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Las guerras del petróleo, eterno Déjà vu

Published on: miércoles, 29 de abril de 2020 // ,


Cuando un acontecimiento se repite de manera sistemática no puede ser una casualidad; este es el caso de la actual guerra del petróleo, puesta en marcha  por Arabia Saudí tras la negativa rusa a acceder a continuar recortando su producción para mantener los precios. Sin embargo, un análisis del contexto pone en duda ese motivo; primero, porque la guerra se pone en marcha en pleno hundimiento de la economía global, que está siendo empleado por EEUU para reforzar el sistema del Eurodólar, ampliando su control sobre la economía global (ver Desde el confinamiento, 4); y, segundo, porque la Casa de Saud está directamente relacionada con el Petrodólar, otro de los pilares de la hegemonía de EEUU, que Rusia se niega a aceptar.

Un repaso de la historia de la hegemonía de EEUU muestra con claridad que cada crisis del sistema financiero global ha sido al mismo tiempo una  nueva vuelta de tuerca que afianzaba la hegemonía de EEUU. Y siempre que esto ocurría, tenían lugar ajustes en el dólar y el mundo del petróleo. Así fue en 1971, cuando Nixon decidió desligar al dólar del oro tras negociar en secreto con Arabia Saudí la creación del petrodólar (ver The Hidden Hand of American Hegemony: Petrodollar Recycling and International Markets), que convirtió al sistema del Eurodólar en la columna dorsal del sistema financiero mundial. La manipulación del dólar y el hundimiento paralelo de los precios del petróleo por Arabia Saudí en los 80 y el financiamiento saudí de fanáticos yihadistas en Afganistán logró estrangular económicamente a la URSS, poniendo punto final al modelo bolchevique de desarrollo y a la Guerra Fría.

El monopolio de poder de EEUU no duró mucho: tras estabilizar el sistema global mediate los acuerdos Plaza a costa de sus competidores, la aparición del Euro y la UE puso en marcha a un competidor potencialmente formidable, tanto económica como tecnologicamente, que se convierte en un desafío abierto con la aparición del Petroeuro tras la decisión de Sadam de no usar el dólar sino la divisa europea para vender petróleo a través del programa Petroleo por alimentos. La respuesta de EEUU fue poner en marcha una burbuja financiera inmensa (la burbuja puntocom) para absorber la mayor cantidad posible de capitales globales y, tras su explosión,  invadir Irak a pesar de la oposición europea, restaurando el petrodólar, y poniendo en marcha otra gigantesca burbuja financiera, basada en el sector inmobiliario, que, al explotar en 2008/9, obliga a la UE a someterse a las órdenes de Washington para poder recibir un chorro de dólares mediante Swaps de la Reserva Federal.

Actualmente, el pincipal desafío de EEUU es China, que en poco tiempo ha alcanzado un nivel de desarrollo económico y tecnológico formidable, ha establecido una alianza energética y militar con Rusia y se está dedicando a crear una tupida ted comercial que abarca toda Eurasia. Nicholas Spykman, teórico cuyas ideas se usaron para definir los pilares de la geopolítica de EEUU, ya avisó que una alianza de Eurasia sería el mayor peligro para una hegemonía de EEUU (The Geography of Peace, 1944).

El cerco económico de EEUU en torno a China que inició Obama y ha continuado Trump tras llegar al poder, y el aumento del poder de Washington gracias al sistema del Eurodólar (del que forma parte China) son dos piezas clave para controlar el tablero global. La tercera es asegurar la hegemonía de EEUU sobre el sistema del Petrodólar, que Rusia pretendía abandonar (para ello cambió sus contratos con la UE para no usar el dólar, y el banco central ruso vendió los bonos del Tesoro de EEUU que poseía). La única duda es si, tras someter a Rusia, Washinton aplastará (de una forma u otra) a Irán.

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