Farewell America
Published on: domingo, 12 de enero de 2014 //
Boletin01,
editorial,
lucha de poder
Tras
más de dos décadas luchando por mantener su estatus de única
superpotencia, finalmente EEUU ha tenido que tirar la toalla. El
intento de Turquía y las monarquías del Golfo de forzar una
intervención militar estadounidense en Siria ha tenido el efecto
contrario, obligando a Obama a reconocer su incapacidad de hacer
frente a Rusia, China e Irán.
Sin
duda habrá quien se alegre del final de la última superpotencia.
Sin embargo es necesario recordar que la creación de EEUU marcó el
nacimiento de la democracia burguesa y el fin de las monarquías,
además de demostrar lo que un país de inmigrantes es capaz de
lograr, dando además una perspectiva (pero sin regalar nada) a
quienes en el continente europeo querían labrarse un futuro sin
depender de terratenientes y aristócratas, o morir en un pogrom a
manos de fanáticos religiosos. Su victoriosa guerra de independencia
frente a Inglaterra marcó el camino a seguir para las colonias del
mundo entero, y muchos se refugiaron en EEUU cuando Europa se hundía
en el totalitarismo.
Tras
ascender económicamente, fue en los EEUU donde se aplicó el
concepto del estado del bienestar que dio lugar a la clase media,
sueño húmedo del proletariado que sólo quería dejar de serlo. Y
lo económico no ha sido lo que más ha marcado al mundo en el siglo
americano: Desde los pantalones vaqueros al blues, el pop, el rock &
roll, desde el cine y los dibujos animados a los comics o internet...
los EEUU representaron una revolución cultural y social que ha
dejado su huella en varias generaciones en el mundo entero.
No
hay, hoy día, ningún país capaz de ofrecer siquiera una parte de
lo que EEUU dio al mundo durante su hegemonía. Un vistazo a sus
contrarios (dictaduras de partido único, teocracias o democracias
autoritarias) deja claro hacia donde nos dirigimos. Es cierto que la
libertad que ofrecía EEUU era una ilusión, algo normal al ser el
país donde surge Hollywood, pero mucho nos tememos que incluso
aquellos que hoy se alegran del final de los EEUU en un futuro
cercano echarán de menos esa ilusión que hoy desprecian.