero e inmobiliario y tiene capacidad para arbitrar la política española.

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