Las nuevas tecnologías al servicio de la política exterior de EEUU
La colaboración entre el Departamento de estado y las redes sociales en la organización de "revoluciones de colores“
Este texto es un extracto del libro "Arabesque$“ (2015) de Ahmed Bensaada
La importancia de las nuevas tecnologías en derribar regímenes no es algo nuevo. De hecho, el movimiento serbio Optor es considerado el primero en la historia que ha utilizado las nuevas herramientas tecnológicas, como el teléfono y la internet, en su acción revolucionaria. Las demás revoluciones de colores se han beneficiado de la ayuda y asistencia de Optor. Este es por ejemplo el caso del movimiento ucraniano Pora, cuyos activistas reconocen haber sido entrenados por los especialistas de Optor. "Sin las nuevas tecnologías, admite uno de ellos, jamás habríamos sido capaces de triunfar".
Las nuevas tecnologías constituyen sin duda el instrumento ideal para todo revolucionario deseando desestabilizar un régimen. Permiten transmitir e intercambiar informaciones a gran velocidad, además de facilitar la movilización de un gran número de personas en torno a un proyecto común. Así, gracias a la multitud de canales y de herramientas disponibles, se pueden emplear para llevar a cabo un diluvio mediático sobre el comportamiento liberticida, brutal e ignominioso de un régimen, y denigrarlo continuamente. Por último, además de para las revueltas, son fundamentales para la planificación de las acciones, la toma de decisiones en común y rápidas, sin olvidarse de que sirven para comunicarse con los "consejeros" extranjeros, que pueden analizar la situación y dirigir las acciones en tiempo real. Veremos, más tarde, un ejemplo concreto de este último punto en el caso de Egipto. El corte total de internet y la red de telefonía móvil por las autoridades egipcias entre el 28 de enero y el 2 de febrero de 2011 es una prueba de la importancia atribuida a estas tecnologías por los servicios de seguridad egipcios.
Descripción del programa "Civil Society 2.0" del Departamento de Estado, según un documento del gobierno de EEUU. Este programa, impulsado por Hillary Clinton tras ser nombrada secretaria de estado, sirve para coordinar activistas, empresas de los medios sociales y ONGs por todo el mundo para facilitar las actividades desestabilizadoras de Washington
El desarrollo fenomenal de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y su popularización en el seno de todas las capas de la población han dado lugar al nacimiento de nuevas herramientas y medios de comunicación muy eficaces. Google, YouTube, Facebook, Twitter son algunos ejemplos ilustres de esto. Han sido desarrollados por empresas estadounidenses y sus lazos con la administración americana han sido frecuentemente mencionados.
Así, durante el verano de 2009, esta "colaboración" entre las redes sociales ha quedado en evidencia durante la "revolución verde". Hillary Clinton, la Secretaria de Estado de EEUU, afirmó que "Twitter es importante para la libertad de expresión iraní" (“Clinton says Twitter is important for iranian free speech”, AFP, 17.06.2009). Para evitar la vigilancia de las autoridades iraníes, una empresa americana situada en Massachusetts desarrolló el software de la red TOR, que permite la navegación anónima en Internet, y la puso a disposición de los ciberactivistas iraníes...
Pero, por qué distribuye TOR su software de manera gratuita a través del mundo, quien financia esta empresa? La web de la empresa americana menciona que TOR recibe fondos de numerosos patrocinadores. Citemos los más emblemáticos: Google, Human Rights Watch (HRW), así como del Laboratorio de investigación de la Marina de EEUU (NRL - United States Naval Research Laboratory). Notemos de paso que HRW ha sido calificado de “empresa conjunta de George Soros y el departamento de estado de EEUU” por el periodista Paul Tranor (“Whos is behind Human Rights Watch”, InterNLnet, junio de 2004)...
Mapa oficial del Departamento de Estado de EEUU (2013) de libre acceso en internet mostrando el alcance del programa Techcamp, centrado en crear una red global de contactos formada por ONGs, representantes gubernamentales y empresariales y periodistas en torno a las nuevas tecnologías (FUENTE)
Por muy sorprendente que pueda parecer, la página web de TOR no menciona el nombre de su principal patrocinador, que le ha dado una suma superior a un millón de dólares! Un lacónico "una ONG anónima norteamericana" es la única información. De hecho, la proliferación de declaraciones de Hillary Clinton sobre las nuevas tecnologías nos permite ver más claro. Así, en un discurso pronunciado en enero de 2010, anunció el fortalecimiento de un programa heredado de la administración Bush. Un artículo al respecto explica que se trata de "ayuda financiera a las empresas y ONGs desarrollando software contra la censura, para ayudar a opositores que viven bajo regímenes autoritarios a superar los bloqueos, encriptar sus mensajes y borrar sus huellas. Los beneficiarios de los fondos federales deben distribuir sus programas de manera gratuita, traducirlos a diferentes lenguajes y ofrecer programas de entrenamiento" (Yves Eudes, "Washington défend l‘internet libre... mais sous surveillance", Le Monde, 21.02.2011). Así nos enteramos de que TOR era una de las ONGs que recibió fondos federales durante numerosos años. Esta información no aparece, evidentemente, en la web de TOR.
Hillary Clinton con activistas egipcios (28.05.2009)
Uno de los responsables más conocidos de TOR es un tal Jacob Appelbaum. Este joven hacktivist, que es la cara pública de esta empresa, viaja durante todo el año por todo el mundo para reunirse con ciberdisidentes y mostrarles como utilizar el producto TOR. Y, todo esto, de manera gratuita. No para Appelbaum, sino para los jóvenes disidentes que quieren desestabilizar sus gobiernos. Para hacerse una idea del uso del programa TOR, basta saber que se ha descargado en la internet más de 36 millones de veces tan sólo en 2010. Acabemos este breve retrato de Jacon Appelbaum mencionando que es un miembro activo de Wikileaks (Nathaniel Rich, “The American Wikileaks Hacker”, Rolling Stone, 01.12.2010)... En efecto, ¿quien sino tiene más necesidad de TOR que WikiLeaks para evitar la censura estatal? El representante de Wikileaks en EEUU, Jacob Appelbaum, está también a cargo de TOR en los servidores de WikiLeaks. Destaquemos otra vez el aspecto cómico de la historia: el gobierno de EEUU financia la creación de un programa informático utilizado contra sus propios intereses para divulgar miles de cables secretos de la diplomacia americana, así como videos altamente comprometedores.
Demostrando de facto el interés altamente estratégico que tienen las nuevas tecnologías para la administración americana, Madame Clinton ha anunciado la creación de un servicio especial del Departamento de Estado y la puesta a disposición de 30 millones de dólares para sesenta organismos dedicados a desarrollar sistemas contra la censura.
Y este interés no ha disminuido con el paso del tiempo, al contrario. Tras TOR, el Departamento de Estado de EEUU ha invertido sumas importantes en el desarrollo de redes WiFi de gran velocidad completamente autónomas que no dependen sobre la infraestructura ya existente: el sueño de todo ciberactivista que desea navegar anónimamente. Este proyecto, llamado Commotion, está oficialmente a cargo de la Open Technology Initiative (OTI), el departamento de altas tecnologías del think tank New American Foundation, cuyo presidente no es otro que el presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt. Dirigido por Sascha Meinrath, el proyecto Commotion dispone de un presupuesto de 2,3 millones de dólares a los cuales hay que añadir una subvención de 2 millones de dólares concedida por el Departamento de Estado... Sascha Meinrath ha pedido ayuda a uno de sus amigos personales para llevar a cabo su proyecto. ¿Y quien es este amigo? Pues nada menos que Jacob Appelbaum (Yves Eudes, "Commotion, le project d‘un internet hors de tout contròle", Le Monde, 30.08.2011).
Mientras el gobierno egipcio cortaba la internet y la telefonía móvil, Google y Twitter trabajaban juntos para encontrar una solución que permitiese a los ciberactivistas egipcios comunicarse. La solución se encontró en un tiempo record y se llama Speak2Tweet, un servicio que permite a cualquier persona usar uno de los tres número de teléfono gratuitos disponibles y dejar mensajes. Estos mensajes de voz pueden ser transformados y registrados como mensajes en Twitter y también pueden ser consultados.
Otro ejemplo elocuente de la "sinergia activa" entre el gobierno americano y las empresas del sector de las nuevas tecnologías dedicadas a ayudar a los ciberdisidentes por todo el mundo es la Alianza de Movimientos de Juventud (AYM - Alliance of Youth Mouvements). En diciembre de 2008, el gobierno de EEUU organizó un acto que dio lugar a la creación de Movements.org, una organización americana de carácter no lucrativo, según su web, que declara abiertamente su misión:
1) identificar a los ciberactivistas en las regiones de interés,
2) ponerles en contacto entre ellos, con expertos y miembros de la sociedad civil, y
3) apoyarlos y entrenarlos, aconsejándolos y ofreciéndoles una platatforma para iniciar los contactos y poderles desarrollar con el paso del tiempo.
Uno de los fundadores de Movements.org es Jared Cohen, antiguo consejero de las secretarias de estado Condoleezza Rice y Hillary Clinton, y actualmente director de Google Ideas. Según el New York Times, es él quien se puso personalmente en contacto con el fundador y presidente de Twitter, Jack Dorsey, para pedirle que informase de cuando tienen lugar trabajos de mantenimiento de los servicios de la famosa plataforma de microblogging para no molestar las actividades de los ciberactivistas iraníes durante las manifestaciones del verano de 2009. En ese momento Jared Cohen trabajaba para el Departamento de Estado y, aunque inicialmente la administración americana negó su evidente implicación en apoyo de los ciberactivistas iraníes, finalmente lo admitió.
Jared Cohen conoce bien Oriente Medio. En 2007 publicó el libro "Children of Jihad: A Young American Travels Among the Youth of Middle East"; para hacerse una idea de los lectores de Jared Cohen, basta decir que el libro ha sido comentado por Frank Carlucci (antiguo Secretario de Defensa, antiguo Director adjunto de la CIA, y antiguo miembro de la dirección de la NED), y Zbigniew Brzezinski (antiguo Consejero de seguridad nacional).
Volvamos a Movements.org. Además de Jared Cohen, este organismo ha sido fundado también por Jason Liebman, que ha trabajado para los Departamentos de Estado y de Defensa, además de para Google. Como demuestra un artículo de 2010, Liebman no solo tiene una relación directa con Hillary Clinton, sino también con Eric Schmidt, Jack Dorsey y todos los jefes de empresas de las nuevas tecnologías con los que se ha reunido durante las recepciones organizadas por el departamento de estado. A la salida de una de estas reuniones, que tuvo lugar en enero de 2010, Liebman contaba sus impresiones:
"Me quedé impresionado por el compromiso de la señora Clinton en la discusión y su auténtico entusiasmo no solo por aprender, sino también para asegurarse de que actuemos. Desde la organización de una delegación sobre la tecnología que fue a Irak el pasado mes de abril hasta el envío a Irak el pasado mes de abril del representante del presidente de Google Eric Schmidt a Bagdad el pasado mes y la organización de dicha recepción, queda claro que el Departamento de Estado de EEUU es parte del proceso de apoyar con fuerza y apoyar y alentar la diplomacia digital. Trabajando junto a los altos responsables gubernamentales y los del sector privado, nos hemos agrupado para determinar cuáles son los medios más eficaces para sacar provecho de los instrumentos de la tecnología digital para promover la diplomacia en todo el mundo".
¿Quedan aún dudas sobre la complicidad entre la administración norteamericana y los empresarios de las nuevas tecnologías?
Para completar el "retrato" del entorno de la AYM, añadamos que su director ejecutivo, David Nassar, ha dirigido los programas para Oriente Medio de NDI, USAID y IRI. Además, el curriculum y las actividades de los responsables de la AYM permiten demostrar los lazos evidentes entre la administración americana, las empresas del sector de las nuevas tecnologías y los organismos de "exportación de la democracia". Pero esto queda aún más claro con lo que sigue a continuación.
La lista de los participantes de la cumbre de 2008 hacen mención a un panel de seleccionados: Dustin Moskovitz, cofundador de Facebook, Sherif Mansour, responsable de programas de Freedom House para la región MENA (Middle East and North Africa), Megan Schmidt de Google (así como otros dos mandos más de esta empresa), James Glassman, Subsecretario de Estado para los asuntos públicos (así como otros ocho mandos más del Departamento de Estado), Larry Diamond, codirector del International Forum for Democracy Studies del NED, y Shaarik Zafar, consejero del Departamento de la Seguridad Interior.
Otra información interesante: los miembros de la campaña presidencial de 2008 en la internet del presidente Obama, Scott Goodstein, Sam Graham-Felsen y Koe Rospars también participaron y compartieron su experiencia con jóvenes ciberactivistas de 15 países de los 5 continentes. La lista de los patrocinadores de este acto también resulta interesante: Google, YouTube, Facebook y el Departamento de Estado tomaron parte.
La Cumbre de 2009 no se ha quedado atrás. Además de reunir a numerosos representantes de Google, YouTube, el Departamento de Estado, Freedom House, el IRI y el Banco Mundial, ha estado marcada por la presencia de Jack Dorsey, y por una intervención destacada de Hillary Clinton en persona... Eva Golinger, especialista en las relaciones entre EEUU y Venezuela, ha escrito: "Esta cumbre ha... reunido a los expertos de las nuevas tecnologías y redes sociales, así como a funcionarios de las agencias de Washington, especialistas en la subversión y desestabilización de gobiernos contrarios a la agenda de Washington. El objetivo era formar a esos jóvenes en el uso de las redes sociales para promover las acciones políticas contra sus gobiernos".
La existencia de estas cumbres y la lista de personas que participan en ellos nos informan de muchas formas. Para empezar, nos muestran, que el gobierno estadounidense identifica a los ciberactivistas "interesantes" en todo el mundo (y en especial en el mundo árabe) por medio de las embajadas y se encarga de hacerles participar en dichos encuentros. Asimismo, nos muestran que los lideres mundiales del sector de las nuevas tecnologías están involucrados en la formación de los ciberdisidentes y, por tanto, en la desestabilización de gobiernos extranjeros. Finalmente, demuestran la estrecha colaboración entre el gobierno americano, los organismos de "exportación de la democracia" y las grandes empresas activas en el sector de las nuevas tecnologías.
Es razonable plantearse una serie de preguntas sobre esta vasta campaña americana de promoción de la democracia en el extranjero por medio de jóvenes de otros países a los que se forma en el uso de las nuevas tecnologías con el fin de derrocar a sus gobiernos. En efecto, ¿como es posible creer en la sinceridad del gobierno americano, si el uso de Twitter y Facebook se prohibe en las manifestaciones que tienen lugar en el territorio de los EEUU?. La prueba de este doble lenguaje es la detención de dos estadounidenses arrestados por haber usado las redes sociales para ayudar a los manifestantes durante la cumbre del G20 en Pittsburg, en septiembre de 2009 (20 minutes, 07.10.2009: "Arrété pour avoir utilisé Twitter lors d‘une manifestation aux Etats-Unis").
Y lo mismo ha ocurrido a raíz de los violentos disturbios que tuvieron lugar en Inglaterra durante el verano de 2011. David Cameron, primer ministro británico, aprovechó para hacer múltiples declaraciones. Pero la que llamó más la atención es la relacionada con las redes sociales: "Si la gente usa las redes sociales para las acciones violentas, lo debemos impedir. Trabajamos junto a la policía, los servicios secretos y la industria para estudiar la manera mediante la cual podamos impedir que estas personas se comuniquen mediante estas webs y servicios cuando sepamos que están preparando actos violentos o criminales" (Le Monde, 11.08.2011: "David Cameron quiere privar a los alborotadores de las redes sociales")... El principio de la libertad de expresión tan loado en los países árabes aparentemente no tiene razón de ser en las tierras de su majestad y sus súbditos. Finalmente, la justicia británica ha actuado con severidad: "un joven de 20 y otro de 22 años han sido condenados a cuatro años de cárcel por incitar a disturbios vía Facebook" (ZDNet, 17.08.2011: "Dos ingleses condenados a 4 años de prisión por incitar a disturbios en Facebook"). De esta forma, mientras los "facebookianos" árabes son tratados como héroes por occidente, los "facebookianos" occidentales son maltratados como vulgares delincuentes.
ANEXO 1
TechCamp, la tecnología al servicio del golpismo
El ejemplo de Ucrania
Mientras las revoluciones de color a menudo se manifiestan a través de una variedad de canales (NED, USAID, IRI o el NDI son solo algunos ejemplos), en Ucrania hubo una cantidad de participantes relativamente nuevos participando en el juego de la desestabilización nacional.
Por ejemplo, incluso algo aparentemente inocuo como un "TechCamp" sirvió como un frente para el aparato de la revolución de colores ucraniana. Aunque el concepto "TechCamp" se presenta como juntar personas influyentes e importantes del público con miembros de la comunidad tecnológica con el objetivo de lograr una mayor capacitación y comprensión, la verdad es que estos "TechCamps" son en realidad operaciones empleadas para difundir metodologías para llevar a cabo revoluciones de color por el país de destino.
John F. Tefft, embajador de EEUU en Ucrania, da la bienvenida a los participantes del #TechCamp en Kiev (12-13.09.2012)
En noviembre de 2013, Oleg Tsarev , ex diputado de Ucrania y ahora miembro de un parlamento separatista en el este de Ucrania, intentó advertir a la Rada (el parlamento ucraniano) del uso del "TechCamp" como herramienta de desestabilización.
"Como representantes del pueblo ucraniano, los activistas de la organización pública "Volya" recurrieron a mí proporcionando pruebas claras de que dentro de nuestro territorio con apoyo y participación directa de la Embajada de los EEUU en Kiev se lleva a cabo el proyecto "TechCamp" bajo el cual se prepara una guerra civil en Ucrania. El proyecto actualmente es supervisado y bajo la responsabilidad del embajador de los Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey R. Pyatt".
La Secretaria de Estado de EEUU Hillary Clinton saluda mediante una teleconferencia a los partipantes del #TechCamp en Kiev (FUENTE)
"La organización "Volya" logró acceder a las instalaciones del proyecto "TechCamp" camuflándose como un equipo de especialistas informáticos. Para su sorpresa, se llevaron a cabo sesiones informativas sobre las peculiaridades de los medios de comunicación modernos. Los instructores estadounidenses explicaron cómo las redes sociales y las tecnologías de Internet pueden utilizarse para la manipulación selectiva de la opinión pública así como para activar el potencial de protesta provocar disturbios violentos en el territorio de Ucrania, la radicalización de la población y el desencadenamiento de luchas internas. Los instructores estadounidenses mostraron ejemplos del uso exitoso de las redes sociales utilizadas para organizar protestas en Egipto, Túnez y Libia".
Las declaraciones de Tsarev no eran "teorías conspirativas", sino hechos admitidos por la Embajada de EEUU en Ucrania en su página web sobre el TechCamp Kyiv 2.0 que tuvo lugar semanas antes de iniciarse el golpe del Maidan:
TechCamps patrocinados por el Departamento de Estado en Ucrania han capacitado a más de 200 organizadores de la sociedad civil de todo el país y Bielorrusia... La adopción de estas tecnologías por parte de las organizaciones de la sociedad civil ayudará a apoyar las misiones de estos grupos.
Presentación del programa "Civil Society 2.0" en la página web del Departamento de Estado de EEUU. El objetivo es "ayudar a ONGs... a usar las nuevas herramientas y tecnologías digitales para aumentar el alcance e impacto de su trabajo". Parte de este programa es el TechCamp, una iniciativa del Departamento de Estado cuyo objetivo es organizar actos mediante los cuales "entender los desafíos a los que hacen frente las organizaciones de la sociedad civil y obtener el apoyo de la comunidad tecnológica para resolverlos"; El primer Techcamp tuvo lugar en 2010 en Santiago de Chile (FUENTE)
ANEXO 1
El programa Civil Society 2.0
Dos de los principales problemas del golpismo tradicional son el secretismo y la falta de apoyo popular. Ambos están intimamente relacionados entre sí: la puesta en marcha del golpe se lleva a cabo evitando que el gobierno a derrocar pueda descubrirlo (e impedirlo); debido a este secretismo y a los grupos implicados en llevarlo a cabo (militares, fuerzas represivas), el apoyo de la sociedad es mínimo. Y así se cierra el círculo, ya que esa falta de apoyo a un derrocamiento del gobierno hace inevitable el empleo de medios impopulares para llevarlo a cabo. Si a esto le añadimos que organizar un golpe de estado "tradicional" cuesta enormes cantidades de dinero, y que los regímenes así impuestos son bastante inestables, a pesar de las apariencias (como denuncia Gene Sharp), no es dificil entender por qué EEUU ha desarrollado el concepto del "golpismo blando".
Un componente básico de las "Revoluciones de colores" es combinar ONGs con el uso de nuevas tecnologías, con el objetivo de explotar al máximo los canales de comunicación modernos para movilizar a la población contra el gobierno. Debido a que la revolución digital ha sido iniciada en EEUU, el gobierno de Washington disfruta de un estrecho contacto con las empresas del sector, que podría considerarse incluso una relación simbiótica; un ejemplo perfecto es Oracle, una empresa que hoy domina el sector de bancos de datos y surgió a partir de un proyecto de la CIA del mismo nombre, según ha reconocido su fundador, Larry Ellison ("The CIA Made Larry Ellison A Billionaire", Business Insider, 29.09. 2014).
Logo oficial del programa Civil Society 2.0 del departamento de Estado de EEUU
Consciente de la necesidad de desatar todas las sinergías posibles entre activistas y empresas tecnológicas, el Departamento de Estado de EEUU puso en marcha el programa Civil Society 2.0; según la página web del Departamento de Estado, el objetivo del programa CS 2.0 es:
Civil Society (CS) 2.0 es un esfuerzo del Departamento de Estado para impulsar a la comunidad tecnológica a ayudar a las organitaciones de la sociedad civil por todo el mundo suministrando capacidades, recursos y asistencia que permita a las organizaciones de la sociedad civil aprovechar los últimos avances de la comunidad tecnológica y desarrollar sus capacidades digitales. Mediante CS 2.0 se fomentan nuevos esfuerzos de la sociedad civil y las organizaciones existentes tendrán caminos listos para poder entender, acceder y usar rápidamente las últimas tecnologías para poder organizarse, comunicar, obtener fondos y defender sus objetivos e intereses lo mejor posible.
Uno de los objetivos fundamentales del programa GS 2.0 es:
Desarrollar una red de organizaciones que promuevan el CS 2.0, como el Departamento de Estado, al Banco Mundial y la ONU, las cuales trabajarán sobre el terreno con personal de apoyo tecnológico, incluyendo ONGs del sector de las nuevas tecnologías, para ayudar a identificar las necesidades y requerimentos válidos a partir de las organizaciones de la sociedad civil, y para suministrar información, consultas y recomendaciones sobre proyectos específicos de la sociedad civil (FUENTE)
Resumiendo: el Departamento de Estado (= Ministerio de Asuntos Exteriores) de EEUU, cuya razón de ser es defender los intereses estadounidenses por todo el mundo, se encarga de aconsejar y financiar a ONGs para asegurarse de que las protestas sociales logren tener el máximo impacto. Para ello, el programa CS 2.0 no sólo pone fondos y ayuda especializada a su disposición, sino que se encarga también de que las empresas del sector de las nuevas tecnologías ayuden a las ONGs a alcanzar su máximo potencial mobilizador.
Los repetidos escándalos (por ejemplo, sobre TOR), y los documentos secretos que ha filtrado Edward Snowden ponen de manifiesto que el uso masivo de las nuevas tecnologías es una de las principales armas actuales al servicio de la hegemonía de EEUU.
Este artículo ha sido publicado en el número 4 del Boletín de Amor y Rabia, que puede descargarse gratuitamente aquí.