Un gobierno de Biden estará dominado por más agresiones militares de EEUU
Entrevista de la Strategic Culture Foundation a Christopher Black, abogado canadiense especializado en crímenes de guerra, que fue asesor legar del presidente de Yugoslavia, Slobdan Milosevic, ante el Tribunal de La Haya
Pregunta: ¿Cuáles son sus expectativas respecto. la nueva administración estadounidense del presidente Joe Biden respecto a las relaciones internacionales? ¿Cree que las tensiones internacionales se aliviarán bajo el presidente demócrata?
Christopher Black: Espero que la administración Biden, si asume el cargo, continuará con las mismas políticas agresivas que EEUU ha llevado a cabo durante generaciones allí donde vea que sus intereses, es decir, su acceso a los mercados y recursos, sea desafiado por la competencia con otras naciones, en particular con Rusia y China y sus aliados. EEUU está siempre dispuesto a usar la fuerza y no le importa el derecho internacional ni la moralidad. Fueron los políticos del Partido Demócrata quienes se involucraron y continuaron las guerras contra Vietnam y Cuba y fueron ellos, bajo Clinton, quienes atacaron Yugoslavia y la destruyeron para continuaron su guerra contra el socialismo y avanzar en su cerco de Rusia, que aunque hace tiempo que no es socialista, por negarse a renunciar a su independencia o a vender a su pueblo a la servidumbre bajo la hegemonía estadounidense. Fue Obama quien inició el “pivote hacia el Pacífico”, su eufemismo para la agresión contra China, cuya economía en ascenso no pueden tolerar, fue el quien comenzó la guerra contra Siria, fue el quien atacó y destruyó Libia. Todos los estadounidenses proclaman que están a favor de la competencia, pero sabemos lo que eso quiere decir cuando les pone en una posición superior al resto; y para mantener su posición están dispuestos a amenazar y atacar al mundo si es necesario; y hay un montón de problemas internos en los EEUU que no tienen solución, ya que los dos partidos gobernantes no tienen soluciones que ofrecer, excepto la guerra.
Bajo Trump, las relaciones de EEUU con China han caido en picado. ¿Cree que la tendencia a la baja continuará con Biden?
La administración Biden estará empeñada en la guerra. Si Biden estuviera preocupado por la paz, estaría denunciando al nuevo ministro de defensa de Trump, el coronel Christoper Miller, y las políticas agresivas de Trump hacia Rusia y China; Biden estaría elaborando una iniciativa de paz global para la nueva administración. En cambio, está llenando su administración con los restos del personal más reaccionario de los años de Obama. Todos ellos son criminales de guerra. La retórica de Biden contra China es incluso más hostil que la de Trump. Pero no importa quién esté en el poder en EEUU, ya que ambos partidos están controlados por facciones del complejo empresarial-militar que busca continuar y expandir la hegemonía estadounidense. Por ello, podemos esperar que se aceleren las provocaciones de EEUU contra China y, como los chinos han advertido varias veces durante los últimos meses, la guerra es una posibilidad muy real. Es incluso probable, y Taiwán será el punto donde podría empezar.
Las guerras estadounidenses siempre están precedidas por una campaña de propaganda de miedo y odio que espera que sus aliados adopten y corroboren. Vemos que esta campaña se lleva a cabo en todos los países de la OTAN y de los Five Eyes (la alianza de los Cinco Ojos, creada en la postguerra y dedicada a espiar las comunicaciones de todo el mundo, está formada por EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda, AyR) y en gran medida tiene éxito en manipular a los ciudadanos de esos países para que apoyen la guerra contra China, contra Rusia, contra el enemigo del momento.
Estos aliados de EEUU se están alineando con los nuevos planes de guerra de Biden. Por ejemplo, el británico Boris Johnson se ha comprometido a gastar un récord de miles de millones de libras en armamento. Canadá también. Australia ha puesto en marcha un montón de propaganda hostil contra China.
¿Cómo prevé que serán las relaciones de EEUU con Rusia bajo Biden? Ha hablado de ampliar el tratado New START que limita las armas nucleares estratégicas. ¿Podría esto presagiar una mejora en las relaciones entre Washington y Moscú?
Es una pequeña señal positiva, pero sabemos por la historia pasada que EEUU siempre buscará debilitar las defensas rusas mientras fortalece las suyas. Por lo tanto, hay que cuestionar la buena fe de las declaraciones de Biden a ese respecto. Se trata de un hombre que dirige un partido que pasó los últimos cuatro años acusando a Trump de ser un agente ruso y afirmando que Rusia ha atacado a EEUU interfiriendo en sus elecciones. Y sabemos que no se puede confiar en los estadounidenses. Sus palabras no implican un compromiso. Entran y salen de tratados internacionales como les place. Se puede tener esperanza, pero también debemos afrontar la realidad.
Joe Biden ha hablado sobre volver a comprometerse con los aliados de la OTAN con los que Trump se enfrentó con su estilo de intimidaciones e transacciones en torno al gasto militar y otros problemas. ¿Cree que la conducta estadounidense se vuelve más intervencionista y militarista como resultado de una OTAN más realineada bajo Biden?
Trump solo se enfrentó con ellos al exigirles que pagaran más por su condición de vasallos en la máquina de guerra de la OTAN y que aceleraran la planificación militar y los preparativos para la guerra contra Rusia, lo que todos acordaron hacer. Pero, en general, los aliados de la OTAN comparten los objetivos estadounidenses de poner fin a la independencia de Rusia, en particular Gran Bretaña y Alemania, el primero de los cuales sueña con su antiguo imperio y el último de los cuales nunca ha abandonado el intento fallido de Hitler de dividir Rusia en pedazos. conseguir. La maquinaria de EEUU y la OTAN está aumentando rápidamente sus fuerzas en Europa del Este, su logística, sus depósitos de armas, sus maniobras militares. Los alemanes acaban de realizar maniobras militares con las fuerzas estadounidenses practicando un ataque nuclear contra Rusia. Ese impulso se acelerará con Biden al igual que lo habría hecho con Trump si hubiera sido reelegido.
¿Por qué la conducta de EEUU en las relaciones internacionales parece permanecer constante independientemente de quién sea la Casa Blanca como presidente?
Está en la naturaleza de una nación imperialista, por la fuerza del sistema económico, el aumentar las ganancias a toda costa. EEUU es la síntesis del estado capitalista, en esencia un estado corporativo armado hasta los dientes, despiadado, que desprecia a todos, al derecho internacional, y dispuesto a destruir cualquier nación que se interponga en su camino. Además, el nivel de vida relativamente bueno de su gente, que ha ido disminuyendo desde el final de la guerra de Vietnam, depende del mantenimiento de la hegemonía estadounidense.
Rusia y China han estado consolidando una alianza estratégica para el desarrollo económico y la seguridad global. ¿Ve esta alianza como un contrapeso crucial a las desestabilizadoras ambiciones estadounidenses de hegemonía?
Sí, pero esa alianza no ha tomado la forma de una alianza militar, aunque los líderes tanto de China como de Rusia no lo han descartado. Pero ven lo que el resto de nosotros podemos ver, que EEUU ve a Eurasia, desde Rusia, pasando por Irán, desde Afganistán hasta China, como un bloque económico, como una gran reserva de recursos, mano de obra y mercados y que tiene un potencial industrial ilimitado. Por lo tanto, es natural que los países que están en el punto de mira de los estadounidenses se alíen para aumentar su seguridad militar y económica común para mejorar su seguridad individual.
¿Qué es lo que, en su opinión, debe cambiar para que la conducta extranjera de EEUU sea acorde con el derecho internacional y, por lo tanto, mejore las perspectivas de paz mundial?
Se requeriría una revolución en los EEUU para hacer eso, un derrocamiento de los poderes económicos que controlan la maquinaria del estado, pero no hay perspectivas de que eso suceda. Realmente no existe una oposición efectiva a estas políticas en los EEUU. El movimiento por la paz es débil y fragmentado, dominado por los “liberales favorables al uso de misiles de crucero”. Las voces de la razón no tienen poder, ninguna influencia real entre las masas populares, que están dominadas por una sofisticada máquina de propaganda conocida como los "medios". La censura va en aumento y las pocas voces críticas que existen están siendo silenciadas.
En mi opinión, se necesitará una derrota militar de EEUU a fin de generar las condiciones necesarias para los cambios requeridos. Y tal vez eso suceda, que China ha dicho una y otra vez que si Washington decide tomar el control directo de su isla de Taiwán y los estadounidenses interfieren o si son atacados en el Mar de China Meridional, derrotarán a los EEUU. Pero una guerra tendría consecuencias mundiales y provocaría realineamientos de poder no solo en los EEUU, si todos logramos sobrevivir.