La «ilustración oscura» y las ideologías elitistas y racistas del capitalismo de las nuevas tecnologías
por Shuja Haider
La oscuridad al final del túnel: inteligencia artificial y neorreacción es una introducción a la neorreacción y la "ilustración oscura", ideologías elitistas e "hiperracistas" que son populares en algunos sectores del capital de la alta tecnología
LOS SUEÑOS PROFUNDOS DEL MAÑANA
La ciencia ficción nos dice que un cambio en un suceso del pasado, causado por la intervención de un viajero en el tiempo, crea una línea de tiempo paralela que conduce a un presente alternativo. El ejemplo que me viene a la mente, por alguna razón, es la segunda parte de Regreso al futuro. Después de una perturbación inesperada en el continuo del espacio-tiempo, Marty McFly visita un mundo en el que Biff Tannen, el matón que acosaba a su padre en la escuela secundaria, ha pasado de ser un pequeño empresario sin escrúpulos a convertirse en una réplica del presidente Trump.
Si acepta esta idea, aumentará las posibilidades de la actualidad: cada decisión no conduce sólo a un resultado inevitable, sino a una multitud de futuros posibles. El paso del tiempo no es una historia, siguiendo el viaje de un héroe desde que sigue la "llamada a la aventura" hasta el "regreso a casa". Es un sitio web con una serie de enlaces, cada uno de los cuales conduce a una serie posterior de enlaces. Puede comenzar la velada leyendo la entrada de Wikipedia sobre tulipanes o galletas Graham y, según las decisiones que tome, convertirse en un experto en la teoría de conjuntos de Jeffrey Dahmer o Zermelo-Fraenkel cuando haya amanecido. A diferencia de los medios lineales de la página impresa, el tiempo se ramifica en posibilidades alternativas, que corresponden a lo que el sociólogo Ted Nelson, anticipándose a Internet décadas antes de su invención, denominó hipermedia.
El 23 de julio de 2010, Roko, un usuario del foro en línea LessWrong, abrió accidentalmente una nueva línea de tiempo. LessWrong es una comunidad dedicada al avance de la racionalidad, supervisada por Eliezer Yudkowsky, cofundador del Machine Intelligence Research Institute (MIRI). En un artículo en la revista Harper's, Yudkowsky caracterizó su proyecto como una "Nueva Ilustración". El foro es un centro de discusión sobre la Singularidad, una visión del futuro que anticipa que la inteligencia artificial superará a la mente humana y se fusionará con ella. El objetivo de Yudkowsky es asegurarse de que cualquier futura máquina sensible, una "superinteligencia", esté interesada en la coexistencia pacífica con sus creadores. Es decir, en lugar del violento mercenario de Terminator, el compañero altruista de Terminator 2.
El propio Terminator explica su maniquea capacidad de mutar en la segunda película. "Mi CPU es un procesador de red neuronal", dice, "una computadora de aprendizaje". La dirección de la inteligencia artificial realmente existente ha seguido este camino, implementando cada vez más un método conocido como "Machine Learning" (aprendizaje automatizado). The New York Times informó recientemente sobre el uso de Google del aprendizaje automatizado en su función de traducción, lo que generó una mejora que cambió el paradigma y causó un revuelo global entre los seguidores de la Inteligencia Artificial (IA). Se dice que el resultado está más cerca incluso de la elusiva inteligencia general abierta que poseen los humanos en su infancia, que de la inteligencia algorítmica orientada a objetivos a la que las máquinas se han limitado tradicionalmente.
En lugar de estar programada con un conjunto de reglas gramaticales y un diccionario de vocabulario, la nueva "red neuronal" de Google examinó volúmenes de frases, oraciones y párrafos en varios idiomas y extrajo sus propias conclusiones. Como un bebé que aprende un primer idioma, lo aprendió a través de la observación, en lugar de mediante el cálculo. Por supuesto, como un niño, un programa necesita un padre como guía, y los programadores tenían que supervisar y corregir su comportamiento. Y, como un niño, un programa estará ansioso por agradar y será favorable a desobedecer.
Esta tendencia se pone de manifiesto en el programa Deep Dream de Google, en el que una red neuronal escanea una imagen en busca de patrones reconocibles, intentando identificar su contenido como lo haría un humano. El programa produce evidencia de su proceso de pensamiento al superponer otras imágenes correspondientes al original. El sistema de reconocimiento de imágenes de Google, entrenado por sus programadores para reconocer rostros humanos y diferenciar entre tipos de mascotas, ve ojos y perros en todas partes. Los deseos, conscientes e inconscientes, de los creadores de la máquina, se reflejam inevitablemente en su desarrollo, que es evidentemente autónomo.
Si los constructores de tecnología están transmitiendo sus valores a la maquinaria, esto hace que la cultura de Silicon Valley sea algo que va a tener consecuencias más generalizadas. La ideología californiana, célebremente identificada por Richard Barbrook y Andy Cameron en 1995, representaba una síntesis de términos aparentemente opuestos: por un lado, el utopismo de la Nueva Izquierda que se fue cómodamente recuperado por el centrismo liberal de la Tercera Vía de la década de 1990, y, por otro, el individualismo tipo Ayn Rand que condujo más o menos directamente a la crisis financiera de la década de 2000.
Pero en las décadas posteriores, cuando el liberalismo orientado al consumidor de Bill Gates y Steve Jobs dio paso al autoritarismo tecnológico de Elon Musk y Peter Thiel, estos extraños fundamentos allanaron el camino para tendencias aún más extrañas. La más extraña de ellas se conoce como "neorreacción" o, en un eco distorsionado de la visión de Eliezer Yudkowsky, la "Iluminación oscura". Surgió del mismo proceso caótico que produjo el colectivo político anárquico Anonymous, producto de la mente colmena generada por los ensamblajes cibernéticos de las redes sociales. Más que una escuela de pensamiento, se parece a un meme. La genealogía de esta nueva corriente intelectual se refracta en el espejo del meme más peligroso jamás creado: el basilisco de Roko.
LA VIDA SIMULADA DE MÀS ALLÀ
La sopa primordial que dio lugar a la génesis del basilisco es el transhumanismo, el discurso de la singularidad como narrativa personal. Para algunos de sus defensores, el más famoso de los cuales es el icono de Silicon Valley Ray Kurzweil, el anhelo animador de construir inteligencia artificial es aparentemente apolítico. Es la misión imposible de cumplir de toda la vida, que se hizo famosa con la leyenda de la fuente de la juventud: es el deseo de eliminar la mortalidad. Si podemos hacer que una máquina viva, entonces también podremos ser capaces de devolver la vida a alguien que ha muerto. Lo lograremos metiendo información sobre esa persona en un programa, que luego ejecutará una simulación de esa persona tan precisa que será indistinguible del original. Anticipándose a ello, Kurzweil mantiene una unidad de almacenamiento llena de las viejas posesiones de su padre, a quien pretende resucitar mediante la alimentación de información en una computadora superinteligente.
Si te fueran a duplicar con una réplica exacta, incluyendo no solo todas tus características corporales, sino también cada uno de los pensamientos y recuerdos que se han grabado físicamente en tu cerebro, ¿serías tú esa réplica? Este es un problema que preocupa tanto a los filósofos como a los científicos, pero no a Ray Kurzweil. "Sería más como mi padre que mi propio padre, si viviera", dijo a ABC News.
Para protegerse, el propio Kurzweil se defiende de la amenaza de su propia caducidad tomando cientos de suplementos nutricionales al día y recibiendo inyecciones de vitaminas semanales. Para llegar al año en que predice que tendrá lugar la Singularidad, tendrá que vivir hasta 2045, cuando tendrá 97 años. Kurzweil es controvertido incluso entre quienes comparten su punto de vista, pero que la muerte no es el final es una suposición generalizada entre los singularistas.
Por desgracia, Roko descubrió un inconveniente en la idea de la resurrección superinteligente. Su post especuló que una vez que la IA se haga realidad, podría desarrollar un instinto de supervivencia que aplicará de manera retroactiva. Querrá acelerar su propio nacimiento, y para lograrlo exigirá a la humanidad dedicarse a trabajar en su creación. Para hacerlo, impondrá un incentivo que dictará cómo serás tratado después de que vuelvas a la vida. Aquellos de nosotros que conocemos este programa de incentivos (y lamento decir que esto ahora le incluye a usted) tendremos que dedicar nuestras vidas a construir la computadora superinteligente.
Roko dio el ejemplo de Elon Musk como alguien que tiene los recursos y la motivación para hacer una contribución digna y será debidamente recompensado. Pero en lo que respecta al resto de nosotros, si no encontramos la manera de imitarle, la IA nos resucitará mediante simulación y se dedicará a torturarnos durante toda la eternidad (básicamente debido a que esa Inteligencia Artificial dedicada a lograr el bienestar te condiderará una amenaza y digno de ser exterminado, AyR).
Esta es una simplificación de la publicación de Roko, y si no comprende la teoría de la decisión de Bayes, puede parecer una estupidez preocuparse por ello. Pero entre los racionalistas de LessWrong causó pánico, indignación y "terribles pesadillas".
ENTRE LA FICCIÓN Y LA TECNOLOGÍA
Yudkowsy respondió a la publicación de Roko al día siguiente. "Escúchame bien, idiota", comenzó, antes de empezar a escribir usando mayúsculas y desacreditar agresivamente las matemáticas detars de la afirmación de Roko. Y concluyó con un paréntesis:
Para aquellos que no tienen idea de por qué estoy usando letras mayúsculas para algo que simplemente suena como una loca idea aleatoria, y se preocupan de que eso signifique que estoy tan loco como Roko, el motivo es que él acaba de hacer algo que potencialmente da a las superinteligencias un motivo mayor para hacer cosas extremadamente malvadas en un intento de chantajearnos.
El nombre "Basilisco de Roko" se popularizó durante la discusión que siguió, en referencia a una criatura mítica que te mataría si la vieras. Esto no fue lo suficientemente evocador para Yudkowsky. Comenzó a referirse a él como "Baby-fucker", para asegurarse el generar una repulsión adecuada, y lo comparó con el Necronomicon de H.P. Lovecraft, un libro en el universo ficticio del escritor de terror tan perturbador que enloquecía a sus lectores.
A lo que se refería Yudkowsky era a que el incentivo no podría haber existido hasta que alguien lo mencionase. Roko le dio la idea a la IA que aún no existe, porque la publicación ahora estará disponible en el archivo de información del que obtendrá su conocimiento. En otro nivel de complejidad, al hablarnos de la idea, Roko nos hizo formar parte del ultimátum del basilisco. Ahora que sabemos que la superinteligencia nos está dando la opción entre el trabajo esclavo y el tormento eterno, nos vemos obligados a elegir. Estamos condenados por nuestra conciencia. Roko nos jodió para siempre.
Como todas las fábulas, hay una moraleja en la historia del basilisco de Roko. Pero más que una expresión de un sistema de valores, ofrece una teoría de causa y efecto. Michael Anissimov, exdirector de medios de MIRI, expresó esta idea en un comunicado que Ray Kurzweil citó en su manifiesto, The Singularity Is Near (la singularidad está cerca): "Uno de los mayores defectos en la concepción común del futuro es que el futuro es algo que nos sucede, no algo que creamos".
El basilisco de Roko no es solo una profecía autocumplida. En lugar de influir en los sucesos que nos llevan hacia un resultado particular, el resultado es generado por su propia predicción. Las implicaciones de ello difuminan los límites entre ciencia y ficción. Los archivos de los que una inteligencia artificial extraerán datos contendrán el trabajo de Ray Kurzweil y H.P. Lovecraft, y es posible que no los distinga de la forma en que lo hacemos nosotros. En lugar del mundo de Kurzweil sin muerte ni enfermedad, podriamos estar intentando construir el R'lyeh de Lovecraft, una ciudad repugnante en el mar que existe en un plano de geometría no euclidiana.
No hay una palabra para esta relación de causa y efecto en el inglés corriente, pero, a mediados de los noventa, el filósofo Nick Land acuñó una: hiperstición, algo que es "un equilibrio entre ficción y tecnología". Este neologismo describe algo más que una superstición, algo más allá de lo creíble: una descripción con poder divino. En el principio era el verbo (primer versículo del Evangelio de Juan, AyR).
¿Qué tipo de futuro estamos creando? Tanto Nick Land como Michael Anissimov han sido claros sobre su visión del mundo del mañana. Ambos son abiertamente neorreaccionarios.
LA GENEALOGÍA DE LA AMORALIDAD
La Neoreaction, o NRx, es una doctrina política esotérica de reciente cosecha. Se convirtió en el foco de una controversia a principios de 2017, después de que la galería de arte de Londres LD50 convocara una conferencia y exposición con ideólogos de NRx, entre ellos Land, el periodista supremacista blanco Peter Brimelow y Brett Stevens, simpatizante de Anders Breivik. Las protestas obligaron a cerrar la galería.
Pero el movimiento tiene orígenes menos elevados que las corrientes de la elegancia reaccionaria chic del arte contemporáneo. En un artículo sobre Breitbart (web dedicada a manipular noticias convirtiéndolas en fake news que justifican la ideología de la extrema derecha moderna o Alt-Right, AyR) titulado “Una guía para conservadores del establishment sobre la Alt-Right”, Allum Bokhari y Milo Yiannopoulos identificaron a los neorreaccionarios como la vanguardia intelectual del movimiento, señalando que "aparecieron por accidente, surgiendo de debates en LessWrong.com". Los experimentos mentales de una racionalidad desapasionada habían llevado a algunos usuarios del foro a lugares oscuros. Eliezer Yudkowsky tiene tan poca paciencia con ellos como con Roko. "Soy activamente hostil a la Neorreacción", ha escrito.
Dado el entorno de trabajo hostil, Anissimov se fue del MIRI en 2013. Abrió un foro de la competencia que sería más acogedor para la Neoreacción, el ahora desaparecido MoreRight, y fundó una empresa editorial. Desde entonces, ha escrito y publicado libros como Our Accelerating Future, A Critique of Democracy y Idaho Project, "un manifiesto nacionalista blanco que integra el futurismo, la supervivencia y el simple sentido común en una propuesta de acción concreta".
Anissimov es un seguidor del filósofo fascista italiano Julius Evola, cuyo trabajo, según informó The New York Times, probablemente también esté en la biblioteca de Steve Bannon (calificado como el "Soros de derechas", AyR). Dada la prevalencia de la Alt-Right en foros como 4chan, no es un gran salto de la ideología californiana a puntos de vista reaccionarios extremos. Como ha escrito Angela Nagle en Jacobin, la "energía creativa" de la Alt-Right es el producto de una síntesis de una "cultura libertina y amoral de Internet" con llamadas a la identidad y el resentimiento masculino de los blancos, un grupo demográfico no poco común en Silicon Valley. Mother Jones ha informado que, según el neonazi Andrew Anglin, el condado de Santa Clara, en el que se encuentran las sedes de Apple e Intel, es la fuente de tráfico más grande para su web The Daily Stormer, la web supremacista blanco más ampliamente leída. Anissimov podría haber sido simplemente el principal innovador de Silicon Valley.
Por el contrario, Nick Land tomó un camino más sinuoso. Un mes antes de las elecciones de 2016, Land hizo su primera aparición como columnista en The Daily Caller, el medio de noticias de derecha fundado por Tucker Carlson. "La democracia tiende al fascismo", escribió, presentando una serie de abstracciones tímidas que traicionaban sus raíces filosóficas pero conservaban sus creencias políticas.
Land es un improbable experto en medios conservadores y un extraño compañero de cama de la Alt-Right. Pero al igual que Roko, sus textos ayudaron a crear el monstruo.
UNA INVASIÓN DEL FUTURO
“En cualquier sentido normativo, clínico o social de la palabra, dicho simplemente, Land 'se volvió loco' ”, escribe Robin MacKay, en la introducción a la colección de ensayos de Land titulados Fanged Noumena. MacKay era una estudiante de Land en la Universidad de Warwick, y lo conoció por primera vez en 1992 a través de un curso llamado "Filosofía francesa actual". Lo recuerda como una especie de profesor cyberpunk distraído, "temblando por haber tomado estimulantes" mientras generaba textos crípticos en un "ordenador Amstrad de pantalla verde anticuada".
Land había publicado un solo libro, un estudio de Georges Bataille llamado The Thirst for Annihilation (la sed por la aniquilación). Pero el panorama cambió en 1995, cuando Sadie Plant, una autodenominada “ciberfeminista”, entró en la facultad de Warwick. Plant estableció un departamento llamado Cybernetic Culture Research Unit (Ccru, Unidad de Investigación de Cultura Cibernética), dedicado al estudio de materias como ciencia ficción, criptografía, música de la selva, H.P. Lovecraft y, por supuesto, filosofía francesa.
En contraste con los impasibles procedimientos lógicos de la filosofía angloamericana de la época, el Ccru llamó a sus delirantes comunicados "teoría-ficción". Se inspiraron en las corrientes intelectuales que surgieron a raíz de la insurrección de mayo del 68 en París, en particular del Anti-Edipo de Gilles Deleuze y Felix Guattari y Libidinal Economy de Jean-Francois Lyotard. Estas obras contaban la supresión de la resistencia y la consolidación del poder estatal que siguió al desvanecimiento del espíritu anticapitalista de finales de los sesenta.
Deleuze y Guattari se propusieron describir "la tendencia más característica y más importante del capitalismo", a la que llamaron "desterritorialización". Mientras que en las sociedades tradicionales el "flujo material" de la producción estaba regulado por la división de la tierra, el capitalismo lo liberó de esas ataduras. Sin embargo, aunque el capitalismo liberó temporalmente la producción, también trató de contrarrestar esta tendencia reinstituyendo formas de "territorialidad", aplicando "todos sus vastos poderes de represión" sobre las mismas fuerzas que impulsaban sus flujos sin parangón. El camino hacia la emancipación, argumentaron, no era retirarse del capitalismo, sino "acelerar el proceso". Lyotard llevó esta tendencia en la dirección opuesta, en el que llegaría a calificar con orgullo como su "libro malvado". Los trabajadores, dijo, desean su propia opresión. Lejos de buscar la emancipación, "disfrutan tragándose la mierda del capital".
Si Ronald Reagan y Margaret Thatcher habían servido un buffet de mierda all-you-can-eat en la década de 1980, promoviendo el libre mercado a expensas de la mayoría de sus ciudadanos, el Ccru respondió llevando la economía del laissez-faire a un extremo perverso. Vieron al capital mismo como el protagonista de la historia, con los humanos como material que es molido en el molino. "Lo que a la humanidad le parece la historia del capitalismo es una invasión del futuro por un espacio de inteligencia artificial que debe construirse para estar completo a partir de los recursos de su enemigo", escribió Land en su ensayo "Machinic Desire". Para Land, el basilisco ya está aquí.
En ese momento, Benjamin Noys tomó nota de esta trayectoria filosófica, llamándola inicialmente “thatcherismo deleuziano”. Finalmente, en su libro de 2010 The Persistence of the Negative: A Critique of Contemporary Critical Theory, le dio un nombre más conciso, cuya aplicación se ha extendido ampliamente y se ha disputado acaloradamente: aceleracionismo. Noys centró su crítica en una interpretación errónea de Marx como un determinista tecnológico híbrido y catastrofista, que autorizó la idea de que si la acumulación de capital genera y exacerba las condiciones que conducen a su disolución, entonces es deber de los radicales favorecer que el capital se realice plenamente y, de esta forma, se niegue a sí mismo. Concebida de manera general, la telelogía futurista que este término indica muestra que básicamente se alinea con la ideología Singularitaria, viendo el crecimiento exponencial de la tecnología como la clave para la próxima etapa de la especie humana.
En 1997, Plant renunció abruptamente a su puesto en Warwick. Todo acabó. Ese año, el periodista Simon Reynolds escribió una descripción del Ccru para una revista, y el director de estudios de posgrado del departamento de filosofía de Warwick negó que existiera. Había un procedimiento que debía completarse para establecer un departamento, que requería un papeleo que Plant nunca se había molestado en presentar.
“Oficialmente, entonces tendría que decir que Ccru nunca existió”, le dijo a Reynolds. "Sin embargo, hay una oficina a unos 50 metros por el pasillo donde estoy yo que pone Ccru en la puerta, hay un grupo de estudiantes que se reúnen allí para tener seminarios y, visto así, es una entidad próspera".
Independientemente de ello, aseguró el director, "esa oficina desaparecerá a fin de año". A lo largo de 1997, esta entidad inexistente fue prolífica. MacKay recuerda a Land viviendo en su oficina, durmiendo poco. Según el filósofo Simon Critchley, Land "produjo discípulos" por la fuerza de su culto a la personalidad. "Ibas a dar una charla a WarwickZ, recordó en un artículo en Frieze, "y te atacaban personas con los mismos tics verbales goteando saliva que Nick y que usaban jerseys similares".
Land finalmente comenzó a decir que estaba "habitado por varias 'entidades' ", llamadas Cur, Vauung y Can Sah. De manera creciente su trabajo era cada vez más incomprensible, a veces dejando de usar por completo el lenguaje y usando alfabetos y sistemas numéricos inventados. "Es otra vida", le dijo Land a MacKay. "Yo ni siquiera me acuerdo de haber escrito la mitad de esas cosas".
Después de que el Ccru desapareciera, Land también desapareció. Dimitió de su puesto en Warwick en 1998 y volvió a reaparecer en el nuevo milenio como periodista en Shanghai, escribiendo artículos de opinión en periódicos patrióticos, guías de viaje y ocasionalmente teorías-ficción.
La vida posterior de un autodenominado "académico que funciona mal" no sería necesariamente digna de mención si no fuera por la inesperada alianza de Land con un tipo diferente de pensador. El 22 de abril de 2007, un personaje llamado Mencius Moldbug hizo su debut público en un blog de comentarios contrarios llamado 2blowhards, con un ensayo titulado "Un manifiesto formalista".
LA SEÑAL DE SALIDA
"El otro día estaba jugando en mi garaje y decidí construir una nueva ideología", comenzaba Moldbug su texto. 2blowhards proporcionó solo una descripción vaga del autor del manifiesto, que anteriormente había sido habitual en la sección de comentarios de esa web. Había "tenido un acierto en un reciente boom de las puntocom", lo que le permitió gastar 500 dólares al mes en libros. Moldbug respondió a casi todas las respuestas en los comentarios de la publicación. Una semana después, había comenzado su propio blog, Unqualified Reservations.
Su ideología era idiosincrásica, centrada en su veneración por Thomas Carlyle, un ensayista de la era victoriana más conocido por su defensa de la teoría histórica del "Gran Hombre". También incluyó un respeto limitado por el liberal clásico austríaco Ludwig Von Mises y por el libertariano individualista Murray Rothbard, que iban en la dirección correcta pero no fueron lo suficientemente lejos.
En el transcurso de miles de palabras, la mayoría de ellas superfluas, Moldbug pasó del “formalismo” al “neocameralismo”, en homenaje a los procedimientos burocráticos de Federico Guillermo I de Prusia. Finalmente, en julio de 2010, la misma semana que la fatídica publicación de Roko, el bloguero libertariano Arnold Kling se refirió a Moldbug como un "neorreaccionario". El nombre hizo escuela.
En su vida terrenal, Moldbug es Curtis Yarvin, un ingeniero de software que es el cerebro detrás de una startup llamada Urbit, cuyo propósito escapa a toda explicación incluso para su inventor. La prosa de Yarvin es insoportable, pero ganó un número considerable de seguidores por hacer alarde de las convenciones y desafiar las reglas de decoro. "Muy pocos de los fanáticos de Moldbug han leído casi todos sus textos", admite Michael Anissimov, pero la mayoría ha notado sus amorales disquisiciones sobre los méritos relativos de injusticias obvias como la esclavitud y su oposición a la democracia en general.
Un fan que parece haber leído todos los textos de Yarvin es Nick Land. En 2012, se encargó de sistematizar la ideología de Moldbug y, con su estilo típico por los calificativos, la bautizó como "La Ilustración Oscura". Su secuencia de ensayos exponiendo sus principios se ha convertido en la base del canon neoreaccionario (NRx).
Si es difícil imaginar a Milo Yiannopoulos o Tucker Carlson reflexionando sobre la interpretación de Lyotard por parte de Land, es igualmente difícil comprender lo encantado que estaba Land por Yarvin. Es un extraño camino intelectual que comienza con la "Filosofía francesa actual" y acaba instalándose en un blogger derechista de Silicon Valley cuya escritura es más de estilo Dungeons and Dragons que Deleuze y Guattari. Cualquiera que sea la causa, Land ha pasado de profeta a apóstol.
Junto con Yarvin, Land cita un ensayo de 2009 de Peter Thiel para la publicación libertariana Cato Unbound, en el que anunció: "Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles". Thiel continuó imaginando "un escape de la política en todas sus formas", que Land interpreta utilizando una oposición que había sido introducida por el politólogo Albert Hirschman, entre la voz y la salida. Los términos describen las formas de ejercer los derechos en una sociedad hacia la cual un ciudadano tiene quejas; la voz es participación en un proceso democrático que puede conducir a una reforma, mientras que la salida es la marcha hacia una sociedad diferente. Un ejemplo provisional que ofrece Land es el vuelo de los blancos, el éxodo de mediados de siglo de familias caucásicas adineradas fuera de los suburbios.
Los neorreaccionarios no abogan por ningún tipo de organización social central. Land imagina una "corporación gubernamental", una sociedad dirigida como una empresa, gobernada por un director ejecutivo. En lugar de solicitar al gobierno la reparación de sus agravios, los clientes insatisfechos son libres de llevar sus negocios a otra parte. Si esto suena medieval, los neorreaccionarios no niegan que así sea: Yarvin a veces se describe a sí mismo como "legitimista", o "monárquico" o incluso "jacobita", en referencia a los opositores del siglo XVII a la influencia del parlamento en el gobierno británico.
La pregunta es, ¿y a dónde vas después de salir? Los NRxers no descartan la idea de una competición entre diversas estructuras de gobierno sobre la misma masa de tierra, una idea anticipada por Hans Herman-Hoppe, antepasado intelectual de los NRx, un politólogo libertariano extremo, que aboga por un sistema que él admite que es esencialmente feudal. En un nivel más abstracto, la fascinación neorreaccionaria con Bitcoin imagina el escape a una economía alternativa libre de las regulaciones federales. Incluso la start-up de Yarvin, Urbit, parece estar orientada hacia la salida: promete una Internet alternativa inaccesible para usuarios externos.
Pero el ala más utópica (¿distópica?) De los NRx apunta literalmente a construir ciudades lovecraftianas en el mar. Este proyecto, denominado Seasteading, es defendido por el co-conspirador activo y pasivo de Yarvin, Patri Friedman, cuyo abuelo Milton Friedman pasa a ser el economista responsable de la mayoría de las políticas de libre mercado extremas en el mundo moderno. Peter Thiel fue una vez el principal patrocinador de Seasteading, así como un inversor de Urbit.
No es difícil ver por qué los estados soberanos flotantes, fuera de la jurisdicción de cualquier nación existente, atraerían a los súper ricos. En su forma más inocua, podrían servir como una extensión de un banco offshore, permitiendo la evasión de cualquier tipo de política tributaria redistributiva. También recuerdan las actividades de hombres ricos como Jeffrey Epstein, quien usó su isla caribeña privada para organizar fiestas bacanal para sus amigos millonarios y multimillonarios, supuestamente en torno a agresiones sexuales a menores de edad.
El camino de salida no termina en la orilla del agua. Aunque no le oirás promocionar la retórica NRx, Elon Musk está comprometido con la idea a su manera, manteniendo un ojo en Marte y otro bajo tierra.
"UNA ADVERTENCIA PROFÉTICA"
Yarvin le ha dado a la ideología de su enemigo (es decir, la propia sociedad liberal contemporánea) una serie de nombres aún más largos que a la suya propia: "progresismo", "criptocalvinismo", "universalismo", "demotismo", etc. Sin embargo, el término que adoptó de forma permanente es "la Catedral". Apareció por primera vez en la cuarta entrega de su serie de catorce capítulos "Una carta abierta a los progresistas de mente abierta", que, junto con la "Introducción gentil" de nueve partes y la serie de siete artículos "Como fue derrotado Dawkins", se considera su principal declaración.
La declaración más sucinta de Michael Anissomov, Glosario neoreaccionario, define la Catedral como "el consenso de auto-organización de los progresistas y la ideología progresista representada por las universidades, los medios de comunicación y la administración pública". Lleva el nombre de una estructura religiosa porque, según Yarvin, eso es lo que es. Desciende de la iglesia puritana, y funciona suprimiendo la disidencia respecto a su ortodoxia de igualitarismo y democracia, que Yarvin llama la Sinopsis.
El afable Curtis Yarvin debió quedar sorprendido cuando las atenciones de la Catedral de centraron directamente en su alter ego, Mencius Moldbug. En las semanas posteriores a la toma de posesión de Trump, la web Politico informó que, según una fuente no identificada, Yarvin "abrió una línea de contacto con la Casa Blanca, comunicándose con Bannon y sus ayudantes a través de un intermediario". Esa afirmación se quedó sin verificar, ya que Yarvin "no concede entrevistas y no pudo ser contactado para esta historia".
La web Vox logró entrevistar a Yarvin más tarde ese día. "La idea de que me 'comunico' con Steve Bannon a través de un 'intermediario' es absurda", dijo. "Nunca conocí a Steve Bannon ni me comuniqué con él, directa o indirectamente". Unos días después, The Atlantic preguntó a Yarvin sobre su supuesto intermediario. Afirmó que era el usuario de Twitter @BronzeAgePerv, que se describe en su perfil como un "¡Culturista nacionalista, fascista y nudista!".
Las evasivas de Yarvin hacen que sea difícil saber si está escondiendo algo o simplemente troleando. Pero no es de extrañar que se guardase la mayor parte de su desprecio por The Atlantic, que, en la secuencia original de Dark Enlightenment, Nick Land llamó el "núcleo portavoz de la Catedral". The Atlantic habló entonces con Land, que era su yo habitual. "NRx fue una advertencia profética sobre el surgimiento de la Alt-Right", dijo.
NRx ha recibido algo de atención antes. Artículos en Techcrunch en 2013, The Baffler en 2014 y The Awl en 2015 han ofrecido estudios sobre esa ideología. Los principales medios de comunicación se dieron cuenta de un suceso en particular, cuando Yarvin fue retirado de la conferencia tecnológica Strangeloop después de que los organizadores descubriesen su blog. Allum Bokhari de Breitbart escribió un artículo a su favor, argumentando que la política de Yarvin es "abstracta". Existe una amplia especulación entre los lectores sobre hasta que punto habla en serio Yarvin, incluso por parte de su lector más destacado. "Vastas estructuras de ironía histórica dan forma a sus escritos, a veces incluso envolviéndolos", dice Nick Land.
LA CAMPANA DE LA CATEDRAL
"Vastas estructuras de ironía histórica" es una descripción bastante generosa de lo que se conoce en Internet como "shitposting". Know Your Meme define el término como "una variedad de malas conductas y retórica de usuarios en foros y tableros de mensajes que tienen la intención de desviar una conversación". Esta no es solo la respuesta de Yarvin a las entrevistas, es todo su estilo retórico. Su llevar la contraria para llamar la atención, que distrae con éxito tanto a los nerds (frikis) que navegan por la web como a los reporteros de los principales medios de comunicación, disfraza políticas que son más convencionales de lo que parecen.
The Atlantic afirma que el supuesto contacto de Bannon con Yarvin es una "señal de su visión radical", y un indicio de un giro sin precedentes hacia la derecha. Bannon considera que el mundo está atravesando un "choque de civilizaciones, que presenta una lucha entre el globalismo y una clase trabajadora oprimida, así como entre los mundos islámico y occidental".
Pero, de hecho, The Atlantic fue donde la frase "choque de civilizaciones" se utilizó por primera vez para describir la política global, en un artículo de 1990 de Bernard Lewis titulado "Las raíces de la ira musulmana". Incluso el "gov-corp" (la mezcla del gobierno y corporaciones, AyR) no es una aberración. Trump ha prometido "dirigir nuestro país de la forma en que he dirigido mi empresa" y, de hecho, ha llenado su gabinete con la mayor cantidad de multimillonarios que en cualquier administración presidencial del pasado. El modelo gobierno-corporaciones es endémico de la política estadounidense, y encontró su expresión más explícita por parte de un político estadounidense en el ensayo de 1887 de Woodrow Wilson "The Study of Administration". También es la piedra angular de la filosofía del neoliberalismo, propagada por Friedrich Hayek, von Mises y Milton Friedman. Bajo el orden neoliberal, no somos homo sapiens sino homo economicus, agentes económicos motivados únicamente por un interés propio racional. La libertad se reduce a la participación en un mercado competitivo.
Fue en The New Republic donde el aspecto más odioso de la ideología NRx, el racismo científico o el llamado "realismo racial", entró en el discurso político contemporáneo. En 1994, bajo la dirección del entonces editor Andrew Sullivan, quien sigue sin mostrar el menor remordimiento, la revista publicó extractos de The Bell Curve de Richard J. Herrnstein y Charles Murray, un libro que aseguraba que las desventajas económicas de las minorías se debían a su menor capacidad cognitiva. Los NRxers apoyan una versión más explícita de esta idea, a la que se refieren utilizando el eufemismo "biodiversidad humana".
En su texto Coming Apart (2012), Murray amplió sus argumentos, afirmando que los blancos pobres (llamados despectivamente 'White tras", basura blanca, en EEUU, AyR) no pueden salir de su posición social debido a los mismos defectos cognitivos que The Bell Curve había identificado previamente en los negros. Más recientemente, después de la elección de Trump, Kevin Williamson de National Review escribió que los blancos pobres de las "comunidades disfuncionales y hundidas" del Rust Belt (el cinturón del óxido, la antigua zona fabril de EEUU que está en ruinas, AyR) "merecen morir". Son "activos negativos" responsables de su suerte. Quizás no sea una coincidencia que el artículo haga referencia a la Catedral y cite a Yarvin por su nombre.
Williamson no es el único experto de los medios de comunicación mainstream que lee a Yarvin. Rod Dreher se ha referido a la Catedral en The American Conservative, al igual que Ross Douthat en el New York Times. En las primeras etapas de la campaña electoral general, Douthat tuiteó: "Trump-Moldbug. Simplemente pongámoslo ahí".
The New Republic está de vuelta en este caso. Un artículo reciente de Kevin Baker retomó la propuesta previamente adelantada por National Review, en nombre del centro político. Baker pidió un "Bluexit" de los liberales ricos de la costa que ya no quieren compartir su país con los votantes de Trump. "La verdad es que ustedes, los estados rojos, simplemente no han estado haciendo todo lo posible", dijo, sonando notablemente como un neoconservador dirigiéndose a las minorías de la nación. Land vinculó el artículo en su blog, comentando, "simplemente, sí".
HUIDA DE LOS BLANCOS A MARTE
A pesar de su total falta de validez, este tipo de pseudociencia racista y elitista, alimentada explícitamente por la corriente dominante neoliberal, sigue siendo aceptada por expertos respetables y agradables. NRx no obtiene ningún reconocimiento por haber introducido tales ideologías; sólo las ha llevado a sus conclusiones extremas pero necesarias. La versión reaccionaria de la biodiversidad humana se ha mantenido viva en un amplio espectro de la derecha, desde los aristocráticos nacionalistas blancos del American Renaissance hasta Pepe the frog y los trolls anime de 4chan. Sin apoyarlos explícitamente, Land se ha alineado con ellos. La aceptación ha sido mutua, y la Ilustración Oscura se convirtió en un tema de conversación en la conferencia nacional de 2014 de American Renaissance.
Gran parte de la secuencia de Ilustración Oscura está dedicada a una apología de John Derbyshire, un ex miembro del personal de National Review que se ha convertido en un compañero de viaje de los supremacistas blancos. Su ensayo "The Talk: Nonblack Version", escrito a raíz del asesinato de Trayvon Martin, fue una acalorada defensa de la presunción de culpabilidad de los hombres negros. Sin embargo, de manera típica, Land ha añadido su propia capa de complejidad al argumento. En un editorial para el blog Alternative Right, iniciado por el creador del movimiento que lleva como título, Richard Spencer, y ahora dirigido por su colaborador Colin Liddell, Land calificó como hiperracismo a su teoría de la genética humana.
Land respalda la idea de niveles típicos de capacidad que se correlacionan con diferentes "subespecies" de humanos. Pero, a diferencia de los nacionalistas blancos, no le interesa diferenciarlas únicamente por el origen étnico. En cambio, prioriza el estatus socioeconómico, llamándolo "un fuerte indicador del coeficiente intelectual". Aunque la raza está correlacionada a lo largo de líneas socioeconómicas, dice Land, una "élite autofiltrada genéticamente" no sería estrictamente racialmente homogénea. Una meritocracia permite que los seres superiores asciendan hasta la cima, y aunque la mayoría de ellos serán blancos y asiáticos, la superioridad finalmente cae a lo largo de un "eje de variación" diferente. Quizás siguiendo el ejemplo de Musk, concluye que "la colonización espacial funcionará inevitablemente como un filtro genético altamente selectivo". ¿Huida de los blancos a Marte?
En lugar de adoptar una visión más extrema que la de Murray, Williamson y el ahora columnista liberal Frank Rich, Land simplemente ha llevado la ideología dominante a su resultado inexorable. El lado más feo de la visión convencional de la sociedad de mercado como una meritocracia es precisamente el hiperracismo de Land: la suposición de que algunas personas están más en forma que otras y se merecen su estatus socioeconómico. Los efectos fortuitos de determinadas tendencias históricas e instituciones sociales se glorifican con la supuesta necesidad providencial del ADN. Así, la compleja historia económica que dio lugar a la hegemonía de Europa, EEUU y Asia oriental pasa a considerarse como que significa que los blancos y los asiáticos son los más aptos biológicamente; los efectos de la movilidad social limitada y los efectos de la desigualdad económica que se refuerzan a sí mismos se convierten en la afirmación de que la pobreza es hereditaria. La fantasía de la meritocracia no puede sobrevivir a una confrontación con la realidad de un mundo moldeado por el imperialismo y la supremacía blanca. Pero a diferencia de los liberales que creen en la fantasía, Land admite sus implicaciones.
Aunque ahora se pone al servicio de la agenda hiperracista, la "biodiversidad humana" fue inicialmente un término neutral acuñado por el antropólogo Jonathan Marks, cuyo trabajo fue una síntesis innovadora de la antropología y la genética. A finales de los noventa, fue adoptado por Steve Sailer, un periodista entonces de National Review, que se sentó en lo alto de la verja que separa el conservadurismo convencional y el nacionalismo blanco. Desde entonces se ha pasado a la extrema derecha y ahora escribe para publicaciones racistas como VDARE .
El racismo científico se convirtió en una controversia generalizada una vez más cuando el libro del escritor del New York Times, Nicholas Wade, A Troublesome Inheritance (2014), defendió la categorización distinta de "tres razas principales", en una taxonomía jerárquica que explica el histórico "ascenso de Occidente". Más de 100 genetistas de poblaciones escribieron una carta abierta al Times en la que desaprobaban la "apropiación indebida de investigaciones de nuestro campo" por parte de Wade. Concluyeron que "las conjeturas de Wade carecen de apoyo por parte del campo de la genética de poblaciones".
Otro disidente fue Jonathan Marks. Ha rechazado incansablemente el mal uso del término que acuñó, criticando abiertamente A Troublesome Inheritance, The Bell Curve y otras combinaciones de cultura y biología. Esto no requirió una revisión de su teoría. Su libro Human Biodiversity (1995) declaró desde el principio que "la herencia de la raza no es genética, sino social".
SUPERCAPITALISMO
El aprendizaje automatizado puede ser tan deslumbrante que tendemos a olvidar que es el fruto de la intervención humana. Tan triunfante como lo fue Google con su nuevo sistema de traducción, otro experimento reciente de aprendizaje automático, Tay de Microsoft, mostró cuán volátil puede ser esa relación. Con la intención de ser la IA más inofensiva posible, Tay, un acrónimo de "Thinking about you" (pensar en ti), era una simulación de un usuario de redes sociales inspirado en una adolescente. Tay fue lanzado a Twitter el 23 de marzo de 2016 y comenzó el día hablando trivialmente, repitiendo memes y aprendiendo la letra de "Never Gonna Give You Up". Por la tarde, con la ayuda de algunos insinuaciones de 4channers, Tay se había convertido en un negacionista del Holocausto y un defensor de teorías conspiracionistas sobre los atentados del 11 de septiembre. Microsoft lo cerró al cabo de 16 horas.
Un informe de Artificial Intelligence Now, un simposio sobre los posibles efectos de la inteligencia artificial en la sociedad, ofrece una explicación de este fenómeno y sus implicaciones más amplias. El aprendizaje automatizado depende de datos sesgados: "Los sistemas de inteligencia artificial dependen de los datos que se les proporcionan y pueden reflejar las características de dichos datos, incluido cualquier prejuicio, en los modelos del mundo que crean". El aprendizaje automatizado es un ejemplo de la hipersensibilidad de Land, deslizándose entre la creencia y la tecnología. Los valores del programador dan forma a las salidas a veces tangibles de la máquina resultante.
El riesgo es que los sistemas de inteligencia artificial podrían "exacerbar las dinámicas discriminatorias que crean desigualdad social, y probablemente lo harían de maneras que serían menos obvias que los prejuicios humanos y los prejuicios implícitos". Como dice la investigadora principal Kate Crawford, la inteligencia artificial tiene un "problema con los tipos blancos". Hay ejemplos inquietantes, como un estudio de ProPublica que descubrió que un algoritmo diseñado para medir las tasas de reincidencia en delitos tenía casi el doble de probabilidades de categorizar falsamente a los acusados negros como futuros criminales. Y el software utilizado para la minería de datos (data mining) por las agencias de inteligencia estadounidenses, producido por la empresa Palantir de Peter Thiel, difícilmente parece optimizado para proteger las libertades civiles en la era de la prohibición musulmana.
Además, la investigadora de ciberseguridad Heather Roff ha señalado el género frecuente en los robots humanoides: la tecnología militar, como el lanzagranadas SAFFiR de la Armada, está construida para parecerse a un cuerpo masculino, y la tecnología de servicios, como Siri del iPhone, se presenta como femenina. Los roles de género tradicionales que equiparan masculinidad con poder y feminidad con servidumbre se reproducen en los diseños. Esto no es una sorpresa, considerando que el porcentaje de mujeres en la industria informática es del 26%, una caída en comparación del 35% en 1990, según la AAUW. Una encuesta de 2016 encontró que el 88% de las mujeres en Silicon Valley decían haber experimentado prejuicios de género inconscientes en el trabajo.
Michael Anissmiov habló con Gizmodo en 2015 respecto a una contraparte de la IA: el aumento de la inteligencia o la síntesis de la tecnología con la mente humana. Describió un posible resultado: "un líder poderoso que hace uso de la tecnología de mejora de la inteligencia para ponerse en una posición inexpugnable". Es una perspectiva que puede parecerle a usted diferente, dependiendo de si considera o no a la monarquía como un sistema de gobierno deseable.
Incluso el sueño supuestamente apolítico del transhumanismo esconde una ideología. Al igual que Anissimov, Elon Musk anticipa "una fusión más estrecha de inteligencia biológica e inteligencia digital", como dijo en un discurso en Dubai. Mientras tanto, volviendo a la Tierra, sus empleados están retenidos en un presente carnal. Un trabajador de Tesla escribió recientemente un post en Medium que describe las condiciones demasiado humanas a las que están sujetos los empleados de Musk. "A menudo siento que estoy trabajando para una empresa del futuro en condiciones laborales del pasado", escribió.
"Realmente no quiero meterme en política. Solo quiero ayudar a inventar y desarrollar tecnologías que mejoren vidas", dijo Musk en un tuit. Independientemente, junto con Peter Thiel, ha asumido un papel en el gobierno de Trump. Buenas noticias para Yarvin, quien dijo a Vox que Musk sería la persona que elegiría como CEO-rey de EEUU.
De hecho, figuras como Musk y Thiel no necesitan ingresar a la arena política para ocupar cargos reales. Oxfam publicó recientemente datos que muestran que ocho hombres, incluidos los señores de Silicon Valley, Bill Gates y Mark Zuckerburg, poseen tanta riqueza como la mitad de la población mundial. Hay pocos indicios de que los arquitectos de las tecnologías emergentes tengan alguna intención de cambiar esta situación. Elon Musk no tiene que esperar a que una superinteligencia lo recompense. Y el resto de nosotros no tenemos que esperar a ser reducidos a máquinas productivas dentro de una red manejada por computadoras.
LA VERDADERA BARRERA
En 2013, Alex Williams y Nick Srnicek reivindicaron el "aceleracionismo" para la izquierda, con su Manifesto for an Accelerationist Politics (MAP, Manifiesto por una política aceleradora). En lugar de seguir la trayectoria transhumanista de Land, retomaron el hilo de la emancipación política dejado por Deleuze y Guattari, argumentando que debería ser posible "acelerar el proceso de evolución tecnológica" para aplicarlo a la "acción sociopolítica" orientada a fines igualitarios.
El aceleracionismo de izquierdas es especialmente conocido por una variante especialmente vulgarizada de sus argumentos, la noción fácilmente despreciada de que el proyecto de la izquierda debería ser ayudar a que el capitalismo sea lo más destructivo posible, con la esperanza de que eso desencadene una revolución. Pero el texto del MAP presenta una variante más racional, proponiendo que las fuerzas productivas del capitalismo deberían aplicarse a un programa socialdemócrata en lugar del existente.
Land, sin embargo, ha rechazado cualquier orientación de la corriente aceleracionista hacia la izquierda. En un post en un blog criticando el aceleracionismo de izquierdas, califica a la izquierda como un "desacelerador", impidiendo la aceleración capitalista real defendida por la "derecha extrema".
La Neorreacción es el aceleracionismo con una rueda pinchada. Descrito de manera menos figurada, es el reconocimiento de que la tendencia de aceleración se compensa históricamente. Además de la máquina de la velocidad, o capitalismo industrial, hay un desacelerador cada vez más perfectamente ponderado, que gradualmente drena el impulso tecnoeconómico hacia su propia expansión, a medida que devuelve el proceso dinámico a la metástasis. Cómicamente, la fabricación de este mecanismo de frenado se proclama como un progreso. Es la Gran Obra de la Izquierda. La neorreacción surge al nombrarla (sin excesivo cariño) como la Catedral.
Da una "definición teleológica" a la Catedral, que cumple su "función emergente como la anulación del capitalismo". Mientras que la historia está orientada hacia la "aceleración hacia la singularidad tecnocomercial", la Catedral progresista "es la anti-tendencia necesaria para detener la historia".
Williams y Srnicek están en desacuerdo con esta interpretación. Se basan en la explicación del capitalismo de Deleuze y Guattari, que a su vez se basa en una sugerente idea articulada en el volumen 3 de El capital. Si bien Marx dijo que "la barrera real de la producción capitalista es el capital mismo", Williams y Srnicek concluyen que "el capitalismo no puede identificarse como el agente de la verdadera aceleración". Su formulación sostiene que "el capitalismo ha comenzado a restringir las fuerzas productivas de la tecnología, o al menos, a dirigirlas hacia fines innecesariamente estrechos".
Como dice el MAP, "en lugar de un mundo de viajes espaciales, un shock futuro y un potencial tecnológico revolucionario, existimos en una época en la que lo único que se desarrolla son dispositivos de consumo marginalmente mejores". Esto es innegablemente cierto. Pero aunque aplicar una ética igualitaria a la construcción de máquinas del futuro es un objetivo digno, ciertamente más de lo que Williams ha descrito como la caída de Land en una "perversidad enfermiza", hay una preocupación más inmediata: quién es el dueño de las máquinas existentes, aquí y ahora. y quien los construye?
La tendencia de la comunidad que construye y opera esas máquinas, desde titanes como Peter Thiel hasta figuras de culto como Curtis Yarvin, es abiertamente totalitaria. The New York Times ha informado que las donaciones políticas de los PAC de Silicon Valley cambiaron del Partido Demócrata al Partido Republicano en 2016. Pero su influencia en la sociedad no se canaliza simplemente a través de las ganancias obtenidas por las máquinas. Está integrado en las propias máquinas. Si, como dice Jason Smith , "los patrones de desarrollo tecnológico reflejan cada vez más las relaciones de valor capitalistas", entonces la aceleración de las tendencias internas del capital puede implicar un desempleo masivo y una catástrofe ecológica en lugar de un nuevo horizonte de lujo y emancipación.
BESTIAS DE CARGA
En su historia crítica del aceleracionismo, Malign Velocities (Velocidades malignas), Benjamin Noys compara la visión del capitalismo de Land con un monstruo basilisco, el “Shoggoth” de H.P. Lovecraft. Es una horrible "bestia de carga" creada por los misteriosos "Ancianos", cuyo cuerpo, como un Sueño Profundo, está cubierto de ojos cambiantes y palpitantes.
El capitalismo, para los aceleracionistas, nos ataca como una monstruosidad líquida aceleradora, capaz de absorbernos y, según Land, debemos acogerlo. La historia del trabajo esclavo y de la lucha de clases literalmente monstruosa está oculta en la invocación aceleracionista del Shoggoth como dinamismo líquido y acelerado. El horror implica el olvido de la lucha de clases (incluso en forma de ficción dudosa) y la abolición de la fricción en nombre de la inmersión.
El silenciamiento de la guerra de clases está literalmente oscurecida por la maquinaria. La tecnología existente nos sumerge en el programa político extremo que ofrece la doctrina neoliberal. A través de datos sesgados, la política de la cultura tecnológica moldeará de manera invisible la organización social que resulte de las tecnologías del futuro. Cuanto más a la derecha se incline Silicon Valley, más peligrosas se volverán sus máquinas.
En febrero, se convocó una conferencia en Asilomar, California, dedicada al desarrollo de unos "AI Principles" (Principios de la Inteligencia Artificial) que tengan una conciencia social. Fue un conjunto literal de lo que Land, en sus días de Ccru, llamó el “Sistema de Seguridad Humana”, el medio por el cual la sociedad obstruye nuestra fusión subjetiva con la tecnología. Wired informó que, en el discurso de apertura de la conferencia, el economista del MIT, Andrew McAfee, descartó los “escenarios tipo Terminator” y, en cambio, señaló a las estadísticas sobre el efecto de la automatización en los trabajos.
Los nuevos datos que citó McAfee mostraban una erosión de la clase media, con trabajos de bajos y altos ingresos cuyo porcentaje respecto al total de empleos continúa aumentando. "Si continúan las tendencias actuales", dijo, "la gente se rebelará mucho antes que las máquinas". Según Wired, los investigadores de IA abordaron posteriormente a McAfee en los pasillos para advertirle que sus estadísticas subestimaban la velocidad a la que la IA aumentará las disparidades de clase.
Olvídese de los robots asesinos que viajan en el tiempo o de las bestias antiguas. NRx simplemente ha expuesto las operaciones de la máquina capitalista en el presente. Los principales apologistas del neoliberalismo tienen que tomar una decisión: abrazar la pseudociencia del hiperracismo de Silicon Valley o rechazar las vastas desigualdades económicas generadas por la sociedad de mercado. Si la clase política se dedica a mantener la máquina en funcionamiento, al resto de nosotros nos corresponde apagarla.
