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Noticias Amor y Rabia

Las Fundaciones alemanas, un instrumento imperialista en un mundo globalizado

Published on: jueves, 4 de febrero de 2021 // ,


por Monika Karbowska


7 de julio de 2016


Desde el comienzo de las "revoluciones de colores" y las "Primavera Árabe", hemos visto que las potencias extranjeras, entre ellas Estados Unidos, se habían aprovechado del descontento existente en los países tomados como objetivo, por ser considerados demasiado independientes, para hacerse con su control, canalizarlos o instrumentalizar los acontecimientos. Esto provocó una resistencia mayoritariamente tímida de los líderes de los países amenazados. Pero incluso si en muchos casos la financiación de estas actividades es pública, todavía falta una visión global de las estrategias, las coherencias pero también las inconsistencias de estas iniciativas.


Si el papel de la potencia norteamericana no puede pasar desapercibido, el de Alemania, por otro lado, a menudo se pasa por alto. A pesar de que la “clase política” de este estado se formó y/o reformó totalmente después de 1945 como parte de la política estadounidense de ocupación y preparación para la Guerra Fría, sabemos hoy, gracias a las indiscreciones de los periodistas alemanes, hasta qué punto los servicios secretos, los medios de comunicación, los sindicatos, los partidos alemanes han sido penetrados por agentes de influencia adquiridos a las ideas atlantistas (1) y en qué medida lo ha sido también el proyecto mismo de la Unión Europea, que atañe desde la Segunda Guerra Mundial a los intereses de EEUU (2) y del capitalismo alemán. En este artículo, la autora nos muestra cómo Alemania persigue una política estatal coordinada, en gran parte gracias a su sistema de Fundaciones. Queda por evaluar el grado aún actual de vínculos entre la nueva potencia alemana reunificada y su progenitor de posguerra al otro lado del Atlántico. En cualquier caso, la actividad de las Fundaciones alemanas muestra que ahora estamos lidiando en Berlín con una nueva Weltpolitik ofensiva que apunta tanto al patio trasero europeo de Alemania como al mundo entero.


Este artículo está basado en el trabajo de Dorota Dakowska “El poder de las Fundaciones, instrumentos de la política exterior alemana”, publicado en 2014 por Presses Universitaires de Rennes. Polaca de origen, fundadora de la Asociación de Estudiantes Polacos en Francia en 1996, Dorota Dakowska defendió su DEA en el Institut des Sciences Politiques de París en 1999. Su tema ya eran las Fundaciones como instrumento político particular de Francia y Alemania con respecto a Polonia. atravesando una transformación capitalista. Actualmente, Dorota Dakowska es Profesora Titular de Ciencias Políticas en la Universidad de Estrasburgo y su libro es el resultado de 15 años de investigación y su tesis doctoral. Ha trabajado especialmente en los archivos de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación alemanes, en los archivos de las propias Fundaciones, y también ha realizado múltiples entrevistas con políticos alemanes, polacos y húngaros. El siguiente artículo es un resumen de este trabajo de investigación complementado por mis experiencias personales de trabajo con Fundaciones.


Las Fundaciones alemanas cuentan con una impresionante dotación financiera pública: se les repartieron 460 millones de euros en 2010, por ejemplo. Inseparables del sistema político alemán, las Fundaciones “participan en la implementación de la política exterior y la ayuda al desarrollo de Alemania” (3), aunque aparecen en sus comunicaciones como “ONG” desinteresadas y activas por valores humanistas superiores.


LAS FUNDACIONES POLÍTICAS ALEMANAS COMO PRODUCTO DE LA HISTORIA DE LA RFA


Según el trabajo de investigación de Dorota Dakowska, las Fundaciones alemanas surgieron a partir de programas de educación política impuestos a la derrotada Alemania por los aliados occidentales en 1945. Pero la estructura política de las Fundaciones y el papel social de las Fundaciones en la sociedad alemana es mucho más antigua: sus raíces se remontan a la organización social del siglo XIX. De hecho, en ese momento, fueron las Fundaciones como organizaciones corporativas intermediarias entre el capital y el trabajo las que pusieron en práctica las políticas sociales de Bismarck. En 1925 se fundó la más antigua de las Fundaciones existentes, la Fundación Friedrich Ebert, cuyo objetivo era perpetuar la memoria del primer Canciller de la República de Weimar. Luego fue financiada con donaciones privadas y dirigida por activistas socialistas. Una de sus principales líneas de trabajo fue la financiación de becas para estudiantes de clase trabajadora. Prohibida por los nazis, renació en 1947 con una forma completamente diferente.


El nazismo destruyó las estructuras sociales y políticas de la antigua Alemania. Los aliados de la coalición antinazi, a través de la conquista de Alemania y su política de desnazificación, disolvieron las estructuras establecidas por los nazis. Los cimientos políticos alemanes son fruto del “Stunde Null” (Año cero) alemán, la creación de las dos Alemanias, dos bloques opuestos y el enfrentamiento entre las dos Alemanias. Los aliados occidentales crean la RFA y deciden sobre el contenido de la Ley Fundamental alemana que marca la democratización pero también la occidentalización de la nueva Alemania, su anclaje al nuevo sistema político occidental establecido por EEUU en Europa. También son los EEUU y Gran Bretaña los que deciden sobre el establecimiento de las estructuras estatales de la Alemania occidental, que todavía está ocupada. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la RFA fue creado en 1950, primero como una estructura dependiente de la Cancillería, y por tanto dependiente directamente de Konrad Adenauer, quien puso en marcha la política de hostilidad hacia el bloque comunista y la RDA. La RFA no reconoce a la RDA y la combate en el escenario internacional de acuerdo con la "doctrina Hallstein". Posteriormente, la RFA se unió a la OTAN en 1955, tras el rechazo del pueblo francés a la Comunidad Europea de Defensa defendida por EEUU. En 1956, el Partido Comunista de Alemania fue prohibido en la RFA.


Es en este marco del establecimiento por Occidente de nuevas estructuras sociales y políticas en RFA donde nacen las Fundaciones políticas. El objetivo es formar nuevos líderes políticos y activistas familiarizados con la política y las instituciones de los países occidentales. La nueva Fundación Ebert adquirió personalidad jurídica en 1954. Su objetivo es entonces formar nuevos cuadros políticos del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) y formar e influir en investigadores universitarios familiarizados con las ideas socialistas. La Fundación Konrad Adenauer fue creada en 1952 por miembros de la CDU (Partido Demócrata Cristiano de Adenauer) en el Bundestag (el parlamento alemán, AyR). Desde un principio fue financiada por la CDU y dirigida por políticos profesionales de ese partido. Dos de estos líderes, Bruno Hech y Konrad Kraske, fueron los responsables de las campañas electorales de la CDU en los años 1950 y 60 y se puede decir, los artífices de sus victorias. La Fundación Friedrich Naumann fue creada en 1958 por el partido liberal FDP, aliado de los demócratas cristianos.


A principios de la década de 1960, EEUU propugnó la estrategia de "ayuda al desarrollo" para los países del bloque occidental y reorientó la política de las Fundaciones alemanas hacia la acción en el exterior. El objetivo era influir en los nuevos estados independientes de África y Asia para alejarlos de cualquier tentación del comunismo y, sobre todo, evitar que reconocieran a la RDA y colaborasen con ella. El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, sin embargo, no quiso competir y finalmente se decidió que las Fundaciones de los partidos políticos se convertirían en un instrumento de trabajo del nuevo Ministerio de Cooperación de la RFA. Es así como las Fundaciones de los partidos políticos de la RFA se convirtieron en una importante herramienta en la política anticomunista de “diplomacia de ideas” llevada a cabo a nivel mundial por los países del bloque occidental (4).


En esta lucha, iniciativas privadas, empresas, iglesias y asociaciones se encargaron de difundir el modelo económico, social y político occidental por todo el mundo. En Alemania, empresas muy grandes como Thyssen, Krupp, Volkswagen, crean sus propias estructuras sobre el modelo de la Fundación Ford. Asimismo, las Fundaciones de los partidos forjan estrechas relaciones con las Fundaciones empresariales de EEUU. La Fundación Ebert colaboró ​​desde principios de la década de 1960 con las Fundaciones Carnegie, Ford, Kellog, Gugenheim y Rockefeller, pero también con el Council of Foreign Affairs (agencia pública estadounidense de política exterior), el Consejo Mundial de Iglesias y la ONU. Muestra así su preocupación por defender las prioridades de la política exterior de la RFA y se define como un “canal complementario de la política exterior alemana” en África y América Latina. Como tal, la Fundación Friedrich Ebert (FES) no solo apoya y propaga la política de Alemania occidental dirigida a desacreditar a Alemania del Este, sino que también recopila información, formación e informa a los agentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RFA sobre "las acciones de la RDA respecto a la infiltración político-cultural en países en desarrollo" (5). Para eso se utilizaron las imponentes representaciones de la FES en El Cairo en Egipto y en Accra en Ghana a principios de la década de 1960. Muy rápidamente, la Fundación Ebert se convirtió en un "centro de saber" sobre el Tercer Mundo para los diplomáticos occidentales. Desde 1966, la FES supera en conocimiento, capacidades operativas y notoriedad a su maestro estadounidense: ¡se convierte en un "centro de experticia" sobre el Tercer Mundo también para las Fundaciones estadounidenses! (6) En 1981, Ronald Reagan creó la National Endownment for Democracy sobre el modelo de Fundaciones alemanas. La NED es hoy el principal centro de financiación y centro de recursos para la puesta en práctica de desestabilizaciones políticas y sociales lideradas por EEUU en los países a los que quiere imponer una orientación pro-occidental y liberal: es la política del cambio de régimen y las "revoluciones de colores", de las cuales la "Revolución Naranja" y el "Euromaidan" en Ucrania son los ejemplos más notables. Otras agencias públicas y privadas estadounidenses, el National Democratic Institute, la USAID, las Fundaciones de George Soros (Open Society Institute) completan este formidable sistema.


LA FINANCIACIÓN Y EL FUNCIONAMIENTO DE LAS FUNDACIONES POLÍTICAS ALEMANAS


La financiación estatal de las Fundaciones políticas alemanas está anclada en la Constitución (Ley Fundamental) de Alemania según se desprende de su artículo 21: "los partidos políticos participan en la formación de la voluntad política del pueblo". Por tanto, los partidos son responsables de "formar" la voluntad política de los ciudadanos "educándolos" políticamente a través de las Fundaciones. Así es como las Fundaciones obtienen una "subvención global" cada año y, por tanto, no se detalla el informe de sus actividades. La Comisión de Presupuesto del Bundestag se reúne todos los años con los jefes de las Fundaciones que discuten sus acciones con el ponente de la comisión. Las Fundaciones reciben una suma correspondiente en proporción al número de diputados de su respectivo partido (7). Hoy, en 2012, la suma total que obtienen las Fundaciones es de 450 millones de euros anuales. Ningún estado puede pretender tener un instrumento de poder blando de política exterior tan rico, estructurado y bien dotado.


A partir de la década de 1970, las Fundaciones comenzaron a trabajar en el extranjero gracias a una financiación masiva: su objetivo era entonces "promover la libertad" para contrarrestar el régimen soviético en todo el mundo. Uno de los instrumentos más importantes de esta estrategia es la financiación de becas para estudiantes de países no europeos con el fin de formarlos en Occidente. Aunque muchos estudiantes obtengan diplomas técnicos, los jóvenes graduados mantienen vínculos ideológicos y amistosos con los benefactores de su Fundación y constituyen en todo momento un importante caldo de cultivo para el reclutamiento político. Las Fundaciones alemanas también organizan masivamente seminarios "para fomentar el interés de los ciudadanos en la vida política y profundizar el compromiso político" (8) donde propagan las ideologías occidentales: el liberalismo, los derechos humanos, el modelo de gestión económica, social y político de Alemania occidental. Desarrollan estrategias electorales para los partidos que la RFA quiere apoyar y, a veces, crean desde cero partidos políticos pro occidentales (9).


Este intervencionismo en el campo político de los países del Sur no es casual. El BMZ, el Ministerio de Cooperación alemán, ha elaborado un programa estratégico para las Fundaciones que refleja sobre todo los intereses del Estado de Alemania occidental. "El Estado otorga fondos a determinadas organizaciones privadas alemanas con diferentes perfiles políticos e ideológicos para que puedan implementar proyectos de formación y medidas de consultoría con socios en países en desarrollo que también presentan opiniones políticas e ideológicas diferentes y que persiguen diversos objetivos políticos en sus países. Estos proyectos de formación tienen como objetivo influir en el desarrollo de estos países a través de la orientación de sus élites en una dirección sociopolítica determinada" - el informe BMZ del 4 de junio de 1969, nunca publicado, no podría ser más claro (10).


Es fácil entender que todas las Fundaciones alemanas cubren TODO el espectro político de un país en desarrollo y, por lo tanto, pueden influir y controlar EL CONJUNTO de la élite política de ese país. Es esta "unidad en la diversidad" la que hace del poder de las bases políticas alemanas un instrumento de la política exterior del Estado alemán.


Cada Fundación utiliza sus propios símbolos y valores políticos: cristianos, socialistas, liberales, ecologistas, comunistas y movilizan imágenes de líderes políticos y culturales para promover su imagen. No en vano la Fundación demócrata cristiana lleva el nombre de Adenauer, la socialista el de Ebert, que los Verdes pudieran aprovechar la fama de un escritor Heinrich Böll ganador del Premio Nobel, que el partido PDS y luego Die Linke se apropiaran de la imagen mundialmente famosa de la líder comunista judía y polaca Rosa Luxemburgo para convertirla en un icono del nuevo partido de la izquierda anticapitalista alemana. Cada Fundación debe también en su acción en el exterior crear alianzas con organizaciones y grupos que sean capaces de movilizar imágenes de líderes locales. Las Fundaciones alemanas están así asociadas a los nombres de personalidades respetables de la cultura local y, de esa forma, atraerán hacia ellas la confianza de las poblaciones del país donde actúan. Concretamente, las juntas directivas de las Fundaciones están integradas por ex ministros, diputados, dirigentes del partido en cuestión. Johannes Rau y Willy Brandt participaron en la gestión de la Fundación Ebert y Oskar Lafontaine en la Fundación Rosa Luxemburgo. La presencia de estos hombres poderosos en la gestión de las Fundaciones demuestra si todavía es necesario que las Fundaciones alemanas no son las "ONG" desinteresadas que dicen ser.


Cuando los Verdes ingresaron al Parlamento alemán en 1983, no tenían ninguna Fundación. Posteriormente, el partido presentó una denuncia ante el Tribunal Constitucional de Karlsruhe y obtuvo satisfacción en 1986. Ese año se creó la Fundación Regenbogen (Arcoíris), y más tarde, cuando se produjo la reunificación, los Verdes absorbieron el movimiento Alianza 90 resultante de Alemania del Este y la Fundación Regenbogen se convirtió en la Fundación Heinrich Böll. Se especializa en crear partidos ecologistas allí donde sea posible, y en promover estructuras feministas y LGBT. Por ejemplo, es la Fundación Böll la que fomenta y financia la creación del Partido Verde Polaco en 2004, habiéndose establecido los primeros contactos con feministas polacas a principios de la década de 2000. La Fundación Böll trató de hacerse un hueco en la Túnez post-revolucionaria, financiando la creación de un partido ecologista y acercándose (sin éxito) a determinados líderes de los levantamientos tunecinos de 2008 y 2011.


La historia de la Fundación Rosa Luxemburgo es muy similar. En 1990, la clase política de Alemania occidental esperaba que el SED, el ex partido comunista de la RDA, desapareciera de la escena de la historia. No fue una sorpresa pequeña que dicho partido, transformado en PDS, no solo sobrevivió, sino que rápidamente se convirtió como la segunda fuerza política en los Länder del Este al ganar muchos escaños en las elecciones locales, regionales e incluso nacionales. Al igual que los Verdes, el PDS presentó una denuncia en 1992 ante el Tribunal de Karlsruhe y en 2005 ganó el caso. Ese año apareció la Fundación Rosa Luxemburgo que, de hecho, se convirtió en la Fundación del nuevo partido Die Linke, creado precisamente entonces por la unificación del PDS, los movimientos sociales antiglobalización activos en los Länder occidentales (WASG) y la escisión de Lafontaine tras separarse del SPD.


Así es como los críticos más vocales del sistema político de Alemania occidental no solo integraron el sistema en su conjunto, sino que obtuvieron un gran beneficio financiero y político al hacerlo. Con el dinero recibido, las dos Fundaciones pudieron pagar a muchos activistas, abrir oficinas en el extranjero y extender su poder de manera significativa. En 2012, la Fundación Rosa Luxemburgo contaba con 169 empleados y 16 oficinas en el exterior (11).


EL PAPEL DE LAS FUNDACIONES EN LA POLITICA EXTERIOR ALEMANA


El principio de subsidiariedad es la base de la construcción del Estado de Alemania occidental desde finales de la década de 1940. A diferencia de Francia, el Estado alemán delega el máximo de sus tareas y responsabilidades en el nivel inferior de su estructura. Según este principio, la política exterior alemana puede y debe delegarse en estructuras como Fundaciones, iglesias, empresas, ONG y también en instituciones públicas y semipúblicas autónomas. Estas entidades luego se convierten en actores importantes de la política exterior de su país (12).


La ley alemana distingue entre "agencias ejecutoras" de políticas y "agencias autónomas" que dependen de los ministerios. Las Fundaciones políticas de los partidos son "agencias autónomas para la implementación" de la política exterior alemana. La organización evangélica protestante "Brot für die Welt", segundo mayor donante del Foro Social Mundial en Túnez en 2013 y 2015, junto con la Fundación Ebert, es así otra "agencia autónoma para la puesta en práctica" de los intereses nacionales de Alemania (13). Sin embargo, la palabra “autónoma” es un poco engañosa: se puede hablar de autonomía jurídica pero no de autonomía financiera, ya que estas organizaciones se financian en un 95% con fondos públicos. Por tanto, no es de extrañar que el informe del Ministerio de Cooperación de junio de 1969, ya citado, definiera el papel de las Fundaciones y otras agencias como instrumentos de formación de las élites políticas de los países destinatarios para adaptar las actitudes y decisiones de estas élites a los intereses nacionales de Alemania. Es por ello que las Fundaciones tienen como objetivos sindicatos, partidos, movimientos, asociaciones y todo tipo de personas que pueden en un momento determinado desempeñar un papel en su comunidad, su cultura, su Estado. De hecho, las Fundaciones políticas juegan un papel complementario al de la diplomacia alemana que, sin ellas, "no tendría las redes de contactos y elementos que la permiten forjar vínculos con grupos sociales de otros países" (14).


Así podemos entender que la imagen de ONG no partidista, preocupada por el bien común, sirva para enmascarar los objetivos reales que no son necesariamente los de los partidos políticos alemanes, sino los de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación de Alemania. En 1973, ante las acusaciones de injerencia de países extranjeros, el Ministerio de Cooperación ya recomendó en un informe interno que "la financiación estatal de determinados proyectos no debe ser divulgada" (15). Las Fundaciones sirven un poco como empresas fantasmas que permiten al Estado alemán distanciarse de los problemas políticos que pueden crear con su injerencia y así salvaguardar una buena imagen de Alemania.


¿COMO FUNCIONA? ACCIONES POLITICAS CONCRETAS E INTERESES DE ALEMANIA


Una vez tomada la decisión en la Comisión de Presupuestos del Bundestag sobre la política de las Fundaciones, el Ministerio de Cooperación transfiere el dinero a las Fundaciones e informa al Ministerio de Relaciones Exteriores alemán de todas las medidas que las Fundaciones tomarán en el exterior. Este ministerio también se encarga de vigilar la conformidad de las acciones de las Fundaciones con los intereses de Alemania. Los directores de cada Fundación informan periódicamente sobre la actividad de su Fundación en cada país a los departamentos pertinentes del Ministerio de Relaciones Exteriores: África, América Latina, Asia y Europa del Este. Así, los diplomáticos alemanes utilizan la masa de información recopilada por las Fundaciones sobre organizaciones y actores políticos en los países de destino. "Las oficinas de las Fundaciones en el extranjero envían informes periódicamente a su sede en Alemania y a sus ministerios competentes. Estos informes proporcionan una descripción detallada de los socios en el exterior, su influencia y la naturaleza de las relaciones mantenidas. Son una fuente de información que los diplomáticos tienen en cuenta y contrastada con las opiniones enviadas por las embajadas" (16). Los directores de las Fundaciones también participan en la elaboración de documentos estratégicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, especialmente después de 1990  


En el mundo globalizado actual y especialmente desde 1989, la noción de "injerencia extranjera" de un país en la política interna de otro ha perdido la connotación infame que tenía anteriormente. Parecía darse por sentado que era aceptable que algunos países tuvieran organizaciones poderosas utilizadas para influir en las élites de otros países. Sin embargo, los cambios en América Latina desde 2002 han llevado a las Fundaciones alemanas a ser acusadas de intromisión. China siempre ha criticado a las Fundaciones alemanas por su apoyo al Dalai Lama. Desde 2005, Rusia ha adquirido un arsenal legal que también se dirige a hacer frente a las Fundaciones alemanas, así como a las Fundaciones estadounidenses. La ley rusa decide que las asociaciones y las personas financiadas por Fundaciones extranjeras deben declararse "agentes extranjeros", lo que se basa en la definición tradicional de la soberanía del Estado, que debe controlar en todo momento lo que hacen los países extranjeros en su territorio y pintar del viejo sabor de la infamia a los beneficiarios de ese dinero "extranjero". La cuestión es aún más candente después de los recientes acontecimientos en Ucrania, que provocaron la crisis internacional más grave entre las potencias desde 1989, ya que se sabe que las Fundaciones estadounidense y alemana financiaron en gran medida y en ocasiones crearon incluso los partidos pro-occidentales de Ucrania (la Fundación Adenauer presentó el partido UDAR de Klitchko como si fuese un obra suya).


Pero las Fundaciones alemanas han seguido la misma política desde el principio, solo ampliando el alcance geográfico de sus acciones. En España, Portugal y Grecia a partir de 1974, los contactos de la Fundación Ebert con los partidos socialistas hicieron que la "Ebert" influyera en gran medida en la conversión de estos partidos a la economía liberal y su adhesión a la Unión Europea. En las décadas de 1960 y 1980, la Fundación Adenauer entrenó y apoyó económica e ideológicamente a los líderes y activistas de los partidos democristianos en América Latina y del sur de Europa. La Fundación Ebert también actúa sobre los sindicatos, mientras que la Fundación Naumann se ocupa de la comunidad empresarial. El apoyo de la Fundación Ebert a los socialistas en la Revolución de los Claveles en Portugal fue parte de la estrategia de Alemania occidental para evitar a toda costa que los comunistas llegaran al poder (17).


Más recientemente, en noviembre de 2011, el Ministerio de Cooperación asignó 5,4 millones de euros adicionales a las Fundaciones por su influencia en las "revoluciones" árabes. Este dinero se destinó en particular a nuevas asociaciones, estructuras y partidos creados o surgidos de la clandestinidad en Túnez, Egipto, Argelia, Yemen, Bahréin, Palestina y Jordania. Ciertamente, este dinero también se utilizó para financiar la organización de los Foros Sociales Mundiales en Túnez, en 2013 y 2015, y parece poco probable que la asignación de esta subvención especial y la decisión de realizar un primer FSM en Túnez sea una coincidencia (18). Es bastante seguro que Alemania ha decidido financiar el Foro Social Mundial en Túnez desde 2011 porque estaba en línea con sus intereses y ambiciones en esta región del mundo: forzar a los los intereses franceses a dar cabida a los intereses de los círculos empresariales alemanes, conteniendo la revolución tunecina entre el desierto y el mar Mediterráneo para que los disturbios no contaminen la Europa en crisis, corromper a los sindicatos y partidos de izquierda para que abandonen cualquier idea de Independencia y soberanía, como Tsipras en Grecia. Además, el poner en marcha un masivo trabajo de formación en Túnez entre jóvenes desempleados, estudiantes, empleados jóvenes y trabajadores del sector público sobre el modo de funcionamiento y los principios del Estado alemán (subsidiariedad, descentralización, regionalización, diálogo de "cogestión" entre empleadores y empleados en lugar de huelgas y luchas por el poder, aceptación de las estructuras religiosas como actores de la vida política en lugar del secularismo) pone en práctica una estrategia que ya ha demostrado su valor en Polonia en los años 1989-1995, una estrategia que ha beneficiado perfectamente los intereses de Alemania y, por lo tanto, lógicamente debería permitir una mayor expansión de sus intereses en el norte de África.


EL EJEMPLO DEL "CAMBIO DE RÉGIMEN" Y LA INFLUENCIA DE LAS FUNDACIONES EN POLONIA DESDE 1980


En 1972 se firmó el histórico acuerdo bilateral entre la Polonia Popular (la república comunista polaca, AyR) y Alemania occidental. El resultado del acuerdo fue el reconocimiento mutuo de ambos estados, la aceptación por parte de Alemania occidental de la estabilidad de la frontera Oder-Neisse, el reconocimiento simbólico de Willy Brandt de la responsabilidad de Alemania en la matanza de la Segunda Guerra Mundial (la famosa imagen de Brandt arrodillado frente al monumento en memoria de los insurgentes del gueto de Varsovia en diciembre de 1972) y allanó el camino para el reconocimiento por parte de la RFA de la RDA: fue la famosa Ostpolitik de Willy Brandt. A partir de la década de 1970, la Fundación Ebert comenzó a trabajar en Polonia. En 1971 envió a Klaus Reiff, periodista y empleado de la Fundación Reiff, que hábilmente estableció lazos con profesores de Instytut Zachodni (Instituto Occidental), un importante centro de investigación sobre la historia de las relaciones germano-polacas fundado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia después de la guerra),  del PISM (Polski Instytut Stosunkow Miedzynarodowych - Instituto Polaco de Investigación Internacional) extranjero centro de investigación de políticas adjunto a la Academia de Ciencias, y del Instituto de Periodismo de Varsovia. En 1979, Reiff se hizo amigo íntimo de Mieczyslaw Rakowski. Rakowski no es una persona cualquiera, sino el editor en jefe del importante e influyente semanario "Polityka". Este semanario es una referencia entre la élite de la izquierda procomunista polaca, con un tono libre y que era partidario de manera no oficial del diálogo con Solidarnosc tras el estado de sitio de 1981. Rakowski se convirtió en 1987 en el último primer ministro del estado comunista. En estos tiempos delicados, el gobierno alemán apoyó abiertamente a Solidarnosc a pesar del acuerdo polaco-alemán de 1972, y Reiff era entonces un empleado de la embajada alemana en Polonia (19).


Ya en 1980, la Fundación Ebert otorgó numerosas becas para que los jóvenes polacos realizasen su educación superior en Alemania occidental. También se dedicó a recopilar información sobre los disidentes polacos y los líderes y activistas del Partido Comunista Polaco a favor de las "reformas" y el "cambio de régimen". 255 estudiantes polacos fueron beneficiarios de las becas de la "Ebert" de 1980 a 1989. Es fácil entender que la Fundación Ebert, y tras ella, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), jugaron un papel fundamental en el giro ideológico neoliberal de los jóvenes. líderes del Partido Obrero Unido de Polonia (PZPR), y por tanto en la conversión neoliberal, europeísta y atlantista de Aleksander Kwasniewski, ministro de la Juventud en el último gobierno comunista de Rakowski entre 1987-89, líder del SLD, el partido socialdemócrata heredero del PZPR. Aleksander Kwasniewski fue elegido presidente de la República de Polonia de 1995 a 2005.


Durante la vigencia legal del movimiento Solidarnosc, de septiembre de 1980 a diciembre de 1981, y tras la declaración de la ley marcial por parte del general Jaruzelski y la delegación de Solidarnosc, la Fundación Adenauer se ocupó de los disidentes polacos de Solidarnosc y de personas cercanas a la Iglesia católica. En particular, ayudó, invitó a Alemania y formó a Tadeusz Mazowiecki, quien se convirtió en Primer Ministro después de las primeras elecciones parcialmente libres del 4 de junio de 1989 (20). La Fundación Ebert no fue una excepción y, comprendiendo la importancia política de la Iglesia polaca, estableció a partir de 1981 contactos con el episcopado polaco. Klaus Reiff escribió entonces "La lucha por el poder en Polonia ya ha comenzado" (21). De hecho, fue ganada por las Fundaciones alemanas con desconcertante facilidad ya que, gracias a los contactos existentes desde hace 10 años, "los parlamentarios polacos, elegidos en la primera votación abierta el 4 de junio de 1989, buscaron contactos en Alemania a través de los canales familiares de la Fundación" (22).


En la gigantesca "transformación" capitalista polaca (pero también en Alemania del Este al mismo tiempo) las Fundaciones alemanas están a la vanguardia: forman a cientos, miles de líderes polacos (diputados, periodistas, concejales municipales, investigadores, estudiantes) en la "democracia y la economía del mercado", para usar una expresión santificada de esa época. Por tanto, influyen enormemente en los programas políticos de los nuevos partidos polacos. Es algo habitual que los diputados polacos recién elegidos en las elecciones legislativas de 1991 asistan a un curso de una Fundación por la mañana y redacten la ley a la que se dedicó el curso por la tarde. Luego, los medios de comunicación presentan de manera masiva a Alemania como el único modelo válido a seguir, el más exitoso, el más exitoso de Europa. Ahora que sabemos que estos mismos periodistas estaban recibiendo cursos de las Fundaciones, podemos cuestionar su objetividad e imparcialidad ante tal presión. Sin embargo, muchos investigadores y profesores eminentes repitieron estos elementos ideológicos con toda inocencia: los tiempos eran tales que todo lo que llevara el epíteto de "democrático" y venía de Occidente tenía que ser justo y bueno (23).


A partir de 1989, las Fundaciones de la derecha alemana se establecieron en Polonia (Naumann, Hans Seidel), las Fundaciones de empresas alemanas (Thyssen, Krupp) las siguieron poco después, mientras que las Fundaciones estadounidenses financiaron círculos muy amplios de las nuevas élites, económicas, mediáticas. políticas. Las Fundaciones Carnegie, Rockefeller, Soros (esta bajo el nombre de Stefan Batory) llevaron a cabo sus propias políticas creando estructuras tipo think tank, partidos políticos, revistas, televisiones, asociaciones empresariales, etc. La Unión Europea creó entonces su propia estructura financiada por la Comisión Europea, la Fundación Robert Schumann. Polonia se convirtió en una prueba a escala real de la nueva política total de estas organizaciones. La liberalización y la rápida privatización del mercado de la educación les permitió establecerse en el segmento de formación de la élite; por ejemplo, la Fundación Adenauer financia directamente la famosa Universidad Católica de Lublin dependiente de la Iglesia Católica, así como la Universidad Católica de Varsovia que existía anteriormente bajo el nombre del Instituto Teológico de Varsovia.


Las Fundaciones crean desde cero partidos políticos que no existían en la sociedad polaca, financian y forman a sus activistas y miembros. Por ejemplo, el KLD, Kongres Liberalno-Demokratyczny (Congreso Liberal-Democrático) del que procedía Donald Tusk, fue creado en 1991 por el Instituto de Estudios de Mercado de Gdansk, una Fundación enteramente en manos de la Fundación Adenauer (24). Cuando los líderes de los partidos, incluido el del KLD, perdieron las elecciones de 1993, inmediatamente recibieron trabajo en institutos fundados y financiados por Fundaciones alemanas (25).¡Esto permitió al Ministerio de Relaciones Exteriores alemán mantenerlos a un lado y prepararlos silenciosamente para recuperar el poder sin que tengan que ganarse la vida en el duro sistema neoliberal que acababan de crear para el pueblo polaco!


La Fundación Adenauer ha creado otras instituciones, que son en parte centros de investigación, en parte think tank, y en parte partidos: el Centro de Investigación Internacional (Centrum Stosunkow Miedzynarodowych), dirigido por Janusz Reiter, Embajador de Polonia en Alemania de 1989 a 1995), el Instituto de Asuntos Públicos (Instytut Spraw Publicznych), dirigido por Leszek Balcerowicz, "chico de Chicago" polaco (en referencia a la escuela económica de Milton Friedman, profesor de la Universidad de Chicago, que fue el pilar ideológico del neoliberalismo surgido en las décadas de los 70 y 80, y cuyas ideas económicas fueron aplicadas por las dictaduras latinoamericanas, especialmente por la dictadura de Pinochet en Chile, AyR) y ejecutor de la estrategia de choque del FMI y el Banco Mundial en 1989). El Centro también formó a Aleksander Smolar, quien se convirtió en Director de la Fundación Soros en Polonia, conocida en Polonia como la Fundación Stefan Batory.


Poco a poco, después de un período de confusión y acciones totales, las Fundaciones se especializan y se reparten el territorio en Polonia. Las Fundaciones de derecha, especialmente la "Adenauer", mantienen sus influencia entre los círculos cristianos, conservadores, ultraliberales y liberales, mientras que la "Ebert" se interesa por los círculos feministas y los sindicatos. Desde 1990, la Fundación Ebert ha financiado los tema de género y feminismo en el Instituto de Sociología de la Universidad de Varsovia. No es una coincidencia: es en este entorno donde nació el moderno movimiento feminista polaco, en mayo de 1989, como reacción al primer proyecto de ley que criminaliza el aborto. En ese momento, este movimiento polaco que organizó poderosas manifestaciones y una petición de 1,5 millones de firmas para un referéndum sobre el aborto no tiene conexión con los círculos feministas alemanes y ciertamente no con las Fundaciones. Está bastante cerca del movimiento secular Neutrum que exige la retirada de la directiva del ministerio de educación que establece la educación religiosa en las escuelas públicas en agosto de 1990 y, más tarde, la abolición del concordato que otorga inmensos privilegios al Vaticano en Polonia. Aunque no es seguro que "Ebert" o "Adenauer" hayan jugado directamente un papel en la prohibición final del aborto en Polonia el 7 de enero de 1993, lo cierto es que la financiación de programas de "género" en las universidades polacas ha servido para amansar considerablemente el movimiento feminista polaco desde 1994 y, en particular, lo ha desviado de la lucha por la separación de Iglesia y Estado privilegiando temas relacionados con paridad e identidad.


Por otra parte, la Fundación Ebert puso en marcha todo un programa de formación para sindicalistas polacos sobre el "diálogo social", idea muy cercana al concepto alemán de "cogestión" del capitalismo, tanto en el seno de Solidarnosc como en la OPZZ, el sindicato poscomunista. El objetivo era convertir a los sindicalistas en "socios fáciles de predecir" sabiendo que lo que está en juego sobre todo es la continuación del dominio absoluto de las multinacionales occidentales y, en particular, las alemanas sobre los medios de producción polacos a través de las privatizaciones. En 1991, 1992 y 1993, Solidarnosc y los demás sindicatos convocaron varias veces huelgas generales contra las privatizaciones. Estas huelgas nunca tienen éxito y no alcanzan una escala suficiente como para poder revertir el equilibrio de poder a favor de la clase obrera polaca. En efecto, los dirigentes sindicales han pasado por cursos de formación enseñándoles cómo "extinguir" una huelga negociando detalles fragmentados y despolitizando el debate económico. Algunos de ellos se convierten en diputados, ministros, altos funcionarios, como Zbigniew Bujak, líder de Solidarnosc durante la época de la clandestinidad (aunque se opuso al capitalismo en 1991, Bujak acabó silenciando a sus críticos al convertirse en director de Aduanas). Desde lo alto de estas posiciones políticas, los ex trabajadores y técnicos ya no tienen ningún reparo en aprovechar el nuevo sistema, abandonando a la clase trabajadora a su destino bajo e nuevo sistema ultraliberal (26).


Las Fundaciones alemanas pretenden apoyar los análisis políticos y económicos en términos de "diálogo interpartidista" y empujan a sus protegidos a abandonar toda referencia a la lucha de clases, al análisis marxista o incluso al análisis de la política en términos de soberanía nacional. Forman directamente a políticos famosos como Jan Maria Rokita (diputado y ministro), Andrzej Olechowski (ministro de Asuntos Exteriores de 1993-95), Donald Tusk (primer ministro de 2010 a 2014, presidente de la UE entre 2014 y 2019), Pawel Piskorski, (líder del sindicato independiente de estudiantes NZS en la Facultad de Historia de la Universidad de Varsovia en 1987-90, diputado liberal en 1991 a la edad de 23, alcalde liberal de Varsovia de 1999 a 2002 y eurodiputado), Jacek Saryusz-Wolski, (negociador polaco para la entrada de Polona en la UE y ministro) (27).


Y muchos otros, más jóvenes, salen formados y dispuestos a tomar las riendas de las instituciones polacas para continuar la política que tanto éxito ha tenido en Alemania, Estados Unidos y la UE desde 1989. La Fundación Ebert también formó a un líder mucho más experimentado y político influyente: Leszek Miller, ex-comunista líder de los socialdemócratas, primer ministro durante las negociaciones finales para la entrada de Polonia en la UE de 2001 a 2005. Es por eso que las Fundaciones crearon rápidamente "Escuelas para líderes jóvenes" para los partidos políticos polacos, finanzaron esas estructuras e invitaron a jóvenes polacos prometedores a realizar prácticas en Alemania  (28).


Las Fundaciones “pequeñas” también tuvieron un enorme impacto en el campo de acción que eligieron. La Fundación Heinrich Böll ha creado un Partido Verde junto con feministas polacas como Agnieszka Graff y Agnieszka Grzybek. Los contactos existían mucho antes, ya que la Fundación ya había financiado iniciativas feministas como el Centro de Mujeres (Centrum Kobiet).


Esta parte de la charla se basa completamente en la experiencia del autor del artículo y no en el libro de Dorota Dakowska:


La Fundación Rosa Luxemburgo llegó a Polonia en 2005. Está dirigida por un alemán, Holger Politt. A partir de 2006, financió conferencias científicas de izquierda como la realizada por círculos seculares desde Kuznica hasta Hel en la que participé en octubre de 2006. La Fundación publica libros que incluyen artículos de esta reunión. Muy rápidamente, la Fundación cometió grandes errores políticos que dividieron a la resurgente izquierda polaca y rápidamente fue percibida en Polonia como un factor de desintegración, casi como una organización colonial proveniente de Alemania. La Fundación Rosa Luxemburgo financia publicaciones de intelectuales de izquierda, como los libros de Maria Szyszkowska, presidenta del partido socialista y laico Racja, con la condición, no obstante, de que estas personalidades cumplan las directrices de la Fundación. Por ejemplo, a cambio de este apoyo, la Fundación exigió al partido Racja en 2008 la colaboración con los círculos socio-liberales y la ruptura de sus relaciones con el Partido Laborista Polaco (PPP) y el sindicato "Agosto 80" entonces en plena expansión y que colabora con la IV Internacional y el NPA francés. Peor aún, la Fundación Rosa Luxemburgo de Polonia, liderada por el intransigente Holger Politt, que ha sido excomulgado, lanza una campaña de desprestigio en los círculos de la izquierda europea antiglobalización contra Boguslaw Zietek, el líder del PPP y de Agosto 80. Lo califica por todas partes como "fascista" y prohíbe a muchas organizaciones invitar a activistas de ese partido y ese sindicato. Por ejemplo, la Fundación Rosa Luxemburgo prohibió al Partido de la Izquierda Europea invitar a una activista feminista del PPP a un seminario que organicé para el Congreso de la ELP en Praga en noviembre de 2007 en el marco de la red feminista El Fem. Personalmente he visto a Holger Politt agredir físicamente a un activista sindical de Agosto 80 que asistió a esta convención como periodista. Politt quería echarlo del Congreso, pero no pudo hacerlo porque este activista polaco tenía una tarjeta de prensa. Sin embargo, la tensión estaba en su apogeo. 


La Fundación Rosa Luxemburgo es culpable de otras manipulaciones que han debilitado de forma duradera a la resurgente izquierda polaca: influyó en la escisión violenta de ATTAC-Polonia y en la expulsión de esta asociación de activistas cercanos al sindicato "August 80". Maniobró para evitar la pertenencia al Partido de la Izquierda Europea como miembros observadores de los dos partidos, Racja y el PPP, imponiendo por el contrario la admisión de una organización socioliberal y arribista, las Juventudes Socialistas. ¡El PGE rechazó la adhesión de los dos partidos, aunque eran mucho más serios y sólidos, con el pretexto de que las Juventudes Socialistas ya admitían en su interior que se oponían a formar parte! Cansado de esta actividad destructiva de esta institución supuestamente representativa de la izquierda anticapitalista alemana, algunos activistas polacos, incluyéndome a mí, han hecho un llamamiento a los diputados de Die Linke que conocemos para pedirles que intercedan ante la dirección de la Fundación en Berlín, para pedir que cesen estos ataques y que Politt sea retirado de Polonia. Es interesante ver que fue en esta ocasión cuando pudimos observar que los propios diputados y altos funcionarios de Die Linke, eran impotentes para cambiar la estrategia y las decisiones de la Fundación Rosa Luxemburgo. Parecía que el Partido no controlaba su propia Fundación. Ahora sabemos por qué: porque las Fundaciones siempre llevan a cabo las estrategias de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación alemanes y no siempre las de su partido. Finalmente, Holger Politt fue despedido, pero fue reemplazado por su asistente Joanna Gwiazdecka, particularmente odiada en los círculos de izquierda polaca por seguir ciegamente a Politt en los años anteriores. La única victoria fue que la Fundación decidió no centrarse más en Polonia y centró su atención en los Balcanes, donde hasta ahora no ha cometido los errores cometidos en Polonia.


En los Balcanes, la Fundación Rosa Luxemburgo financió la parte política del Festival Subversivo de Zagreb, el Foro Balcánico, en 2012 y 2013. Actualmente, está trabajando en la creación de un partido de izquierda del tipo "Syriza" en Serbia y Bulgaria, que tras décadas de derrota de la izquierda en estos países parece muy atractivo para muchos jóvenes activistas de los nuevos movimientos sociales de 2011 en Serbia y 2013 en Bulgaria. Pero otros ya creen que la estrategia de la Fundación no se corresponde con las necesidades reales de los pueblos de los Balcanes y es una fuente de división y no de unificación.


EL PAPEL DE LAS FUNDACIONES EN LA CONTRUCCIÓN DE LAS FUNDACIONES POLÍTICAS EUROPEAS


Las Fundaciones alemanas, mediante sus enormes redes políticas, juegan un papel importante en el proceso de adhesión de los países de Europa del Este a la Unión Europea. Posteriormente, sobre la base de esta experiencia sobre los misterios de la burocracia de Bruselas, organizaron un intenso lobbyismo con el fin de crear Fundaciones políticas a nivel europeo siguiendo su modelo. Lo consiguieron en 2007: el Reglamento 1524/2007 de la Comisión Europea decide de hecho que las Fundaciones políticas europeas tienen la tarea de promover la integración europea, que son financiadas por la Comisión y que deben así impulsar la política de sus respectivas partidos políticos europeos. Desde 2006, las Fundaciones alemanas han organizado una Red Europea de Fundaciones Políticas de las que ellas son las más ricas y fuertes. Además, siempre hay un alemán al frente de todas las Fundaciones políticas europeas, con la excepción de la franco-austríaca Elisabeth Gauthier que estuvo hasta su muerte al frente de la Fundación Transform!, que ha sido la Fundación oficial del Partido de la Izquierda Europea desde 2007. La Fundación Ebert es el origen de la Fundación Europea de Estudios Progresistas, creada en 2008, la Fundación Adenauer tiene el Centro de Estudios Europeos, la Fundación Böll creó la Fundación Verde Europea y la Fundación Naumann el Foro Liberal Europeo. La financiación, los empleados y las oficinas proceden de la Comisión Europea (29).


CONCLUSIÓN


En conclusión, conviene reproducir algunas cifras: en 2010, la Fundación Adenauer obtuvo un presupuesto de 125 millones de euros, tiene 80 filiales en todo el mundo, gestiona proyectos en 120 países y emplea a 563 personas. La Fundación Ebert ha recibido 149 millones de euros, emplea a 620 personas, tiene 110 filiales y gestiona proyectos en 110 países. La Fundación Naumann recibe 46 millones de euros, emplea a 188 personas, tiene 44 filiales y gestiona 100 proyectos en todo el mundo. La Fundación Heinrich Böll recibe 50 millones de euros, emplea a 278 personas en todo el mundo en 52 filiales y gestiona proyectos en 72 países. La Fundación Rosa Luxemburgo recibe 30 millones de euros, emplea a 134 personas en 14 filiales en todo el mundo y dirige acciones en 50 países. Finalmente, la Fundación Hans Seidel recibió 46 millones de euros, emplea a 182 personas en 29 países (30).


Sin lugar a dudas, este reparto del espectro político se parece más al funcionamiento de una multinacional que al de una asociación militante por el bien común. Por lo tanto, la pregunta clave es: ¿Quién, qué organización en el mundo puede competir con tal poder financiero y organizacional? Una respuesta a esta pregunta permitiría poner en marcha finalmente una estrategia de resistencia.


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NOTAS 


(1) http://www.dedefensa.org/article/le-journalisme-made-in-cia-aujourdhui-et-hier


(2) https://www.upr.fr/actualite/europe/la-cia-finance-la-construction-europeenne


(3) Dorota Dakowska, Le pouvoir des fondations, des acteurs de la politique étrangère allemande, Presses Universitaires de Rennes, 2014, p. 12.


(4) Op cit. pags. 33


(5) Op. cit. p.34;


(6) Op.cit. p.39


(7) Op.cit. pág.43, nota al pie 40


(8) Op.cit. p.45, "Gemeinsame Erklärung", 1998, KAS, FES, FNS, HSS, HBS


(9) Op. Cit. p.88, 89 se dan muchos ejemplos para África y América Latina. Por ejemplo, la Fundación Ebert financió la campaña del Partido Progresista Voltaico en 1978 en Burkina Faso, p. 89. En 1988, la Fundación Adenauer financió y capacitó a activistas demócratas cristianos que pedían votos contra Pinochet. En Portugal, la Fundación Ebert financió la formación de militantes socialistas en la Fundación José Fontana y Antonio Sergio en 1975, p. 90


(10) Ídem p. 79, nota 3 "BMZ, Bericht über die Förderung der gesellschaftspolitischen Bildung in den Enwitcklungsländer", (Informe sobre la promoción de la educación política en los países en desarrollo), Kap. 2302, tit.686, Bonn, junio de 1969, p. 2, BMZ archivos actuales.


(11) Ídem. p.62-69


(12) Op. cit p. 78, capítulo “El lugar de las Fundaciones en la administración empresarial alemana”.


(13) Op.cit. pags. 78, última línea.


(14) Informe BMZ, 1973, op.cit. p.13, 14 citado p. 80,


(15) Ídem, pág.81.


(16) Ídem, p. 84, línea 12.


(17) Ídem p. 90, en la parte superior de la página.


(18) Ídem p. 90, última línea y nota No. 19.


(19) Ídem, pág. 95.


(20) Ídem p.100-103.


(21) Ídem, pág. 103, nota N° 20, colección Reiff, 1989


(22) Ídem, p. 104, principio de página.


(23) Ídem, p.105 "Ya en 1989, el recurso a las Fundaciones políticas se volvió esencial. Los ministerios federales las consideran como instrumentos útiles para complementar la cooperación técnica y financiera con acciones específicas sobre estructuras políticas y sociales, a saber, partidos políticos y gobiernos, sindicatos y otros grupos de interés, medios de comunicación y centros de investigación. Asegurar una transición pacífica a la democracia y la economía de mercado era una prioridad de la política exterior alemana motivada por la preservación de la estabilidad en la región".


(24) Ídem, p.108.


(25) En septiembre de 1993, el pueblo polaco, harto de privatizaciones masivas, el desempleo, la miseria, la destrucción del Estado y del tejido industrial, votó por el regreso de los comunistas dando la mayoría a la coalición del SLD (poscomunista) y el Partido Campesino (ex aliado comunista) con la esperanza de volver a una política más razonablemente socialdemócrata y menos destructiva de la sociedad. Lamentablemente, los líderes de estos partidos ya habían dado el giro neoliberal, entre otras cosas, gracias a las Fundaciones y continuaron la transformación neoliberal.


(26) Op. Cit. p.111-112.


(27) Op. Cit. p.117, recuadro.


(28) Ídem p.120 - 123.


(29) Ídem, pág. 188-191.


(30) Ídem, p. 199.

ECONOMÍA