Los orígenes militares de Facebook (1ª Parte)
El papel cada vez más importante de Facebook para el aparato "pre-crimen" y de vigilancia en constante expansión del estado de seguridad nacional exige un nuevo análisis de los orígenes de la empresa y sus productos, ya que se relacionan con un antiguo y controvertido programa de vigilancia de DARPA que en su esencia era similar a la que es actualmente la red social más grande del mundo
Mark Zuckerberg camina entre los asistentes a una conferencia de realidad virtual en Barcelona, España en 2016 (Fuente: página de Facebook de Mark Zuckerberg)
A mediados de febrero, Daniel Baker, un veterano militar estadounidense descrito por los medios de comunicación como "anti-Trump, anti-gobierno, anti-supremacistas blancos y anti-policía", fue acusado por un gran jurado de Florida de dos cargos por "transmitir un comunicado en el comercio interestatal que contenía una amenaza de secuestro o lesiones".
La comunicación en cuestión había sido publicada por Baker en Facebook, donde había creado una página de actos para organizar un mitin armado para hacer frente a otro mitin que había sido planeado por partidarios de Donald Trump en Tallahassee, la capital de Florida, el 6 de enero. “Si tienes miedo de morir luchando contra el enemigo, quedaté en la cama y vive. ¡Llama a todos tus amigos y álzate!”, Había escrito Baker en su página de actos de Facebook.
El caso de Baker es notable, ya que es uno de los primeros arrestos “precrime” (previos al delito) basado completamente en cosas publicadas en las redes sociales -la consecuencia lógica del impulso de la administración Trump, y ahora la administración Biden, de normalizar las detenciones de personas por cosas publicadas en la red para prevenir actos violentos antes de que puedan tener lugar. Desde la creciente sofisticación de los programas de vigilancia predictiva de Palantir (una empresa estadounidense militar y de inteligencia) hasta el anuncio oficial del Disruption and Early Engagement Program (Programa de Disrupción y Participación Temprana) del Departamento de Justicia en 2019 hasta el primer presupuesto de Biden, que contiene 111 millones de dólares para perseguir y gestionar "el aumento de casos de terrorismo nacional", el avance constante hacia una “guerra contra el terror interno" centrada en el precrimen ha sido notable en todas las administraciones presidenciales posteriores al 11 de septiembre.
Esta nueva llamada guerra contra el terrorismo doméstico ha dado lugar a muchos de estos tipos de publicaciones en Facebook. Y, si bien Facebook ha buscado durante mucho tiempo presentarse como una "plaza de la ciudad" que permite que personas de todo el mundo se conecten, una mirada más profunda a sus orígenes aparentemente militares y sus continuas conexiones militares revela que la red social más grande del mundo siempre tuvo la intención de ser una herramienta de vigilancia para identificar y atacar la disidencia doméstica.
La primera parte de esta serie de dos partes sobre Facebook y el estado de seguridad nacional de EEUU explora los orígenes de la red de medios sociales y el momento y la naturaleza de su ascenso en relación con un controvertido programa militar que se cerró el mismo día que se lanzó Facebook. El programa, conocido como LifeLog, fue uno de varios controvertidos programas de vigilancia posteriores al 11 de septiembre de la Defense Advanced Research Projects Agency (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa del Pentágono, DARPA) que amenazaba con destruir la privacidad y las libertades civiles en los Estados Unidos mientras también buscaba recolectar datos producir inteligencia artificial (IA) “humanizada”.
Como mostrará este informe, Facebook no es el único gigante de Silicon Valley cuyos orígenes coinciden estrechamente con esta misma serie de iniciativas de DARPA y cuyas actividades actuales están proporcionando tanto el motor como el combustible para una guerra de alta tecnología contra la disidencia doméstica.
La minería de datos de DARPA para la "seguridad nacional" y para "humanizar" la inteligencia artificial
Tras los ataques del 11 de septiembre, DARPA, en estrecha colaboración con la comunidad de inteligencia de EEUU (específicamente la CIA), comenzó a desarrollar un enfoque “precrime” (previo al delito) para combatir el terrorismo, conocido como Total Information Awareness o TIA. El objetivo de la TIA era desarrollar un aparato de vigilancia militar "que pueda verlo todo". La lógica oficial detrás de TIA era que la vigilancia invasiva de toda la población estadounidense era necesaria para prevenir ataques terroristas, actos de bioterrorismo e incluso brotes de enfermedades que ocurren naturalmente.
John Poindexter, director de la TIA
El arquitecto de la TIA, y el hombre que la dirigió durante su relativamente breve existencia, fue John Poindexter, mejor conocido por ser el Asesor de Seguridad Nacional de Ronald Reagan durante el asunto Irán-Contra y por ser condenado por cinco delitos graves en relación con ese escándalo. Una actividad menos conocida de figuras de Irán-Contra como Poindexter y Oliver North fue su desarrollo de la base de datos Main Core para ser utilizada en protocolos de “continuity of government” (COG, continuidad del gobierno). Main Core se utilizó para compilar una lista de disidentes estadounidenses y "posibles alborotadores" de los que habría que encargarse si alguna vez se invocaban los protocolos de la COG. Estos protocolos se pueden invocar por varias razones, incluida la oposición pública generalizada a una intervención militar estadounidense en el extranjero, la disidencia interna generalizada o un momento vagamente definido de "crisis nacional" o "tiempo de pánico". A los estadounidenses no se les dijo si su nombre había sido incluido en la lista, y se podría añadir a una persona a la lista simplemente por haber asistido a una protesta en el pasado, por no pagar impuestos o por otros comportamientos "a menudo triviales" calificados de “hostiles” por los arquitectos de la TIA en la administración Reagan.
A la luz de esto, no fue una exageración cuando el columnista del New York Times William Safire comentó que, con la TIA, "Poindexter ahora está cumpliendo su sueño que tenía desde hacía veinte años: obtener el poder de 'minería de datos' para fisgonear en cada acto público y privado de todos los estadounidenses".
El programa TIA se enfrentó a una considerable indignación ciudadana después de que se revelara al público a principios de 2003. Entre los críticos de la TIA se encontraba la American Civil Liberties Union (ACLU, Unión Estadounidense de Libertades Civiles), que afirmó que los esfuerzos para aumentar la capacidad vigilancia "eliminarán la privacidad en Estados Unidos" porque "todos los aspectos de nuestras vidas serían catalogados”, mientras que varios medios de comunicación advirtieron que la TIA estaba “luchando contra el terror aterrorizando a ciudadanos estadounidenses”. Como resultado de la presión, DARPA cambió el nombre del programa a Terrorist Information Awareness (Conciencia de información terrorista) para que suene menos como un panóptico (El Panóptico era un concepto de arquitectura carcelaria ideada hacia fines del siglo XVIII y que permitía la vigilancia total de los presos sin que estos lo supieran, AyR) de seguridad nacional y más como un programa dirigido específicamente contra terroristas en la era posterior al 11 de septiembre.
El logo de la Information Awareness Office (Oficina de Concienciación de la Información) de la DARPA, que supervisó la Total Information Awareness (Conciencia de la Información Total) durante su breve existencia.
Sin embargo, los proyectos de la TIA en realidad no se cerraron y la mayoría se trasladó a las carteras clasificadas del Pentágono y la comunidad de inteligencia estadounidense. Algunos se convirtieron en iniciativas financiadas por los servicios de inteligencia y dirigidas por el sector privado, como Palantir de Peter Thiel, mientras que otros reaparecieron años después con el pretexto de combatir la crisis del COVID-19.
Poco después de que se iniciara la TIA, un programa DARPA similar estaba tomando forma bajo la dirección de un amigo cercano de Poindexter, el gerente del programa DARPA Douglas Gage. El proyecto de Gage, LifeLog, buscaba "construir una base de datos que rastreara toda la existencia de una persona" que incluyera las relaciones y comunicaciones de un individuo (llamadas telefónicas, correo, etc.), sus hábitos de consumo de medios de información, sus compras y mucho más para construir un registro digital de “todo lo que un individuo dice, ve o hace”. LifeLog luego tomaría estos datos no estructurados y los organizaría en "episodios discretos" o instantáneas, mientras que también "trazaría relaciones, recuerdos, actos y experiencias".
LifeLog, según Gage y los partidarios del programa, crearía un diario electrónico permanente y de búsqueda de toda la vida de una persona que, según DARPA, podría usarse para crear "asistentes digitales" de próxima generación y ofrecer a los usuarios una "memoria digital casi perfecta". Gage insistió, incluso después de que se cerrase el programa, que las personas habrían tenido "control completo de sus propios esfuerzos de recopilación de datos", ya que podrían "decidir cuándo encender o apagar los sensores y decidir quién compartiría los datos". En los años transcurridos desde entonces, los gigantes tecnológicos de Silicon Valley han hecho promesas análogas sobre el control de los datos por los usuarios, solo para romperlas repetidamente con fines de lucro y para alimentar el aparato de vigilancia nacional del gobierno.
La información que LifeLog obtuvo de cada interacción de un individuo con tecnología se combinaría con información obtenida de un transmisor GPS que rastreaba y documentaba la ubicación de la persona, sensores audiovisuales que registraban lo que la persona vió y dijo, así como monitores biomédicos que controlaban la salud de la persona. Al igual que la TIA, DARPA promovió LifeLog como un posible apoyo a la "investigación médica y la detección temprana de una epidemia emergente".
Los críticos en los principales medios de comunicación y en otros lugares se apresuraron a señalar que el programa se utilizaría inevitablemente para crear perfiles de disidentes y presuntos terroristas. Combinado con la vigilancia de individuos en múltiples niveles por la TIA, LifeLog fue más allá al "agregar información física (como cómo nos sentimos) y datos de medios (como lo que leemos) a estos datos transaccionales". Un crítico, Lee Tien de la Electronic Frontier Foundation, advirtió por aquel entonces que los programas que estaba siguiendo DARPA, incluido LifeLog, "tienen vías evidentes y fáciles hacia lo que está poniendo en marcha la Homeland Security" (Homeland Security, cuyo nombre oficial es Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, es el departamento ejecutivo del gobierno federal de Estados Unidos responsable de la seguridad pública, equiparable a los ministerios del interior de otros países, y fue creado en 2003, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, AyR).
En ese momento, DARPA insistió públicamente en que LifeLog y TIA no estaban conectados, a pesar de sus obvios paralelismos, y que LifeLog no se usaría como un instrumento de "vigilancia clandestina". Sin embargo, la propia documentación de DARPA sobre LifeLog señaló que el proyecto “podrá… inferir las rutinas, hábitos y relaciones del usuario con otras personas, organizaciones, lugares y objetos, y explotar estos patrones para facilitar su tarea”, lo que reconocía su potencial uso como herramienta de vigilancia masiva.
Además de la capacidad de crear perfilar de enemigos potenciales del estado, LifeLog tenía otro objetivo que posiblemente era más importante para el estado de seguridad nacional y sus socios académicos: la “humanization” y desarrollo de la inteligencia artificial. A finales de 2002, pocos meses antes de anunciar la existencia de LifeLog, DARPA publicó un documento de estrategia que detalla el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) alimentándola con grandes cantidades de datos de diversas fuentes.
Los proyectos de vigilancia militar posteriores al 11 de septiembre (LifeLog y TIA son solo dos de ellos) pusieron a disposición cantidades de datos que antes eran impensables de obtener y que podrían contener la clave para lograr la hipotética “singularidad tecnológica” (definida en la Wikipedia como un "hipotético punto a partir del cual una civilización tecnológica sufriría una aceleración del progreso técnico, que provocaría la incapacidad de predecir sus consecuencias", AyR). El documento de DARPA de 2002 incluso analiza el esfuerzo de DARPA para crear una interfaz cerebro-máquina que alimentaría los pensamientos humanos directamente a las máquinas para hacer avanzar la IA manteniéndola constantemente inundada de datos recién extraídos.
Uno de los proyectos concebidos por DARPA, la Cognitive Computing Initiative (Iniciativa de Computación Cognitiva), buscaba desarrollar inteligencia artificial sofisticada a través de la creación de un "asistente cognitivo personalizado duradero", más tarde denominado Perceptive Assistant that Learns (Asistente perceptivo que aprende, PAL). PAL estuvo desde el principio estuvo vinculado a LifeLog, que originalmente tenía la intención de otorgar a un “asistente” de inteligencia artificial habilidades de toma de decisiones y comprensión similares a las de los humanos al convertir masas de datos no estructurados en un formato narrativo.
Diagrama del sistema Total Information Awareness publicado extraído de la web oficial de la Information Awareness Office (FUENTE)
Los que serían los principales investigadores del proyecto LifeLog también reflejaron el objetivo final del programa de crear una IA humanizada. Por ejemplo, Howard Shrobe del MIT Artificial Intelligence Laboratory (Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT) y su equipo en ese momento fueron preparados para estar íntimamente involucrados en LifeLog. Shrobe había trabajado anteriormente para DARPA en el "diseño evolutivo de software complejo" antes de convertirse en director asociado del Laboratorio de IA en el MIT y ha dedicado su larga carrera a la creación de una "IA de estilo cognitivo". En los años posteriores a la cancelación de LifeLog, volvió a trabajar para DARPA, así como en proyectos de investigación de inteligencia artificial relacionados con la comunidad de inteligencia. Además, el laboratorio de inteligencia artificial del MIT estaba íntimamente conectado con una empresa de los 80 wue era contratista de DARPA, llamada Thinking Machines, que fue fundada por y / o empleó a muchas de los cerebritos del laboratorio, incluidos Danny Hillis, Marvin Minsky y Eric Lander, y que pretendía construir supercomputadoras de inteligencia artificial capaces de pensar en forma humana. Más tarde se descubrió que estos tres individuos eran sócios cercanos de / o estaban patrocinados por el pedófilo Jeffrey Epstein, vinculado a los servicios de inteligencia, quien también hizo generosas donaciones al MIT como institución y fue uno de los principales patrocinadores y defensores de la investigación científica relacionada con el transhumanismo (ver "El camino hacia el Transhumanismo. La reproducción artificial del ser humano" por Silvia Guerini, AyR).
Poco después de que se clausurase el programa LifeLog, a sus críticos les preocupaba que, al igual que la TIA, continuara existiendo bajo un nombre diferente. Por ejemplo, Lee Tien de Electronic Frontier Foundation le dijo a VICE cuando se canceló el programa LifeLog: "No me sorprendería saber que el gobierno continuó financiando investigaciones que desarrollaban estos temas sin llamarla LifeLog".
Junto con sus críticos, uno de los aspirantes a investigadores que trabajaban en LifeLog, David Karger del MIT, estaba también convencido de que el proyecto DARPA continuaría existiendo tras ser reempaquetado. Le dijo a Wired “estoy seguro de que dicha investigación seguirá siendo financiada con algún otro título… No puedo imaginarme a DARPA 'abandonando' un área de investigación tan clave”.
La respuesta a estas especulaciones parece estar en la empresa que se puso en marcha exactamente el mismo día en que el Pentágono cerró LifeLog: Facebook.
CONOCIMIENTO DE LA INFORMACIÓN POR THIEL
Después de considerables controversias y críticas, el Congreso cerró y eliminó a fines de 2003 los fondos de la TIA, pocos meses después de su lanzamiento. Solo más tarde se reveló que la TIA nunca se cerró realmente, ya que sus diversos programas se repartieron de manera encubierta entre la red de agencias militares y servicios de inteligencia que conforman el estado de seguridad nacional de EEUU. Parte de ella fue privatizada.
El mismo mes en que TIA fue presionada para cambiar su nombre después de una creciente reacción violenta por parte del público, Peter Thiel incorporó Palantir, que, dicho sea de paso, estaba desarrollando el software central del panóptico que la TIA esperaba manejar. Poco después de la incorporación de Palantir en 2003, Richard Perle, un neoconservador conocido de las administraciones Reagan y Bush y arquitecto de la guerra de Irak, llamó a Poindexter de la TIA y le dijo que quería presentarle a Thiel y a su socio Alex Karp, ahora director ejecutivo de Palantir. Según un informe de la New York Magazine, Poindexter “era exáctamente la persona” que Thiel y Karp querían conocer, principalmente porque “su nueva empresa tenía ambiciones similares a las que Poindexter había tenido con lo que había intentado crear en el Pentágono”, Es decir, la TIA. Durante esa reunión, Thiel y Karp buscaron "hacerse con el cerebro del hombre que actualmente es considerado como el padrino de la vigilancia moderna".
Poco después de la incorporación de Palantir, aunque el momento exacto y los detalles de la inversión permanecen ocultos al público, In-Q-Tel de la CIA (entidad de capital riesgo cuyo objetivo según Wikipedia es mantener la CIA equipada con lo último en tecnología de la información en apoyo de los servicios de inteligencia, AyR) se convirtió en el primer patrocinador de la compañía, además del propio Thiel, dándole una cantidad estimado en 2 millones de dólares. La participación de In-Q-Tel en Palantir no se haría pública hasta mediados de 2006.
El dinero fue ciertamente útil. Además, Alex Karp le dijo al New York Times en octubre de 2020, que "la verdadera importancia de la inversión de In-Q-Tel fue que dio a Palantir acceso a los analistas de la CIA que eran los clientes que buscaba". Una figura clave en las inversiones en In-Q-Tel durante este período, incluida la inversión en Palantir, fue el director de información de la CIA, Alan Wade, que había sido el hombre clave de la comunidad de inteligencia para la Total Information Awareness (TIA). Wade había cofundado anteriormente Chiliad, contratista de software de Seguridad Nacional tras el 11 de septiembre, junto a Christine Maxwell, hermana de Ghislaine Maxwell e hija de Robert Maxwell, que partiipó en el Irán-Contra, era una agente de inteligencia y un barón de los medios de comunicación.
Después de la inversión en In-Q-Tel, la CIA sería el único cliente de Palantir hasta 2008. Durante ese período, los dos mejores ingenieros de Palantir, Aki Jain y Stephen Cohen, viajaban a la sede de la CIA en Langley (Virginia) cada dos semanas. Jain recuerda haber realizado al menos doscientos viajes a la sede de la CIA entre 2005 y 2009. Durante esas visitas regulares, los analistas de la CIA "probaban [el software de Palantir] y ofrecían cometarios, y luego Cohen y Jain volaban de regreso a California para hacer las modificaciones oportunas". Al igual que con la decisión de In-Q-Tel de invertir en Palantir, el director de información de la CIA durante este tiempo siguió siendo uno de los arquitectos de la TIA. Alan Wade jugó un papel clave en muchas de estas reuniones y, posteriormente, en "ajustar" los productos de Palantir.
Hoy en día, los productos de Palantir se utilizan para llevar a cabo vigilancia masiva, vigilancia policial predictiva y otras políticas desconcertantes del estado de seguridad nacional de EEUU. Un ejemplo revelador es la considerable participación de Palantir en el nuevo programa de vigilancia de aguas residuales dirigido por Servicios Humanos y de Salud que se está extendiendo silenciosamente por los Estados Unidos. Como se señalé en un informe anterior de Unlimited Hangout, ese sistema es la resurrección de un programa de la TIA llamado Biosurveillance. Está introduciendo todos sus datos en la plataforma de datos secreta HHS Protect gestionada por Palantir. Sin embargo, la decisión de convertir en empresas privadas los controvertidos programas dirigidos por DARPA no se limitó al Palantir de Thiel.
Algunas de las inversiones de In-Q-Tel
EL ASCENSO DE FACEBOOK
El cierre de la TIA en DARPA tuvo un impacto en varios programas relacionados con ella, que también fueron desmantelados a raíz de la indignación pública por los programas posteriores al 11 de septiembre de DARPA. Uno de estos programas fue LifeLog. A medida que las noticias sobre el programa se difundían a través de los medios de comunicación, muchos de los mismos críticos que habían atacado a la TIA fueron tras LifeLog con un entusiasmo similar, y Steven Aftergood de la Federation of American Scientists (Federación de Científicos Estadounidenses) le dijo a Wired en ese momento que “LifeLog tiene el potencial de convertirse en algo como 'la TIA elevada al cubo' ”. La imagen de LifeLog como algo que resultaría incluso peor que la la recién cancelada TIA tuvo un efecto evidente en DARPA, que acababa de ver canceladas tanto la TIA como otro programa relacionado, después de una considerable reacción opuesta por el público y la prensa.
La tormenta de críticas hacia LifeLog tomó por sorpresa a su director de programa, Doug Gage, y Gage ha continuado afirmando que los críticos del programa “describieron completamente mal” las metas y ambiciones del proyecto. A pesar de las protestas de Gage y las de los posibles investigadores y otros partidarios de LifeLog, el proyecto fue cancelado públicamente el 4 de febrero de 2004. DARPA nunca brindó una explicación de por qué decidió cerrar de manera discreta LifeLog, y un portavoz solo declaró que se debía a “un cambio de prioridades” de la agencia. En cuanto a la decisión del director de DARPA Tony Tether de cancelar LifeLog, Gage le dijo a VICE, "creo que se había quemado tanto con la TIA que no quería hacer frente a más controversias con LifeLog. La muerte de LifeLog fue un daño colateral vinculado a la muerte de la TIA".
Afortunadamente para quienes apoyan los objetivos y ambiciones de LifeLog, una empresa que resultó ser su igual del sector privado nació el mismo día en que se anunció la cancelación de LifeLog. El 4 de febrero de 2004, la que ahora es la red social más grande del mundo, Facebook, lanzó su sitio web y rápidamente subió a la cima de las redes sociales, haciendo polvo a otras empresas de redes sociales de la época.
Unos meses después del lanzamiento de Facebook, en junio de 2004, los cofundadores de Facebook, Mark Zuckerberg y Dustin Moskovitz, incorporaron a Sean Parker al equipo ejecutivo de Facebook. Parker, anteriormente conocido por ser el cofundador de Napster, luego conectó a Facebook con su primer inversor externo, Peter Thiel. Como se discutió, Thiel, en ese momento, trataba activamente y en coordinación con la CIA de resucitar los controvertidos programas de DARPA que habían sido desmantelados el año anterior. En particular, Sean Parker, quien se convirtió en el primer presidente de Facebook, también tenía un historial con la CIA, que lo reclutó a la edad de dieciséis años, poco después de que el FBI lo arrestara por piratear bases de datos empresariales y militares. Gracias a Parker, Thiel adquirió formalmente en septiembre de 2004 acciones de Facebook por valor de 500.000 dólares y se incorporó a su directorio. Parker mantuvo estrechos vínculos con Facebook y con Thiel, siendo contratado como socio gerente del Founders Fund (Fondo de Fundadores) de Thiel en 2006.
Thiel y el cofundador de Facebook, Mosokvitz, siguieron relacionados fuera de la red social mucho después del ascenso de Facebook a la prominencia, y el Founder Fund de Thiel se convirtió en un inversor destacado de la compañía Asana de Moskovitz en 2012. La relación simbiótica de larga data de Thiel con los cofundadores de Facebook se extiende a su compañía Palantir, como los datos que los usuarios de Facebook hacen público invariablemente terminan en las bases de datos de Palantir y ayudan a impulsar el motor de vigilancia que Palantir ejecuta para un puñado de departamentos de policía, el ejército y la comunidad de inteligencia de EEUU. En el caso del escándalo de datos de Facebook-Cambridge Analytica, Palantir también participó en la utilización de datos de Facebook para beneficiar la campaña presidencial de Donald Trump de 2016.
Hoy, como han mostrado arrestos recientes como el de Daniel Baker, los datos de Facebook están programados para ayudar a impulsar la próxima "guerra contra el terrorismo doméstico", ya que la información compartida en la plataforma se está utilizando en capturas "precrime" (antes de la comisión de un delito) de ciudadanos estadounidenses, a nivel nacional. Teniendo en cuenta todo esto, vale la pena detenerse en el hecho de que los esfuerzos de Thiel para resucitar los aspectos principales de la TIA como su propia empresa privada coincidieron con el hecho de convertirse en el primer inversor externo en lo que era esencialmente idéntico a otro programa de DARPA profundamente entrelazado con la TIA.
El mismo día en que se anunció que el Pentágono cancelaba LifeLog se creó Facebook
FACEBOOK, UNA TAPADERA
Debido a la coincidencia de que Facebook se puso en marcha el mismo día en que se cerró LifeLog, se ha especulado recientemente que Zuckerberg comenzó y lanzó el proyecto con Moskovitz, Saverin y otros a través de algún tipo de coordinación entre bastidores con la DARPA u otro órgano del estado de seguridad nacional. Aunque no hay pruebas directas de esta afirmación concreta, la participación temprana de Parker y Thiel en el proyecto, particularmente dado teniendió en cuenta el timing de otras actividades de Thiel, revela que el estado de seguridad nacional estuvo involucrado en el ascenso de Facebook. Es discutible si Facebook fue pensado desde sus inicios para ser una copia de LifeLog o si resultó ser el proyecto de redes sociales que se ajustaba a los requisitos después de su lanzamiento. Lo último parece más probable, especialmente considerando que Thiel también invirtió en otra de las primeras plataformas de redes sociales, Friendster.
Un punto importante que une a Facebook y LifeLog es la posterior identificación de Facebook con LifeLog por el mismísimo último arquitecto DARPA. En 2015, Gage le dijo a VICE que "Facebook es la verdadera cara de pseudo-LifeLog en este momento". Y añadió de manera contundente: "Hemos acabado proporcionando el mismo tipo de información personal detallada a los anunciantes y corredores de datos sin despertar el tipo de oposición que generó LifeLog".
Los usuarios de Facebook y otras grandes plataformas de redes sociales se han contentado hasta ahora con permitir que estas plataformas vendan sus datos privados siempre que operen públicamente como empresas privadas. La reacción solo surgió realmente cuando tales actividades estaban vinculadas públicamente al gobierno de los EEUU, y especialmente al ejército de los EEUU, a pesar de que Facebook y otros gigantes tecnológicos comparten rutinariamente los datos de sus usuarios con el estado de seguridad nacional. En la práctica, hay poca diferencia entre las entidades públicas y privadas.
Edward Snowden, el whistleblower de la NSA, ya advirtió en 2019 que Facebook es tan poco de fiar como la inteligencia de EEUU, y afirmó que "el propósito interno de Facebook, tanto si lo declara públicamente como si no, es recopilar registros perfectos de vidas privadas en la máxima medida de su capacidad y luego explotarla para su propio enriquecimiento empresarial. Y al diablo con las consecuencias".
Snowden también dijo en la misma entrevista que "cuanto más sabe Google sobre ti, cuanto más sabe Facebook sobre ti, más capaces son… de crear registros permanentes de vidas privadas, y más influencia y poder tienen sobre nosotros". Esto subraya cómo tanto Facebook como Google (que está vinculada a los servicios de inteligencia) han logrado llevar a cabo buena parte de lo que LifeLog se había propuesto hacer, pero a una escala mucho mayor de lo que DARPA había previsto originalmente.
Oracle, empresa líder del sector de bancos de datos, fue creada en el proyecto Oracle de la CIA (FUENTE)
La realidad es que la mayoría de las grandes empresas de Silicon Valley de hoy en día han estado estrechamente vinculadas al establishment estatal de seguridad nacional de EEUU desde sus inicios. Ejemplos notables aparte de Facebook y Palantir incluyen Google y Oracle. Hoy en día, estas empresas están colaborando de forma más abierta con las agencias de inteligencia militar que guiaron su desarrollo y / o las proporcionaron financiación temprana, ya que se utilizan para proporcionar los datos necesarios para alimentar la guerra contra el terrorismo doméstico recién anunciada y los algoritmos que la acompañan.
No es una coincidencia que alguien como Peter Thiel, quien construyó Palantir junto con la CIA y ayudó a asegurar el ascenso de Facebook, también esté muy involucrado en enfoques de "vigilancia predictiva" impulsados por la inteligencia artificial basada en Big Data para la vigilancia y la aplicación de la ley, tanto a través de Palantir como a través de su otras inversiones. TIA, LifeLog y los programas e instituciones gubernamentales y privados relacionados que se pusieron en marcha tras el 11 de septiembre, siempre tenían la intención de ser utilizados contra el público estadounidense en una guerra contra la disidencia. Esto fue señalado por sus críticos en 2003-4 y por aquellos que han examinado los orígenes del pivote de la "seguridad nacional" en los Estados Unidos y su conexión con los programas anteriores de "contraterrorismo" de la CIA en Vietnam y América Latina.
En última instancia, la ilusión de que Facebook y las empresas similares son independientes del estado de seguridad nacional de EEUU ha impedido que se contemple la realidad de las plataformas de redes sociales y sus usos encubiertos, intencionados desde hace mucho tiempo, que estamos empezando a ver salir a la luz tras los sucesos del 6 de enero. Ahora, con miles de millones de personas condicionadas para usar Facebook y las redes sociales como parte de su vida diaria, la pregunta es: si esa ilusión se rompiera irrevocablemente hoy, ¿haría una diferencia para los usuarios de Facebook? ¿O la población se ha vuelto tan condicionada a entregar sus datos privados a cambio de bucles de validación social alimentados por la dopamina que ya no importa quién termine teniendo esos datos?
La parte 2 de esta serie en Facebook explorará cómo la plataforma de redes sociales se ha convertido en un gigante que es mucho más extenso de lo que los gerentes de programa de LifeLog habían previsto originalmente. En concierto con contratistas militares y ex jefes de DARPA, Facebook ha pasado los últimos años haciendo dos cosas clave: (1) prepararse para desempeñar un papel mucho más importante en la vigilancia y la minería de datos de lo que lo hace actualmente; y (2) avanzar en el desarrollo de una IA “humanizada”, uno de los principales objetivos de LifeLog.