Monjes guerreros: La historia no contada de la violencia budista, por Danios
El entramado básico de la islamofobia puede resumirse en que "La violencia del Islam es única comparada con las demás religiones“.
Naturalmente, esto no es cierto.
Tampoco es cierto desde una perspectiva histórica.
Cojamos al Judaismo, por ejemplo. Según la narrativa fundacional de la Biblia, por ejemplo, los hebreos fueron perseguidos en Egipto, obligándoles a huir a Palestina. Cuando se encontraron con que la Tierra prometida ya estaba por los nativos Cananitas, Moises y los Judíos invocaron a su dios guerrero para masacrar sin piedad a la población indígena en lo que sólo puede calificarse como guerra santa genocida.
Los reinos judíos fueron entonces invadidos por extranjeros. Finalmente, los judíos acabaron bajo la autoridad de Antiochus IV Epiphanes, que intentó reemplazar el Judaismo con su propia religión. Los judíos se rebelaron y le derrocaron, lo que dio lugar al surgimiento de la dinastía judía Hasmonea. Pero tras sufrir lo peor de la opresión religiosa, los judíos no perdieron un minuto en oprimir a los no judíos. Por la fuerza de las armas, intentaron expandir sus fronteras y llevar a cabo una limpieza étnica de infieles, ya fuera matándoles o convirtiéndoles por la fuerza al judaismo, exclavizándoles, o simplemente expulsándoles del país.
Este reino judío también cayó, y los judíos tuvieron que esperar hasta el siglo XX para poder volver a mandar. Tuvieron que enfrentarse a varios siglos de opresión y por último limpieza étnica a manos de los nazis, pero finalmente se reagruparon en Palestina. Tras haber estado cantando hasta ayer mismo ¡nunca más!, no tuvieron problema en poner en marcha una limpietza étnica de la población no judía de Palestina.
Aunque es cierto que los judíos han sido uno de las principales víctimas de opresión durante buena parte de la historia, es también cierto que cuando han estado en el poder se han comportado como opresores. ¿Es la opresión entonces no tanto una cuestión de religión sino de poder llevarla a cabo?
Los cristianos han tenido más oportunidades de conportarse violentamente que cualquier otro grupo religioso del planeta, y no es por tanto sorprendente que, desde una perspectiva simpleménte numérica, hayan sido responsables de más actos de agresión militar que cualquier otro grupo religioso. Si bien es cierto que Jesús nunca participó en actos de acción violenta, aparentemente es una cuestión de tener la posibilidad de hacerlo más que un rechazo moral de la violencia: nunca tuvo poder político y de hecho fue asesinado por las autoridades. Pero, según la narrativa bíblica, Jesús volverá a la Tierra como un rey guerrero conquistador flanqueado por un ejército enorme de bestias terráqueas y celestiales. Y entonces matará a todos sus enemigos.
La Iglesia primitiva no fue tan pacifista como afirman muchos cristianos en la actualidad. En lugar de eso, los sacerdotes de la iglesia primitiva se alistaron en el ejército romano como predicadores guerreros. En el mismo momento en que el Cristianismo llegó al poder gracias a la conversión del emperador romano Constantino, la guerra al servicio del imperio y la religión fue asumida en su totalidad.
Tras haber sido perseguidos por los paganos, los cristianos se dedicaron a destruir el paganismo en Europa. Enviaron ejércitos a conquistar nuevas tierras en nombre de Cristo. Finalmente, casi toda África, Australia, Europa, América del sur y del norte -así como un buen pedazo del territorio asiático- cayeron en manos de los soldados cristianos. Incluso en la actualidad, la Derecha Religiosa lleva a EEUU por el camino de la guerra. Ni un solo continente se salvó de los conquistadores cristianos, por lo que es muy dificil aceptar la idea de que el Islám es excepcionalmente violento.
Naturalmente, esto no niega que la historia del Islám ha tenido su proción de violencia. Al lgual que la Iglesia cristiana cayó bajo la tutela del estado romano, de la misma forma muchos ulemas se congraciaron con las autoridades. La expansión del estado fué justificada teológicamente, y los ejércitos del Islám se expandieron a partir de la península arábiga, conquistando territorios desde China a España. Los islamófobos a menudo dicen que el Islám engulló una parte significativa del mundo cristiano, lo que es cierto. Pero los propios cristianos habían conquistado esas mismas tierras anteriormente. ¿No es esto acaso un ejemplo de cómo los cristianos califican algo de injusticia cuando otro grupo religioso hace lo que hicieron ellos al resto del mundo?
Es evidente que los occidentales de tradición judeocristiana carecen de argumentos a la hora de acusar al Islám. Pero ¿qué pasa entonces con las religiones asiáticas, como el Budismo? Es la violencia un problema tan sólo de las tres religiones de Abraham, como algunos nos pretenden hacer creer?
Los occidentales se imaginan que existe un profundo contraste entre los supuestamente violentos musulmanes por un lado y los pacíficos budistas por otro. Cuando recientemente pusimos un enlace a una historia sobre la opresión de la comunidad musulmana en Myanmar, un islamófobo escribió con sarcasmo: "¿Así que los budistas se comportan por una vez como los musulmanes?".
Este comentario revela una profunda ignorancia de la historia. Dejando de lado los estereotipos, la tradición budista no es ajena a la violencia. Esta historia poco conocida ha ido recuperada por los profesores Michael Jerryson y Mark Juergensmeyer en su libro Buddhist Warfare (El arte de la guerra budista) Jerryson escribe que:
La violencia es parte de todas las tradiciones religiosas, y el Budismo no es una excepción. Esto puede sorprender a quienes piensan que el budismo es una religión basada solamente en la paz. Precisamente, una de las principales raznes paar escribir este libro era hacer frente a esa concepción errónea. En el seno de las diversas tradiciones budistas (que Trevor Ling califica de "Budismos") existe una larga historia de violencia.: desde la introducción de las tradiciones budistas hace 2.500 años, ha habido numerosos casos individuales y estructurales de violencia budista prolongada (1)
El profesor Jerryson escribe en Monks with guns: Discovering Buddhist Violence (Monjes con pistolas: descubriendo la violencia budista) sobre los monjes budistas en Tailandia. Señala que la visión romántica occidental del budismo
oculta una dimensión extensa e histórica de las tradiciones budistas: la violencia. Los monjes buditas armados de Tailandia no son una excepción a la norma: son ejemplos contemporaneos de una larga tradición histórica. Durante siglos los monjes han estado al mando de guerras o particpado armados en las filas de ejércitos. ¿Como ha sido posible? Pero, aun más importante, ¿por qué acepté yo (y muchos otros) la idea de que Budismo=Paz (y que otras religiones, como el Islam, tienden a ser violentas)?
Él mismo responde a su propia pregunta:
Propaganda budista
Es entonces cuando me dí cuenta de que era consumidor de una forma muy exitosa de propaganda. Desde el principio del siglo XX, los intelectuales monásticos budistas como Walpola Rahula, D. T. Suzuki y Tenzin Gyatso, el XIV Dalai Lama, se han dedicado a provocar la curiosidad occidental sobre sus culturas y tradiciones. Al hacerlo, presentaban unos aspectos específicos de sus tradiciones budistas mientras dejaban de lado otros.
Es necesario aclarar que semejante "propaganda" no tiene que estar construido necesariamente como algo siniestro. Los propagadores de otras religiones -incuidos Judaismo, Cristianismo e Islam- quieren, por razones obvias, ofrecer una imagen positiva de sus tradiciones religiones. Muchos budistas creen que su historia es relativamente pacífica, porque es así como ven su religión. Esto no se diferencia de los musulmanes que afirman que el Islam es la religión de la paz.
La diferencia es que las políticas de la Guerra contra el Terror han provocado que la religión islámica sea sometida a un estrecho escrutinio. Por ello, existe un gran incentivo para refutar la propaganda musulmana, incentivo que simplemente no existe respecto a la propaganda budista. El enemigo, después de todo, es musulmán, no budista. Por ello, el budismo no aparece en nuestro radar, y la propaganda budista es aceptada como válida.
La relativa discreción del budismo le protege de los golpes más duros de una crítica pública. Por ejemplo, la Biblia y el Corán son bien conocidos y son accesibles para el público. Encontrar los versos violentos que contienen está a un click de distancia en la internet. En cambio, las fuentes de las escrituras budistas son mucho más oscuras, al menos para un occidental típico. La mayoría de la gente ni siquiera sabe que escrituras siguen los budistas, por no decir que es lo que contienen.
Como consecuencia, muchos budistas actuales creen que las fuentes de sus escrituras están de hecho libres de violencia, y que éste es un problema solo en la Biblia o el Corán. Pero el profesor Stephen Jemkins señala que este no es al caso. De hecho, los reyes buditas tenían fuentes (en los textos religiosos) con ideas a su disposición que apoyaban el arte de la guerra, la tortura y los castigos duros (2)
Por ejemplo, la Nirvana Sutra, un texto canónico budista, cuenta la historia de una de las vidas pasadas de Buda: en ella, mataba a varios hindúes (brahamanes) porque insultaron a las sutras (escrituras) budistas:
El Buda... dijo... "Cuando recuerdo el pasado, me acuerdo de que fui rey de un gran estado... Mi nombre era Senyo, y yo quería y veneraba las sutras Marayanas... Cuando me enteré de que los brahamanes estaban diciendo calumnias sobre las sutras vaipulyas, les maté en el acto. Buen hombre, como resultado de esta acción, nunca caí al infierno. ¡Oh, buen hombre! Cuando aceptamos y defendemos las sutras Mahayanas, poseemos innumerables virtudes" (3)
El profesor Paul Demieville ha escrito:
Se nos dice que el primer motivo (para matar a los brahamanes) era la piedad (por ellos), para ayudar a los brahamanes a evitar el castigo que les correspondía por cometer hechos malvados al calumniar constantemente al budismo (4)
Aquí llegamos a un tema inquietante del pensamiento budista: el asesinato por compasión. Asesinar normalmente está prohibido porque se hace con intenciones malas (odio, venganza, etc), pero si se lleva a cabo con compasión, se convierte en algo permitido, incluso digno de elogio.
Los budistas hacen un favor a los no creyentes al matarlos, un acto de caridad.
En la religión Zen japonesa, interpretan el argumento de quitar la vida a alguien como el "intentar devolver a la vida la otra naturaleza de Buda“ (la naturaleza de Buda existe en virtualmente cualquier ser viviente), "poniendo fin a las pasiones que llevan a descarriarse..." Convierten el asesinato en un acto de caridad (5)
Esta es naturalmente una creencia inquietante para la mayoría de nosotros. Como dice el profesor Bernard Faure, matar por compasión... sigue siendo un dudoso oxymorón (6). Uno recuerda el viejo dicho cristiano de que un soldado cristiano puede amar a sus enemigos incluso mientras los mata. ¿Qué valor tiene dicho amor?
Jenkins escribe:
Si se deja llevar por sus intenciones compasivas, un rey puede hacer grandes méritos a través de la guerra, por lo que la guerra se convierte en algo favorable. El mismo argumento se usó pronto en relación a la tortura, y el Sutra hoy se usa para analogías de sentido común para doctores y parientes que inflingen dolor por compasión para disciplinar y curar sin querer causar daño (7)
Y sigue
La visión general de una ética budista básica que se concibe ampliamente como un pacifismo sin calificativos es problematica. La violencia por compasión está en el corazón mismo del significado de esta sutra. Los reyes budistas tenían fuentes conceptuales sofisticadas y prácticas para apoyar el uso de la fuerza... El único asesinato compatible con la ética budista es matar por compasión. Por otra parte, si un rey hace la guerra y tortura con intenciones compasivas, incluso esos actos pueden dar lugar a la acumulación de un enorme mérito kármico (8)
Había una segunda razón para asesinar a los infieles: para defender la fé budista. El profesor Demieville dice:
La segunda razón del Buda para matarlos fué para defender al budismo (9)
Faure destaca que:
Otro argumento invocado a menudo para justificar el asesinato es la afirmación de que, cuando el dharma (es decir, la religión budista) está amenazado, es necesario combatir sin dudar las fuerzas del mal... favoreciendo el uso de la violencia para preservar el qeuilibrio cósmico... (10)
¿y qué pasa con el primer precepto del budismo, que prohibe el asesinato? Según Demieville:
En otro pasaje, esta misma Sutra (escritura) afirma que no hay razón para cumplir los cinco preceptos (el primero de los cuales es no matar), o incluso de comportarse de buenas maneras, si la defensa de la Verdadera Ley está cuestionada. En otras palabras, uno tenía que cojer el cuchillo y la espada, el arco y las flechas, la lanza (para defender la fé). "¡El que sigua los cinco preceptos no es un seguidor de la Mahayana! No respeteis los cinco preceptos -si se trata de proteger la Verdadera Ley..." (11)
La Nirvana Sutra dice:
Los verdaderos seguidores del Mahayana no son quienes sigue los cinco preceptos, sino los que usan la espada, el arco, las flechas y el hacha de batalla para proteger los monjes que defienden los preceptos y que son puros (12)
El matiz es dejar claro que es una defensa en nombre de la religión. En otra parte de la Nirvana Sutra se nos habla de un rey que fue a la guerra para defender a los bien guiados monjes:
Para proteger (las enseñanzas del Buda) defensió a los monjes, enfrentándose a los malvados para que los monjes no sufrieran. El rey tenía heridas por todo su cuerpo. Los monjes alabaron al rey: ¡Bien hecho, bien hecho, o rey! Eres una persona que protege el Maravilloso Dharma. En el futuro, sereis una herramienta indispensable‘ (13)
El rey también era Buda en una vida pasada. Buda declaró:
Cuando llegue el momento en que el Maravilloso Dharma vaya a morir, uno debe actuar de esta forma para proteger el Dharma. Yo era el rey... Aquel que defienda el Maravilloso Dharma recibirá una recompensa inconmensurable...
Monjes, monjas, creyentes masculinos y femeninos de Buda, han de esforzarse mucho para proteger el Maravilloso Dharma. La recompensa por proteger el Maravilloso Dharma es etremadamente grande e inconmensurable. O, buen hombre, por ello, aquellos creyentes que protegan el Dharma han de cojer la espada y staf y proteger a los monjes que protegen el Dharma...
Incluso si una persona no respeta los cinco preceptos, si protege el Maravilloso Dharma, será llamado Mahayana. Una perdona que defiende el Maravilloso Dharma debe cojer la espada y el palo y proteger a los monjes
Demeiville escribe:
En ese texto, el Buda canta alabanzas de un rey llamado Yeou-to, que fue a la guerra para defender a los bhikso (monjes) (15)
La idea general es que la herejía ha de ser prevenida y aplastada en el útero (16)
Al igual que los brahames que Buda asesinó, también están los Icchatika, que ni creen en Buda ni en el Budismo -el equivalente budista del término infiel. Buda dice en la Nirvana Sutra:
Si un hombre, mujer, Shramana o Brahám dice que no existe El Camino (el Budismo), la Iluminación, o el Nirvana, habeis de saber que esa persona es un Icchamtika. Una persona así es uno de los (demonios) que Mara krindred (Mara = El Señor de la muerte). Dicha persona no es de este mundo... (17)
Un Icchantika es un pecador... (porque) no se comporta siguiendo las enseñanzas de Buda (18). Debido a que el Icchantika carece de las raices de la bondad (...) cae en el infierno (19). De hecho, no es posible... para el Icchantika no ir al infierno (20)
El Icchantika es lo más bajo que hay, y tendrá que vivir durante un eón en el infierno (21),
Matar a infieles no es ningún pecado o tiene como resultado un Karma negativo. Según Demieville,
De cualquier manera, esos brahamanes estaban predestinados para la condena infernal (Icchantika); no era un pecado matarlos para preservar la Verdadera Ley (22)
De hecho hay tres grados de asesinato, dependiendo de su seriedad, pero matar infieles no es uno de ellos.
El Nirvana Sutra dice:
El Buda y Bodhisattva consideran que hay tres categorías de asesinatos, que son las de los grados: 1) Bajo, 2) Medio, y 3) Alto. Bajo se aplica alos insectos y a todos los tipos de animales... El Medio es para los asesinatos de seres humanos (que no han alcanzado el Nirvana)... El Alto es para el asesinato del padre, la madre, un Arhat, Pratyekabudda, o un Bodhisattva (los tres grados de Iluminación)...
Una persona que mata un Icchatika no sufre una pérdida de Karma relacionado con alguno de estos tipos de asesinato. O, buen hombre, esos brahamanes eran unos Icchantika. Matarlos no provoca que uno vaya al infierno (23)
El Buda dice es la Nirvana Sutra que Icchantika es un nivel más bajo que el de las hormigas:
Los Icchantika están separados de las raices de la bondad... Por ello, uno puede matar una hormiga y ser un pecador por haber causado daño, pero no es ningún pecado matar un Icchantika (24)
Además de los asuntos relacionados con la fé y unbelief, la tradición budista ofrece algunas justificaciones sofísticas sobre el asesinato y la guerra:
¿Cómo es posible matar a una persona cuando... todo está vacio? Quien mata con una conciencia completa de sus actos en realidad no mata a nadie porque sabe que no es más que una ilusión, tanto él como la otra persona. Puede matar, porque en realidad no está matando a nadie. No se puede matar el vacío, ni destruir el viento (25)
Además, matar es un pecado porque la maldad lo crea en el interior de la mente del asesino. Pero un verdadero maestro de yoga puede entrenar su mente para estar vacía incluso cuando mata. Si el asesino tiene un vacío de pensamientos, entonces el asesinato no minará la pureza esencial de su mente y por tanto no habrá nada malo en ello (26). En otras palabras, matar puede ser disculpado si es llevado a cabo por la persona adecuada, especialmente por un rey protector del Dharma.
Los textos canónicos y post-canónicos budistas no solo ofrecen justificaciones religiosas para la guerra y el asesinato, sino que además ofrecen ejemplos de personas sagradas meritrious que se dedicaron a ello, dando ejemplo a todos los budistas:
Los Bodhisattvas celestiales, encarnamiento divino de la compasión iluminada, apoyan campañas de conquista para extender la influencia del budismo, y los reyes vested con el Karma llevarán a cabo violencia masiva contra Jains y Hindúes (27)
En estas fuentes podemos comprobar como los reyes budistas inspirados en el Dharma tenían una preocupante tendencia a aplicar una violencia masiva contra los no budistas (28)
Buddhist Warfare suministra muchos más ejemplos de las justificaciones teológicas budistas para llevar a cabo la guerra y matar, pero estos ejemplos deberían ser por ahora suficientes: muestran que las bases teológicas para la guerra santa eran:
1) matar a aquellas personas que difaman el budismo como una necesidad,
2) que aquellas personas que rechazasen el budismo lo estaban difamando,
3) que matar infieles no es un pecado y
4) que no lo consideran un asesinato.
Estas no son simplemente justificaciones teóricas encontradas enterradas en textos religiosos. Al contrario, estas creencias fueron aplicadas históricamente, y lo siguen siendo en la actualidad.
NOTAS
(1) Jerryson, Michael K., y Mark Juergensmeyer. "Introduction", en Buddhist Warfare. Oxford: Oxford UP, 2010. 3. ed.
(2) Jenkins, Stephen. "Making Merit through Warfare and Torture". Buddhist Warfare, por Michael K. Jerryson y Mark Juergensmeyer. Oxford: Oxford UP, 2010. 59. Print.
(3) Nirvana Sutra, Capítulo 19.
(4) Demieville, Paul. "Buddhism and War", en Buddhist Warfare, por Michael K. Jerryson y Mark Juergensmeyer. Oxford: Oxford UP, 2010. 41. Print.
(5) Ibid., 44.
(6) Faure, Bernard. "Afterthoughts", en Buddhist Warfare, por Michael K. Jerryson y Mark Juergensmeyer. Oxford: Oxford UP, 2010. 212.
(7) Jenkins, 68.
(8) Ibid., 71.
(9) Demieville, 41.
(10) Faure, 212.
(11) Demieville, 41.
(12) Nirvana Sutra, Capítulo 5.
(13) Ibid., Capítulo 19.
(14) Ibid.
(15) Demieville, 41.
(16) Ibid., 39.
(17) Nirvana Sutra, Capítulo 22.
(18) Ibid., Capítulo 24.
(19) Ibid., Capítulo 34.
(20) Ibid., Capítulo 39.
(21) Ibid., Capítulo 40.
(22) Demieville, 41.
(23) Nirvana Sutra, Capítulo 22.
(24) Ibid., Capítulo 40.
(25) Faure, 213.
(26) Demieville, 42.
(27) Jenkins, 59.
(28) Demieville, 63.