Reflexiones sobre la efectividad de las vacunas contra el Coronavirus
por Gorka23
22 de agosto de 2021
¡Oh, qué hermosa apariencia tiene la falsedad!
William Shakespeare
Las vacunas llevan ya ocho meses con una autorización de uso de emergencia (EUA) sin que hayan sido aprobadas o no definitivamente. Este hecho viene a ser similar a cuando un equipo de fútbol hace en verano un contrato a prueba a un jugador en un puesto relevante, portero por ejemplo, y le prueba en los entrenamientos y en los amistosos de verano pero le sigue poniendo como titular en la portería durante el inicio de la Liga y, finalmente, durante toda la competición. Totalmente absurdo, con el agravante que el portero a prueba resulta ser un “coladero” y el equipo baja a segunda división por sus nefastas actuaciones y encima le hacen un contrato profesional para la temporada siguiente.
La vacuna de la gripe ha resultado ser un auténtico fiasco. Inoculada durante décadas ha sido un gran negocio para los Laboratorios que la fabrican y comercializan, Laboratorios que, finalmente, reconocen que su eficacia media apenas ronda el 30%. Imaginad cuál será la efectividad real si los propios Laboratorios reconocen ese escaso 30%. Es de suponer que la vacuna de la gripe tiene los días contados.
Sin embargo, al tratarse de un virus que muta, la vacuna de la gripe tiene un carácter preventivo. En efecto, debe diseñarse con anterioridad a la temporada de otoño-invierno que pretende inocularse para así tratar de adaptarse a los virus circulantes que previsiblemente ocasionarán la epidemia siguiente y de ahí su baja eficacia.
Las vacunas frente al Covid-19 ni siquiera eso, ni siquiera están prediseñadas, sino que se formularon a posteriori en atención al genoma secuenciado del primitivo virus de Wuhan. Inocularse ahora estas vacunas experimentales es como si este próximo invierno te pinchasen la vacuna de la gripe de hace dos temporadas.
Pero, además, estas vacunas experimentales están autorizadas de uso de emergencia mediante documentos que contienen falsedades perfectamente demostrables. Por ejemplo, el documento oficial de la FDA, por el que se autorizó la vacuna de Pfizer de uso de emergencia (EUA) y que os pongo a continuación:
En este documento se insiste en innumerables ocasiones que esta vacuna tiene un carácter preventivo, que previene el Covid-19, y que este es el factor determinante para su autorización de uso de emergencia.
De esta forma, el título del documento es el siguiente:
“AUTORIZACIÓN DE USO DE EMERGENCIA (EUA, POR SUS SIGLAS EN INGLÉS) DE LA VACUNA CONTRA EL COVID-19 DE PFIZER-BIONTECH PARA PREVENIR LA ENFERMEDAD DEL CORONAVIRUS 2019 (COVID-19) EN PERSONAS DE 12 AÑOS DE EDAD Y MAYORES ”
Y en el último párrafo de la página 1 del documento, textualmente, se dice lo siguiente:
“¿QUÉ ES LA VACUNA CONTRA EL COVID-19 DE PFIZER BIONTECH? La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer BioNTech es una vacuna no aprobada que puede prevenir el COVID-19. No existe una vacuna aprobada por la FDA para prevenir el COVID-19. La FDA ha autorizado el uso de emergencia de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer BioNTech para prevenir la infección por el COVID-19 en personas mayores de 12 años bajo una autorización de uso de emergencia (EUA)”
Por tanto, este documento autorizó la vacuna de Pfizer en base a una falsedad, que la vacuna prevenía la infección por el Covid-19. Cuando se constató, hace tiempo ya, que esta vacuna no evitaba ni el contagio ni la transmisión del virus y que los vacunados se infectaban, como mínimo, en la misma proporción y con la misma carga viral que los no vacunados, la autorización de uso de emergencia debió ser inmediatamente revocada y el Laboratorio haber sido objeto de investigación.
Pero, lejos de acontecer lo anterior, la autorización sigue vigente y la vacuna probablemente se aprobará cuando esté vacunada toda la población posible. El hecho es aún más grave si cabe porque en este documento de la FDA puede perfectamente verse como, en la parte final de todas y cada una de sus 8 páginas, se indica que el documento “ha sido revisado con fecha 25 de junio de 2021”.
Es decir, la FDA a fecha 25 de junio de 2021, aún no sabe que la vacuna de Pfizer no previene la infección por el Covid-19. En un Estado de derecho con un funcionamiento mínimamente adecuado tanto Pfizer como la FDA estarían siendo objeto de una investigación criminal con la posibilidad de decretarse penas muy severas incluida la pena capital según la legislación de cada Estado.